Diálogo intercultural - Ediciones Universitarias

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14.11.2014 Views

IBEROdiálogo intercultural_examen IBERO 20 Jesús Maldonado, S. J._Realizó estudios de Filosofía y Letras en el Colegio Máximo de Cristo Rey de la Compañía de Jesús en México, y de teología en el Teologado de la misma orden religiosa. Es maestro en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Fue párroco en la Parroquia de la Colonia Ajusco Coyoacán en la ciudad de México. Fue director de Radio Huayacocotla, así como subdirector de la asociación Servicios Educativos de Occidente en Guadalajara. Fue también fundador y director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, cofundador de la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos y director del Comité de Derechos Humanos de Tabasco. Ha escrito múltiples informes sobre derechos humanos y participado en la elaboración de varias revistas y artículos sobre el mismo tema. Es coordinador del libro Mesoamérica, la disputa por el control del territorio (Universidad Iberoamericana Puebla/Instituto Superior Intercultural Ayuuk, 2012). Actualmente es Rector del Instituto Superior Intercultural Ayuuk-Mixe-Oaxaca. Educación superior y educación no formal en la interculturalidad_ Hay muchas razones para pensar en la importancia de la educación superior intercultural, muy especialmente si es asequible a los jóvenes, hombres y mujeres, de menos recursos y de zonas deprimidas. Señalaré algunos de los impactos que considero más importantes en cuanto que afectan lo más propio de la persona, especialmente de los indígenas con quienes tengo el privilegio de compartir mi vida. En primer lugar, y no necesariamente lo más importante, es la desvalorización de la cultura que han sentido y vivido en carne propia y, con ello, en su personalidad. Esto puede ser el resultado de haberlo experimentado en el contacto con la ciudad, los medios de comunicación, los compañeros que han salido fuera de sus pueblos y han regresado al pueblo, etcétera. También podríamos pensar en la intolerancia hacia los jóvenes hombres y mujeres que empiezan a vivir nuevas experiencias o que quieren vivir nuevas experiencias, como otros de sus compañeros o compañeras. Es muy fuerte el espejismo urbano que se ve en los medios de comunicación o que sencillamente es compartido por compañeros que se han aventurado a buscar trabajo en el norte del país o de Estados Unidos y que cuentan de una manera fantasiosa las experiencias vividas, así como lo fascinante y atractivo del modo de vida estadounidense, pero que por supuesto no transmiten la verdadera historia y sin duda muchas de las experiencias quizá inconfesables o al menos dramáticas que constantemente conocemos de los paisanos nuestros que emigran en busca de una mejor vida. Por supuesto, habría que considerar lo que implica, en el mejor de los casos, la adaptación a la nueva cultura, el desprecio y el racismo que se da en el norte del país y, de una forma más acentuada, en los Estados Unidos. Es verdad que muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una escuela en su comunidad que los prepare y que sea pertinente con las necesidades locales, pero sin descuidar el fortalecimiento de sus relaciones productivas. Sin embargo esto se plantea como una utopía, pues las escuelas superiores son totalmente insuficientes o inexistentes, sobre todo en las zonas deprimidas. Además, generalmente manejan esquemas desarrollistas, no comunitarias o en beneficio de los pueblos indios. Esto se ve claramente reflejado en la cantidad de jóvenes indígenas que no pueden entrar a los niveles de educación superior, lo que por cierto implica un gran fracaso de la política educativa. La dramática experiencia humana que se vive en las comunidades indígenas La discriminación por el color de la piel, los rasgos, el lugar de origen, sobre todo si es en la Sierra. Daré algunos elementos comentados por jóvenes indígenas que nos pueden ayudar a pensar lo que la discriminación puede significar. “Nos tratan mal cuando usamos los trajes típicos, por eso no queremos usarlos”. “Algunos compañeros que están estudiando en universidades de la ciudad, me han comentado que estoy mal porque me fui a meter a la Sierra, cuando saben que me fui a estudiar al Instituto Superior Intercultural Ayuuk, ubicado en el Istmo de Tehuantepec y perteneciente al Sistema Universitario Jesuita”. “En mi mismo pueblo se burlan de la persona que habla alguna lengua indígena”. “A los indígenas no nos ven con las mismas cualidades que a las demás personas que no son indígenas. Ni siquiera somos vistos con las mismas capacidades que los que no son indígenas”. “Esa escuela Ayuuk, dicen, no es buena porque es indígena y para indígenas”. “En mi pueblo se ríen mucho de los que nos decimos indígenas”. En muchos momentos la educación formal y la informal se confunden. ¿Hasta dónde llega el influjo de la educación formal y dónde empieza la educación informal? Podríamos preguntarnos también: ¿Qué ofrece la universidad intercultural Ayuuk, la educación formal, a la población de Jaltepec y qué ofrece la comunidad Ayuuk a los universitarios y universitarias?

Casa ISIA: Maíz con fortaleza Ayuuk. Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk. _Muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una escuela en su comunidad que los prepare y que sea pertinente con las necesidades locales, pero sin descuidar el fortalecimiento de sus relaciones productivas. 21 La interculturalidad crea una forma de vida diferente Una de las características fundamentales de nuestra universidad Ayuuk es que reconoce y aprecia las diferencias étnicas, personales, grupales, sociales. No puede ser de otra manera, ya que asisten a nuestra institución compañeros y compañeras de diez culturas diferentes. Hay muchas formas de hablar, de vestir, tenemos muy distintas costumbres. Se distingue claramente lo propio de lo otro. “Ayuda mucho el que los que venimos de fuera, damos vida a la comunidad”, expresa un estudiante. “Es decir, en una comunidad tan pequeña como Jaltepec de Candayoc, 145 personas, jóvenes universitarios, hombres y mujeres, que no somos de la comunidad, transmitimos alegría y esto se empieza a contagiar. Las mismas costumbres de la población van cambiando. Pero también la costumbres de la población nos van modificando y nos van enseñando formas distintas de vivir”. Añade: “La población de Jaltepec nos ofrece formas de vida diferentes a las que nosotros tenemos en nuestras comunidades y como convivimos con distintas familias, vamos asimilando las formas de vida, las costumbres”. Impacta mucho que en Jaltepec, los habitantes hacen muchas fiestas, se organizan colectivamente, no individualmente. El pueblo coopera en la elaboración de la comida y a lo largo de toda la fiesta y así vemos trabajar a las mujeres y los hombres desde la madrugada. La persona intercultural rompe esquemas tanto en las aulas como fuera de las aulas. Se trata sin duda de un continuo proceso de aprendizaje que se ha iniciado, no inmediatamente, porque se requiere un tiempo de asimilación, primero de lo que significa la interculturalidad y, después, con el tiempo, lo que se percibe como diferente se va aceptando o dejando a un lado. En el proceso de la interculturalización que se observa en la educación formal, podemos ver que las diferencias son marcadas y que así son percibidas por los nuevos alumnos y alumnas que mantienen sus posturas previas, con las que llegaron, y hasta después de un tiempo más o menos largo (varios meses) se van haciendo relaciones de amistad, de compañerismo. Algunas de las formas que se perciben como diferentes y que llaman la atención son: cómo se organiza la gente de la población de otra cultura, para sembrar, para producir, para organizar y celebrar la fiesta y, por supuesto, las formas de colaboración para las distintas actividades que se llevan a cabo en la población como el tequio, los cargos, etcétera. De esta manera los usos y costumbres que se viven en la cultura de Jaltepec llaman profundamente la atención a los y las jóvenes que provienen de otros pueblos donde los usos y costumbres no son la norma. En la diversidad cultural nada ni nadie es superior a otro. La diversidad lo implica. Por supuesto que esto no es fácil de asimilar, sino que es un proceso lento. Simultáneamente se desarrollan va-

Casa ISIA: Maíz con fortaleza Ayuuk.<br />

Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.<br />

_Muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una escuela en su comunidad<br />

que los prepare y que sea pertinente con las necesidades locales, pero sin<br />

descuidar el fortalecimiento de sus relaciones productivas.<br />

21<br />

La <strong>intercultural</strong>idad crea una forma de vida<br />

diferente<br />

Una de las características fundamentales de nuestra universidad<br />

Ayuuk es que reconoce y aprecia las diferencias étnicas, personales,<br />

grupales, sociales. No puede ser de otra manera, ya que asisten<br />

a nuestra institución compañeros y compañeras de diez culturas<br />

diferentes. Hay muchas formas de hablar, de vestir, tenemos muy<br />

distintas costumbres. Se distingue claramente lo propio de lo otro.<br />

“Ayuda mucho el que los que venimos de fuera, damos vida a la<br />

comunidad”, expresa un estudiante. “Es decir, en una comunidad<br />

tan pequeña como Jaltepec de Candayoc, 145 personas, jóvenes<br />

universitarios, hombres y mujeres, que no somos de la comunidad,<br />

transmitimos alegría y esto se empieza a contagiar. Las<br />

mismas costumbres de la población van cambiando. Pero también<br />

la costumbres de la población nos van modificando y nos van<br />

enseñando formas distintas de vivir”.<br />

Añade: “La población de Jaltepec nos ofrece formas de vida<br />

diferentes a las que nosotros tenemos en nuestras comunidades<br />

y como convivimos con distintas familias, vamos asimilando las<br />

formas de vida, las costumbres”.<br />

Impacta mucho que en Jaltepec, los habitantes hacen muchas<br />

fiestas, se organizan colectivamente, no individualmente. El pueblo<br />

coopera en la elaboración de la comida y a lo largo de toda la fiesta<br />

y así vemos trabajar a las mujeres y los hombres desde la madrugada.<br />

La persona <strong>intercultural</strong> rompe esquemas tanto en las aulas<br />

como fuera de las aulas. Se trata sin duda de un continuo proceso<br />

de aprendizaje que se ha iniciado, no inmediatamente, porque se<br />

requiere un tiempo de asimilación, primero de lo que significa la<br />

<strong>intercultural</strong>idad y, después, con el tiempo, lo que se percibe como<br />

diferente se va aceptando o dejando a un lado.<br />

En el proceso de la <strong>intercultural</strong>ización que se observa en la<br />

educación formal, podemos ver que las diferencias son marcadas<br />

y que así son percibidas por los nuevos alumnos y alumnas<br />

que mantienen sus posturas previas, con las que llegaron, y hasta<br />

después de un tiempo más o menos largo (varios meses) se van<br />

haciendo relaciones de amistad, de compañerismo.<br />

Algunas de las formas que se perciben como diferentes y que<br />

llaman la atención son: cómo se organiza la gente de la población<br />

de otra cultura, para sembrar, para producir, para organizar y celebrar<br />

la fiesta y, por supuesto, las formas de colaboración para las<br />

distintas actividades que se llevan a cabo en la población como el<br />

tequio, los cargos, etcétera. De esta manera los usos y costumbres<br />

que se viven en la cultura de Jaltepec llaman profundamente la<br />

atención a los y las jóvenes que provienen de otros pueblos donde<br />

los usos y costumbres no son la norma.<br />

En la diversidad cultural nada ni nadie es superior a otro. La<br />

diversidad lo implica. Por supuesto que esto no es fácil de asimilar,<br />

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