universidad de buenos a i r e s fa c u ltad de odonto l o g i a

TRIUNFO Y TRAGEDIA DE JAMES BAXTER BEAN,
MÉDICO Y DENTISTA (1834-1870).
THE TRIUMPH AND TRAGEDY OF JAMES BAXTER BEAN, MD, DDS (1834-1870).
Arden G. Christen y Joan A. Christen. Journal of the History of Dentistry,
Vol. 51, N° 1, Marzo 2003. Págs. 19-25.
James Baxter Bean nació el 19 de julio de 1834, en
Dunn, Tennessee. Su bisabuelo, capitán, fue un conocido
pionero. Se sabe poco de la infancia y juventud
de Bean y se ignora en qué Escuela de Medicina estudió
y su año de graduación; sólo se sabe que obtuvo
muy joven su título. Ejerció unos años tanto Medicina
como Odontología en Micanopy, Florida. Se casó con
Hester Bovell y tuvieron un hijo, llamado Chapin, por
el Dr. Chapin Harris, Decano del Baltimore College of
Dental Surgery. En 1860, Bean recibió su título de
odontólogo en él; volvió a Micanopy, pronto publicó su
primer artículo e inventó un articulador para el tratamiento
de fracturas de los maxilares.
Poco antes de la Guerra Civil ejercía a la vez en
Augusta y en Macon, Est. de Georgia. En mayo de
1862 se había mudado a Atlanta, donde trabajó como
“elaborador de dientes” para la firma Brown y Hope;
por la importancia dada a la tarea se pidió su exención
del servicio militar en el Ejército Confederado.
El nuevo método de Bean para tratar
fracturas de los maxilare s
Revista del Museo - Año 22 Nº 39 - Diciembre de 2007
Durante la Guerra Civil, la cirugía para corregir heridas
faciales salvaba a menudo vidas, pero era extremadamente
desfigurante. De los 671 soldados del
Ejército de la Unión con operaciones en la cara y los
maxilares, 80 murieron; tasa relativamente baja
(12%). A medida que continuaba la guerra, la necesidad
de cirugía facial y maxilar llevó a avanzar en las
intrincadas habilidades del dentista, en especial en el
Ejército Confederado. El tratamiento más común para
un maxilar fracturado era la reducción y fijación. Se
usaban: un vendaje solo, o una férula de gutapercha,
externa, con la forma del maxilar, aplicada y estabilizada
con una venda ordinaria en la cabeza. Otra estrategia
era modelar una pieza de papel maché sobre la
cara. Pero bajo la férula de gutapercha o el papel se
producían infecciones que llevaban a menudo a horribles
desfiguraciones faciales. En tanto que los tres
métodos eran por lo general satisfactorios para casos
civiles, más rutinarios, eran contraproducentes para
fracturas por armas de fuego.
El mayor interés del Dr. Bean en lo mejor de su
carrera eran la operatoria dental y la prótesis; durante
la Guerra Civil, la cirugía bucal no era todavía reconocida
como especialidad.
En 1869, el Dr. James E.
Garretson, de la Universidad
de Pennsylvania
fue nombrado primer cirujano
bucal de los Estados
Unidos.
Dueño de una destreza
manual excepcional, el Dr.
Bean disfrutaba particularmente
el desafío de resolver
problemas técnicos
complejos. En 1863, para
hallar un modo efectivo de tratar heridas máxilofaciales,
desarrolló un método único y avanzado para las
fracturas maxilares: creó una férula interdental hecha
de caucho vulcanizado duro que permitía la reducción
interna y la fijación, y posibilitaba así la curación apropiada.
Más tarde se la llamó “el desarrollo más destacado
en cirugía dental durante la Guerra Civil”.
Thomas Brian Gunning (1813-1889), dentista de
Nueva York y unionista, desarrolló al parecer una férula
de caucho casi idéntica, para tratar fracturas y heridas
de los maxilares: la “férula de Gunning”. Dado que
Bean y Gunning estuvieron en bandos opuestos
durante la guerra, ignoraron los respectivos esfuerzos.
Extrañamente, ambos se graduaron en la misma
Escuela Dental, el Baltimore College of Dental
Surgery: Bean en 1860 y Gunning (en forma honoraria)
en 1880.
Para cuando el frente de batalla se había movido
hacia y dentro del Estado de Georgia, la necesidad de
usar el plan de tratamiento del Dr. Bean se había vuelto
crítica. Típicamente, los soldados de la Guerra Civil
en combate se agachaban tras paredes bajas, lo que
les exponía la cabeza inadvertidamente al fuego.
Como resultado, corrían alto riesgo de sufrir heridas
faciales y maxilares.
En junio de 1864, el Dr. Edward N. Covey, que trabajaba
en el Ejército Confederado, efectuaba una inspección
médica en los Estados del Sur. En Atlanta, lo
impresionó la efectividad del dispositivo de Bean. Más
tarde describió en detalle el aparato y su función en el
Richmond Medical Journal (1866): “El instrumento
consiste en una férula interdental hecha con goma vulcanizada,
con depresiones en forma de tazas en
ambas superficies horizontales suficientemente pro-
1 9