Diálogo intercultural - Ediciones Universitarias
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IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
IBERO<br />
20<br />
Jesús Maldonado, S. J._Realizó estudios de Filosofía y Letras en el Colegio Máximo de Cristo<br />
Rey de la Compañía de Jesús en México, y de teología en el Teologado de la misma orden religiosa. Es maestro<br />
en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Fue párroco en la Parroquia de la<br />
Colonia Ajusco Coyoacán en la ciudad de México. Fue director de Radio Huayacocotla, así como subdirector de<br />
la asociación Servicios Educativos de Occidente en Guadalajara. Fue también fundador y director del Centro de<br />
Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, cofundador de la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos<br />
para Todos y director del Comité de Derechos Humanos de Tabasco. Ha escrito múltiples informes sobre derechos<br />
humanos y participado en la elaboración de varias revistas y artículos sobre el mismo tema. Es coordinador del<br />
libro Mesoamérica, la disputa por el control del territorio (Universidad Iberoamericana Puebla/Instituto Superior<br />
Intercultural Ayuuk, 2012). Actualmente es Rector del Instituto Superior Intercultural Ayuuk-Mixe-Oaxaca.<br />
Educación superior<br />
y educación no formal en la<br />
<strong>intercultural</strong>idad_<br />
Hay muchas razones para pensar en la importancia<br />
de la educación superior <strong>intercultural</strong>,<br />
muy especialmente si es asequible a los jóvenes,<br />
hombres y mujeres, de menos recursos<br />
y de zonas deprimidas. Señalaré algunos de<br />
los impactos que considero más importantes<br />
en cuanto que afectan lo más propio de la<br />
persona, especialmente de los indígenas con quienes tengo el<br />
privilegio de compartir mi vida.<br />
En primer lugar, y no necesariamente lo más importante, es la<br />
desvalorización de la cultura que han sentido y vivido en carne<br />
propia y, con ello, en su personalidad. Esto puede ser el resultado<br />
de haberlo experimentado en el contacto con la ciudad, los medios<br />
de comunicación, los compañeros que han salido fuera de sus<br />
pueblos y han regresado al pueblo, etcétera. También podríamos<br />
pensar en la intolerancia hacia los jóvenes hombres y mujeres que<br />
empiezan a vivir nuevas experiencias o que quieren vivir nuevas<br />
experiencias, como otros de sus compañeros o compañeras.<br />
Es muy fuerte el espejismo urbano que se ve en los medios de<br />
comunicación o que sencillamente es compartido por compañeros<br />
que se han aventurado a buscar trabajo en el norte del país o<br />
de Estados Unidos y que cuentan de una manera fantasiosa las<br />
experiencias vividas, así como lo fascinante y atractivo del modo<br />
de vida estadounidense, pero que por supuesto no transmiten la<br />
verdadera historia y sin duda muchas de las experiencias quizá inconfesables<br />
o al menos dramáticas que constantemente conocemos<br />
de los paisanos nuestros que emigran en busca de una mejor vida.<br />
Por supuesto, habría que considerar lo que implica, en el mejor<br />
de los casos, la adaptación a la nueva cultura, el desprecio y el<br />
racismo que se da en el norte del país y, de una forma más acentuada,<br />
en los Estados Unidos.<br />
Es verdad que muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una<br />
escuela en su comunidad que los prepare y que sea pertinente con<br />
las necesidades locales, pero sin descuidar el fortalecimiento de<br />
sus relaciones productivas. Sin embargo esto se plantea como una<br />
utopía, pues las escuelas superiores son totalmente insuficientes o<br />
inexistentes, sobre todo en las zonas deprimidas. Además, generalmente<br />
manejan esquemas desarrollistas, no comunitarias o en<br />
beneficio de los pueblos indios. Esto se ve claramente reflejado<br />
en la cantidad de jóvenes indígenas que no pueden entrar a los<br />
niveles de educación superior, lo que por cierto implica un gran<br />
fracaso de la política educativa.<br />
La dramática experiencia humana<br />
que se vive en las comunidades indígenas<br />
La discriminación por el color de la piel, los rasgos, el lugar de<br />
origen, sobre todo si es en la Sierra. Daré algunos elementos comentados<br />
por jóvenes indígenas que nos pueden ayudar a pensar<br />
lo que la discriminación puede significar.<br />
“Nos tratan mal cuando usamos los trajes típicos, por eso no<br />
queremos usarlos”.<br />
“Algunos compañeros que están estudiando en universidades<br />
de la ciudad, me han comentado que estoy mal porque me fui a<br />
meter a la Sierra, cuando saben que me fui a estudiar al Instituto<br />
Superior Intercultural Ayuuk, ubicado en el Istmo de Tehuantepec<br />
y perteneciente al Sistema Universitario Jesuita”.<br />
“En mi mismo pueblo se burlan de la persona que habla alguna<br />
lengua indígena”.<br />
“A los indígenas no nos ven con las mismas cualidades que a las<br />
demás personas que no son indígenas. Ni siquiera somos vistos<br />
con las mismas capacidades que los que no son indígenas”.<br />
“Esa escuela Ayuuk, dicen, no es buena porque es indígena y<br />
para indígenas”.<br />
“En mi pueblo se ríen mucho de los que nos decimos indígenas”.<br />
En muchos momentos la educación formal y la informal se<br />
confunden. ¿Hasta dónde llega el influjo de la educación formal<br />
y dónde empieza la educación informal? Podríamos preguntarnos<br />
también: ¿Qué ofrece la universidad <strong>intercultural</strong> Ayuuk,<br />
la educación formal, a la población de Jaltepec y qué ofrece la<br />
comunidad Ayuuk a los universitarios y universitarias?