universidad de buenos a i r e s fa c u ltad de odonto l o g i a
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• No sabe historia, ni le interesa;<br />
pero escribe bien.<br />
• No sabe historia, ni le interesa;<br />
y no escribe bien.<br />
• Sabe historia y la tergiversa con intención<br />
(a) artística o crematística; (b) política;<br />
(c) religiosa; (d) corrosiva y <strong>de</strong>structiva.<br />
• Sabe, o no, historia;<br />
pero le <strong>fa</strong>lta imaginación.<br />
• Sabe historia y la cuida amorosamente.<br />
Estos puntos, inspirados por Robert Graves, se sintetizan<br />
así: hay escritores informados y <strong>buenos</strong> y hay<br />
<strong>de</strong> los otros (H. M., 2006). Pregúntese a cualquiera si<br />
conoce el límite entre realidad y ficción en cualquier<br />
texto y vacilará, tanto si se trata <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> la<br />
calle como <strong>de</strong> un intelectual. La <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />
mentira (O. Wil<strong>de</strong>), la incapacidad para engañarnos,<br />
podría ser la causa <strong>de</strong> los muchísimos escritores que<br />
acudieron a la historia para tener <strong>de</strong> don<strong>de</strong> asirse.<br />
Las historias últimamente han incorporado técnicas<br />
novelísticas para animar la propuesta y atraer lectores,<br />
lo cual produce rechazos por temor a que se pierda<br />
“precisión”. De esto saben bastante algunos escritores<br />
argentinos contemporaneos.<br />
No sabe historia, ni le interesa;<br />
pero escribe bien.<br />
Bien o mal escrita, nadie discute el <strong>de</strong>recho a reescribir<br />
la historia y a “acogerse al golfo <strong>de</strong>l recuerdo <strong>de</strong> lo<br />
que nunca fue.” Pue<strong>de</strong> salir embellecida o <strong>de</strong>struida. Si<br />
bien es cierto que el Arte pue<strong>de</strong> hacer como le plazca,<br />
cuando le plazca, en tanto el cuadro final que<strong>de</strong> correcto,<br />
en algún momento <strong>de</strong> la obra, antes, durante o <strong>de</strong>spués<br />
convendría <strong>de</strong>clarar o indicar la alteración.<br />
Thornton Wil<strong>de</strong>r conce<strong>de</strong> en su introducción a Los<br />
idus <strong>de</strong> marzo que hay personajes que presenta como<br />
contemporáneos cuando en realidad histórica estaban<br />
ya muertos. Pero escribe muy bien. Y otro autor que<br />
aprecio mucho, John Updike, al reprochársele distorsiones,<br />
quizá involuntarias, contestó: “No importa, porque<br />
las maquinarias <strong>de</strong> la distorsión comienzan a trabajar<br />
mucho antes <strong>de</strong> que los acontecimientos pasen<br />
a las distancias <strong>de</strong> la historia”. Sin ninguna duda, Sir<br />
Walter Scott se tomó sus licencias históricas, y aun<br />
cuando haya quien lo niegue, ¿quién no tiene alguna<br />
<strong>de</strong> sus novelas en el mejor cajón <strong>de</strong> los recuerdos<br />
juveniles?<br />
Muchos, como Shakespeare, Alfred <strong>de</strong> Vi g n y,<br />
Gustave Flaubert, Dmitri Merezhkovsky, que se supone<br />
que escribieron bien y podrían haber puesto fi<strong>de</strong>lidad<br />
a los hechos históricos, si no se tuviera presente<br />
lo que Oscar Wil<strong>de</strong> dijo: “Los viejos historiadores nos<br />
dieron <strong>de</strong>liciosas ficciones en forma <strong>de</strong> hechos”.<br />
No sabe historia, ni le interesa;<br />
y no escribe bien.<br />
Revista <strong>de</strong>l Museo - Año 22 Nº 39 - Diciembre <strong>de</strong> 2007<br />
Capítulo éste que es preferible pasar por alto en un<br />
gesto caritativo y <strong>de</strong>jar que cada lector haga su propia<br />
s e l e c c i ó n .<br />
Sabe historia y la tergiversa con intención.<br />
Las razones para esta intencionalidad son varias, que<br />
reduciré a unas pocas principales (artística, crematística,<br />
política, religiosa, corrosiva y <strong>de</strong>structiva), y las cometen<br />
<strong>buenos</strong> y malos autores <strong>de</strong> ficción histórica. Como las<br />
alteraciones <strong>de</strong> la verdad en los dramas históricos <strong>de</strong><br />
William Shakespeare incluían un <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> satis<strong>fa</strong>cer a<br />
los reyes y sus dinastías, para lograr un mayor efecto<br />
artístico, quizá atraer una audiencia más nutrida y, a<br />
veces, subrayar una religiosidad quizá no tan vigorosa.<br />
La biografía trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado individuo, la historia<br />
<strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> individuos en <strong>de</strong>terminada<br />
época. Salvo los documentos <strong>de</strong> cualquier or<strong>de</strong>n, nada<br />
es confiable, ni Julio César escribiendo <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong><br />
las Galias, ni Maradona contando su vida, No más <strong>de</strong><br />
fiar son quienes escriben o hablan <strong>de</strong> ellos, amigos,<br />
enemigos, cercanos, lejanos, cada uno con intenciones<br />
muy diversas. Marco Antonio ni soñaba las eternas<br />
palabras que le haría <strong>de</strong>cir Shakespeare. ¿Cuántas<br />
veces se ha repetido por lo menos el esquema retórico<br />
<strong>de</strong> su discurso? “No sé qué le ven a H a m l e t <strong>de</strong> especial,”<br />
dijo una señora citada por A s i m o v. “Es sólo una<br />
serie <strong>de</strong> frases <strong>fa</strong>mosas hilvanadas en un texto”.<br />
Leon E<strong>de</strong>l (1979) dice que la cuestión es presentar<br />
a la persona en relación con su logro singular, único.<br />
¿Quién lo logra <strong>de</strong> modo más cabal, el historiador<br />
documentado o el escritor que “<strong>de</strong>forma alegremente”?<br />
¿Cómo se <strong>de</strong>staca mejor el heroísmo, la maldad,<br />
la sabiduría, el aporte científico o artístico? ¿Con la<br />
verdad sin artificios? ¿No será por esto que algunos<br />
historiadores procuran novelar la historia?<br />
(a) Intención artística<br />
(y, a veces, crematística).<br />
Una cita frecuente, atribuida a Leon Garfield, dice:<br />
Un historiador, cuando es honesto, nos da una foto -<br />
grafía <strong>de</strong>l pasado; el narrador nos pinta un cuadro.<br />
Des<strong>de</strong> la Antigüedad, la historia y los mitos fueron<br />
reescritos por aedas, dramaturgos, poetas y novelistas<br />
que tenían claro que el verda<strong>de</strong>ro objetivo <strong>de</strong>l Arte<br />
es la Belleza.<br />
El arte pue<strong>de</strong> mejorar la naturaleza, si sabe mentir.<br />
¿Quién quiere ser coherente? El pesado y el doctrinario,<br />
los aburridos que llevan sus principios al amargo<br />
extremo...<br />
Alejandro Dumas, ¿fue un gran escritor? Sus inolvidables<br />
tergiversaciones <strong>de</strong> la historia han hecho gozar<br />
y sufrir a muchas generaciones.<br />
Sin duda, puso intención artística y también afán <strong>de</strong><br />
v e n d e r, ¿por qué no un b e s t - s e l l e r? Con él y como él,<br />
por ejemplo, Ra<strong>fa</strong>el Sabatini y su S c a r a m o u c h e, o la<br />
Baronesa Orczy y La Pimpinela Escarlata, iniciadora<br />
<strong>de</strong> innúmeros héroes enmascarados. Giovanni <strong>de</strong><br />
Lampedusa no solo reflejó la historia sino que a<strong>de</strong>más<br />
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