Diálogo intercultural - Ediciones Universitarias
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24<br />
4 o<br />
aniversario<br />
Revista de la Universidad Iberoamericana<br />
Número 24 Febrero-marzo de 2013<br />
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA Diálogo <strong>intercultural</strong> Año IV Febrero-marzo 2013<br />
Diálogo<br />
<strong>intercultural</strong><br />
José Luis<br />
Caballero<br />
Ochoa_Miguel<br />
Carbonell_<br />
Natalio<br />
Hernández_<br />
Miguel León-<br />
Portilla_Jesús<br />
Maldonado,<br />
S. J._Juan<br />
Pablo Vázquez<br />
Gutiérrez_<br />
Pedro J. de<br />
Velasco R., S. J.<br />
Carlos Muñoz<br />
Izquierdo_Líder Ibero_<br />
Leonardo Nierman_<br />
En el vértigo de la<br />
transparencia_<br />
Carlos Pellicer y sus<br />
raíces españolas_<br />
Mariana Bernárdez y<br />
Guillermo Samperio_<br />
Textos inéditos<br />
PORTE PAGADO<br />
PP15-5159<br />
(PUBLICACIÓN PERIÓDICA)<br />
AUTORIZADO POR SEPOMEX<br />
Roberto Sánchez de la Vara_Viaje en tren a Teotihuacán
DIRECTORIO<br />
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />
CIUDAD DE MÉXICO<br />
Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector<br />
Dr. Javier Prado Galán, S. J. Vicerrector<br />
Académico<br />
IBERO, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD<br />
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Consejo editorial: Víctor Gavito,<br />
Miguel Ángel Granados Chapa ✝,<br />
Sharon Flores Jiménez, Vicente<br />
Leñero, José Morales Orozco, S. J.,<br />
Esther Nissán, María Nieves Noriega<br />
de Autrey, Eugenio Páramo Ortega,<br />
S. J., Javier Prado Galán, S. J.<br />
Comité de asesores: Agustín Basave,<br />
José Carreño Carlón, Lourdes Esperón,<br />
Ignacio Padilla, Carlota Peón, Gilberto<br />
Prado Galán, Gloria Prado Garduño,<br />
Alberto Ruiz Treviño, Helena Varela,<br />
Gabriela Warkentin<br />
Director: Carlos Deveaux Homs<br />
Director editorial: Juan Domingo<br />
Argüelles<br />
Asistente editorial: Beatriz Palacios<br />
Administración: Áurea Maristany<br />
Información: Angélica Cortés, Paola<br />
García Alarcón, Francelia Vargas<br />
Redacción: Osvelia ramírez, Pedro<br />
Rendón, Brenda Macías Sánchez,<br />
Jorge Tovalín<br />
revistaibero@uia.mx<br />
(55) 5950-4197<br />
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24<br />
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Revista Ibero<br />
Diálogo <strong>intercultural</strong><br />
03 Dr. José Morales Orozco, S. J._Carta<br />
del Rector<br />
04 Juan Pablo Vázquez Gutiérrez_<br />
Multiculturalismo y diálogo <strong>intercultural</strong><br />
06 Natalio Hernández_La igualdad<br />
en la diferencia: fundamento de la<br />
<strong>intercultural</strong>idad<br />
12 Miguel León-Portilla_Oralidad,<br />
lenguas y literaturas mesoamericanas<br />
16 Pedro J. de Velasco R., S. J._La<br />
libertad religiosa en la <strong>intercultural</strong>idad_<br />
Consideraciones previas a una tarea<br />
indispensable<br />
16<br />
20 Jesús Maldonado, S. J._Educación superior<br />
y educación no formal en la <strong>intercultural</strong>idad<br />
24 José Luis Caballero Ochoa_De la<br />
tolerancia a la protección judicial de las<br />
diferencias_El papel de la diversidad en el<br />
Estado democrático<br />
26 Miguel Carbonell_Construyamos una<br />
ciudadanía democrática y comprometida<br />
, Revista de la Universidad Iberoamericana es una publicación bimestral de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A.<br />
de C. V., bajo la responsabilidad de la Dirección de Comunicación Institucional de la UIA. Editor responsable: Carlos Deveaux Homs, carlos.deveaux@ibero.mx. Número de<br />
Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2009-082412294600-102. Número de Certificado de Licitud de Título:14722; número<br />
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pagado PP15-5159, autorizado por SEPOMEX. La responsabilidad de los artículos publicados refleja, de manera exclusiva, la opinión de sus autores y no necesariamente el<br />
criterio de la institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entablará correspondencia al respecto. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio<br />
o procedimiento, del contenido de la revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de la Universidad Iberoamericana. Año IV, número 24, febrero - marzo de 2013.<br />
ISSN en trámite. Portada: Fernando Espinoza de los Monteros.
32<br />
56<br />
28<br />
38<br />
50<br />
54<br />
Arte, tecnología,<br />
actualidad, cultura y<br />
entretenimiento<br />
28 Líder Ibero_entrevista_Carlos Mario<br />
Castro_Carlos Muñoz Izquierdo, Premio<br />
Nacional de Ciencias y Artes_Una de mis<br />
mayores satisfacciones es observar el<br />
crecimiento intelectual de mis alumnos<br />
32 Galería_homenaje_Juan Domingo<br />
Argüelles_ Leonardo Nierman en el vértigo<br />
de la transparencia_A los 80 años estoy<br />
pintando mejor que nunca<br />
38 La llama inextinguible_Carlos Pellicer<br />
López_Carlos Pellicer: El poeta y sus primas<br />
42 Trivium_prosa poética_Mariana<br />
Bernárdez_El león con ojos de fuego<br />
44 Trivium_ensayo literario_Guillermo<br />
Samperio_Jorge Ibargüengoitia_El mal humor<br />
del buen humor<br />
46 El viajero ilustrado_Roberto Sánchez de<br />
la Vara_Viaje en tren a Teotihuacán<br />
50 Gente que cambia al mundo_encuesta_<br />
Brenda Macías Sánchez_Los alumnos de la<br />
Ibero ante la Reforma Educativa_Entre la<br />
esperanza y la decepción<br />
52 Actualidad Ibero_Pedro Rendón López y<br />
Jorge Tovalín González Iturbe_La Ibero, líder<br />
en educación e innovación<br />
54 Itinerario del ocio_Adónde ir y por qué<br />
56 Innovación tecnológica_Dispositivos e<br />
instrumentos que facilitan la vida<br />
El mundo globalizado, con su tendencia a<br />
homogeneizar costumbres y suprimir diferencias,<br />
ha terminado por disolver o extinguir las<br />
peculiaridades culturales de las minorías, y ha<br />
generado, en no pocas ocasiones, violentos<br />
movimientos de resistencia cultural. Por ello, es cada vez más<br />
urgente destacar la importancia del diálogo <strong>intercultural</strong>,<br />
desde el reconocimiento de la diversidad cultural y el<br />
respeto a la intrincada variedad de tradiciones, valores,<br />
lenguas, costumbres en el planeta.<br />
El diálogo <strong>intercultural</strong> tiene como objetivo el<br />
entendimiento mutuo a partir del principio de igualdad en la<br />
diferencia, para “vivir juntos con igual dignidad”. Esta norma,<br />
que debería regular la convivencia en todas las naciones, es<br />
particularmente necesaria para aquéllas que, como la nuestra,<br />
están conformadas por una enorme pluralidad de pueblos<br />
cuyas aportaciones culturales benefician al conjunto de la<br />
sociedad en la que están insertas.<br />
En el Libro blanco sobre el diálogo <strong>intercultural</strong>, que los<br />
ministros de Asuntos Exteriores del Consejo de Europa<br />
publicaron en 2008, se enfatiza que, en los tiempos de la<br />
globalización que estamos viviendo, la gestión democrática<br />
de la creciente diversidad cultural se ha convertido en una<br />
prioridad y que “el diálogo <strong>intercultural</strong> tiene una importante<br />
función que desempeñar a este respecto”, porque al tiempo<br />
que permite evitar divisiones étnicas, religiosas, lingüísticas y<br />
culturales, favorece un avance conjunto de los pueblos desde<br />
el reconocimiento de sus diferencias, “de manera constructiva<br />
y democrática, conforme a valores universales comunes”. En<br />
ese importante documento se establece que “la diversidad no<br />
sólo contribuye a la vitalidad cultural, sino que también puede<br />
favorecer la mejora de los resultados sociales y económicos.<br />
En efecto, la diversidad, la creatividad y la innovación crean<br />
un círculo virtuoso, mientras que las desigualdades pueden<br />
reforzarse mutuamente, y generan conflictos que amenazan la<br />
dignidad humana y el bienestar social”.<br />
Con este marco de referencia, el número 24 de IBERO<br />
está consagrado a este diálogo necesario que debe<br />
convertirse en una indispensable realidad.<br />
La verdad nos hará libres<br />
Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />
Rector<br />
IBEROcarta del rector_<br />
03
diálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
IBERO<br />
04<br />
Juan Pablo Vázquez Gutiérrez_Es Licenciado<br />
en Pedagogía por la UNAM, maestro en Investigación y Desarrollo de<br />
la Educación por la Ibero y doctor en Sociología por la Universidad<br />
Complutense de Madrid. Actualmente es académico de tiempo completo<br />
y coordinador del Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas<br />
de la Ibero. Desde hace siete años participa en la edición de la revista<br />
electrónica Iberoforum, publicación del Departamento de Ciencias<br />
Sociales y Políticas, destinada a la presentación de trabajos sobre temas<br />
de política, sociología y antropología social. Es autor de libro Autoridad y<br />
moral y autonomía. Una relectura del pensamiento sociológico de Émile<br />
Durkheim. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.<br />
Multiculturalismo<br />
y diálogo <strong>intercultural</strong>_<br />
Foto: Corbis<br />
La experiencia cotidiana nos ofrece repetidamente<br />
muestras del enorme impacto que la globalización<br />
ejerce sobre nuestras vidas. Insistir en ello parece<br />
ya un lugar común. La globalización aparece<br />
ante nosotros como un proceso en marcha de<br />
dimensiones planetarias; como una condición<br />
—aparentemente irreversible—que nos sitúa en<br />
un marco de relaciones basadas en la interconexión tecnológica,<br />
la reducción de distancias y fronteras, la vinculación en “tiempo<br />
real” dentro de redes donde los más variados contenidos pueden<br />
compartirse, con independencia de la ubicación geográfica, la<br />
tradición, la raza o la cultura de los participantes.<br />
La globalización emerge así como expresión de un proceso que,<br />
merced a los efectos de la tecnología, parecería producir la sensación<br />
de habitar y compartir “un solo mundo”. Esta concepción<br />
es resultado de un complejo proceso por el cual la economía<br />
globalizada y sus soportes digitales han terminado por convertirse<br />
en referencias fundamentales de la relación y de la comunicación<br />
entre las culturas más diversas.<br />
Con la globalización imperan, por un lado, contenidos que conducen<br />
a la uniformidad de concepciones, sentidos y valores, alrededor<br />
de la visión idealizada de compartir, desde la interconexión digital,<br />
“un solo mundo”. Empero, por otro lado, la globalización representa<br />
un amplio proceso donde las diferencias culturales se resaltan con<br />
mayor fuerza. En el marco mismo de la globalización, y por efecto<br />
de ella, se produce la explosión de las diferencias y de la diversidad.<br />
La explosión de las diferencias culturales pone de manifiesto<br />
las múltiples paradojas inherentes a la globalización. El desarrollo<br />
globalizador produce un auge económico sin precedentes, pero su<br />
propia lógica de crecimiento genera paralelamente condiciones<br />
de pobreza y exclusión. El mundo globalizado vincula a los individuos<br />
como nunca antes en la historia pero a la par excluye,<br />
bajo formas nuevas y cada vez más agresivas, a importantes grupos<br />
de la población mundial. Esta consideración conduce hacia una<br />
importante reflexión ética y política: lo diverso no resultaría tan<br />
problemático en el mundo contemporáneo, si sólo implicase el<br />
reconocimiento de “diferencias” (culturales o sociales) dentro de<br />
contextos y condiciones equivalentes de vida. El problema surge<br />
en el momento en que la condición asignada a los “diferentes culturales”<br />
se desprende de un orden jerárquico de relaciones, basado<br />
en la aplicación de mecanismos de desigualdad y exclusión.<br />
En este escenario adquiere nuevas dimensiones la relación entre<br />
las culturas. Surge, por un lado, el admirable espectáculo de su diversidad<br />
y su riqueza. Emerge, por otro lado, la posibilidad del conflicto<br />
<strong>intercultural</strong>. Y más allá de estas posibilidades, destaca la acción<br />
afirmativa de cada cultura en términos de preservar su cosmovisión,
tradiciones, territorios y derechos, frente a las tendencias de uniformidad<br />
y control que pretende imponerle el proceso globalizador.<br />
En este marco tiene lugar la experiencia multicultural contemporánea,<br />
como resultado del encuentro entre culturas, dentro de<br />
condiciones asimétricas y lógicas impuestas por el mundo globalizado.<br />
Este trasfondo problemático no aparece, sin embargo,<br />
dentro del discurso dominante de la globalización. Dentro de este<br />
discurso, los conflictos implicados en el encuentro de la diversidad<br />
son silenciados (o incorporados sólo de forma subordinada), a<br />
fin de hacerlos converger con una perspectiva dominante, desde<br />
la que se nos presenta un mundo orientado hacia el “progreso”,<br />
donde las más diversas visiones de mundo se amalgaman y articulan<br />
sin complicación.<br />
El resultado de esta visión idealizada es la imagen de un mundo<br />
tecnológico, articulado a significados uniformes, que en su<br />
aparente sumatoria producen espacios, sentidos y referencias<br />
universales e indiferenciadas. Esta suerte de “gestión liberal de la<br />
multiculturalidad” tiene como ejemplo característico el modelo<br />
empleado en las grandes urbes del capitalismo desarrollado, donde<br />
la coexistencia multicultural obligada se procesa mediante la<br />
coexistencia pacífica y distante de culturas integradas por asimilación<br />
al mundo global. El predominio de este modelo fortalece el<br />
uso ideológico de lo multicultural, entendido como visión de lo<br />
diverso sin conflicto; como imagen del mundo unido en una sola<br />
voz, mediante los mensajes e iconos globalizados. Esta imagen de<br />
“diversidad multicultural” no requiere ni fomenta la verdadera<br />
comunicación y la mutua comprensión entre los “distintos culturales”.<br />
No hay aquí, pues, diálogo <strong>intercultural</strong>.<br />
Establecidas estas consideraciones, surgen diversas preguntas relevantes.<br />
En un mundo de innegables diferencias culturales, ¿cómo<br />
es posible el entendimiento? ¿Qué elementos pueden propiciar el<br />
diálogo <strong>intercultural</strong>? Más aún: ¿cómo puede florecer el diálogo<br />
horizontal entre las culturas, en un marco global de relaciones que<br />
privilegia contenidos indiferenciados y universalistas? Sin ánimo<br />
de ofrecer una respuesta completa a estas preguntas, conviene<br />
destinarles algunos breves comentarios, a fin de precisar en lo<br />
posible una primera aproximación a lo implicado en la noción de<br />
“diálogo <strong>intercultural</strong>”.<br />
En primer lugar, asumiendo un señalamiento por demás evidente,<br />
cabría dar la razón a quienes afirman que la reivindicación<br />
por una comunicación <strong>intercultural</strong> es, hoy por hoy, sólo un<br />
proyecto de futuro y no una realidad. Con todo, esto no debería<br />
asumirse como un factor disuasivo a la intención de trabajar por<br />
su realización. La aspiración <strong>intercultural</strong> representa un horizonte<br />
que es posible vislumbrar, incluso en el contexto de la sociedad<br />
globalizada, justo porque la realidad la propone como reto, como<br />
pregunta y como necesidad.<br />
En tanto aspiración, la idea del diálogo <strong>intercultural</strong> supone,<br />
como primer requisito, el establecimiento de una relación horizontal,<br />
abierta a la posibilidad de incorporar en nuestra perspectiva<br />
elementos de la perspectiva del otro “distinto cultural”. En este<br />
sentido, es imposible entablar un diálogo <strong>intercultural</strong> cuando se<br />
parte del establecimiento de un solo tipo de contenidos, asumidos<br />
como universales y necesarios. Detrás de esta consideración se<br />
encuentra el tema ineludible de las relaciones de poder implicadas<br />
en toda relación que pretenda construir acuerdos a partir de<br />
concepciones distintas de la realidad.<br />
_Con la globalización imperan, por<br />
un lado, contenidos que conducen<br />
a la uniformidad de concepciones,<br />
sentidos y valores, alrededor de la<br />
visión idealizada de compartir, desde la<br />
interconexión digital, “un solo mundo”.<br />
En un segundo sentido, cabe recordar que el diálogo <strong>intercultural</strong><br />
exige el desarrollo de una alta capacidad de apertura por<br />
parte de los dialogantes; apertura para reconocer los puntos ciegos<br />
de la propia cultura (etnocentrismo) y disposición para “abrirse”<br />
a la comprensión de otras formas de interpretar la realidad.<br />
La posibilidad de una comunicación horizontal entre “distintos<br />
culturales” supone el reconocimiento mutuo de las diferencias,<br />
como punto de partida para avanzar hacia estrategias y puntos<br />
de encuentro que propicien el entendimiento. En este sentido, la<br />
adopción de una actitud abierta al diálogo <strong>intercultural</strong> no supone<br />
simplemente el aprendizaje de contenidos formales o escolarizados,<br />
sino el desarrollo de prácticas que involucran un movimiento<br />
personal, no sólo del orden racional, sino en términos de valores<br />
y orientaciones ante el mundo.<br />
Se trata, en suma, de producir un cambio profundo y estructural<br />
de nuestros dispositivos culturales y nuestras orientaciones más<br />
naturales y automatizadas. La adquisición de competencias para<br />
el diálogo <strong>intercultural</strong> no es, pues, resultado de una enseñanza<br />
verbal tradicional, sino de la participación en experiencias significativas<br />
y cruciales que nos muevan, en tanto suponen retos<br />
prácticos y significativos derivados de la relación concreta con los<br />
otros “distintos culturales”.<br />
El desarrollo de una comunicación <strong>intercultural</strong> supone en realidad<br />
algo más que una mera toma de conciencia sobre la diversidad.<br />
Supone un “movimiento de lugar”, más allá de nuestros propios<br />
espacios de comodidad, soportados por lo que nuestra cultura nos<br />
presenta como lo más obvio, natural y evidente. En este sentido,<br />
el encuentro de culturas constituye un espacio de posibilidad para<br />
propiciar el movimiento de nuestras concepciones frente al mundo.<br />
El diálogo <strong>intercultural</strong> exige el respeto por la/las otra(s) cultura(s).<br />
No obstante, este respeto no equivale a la ausencia de crítica, ni al<br />
hecho de dispensar una “distancia indiferente” hacia el otro “distinto<br />
cultural”. La relación <strong>intercultural</strong> no es un espacio libre de conflictos.<br />
No se trata de negar la propia adscripción cultural (pretender ser<br />
el otro), pero sí de comprender al otro, al acercarse a su perspectiva<br />
cultural. Tal y como ocurre en el intento de comprensión entre<br />
diferentes lenguajes, se requiere un ejercicio de “traducción” que,<br />
inevitablemente, puede incurrir en errores de interpretación.<br />
En definitiva, la reivindicación del diálogo <strong>intercultural</strong> parte del<br />
reconocimiento de la enorme complejidad implicada en la convivencia<br />
y el entendimiento cotidiano entre los diferentes culturales.<br />
En el fondo, su planteamiento remite a un reto fundamental de<br />
la vida democrática y del ejercicio efectivo de los derechos (ciudadanos,<br />
colectivos): cómo construir, en condiciones de equidad,<br />
formas de entendimiento y consenso sobre temas fundamentales<br />
de la vida colectiva, a partir del reconocimiento de nuestras diferencias<br />
y de nuestra condición cultural diversa.<br />
05
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
606<br />
Natalio Hernández_Presidente<br />
Fundador de la Asociación de Escritores en<br />
Lenguas Indígenas. Autor de varios libros de<br />
poesía, entre ellos, Colibrí de la armonía y<br />
Flores de primavera. Su más reciente libro<br />
de ensayos se titula De la exclusión al diálogo<br />
<strong>intercultural</strong> con los pueblos indígenas. En<br />
1997 recibió el Premio Nezahualcóyotl de<br />
Literatura en Lenguas Indígenas y en 1998 el<br />
Premio Bartolomé de las Casas.<br />
La igualdad en la<br />
diferencia:<br />
fundamento de la<br />
<strong>intercultural</strong>idad
_El largo proceso de integración de la<br />
sociedad mexicana, desde la Colonia<br />
hasta nuestros días, ha sido a costa<br />
de suprimir las identidades de los pueblos<br />
originarios de México.<br />
Nuestros pueblos desean participar en la<br />
globalización, sin sacrificar su identidad.<br />
Desean trascender al mundo moderno,<br />
llevando su bagaje cultural y lingüístico<br />
milenario.<br />
Alejandro Martínez Ramírez, Presidente<br />
Municipal de Ayutla, Mixe, Oaxaca, en el<br />
2º Seminario Internacional de Lenguas<br />
Indígenas. México, septiembre de 2012.<br />
Fotografía de Enrique Carrasco, S. J.<br />
El proceso de conformación de la sociedad<br />
mexicana<br />
El largo proceso de integración de la sociedad mexicana, desde<br />
la Colonia hasta nuestros días, ha sido a costa de suprimir las identidades<br />
de los pueblos originarios de México, es decir, el derecho<br />
a la diferencia, o mejor todavía, la igualdad en la diferencia. Para<br />
efectos del presente ensayo, retomo el papel que juega la lengua<br />
por ser un elemento fundamental en la preservación de la<br />
identidad de los pueblos. Como sabemos, a través de la lengua<br />
se preserva la memoria, el universo simbólico, la abstracción del<br />
pensamiento y del conocimiento, la creatividad, entre otras muchas<br />
cualidades que posee la lengua particular de cada pueblo 1 .<br />
Existen varios estudios que dan cuenta de este proceso colonial y<br />
que se mantiene vigente en las políticas públicas y en particular en<br />
el sistema educativo actual. Uno de estos estudios es el que aportó<br />
Shirley Brice Heath con su obra La política del lenguaje en México 2<br />
y, recientemente, con la investigación que está realizando Regina<br />
Martínez Casas, con el tema Diversidad y educación <strong>intercultural</strong> 3 .<br />
De manera puntual, Martínez Casas detalla el papel que han desempeñado<br />
las lenguas mexicanas (me resisto a llamarles indígenas)<br />
en los distintos momentos históricos: en la Colonia, en el periodo<br />
del México independiente y, finalmente, en la Revolución mexicana,<br />
hasta nuestros días. Menciona, por ejemplo, que a mediados<br />
del siglo XVI, la lengua náhuatl fue declarada idioma oficial de la<br />
Nueva España por el Rey Felipe II a propuesta de los misioneros<br />
para facilitar la evangelización. Este proceso derivó, años más tarde,<br />
en que varios frailes propusieran el aprendizaje de los diferentes<br />
idiomas nativos para acelerar la evangelización de la población<br />
recién conquistada. Cien años más tarde, concretamente en 1686,<br />
el Rey Carlos II, derogó esta Ley y promulgó la castellanización<br />
obligatoria en todas las Colonias de España. Para mediados del<br />
siglo XVIII, un grupo de nobles mexicas, dirigieron una solicitud<br />
al Arzobispo de México en donde le proponían que se retomara<br />
el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco que había funcionado al<br />
inicio de la colonia, en el que los alumnos aprendían el latín, el<br />
español y la gramática de su propio idioma, el náhuatl. Consumada<br />
la Independencia y una vez establecida la República, la discusión<br />
sobre la política educativa y lingüística continuó. Ignacio Ramírez<br />
“El Nigromante”, quien fue Gobernador del Estado de México,<br />
propuso que en las escuelas debería impartirse el conocimiento<br />
de las lenguas mexicanas, al tiempo que los alumnos aprendían el<br />
español como segunda lengua. Esta propuesta fue compartida por<br />
los legisladores de aquel momento, entre ellos Rodríguez Puebla<br />
e Ignacio Manuel Altamirano, en contra de la opinión de la mayoría<br />
de los parlamentarios que proponían el español como única<br />
lengua nacional.<br />
Al triunfo de la Revolución, el debate sobre la política lingüística<br />
del país se acrecentó. Los principales pensadores del momento,<br />
07
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
08<br />
entre ellos Justo Sierra, quien fue Ministro de Educación durante<br />
la dictadura de Porfirio Díaz y también después del triunfo de la<br />
Revolución, junto con José Vasconcelos y Gregorio Torres Quintero,<br />
propusieron una castellanización compulsiva en detrimento<br />
de las lenguas originarias de nuestro país. Uno de los principales<br />
protagonistas de este proyecto de castellanización fue el maestro<br />
Rafael Ramírez, pionero de la escuela rural mexicana, quien<br />
adoctrinaba a los maestros rurales en los siguientes términos:<br />
“Si tú, para darles nuestra ciencia y nuestro saber, les hablas en<br />
su idioma, perderemos la fe que en ti teníamos, porque corres el<br />
peligro de ser tú el incorporado. Comenzarás por habituarte a<br />
emplear el idioma de los niños, después irás tomando sin darte<br />
cuenta las costumbres del grupo social étnico a que ellos pertenecen,<br />
luego sus formas inferiores de vida, y finalmente, tú mismo<br />
te volverás un indio, es decir, una unidad más a quien incorporar.<br />
Esto que te digo no es una chanza para reír, sino una cosa seria” 4 .<br />
Por su parte, Justo Sierra compartía esta tesis al afirmar que “la<br />
poliglosia (pluralidad lingüística) de nuestro país es un obstáculo<br />
a la propagación de la cultura y la formación plena de la conciencia<br />
de la patria (...) Ello os dará la clave de por qué los autores<br />
de la primitiva ley de instrucción pública llamamos al castellano<br />
lengua nacional (...) siendo la sola lengua escolar llegará a atrofiar<br />
y destruir los idiomas locales y así la unificación del habla nacional,<br />
vehículo inapreciable de la unificación social, será un hecho” 5 .<br />
Con base en esta ideología se sustentó el actual sistema educativo<br />
nacional que se originó en 1921 con la creación de la Secretaría de<br />
Educación Pública, cuyo primer titular fue José Vasconcelos, quien<br />
propugnó por el mestizaje, a través de sus tesis La raza cósmica, en<br />
detrimento de las identidades de los pueblos que dan historia, raíz<br />
y memoria a la nación que hoy tenemos los mexicanos.<br />
_Necesitamos abrir la mente y el<br />
corazón de los niños y jóvenes para<br />
que disfruten el aprendizaje de las<br />
lenguas locales, según la región del país,<br />
para que sientan el orgullo de la lengua<br />
de su comunidad junto con una lengua<br />
extranjera.<br />
Reconocimiento constitucional de la nación<br />
multicultural<br />
El reconocimiento jurídico de la presencia contemporánea de<br />
los pueblos originarios de nuestro país que dan raíz y sustento a la<br />
nación mexicana es muy reciente. Y este hecho aconteció como<br />
resultado de la movilización continental de los pueblos originarios<br />
de América en el contexto del Quinto Centenario del Encuentro<br />
de dos Mundos o del “encontronazo” como le denominaron<br />
los propios pueblos y algunos estudiosos comprometidos con<br />
las luchas de los pueblos originarios de México. Como consecuencia<br />
de estos acontecimientos se reformó, en 1992, el artículo<br />
cuarto de la Constitución política para reconocer que “México es<br />
una nación pluricultural sustentada originalmente en los pueblos<br />
indígenas...” Este reconocimiento del carácter pluricultural de la<br />
nación se reafirmó en la reforma constitucional del 2001 y quedó<br />
establecido en el artículo segundo de la propia Constitución.<br />
A pesar de la importancia y trascendencia de esta reforma, debido<br />
a que se cancelaba un proyecto de nación homogéneo que<br />
ha perdurado desde la Colonia hasta nuestros días, las políticas<br />
públicas del Estado mexicano reflejan muy poco el carácter pluricultural<br />
y multilingüe de nuestra nación en sus programas y<br />
proyectos. En mi opinión, se debe a la inercia que arrastramos<br />
de que, con frecuencia, nuestros políticos y legisladores parecen<br />
acuñar la frase “fírmese aunque no se cumpla”. Así, nuestro país,<br />
ha firmado convenios internacionales sin que tengan aplicación<br />
concreta, como es el caso del Convenio 169 de la OIT y la Convención<br />
de la Unesco sobre la Diversidad Cultural.<br />
El diálogo <strong>intercultural</strong> y el Estado-nación<br />
pluricultural<br />
Ya en otros momentos he hablado de los dos intentos de<br />
diálogo que, históricamente, México ha tenido con los pueblos<br />
originarios. Uno fue el que se realizó durante la Colonia entre<br />
los misioneros franciscanos y los tlamatinimeh, sabios del pueblo<br />
náhuatl, recién conquistado 6 .<br />
El otro intento de diálogo fue el que se desarrolló a raíz del<br />
levantamiento armado del EZLN en enero de 1994 en Chiapas.<br />
Después del estallido de las armas vino la palabra, el diálogo. El<br />
Ejecutivo federal y los legisladores instalaron las mesas de diálogo<br />
para escuchar a los hermanos zapatistas que en diferentes comunicados<br />
habían interpelado a la sociedad nacional en los siguientes<br />
términos: “La nación nos ha olvidado, nos ha abandonado. No<br />
aparecemos en la historia oficial. Nuestras lenguas son despreciadas<br />
y excluidas. Requerimos de una educación en donde todos<br />
los mexicanos sepan de nuestras lenguas y culturas, de nuestra<br />
historia, de nuestra visión del mundo. Queremos una nación que<br />
nos incluya, una nación de muchos rostros, de muchas miradas,<br />
de muchos colores”. Palabras más, palabras menos, fueron éstas las<br />
que quedaron plasmadas en muchísimos documentos que se recogieron<br />
en las Mesas de Diálogo de San Andrés Larrainzar, Chiapas.<br />
Uno de los temas que emergieron fue el de la educación <strong>intercultural</strong><br />
bilingüe para todos los mexicanos. Una educación que<br />
propicie el diálogo equitativo, horizontal entre las lenguas y las<br />
culturas 7 . Una educación que promueva el diálogo de los saberes<br />
de los pueblos con el acervo que aporta la educación escolar,<br />
producto de nuestro proceso colonial de cinco siglos.<br />
Quince años después de la firma de los Acuerdos de San Andrés,<br />
poco ha sido el avance. A pesar de las reformas constitucionales<br />
de 1994 y 2001, el Estado mexicano sigue funcionando con la<br />
ideología política del Estado nacional homogéneo, monolítico y<br />
monocultural que promovieron Justo Sierra y José Vasconcelos.<br />
Todo marcha igual en nuestro país en este siglo XXI, como si<br />
nada hubiera ocurrido en enero de 1994, cuando los hermanos<br />
del EZLN demandaron el diálogo y la inclusión de nuestros pue-
Fotografía de Enrique Carrasco, S. J.<br />
blos en el nuevo proyecto de nación pluricultural y multilingüe.<br />
Concretamente en uno de los puntos de los Acuerdos de San<br />
Andrés, suscritos entre el Gobierno federal y el EZLN, en 1996,<br />
se establece: “La nueva relación entre el Estado mexicano y los<br />
pueblos indígenas se basa en el respeto a la diferencia, en el reconocimiento<br />
de las identidades indígenas como componentes<br />
intrínsecos de nuestra nacionalidad, y en la aceptación de sus particularidades<br />
como elementos básicos consustanciales de nuestro<br />
orden jurídico basado en la pluriculturalidad”.<br />
El papel de la educación en la construcción de la<br />
nación multicultural<br />
Con la expresión ranchera y popular del ex presidente Vicente<br />
Fox, en el sentido de que en “15 minutos” arreglaría el conflicto<br />
armado de Chiapas, algo hizo durante su administración. La vieja<br />
demanda de reconocimiento de las lenguas indígenas, por la que<br />
habían luchado las organizaciones indígenas por más de treinta<br />
años, finalmente se concretó en la Ley General de Derechos Lingüísticos<br />
de los Pueblos Indígenas, promulgada el 13 de marzo de<br />
2003, en el Diario Oficial de la Federación y, consecuentemente, la<br />
creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.<br />
También durante la administración del presidente Fox, se crearon<br />
las primeras Universidades Interculturales en Chiapas, Estado<br />
de México, Puebla, Veracruz, Sinaloa, Tabasco, Veracruz, entre<br />
otras. En 2001 se creó la Coordinación General de Educación<br />
Intercultural Bilingüe, que cuenta entre sus objetivos el de acompañar<br />
y asesorar los distintos proyectos de educación <strong>intercultural</strong><br />
bilingüe desde la educación básica hasta el nivel de educación superior.<br />
La Dirección General de Educación Indígena se mantuvo<br />
prácticamente con sus mismos objetivos de atender únicamente<br />
la cobertura educativa en los pueblos y comunidades indígenas.<br />
Por su parte, la UNAM, en 2004, inició el Programa México<br />
Nación Multicultural que cuenta con un proyecto docente con<br />
el mismo nombre de México Nación Multicultural, el Programa<br />
de Becas para estudiantes indígenas de la propia UNAM y un<br />
proyecto editorial.<br />
Durante la administración del presidente Felipe Calderón se<br />
abandonó la propuesta de educación <strong>intercultural</strong> bilingüe que su<br />
antecesor inició en el año 2001. No es de extrañarse, históricamente,<br />
la ideología panista se ha caracterizado por negar el reconocimiento<br />
de la identidad de los pueblos al privilegiar los paradigmas<br />
del pensamiento occidental en los proyectos educativos y de desarrollo.<br />
En los pocos días que lleva la administración del presidente<br />
Enrique Peña Nieto prácticamente se ha eliminado la propuesta<br />
de educación <strong>intercultural</strong> bilingüe tanto en el Manifiesto Político<br />
Pacto por México como en la Reforma Educativa aprobada por el<br />
Congreso federal y que se encuentra en proceso de ratificación por<br />
los congresos locales. En mi opinión, no puede haber una plena democracia<br />
plural si no se transforma el sistema educativo que supere<br />
el sistema político obsoleto que excluye y discrimina a un sector<br />
importante de nuestra sociedad: los pueblos originarios de México.<br />
Propuesta para la transformación del sistema<br />
educativo de cara a la multiculturalidad<br />
El sistema educativo que tenemos actualmente es un sistema<br />
caduco. Es como “un traje viejo” que fue diseñado hace cien años<br />
para un proyecto de nación homogéneo lingüística y culturalmente.<br />
El paradigma de los Estados Nacionales en el siglo XXI es<br />
el de la diversidad, el diálogo de saberes, la unidad en la diversidad,<br />
en fin, la <strong>intercultural</strong>idad 8 . Así lo postula la Unesco desde el año<br />
2001 en su Declaración sobre la Diversidad Cultural.<br />
México necesita aprovechar la experiencia educativa del siglo<br />
09
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
10<br />
_El sistema educativo que tenemos<br />
actualmente es un sistema caduco.<br />
Es como “un traje viejo” que fue<br />
diseñado hace cien años para un proyecto<br />
de nación homogéneo lingüística y<br />
culturalmente.<br />
XX: desechar errores y capitalizar los aciertos. Uno de los errores<br />
que tiene que enmendar es el de la represión y exclusión de las<br />
lenguas mexicanas en el ámbito educativo. De aquí en adelante<br />
todos los mexicanos necesitamos cultivar el orgullo por nuestras<br />
lenguas, porque son nuestras, constituyen el patrimonio lingüístico<br />
y la memoria milenaria de todos los mexicanos.<br />
A diferencia de hace 100 años, los mexicanos de hoy tenemos<br />
una lengua común que es el español o castellano, que antes no<br />
había llegado a las comunidades y los pueblos más apartados del<br />
país. Actualmente, el español ya es nuestro. Llegó con la Conquista<br />
y durante cinco siglos lo hemos cultivado hasta mexicanizarlo con<br />
vocablos como tomate, petate, aguacate, quelite, corunda, pibil,<br />
etcétera. O los nombres de los pueblos y ciudades que denominan<br />
el territorio nacional: México, Tampico, Chihuahua, Querétaro,<br />
Campeche, Acapulco, Michoacán, Tehuantepec, etcétera.<br />
Necesitamos abrir la mente y el corazón de los niños y jóvenes<br />
para que disfruten el aprendizaje de las lenguas locales, según la<br />
región del país, para que sientan el orgullo de la lengua de su<br />
comunidad junto con una lengua extranjera, que puede ser el<br />
inglés, alemán, francés o chino. El futuro deseable para todos los<br />
mexicanos es que seamos multilingües a nivel individual: lengua<br />
local, español y una o más lenguas extranjeras. La lengua local<br />
para atarnos a nuestra tierra mexicana, a su memoria ancestral, a<br />
la historia particular de cada pueblo, y la lengua extranjera para<br />
participar en el mundo globalizado y para acceder a las nuevas<br />
tecnologías. Los grandes humanistas del siglo XVII y XVIII en<br />
nuestro país, ya nos señalaron el camino: Don Miguel Hidalgo,<br />
el Padre de la Patria, habló griego, latín, francés, español, purépecha,<br />
otomí y náhuatl. Francisco Javier Clavijero, autor de la<br />
Historia antigua de México, libro que en gran medida sustenta<br />
nuestra mexicanidad, fue también multilingüe, quien además de<br />
las lenguas clásicas, habló mixteco, náhuatl y otomí. Mi maestro,<br />
el doctor Miguel León-Portilla, profesor emérito de la UNAM<br />
y humanista contemporáneo, es también multilingüe, además del<br />
español, habla el inglés, francés, alemán y náhuatl. Sus obras en<br />
lengua náhuatl, hoy en día, son un referente cultural y lingüístico<br />
a nivel mundial.<br />
No obstante las adversidades, el escenario social, lingüístico y<br />
cultural de los pueblos originarios de México empieza a cambiar.<br />
A pesar de las políticas públicas y, en particular, del sistema<br />
educativo homogéneo y cerrado al multiculturalismo y la <strong>intercultural</strong>idad,<br />
en muchos casos, las nuevas generaciones de jóvenes<br />
de estos pueblos han trascendido hacia el trilingüismo, esto es,<br />
mantienen la lengua de su pueblo, han adquirido el español como<br />
lengua común y han accedido a una lengua extranjera. Éste es el<br />
escenario deseable para todo México. Éste es el sueño que el sistema<br />
educativo debe propugnar para hacer realidad el postulado<br />
que se expresa actualmente en el artículo segundo constitucional,<br />
que reafirma, desde el año 2001, que México es una nación pluricultural<br />
sustentada originalmente en los pueblos indígenas.<br />
Para ello, la SEP debe promover el aprendizaje de los idiomas<br />
mexicanos desde el preescolar hasta la universidad, para todos los<br />
alumnos, indígenas y mestizos, según la región de que se trate,<br />
junto con el aprendizaje de una lengua extranjera. Esto superaría<br />
el prejuicio y la frustración de que no es posible aprender una<br />
lengua extranjera si los niños y jóvenes de las comunidades no<br />
renuncian a la lengua de su comunidad. Sobre esta propuesta existen<br />
varias experiencias comunitarias y de ONGs novedosas. En mi<br />
caso comento, brevemente, la experiencia de la Fundación Cultural<br />
Macuilxochitl, A. C., que, desde el 2009, inició el curso de lengua<br />
náhuatl-inglés, en períodos cortos, en la comunidad de Lomas del<br />
Dorado, Ixhuatlán de Madero, Veracruz, con alumnos de secundaria.<br />
La experiencia ha sido muy gratificante. Los alumnos han recuperado<br />
el aprecio y orgullo por la lengua náhuatl de la comunidad,<br />
su autoestima ha aumentado y son los mejores alumnos de inglés<br />
en la escuela secundaria donde cursan sus estudios regularmente.<br />
Es tiempo pues, de que la SEP deje de ser un espacio exclusivo<br />
para cultivar el español como única lengua de todos los mexicanos.<br />
Urge que se abra a la diversidad y a la <strong>intercultural</strong>idad para<br />
que seamos capaces de competir en la aldea global manteniendo<br />
nuestras lenguas, nuestra memoria ancestral y accediendo a idiomas<br />
más amplios como el chino, el inglés, el francés o el alemán.<br />
Si hacemos esto, dejaremos de ver a los pueblos originarios de<br />
México como rémoras del pasado, para empezar a reconocer en<br />
ellos el potencial milenario que tiene México para su proyecto de<br />
nación multicultural del siglo XXI. El ejemplo de China puede<br />
darnos luces para enfrentar el desafío de ser modernos y desarrollados,<br />
manteniendo las raíces ancestrales 9 . Hay que empezar<br />
a cambiar la mirada única hacia occidente, que ha sido la única<br />
opción para nuestro proyecto de desarrollo durante cinco siglos,<br />
para encontrar nuevos paradigmas con base en lo que han logrado<br />
países como China y Japón, entre otros ejemplos.<br />
1 Sobre este tema léase Nuestra Diversidad Creativa, Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la Unesco, Correo de la Unesco, Librería México, 1997.<br />
2 Shirley Brice Heath, La política del lenguaje en México: de la Colonia a la nación, Instituto Nacional Indigenista, 2ª reimpresión, México, 1986.<br />
3 Regina Martínez Casas, Diversidad y educación <strong>intercultural</strong>, en Multiculturalismo: desafíos y perspectivas, Daniel Gutiérrez, compilador, El Colegio de México/Siglo XXI,<br />
México, 2006.<br />
4 Rafael Ramírez, Cómo dar a todo México un idioma, Biblioteca del Maestro Rural Mexicano, Vol. IV, SEP, México, 1928.<br />
5 Miguel León-Portilla, El destino de las lenguas indígenas de México, estudio introductorio; en El despertar de nuestras lenguas, Natalio Hernández, Diana, México, 2002.<br />
6 Natalio Hernández, De la exclusión al diálogo <strong>intercultural</strong> con los pueblos indígenas, Plaza y Valdés, México, 2009.<br />
7 Respecto a este tema léase a Raimundo Panikkar, Sobre el diálogo <strong>intercultural</strong>, Editorial San Sebastián, Salamanca, España, 1990.<br />
8 Reflexiones de Raúl Fornet-Betancourt Sobre el concepto de <strong>intercultural</strong>idad, editado por el Consorcio Intercultural integrado por la Asociación Alemana para la Educación<br />
de los Adultos, CREFAL, CGEIB y otras instituciones, México, 2004.<br />
9 Víctor López Villafañe, La modernidad de China, Siglo XXI, México, 2012.
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
12<br />
Miguel León-Portilla_Doctor en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es<br />
Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de esta misma universidad. Autor de múltiples<br />
obras sobre el universo indígena mexicano y mesoamericano, está considerado como el máximo especialista y<br />
divulgador de la cultura náhuatl. Entre sus obras más destacadas se encuentran Cantares mexicanos, Visión de<br />
los vencidos, Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares y La filosofía náhuatl estudiada en sus<br />
fuentes. Por su labor ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el<br />
Premio Internacional Alfonso Reyes, el Premio Internacional Menéndez Pelayo y la Medalla Belisario Domínguez.<br />
Ha sido distinguido en universidades de México y el extranjero, y en 2002 la Universidad Iberoamericana Ciudad<br />
de México le confirió el Doctorado Honoris Causa.<br />
Oralidad, lenguas y<br />
literaturas<br />
mesoamericanas_<br />
Entiendo por oralidad la trasmisión por la palabra<br />
hablada de entidades significativas, es decir de<br />
conceptos. Existen dos formas de oralidad. Una<br />
está constituida por instancias de comunicación<br />
espontánea a lo largo de la vida cotidiana. La otra<br />
es la transmisión formalmente textualizada en<br />
determinadas circunstancias de tiempo y espacio<br />
realizadas a lo largo de una o varias generaciones.<br />
En cuanto a las lenguas indígenas u originarias entiendo que ellas,<br />
al igual que todas las que han existido o existen, son consecuencia<br />
de la integración e interacciones de un conjunto muy complejo de<br />
elementos y factores. Reconociendo que el lenguaje es un atributo<br />
innato de los seres humanos, considero que el habla o realización<br />
de éste se produce a través de la oralidad en una gama enorme de<br />
formas. A partir del aparato fónico desarrollado a lo largo de una<br />
evolución de muchos milenios, los diferentes grupos humanos en<br />
forma selectiva han estructurado los sistemas de comunicación que<br />
llamamos lenguas. Es extremadamente interesante cómo, ante un<br />
número infinito de posibles articulaciones fonológicas, espontánea<br />
y selectivamente se adopta un conjunto determinado de fonemas<br />
que se estructura en función de una gramática que es innata y que,<br />
no obstante variantes, posee características universales.<br />
Elemento básico en el habla —que es la realización de la oralidad—<br />
son las articulaciones vocálicas y consonánticas que pueden<br />
ocurrir de maneras muy distintas, cabe decir que en número infinito.<br />
Elementos asimismo presentes en las diferentes lenguas son<br />
Foto: Corbis
sus variadas formas de configuración, entre otros los de carácter<br />
incorporante o aglutinante, polisintético o de tendencia<br />
monosilábica, con sistemas tonales o complejas estructuraciones<br />
de flexión que confieren gran<br />
precisión a cualquier enunciado; o aquellas<br />
otras en las que determinadas categorías<br />
gramaticales no existen, como el modo<br />
infinitivo o los verbos copulativos. Así, en<br />
cuanto a la articulación de las palabras entre<br />
sí hay enormes posibilidades.<br />
Debe reconocerse aquí que, más allá de la<br />
diversidad de los recursos inherentes a una lengua<br />
de los que pueden valerse los que la hablan para expresar todo lo<br />
que requieren, existe en ella con sus propias características un sistema<br />
de estructuras gramaticales. Así, hay formaciones que corresponden<br />
a una determinada categoría lógica; por ejemplo: porque,<br />
en español; because en inglés; ipampa en náhuatl, conocidas como<br />
conjunciones causales. También hay verbos de acción transitiva y<br />
causativa cuya enunciación presupone en el hablante la certeza de<br />
que debe haber una respuesta en el contexto social o natural en<br />
que se expresan.<br />
De hecho la respuesta se da o se está en espera de obtenerla.<br />
Esto demuestra que las que pueden describirse como categorías<br />
en un sistema cognoscitivo integradas en las lenguas, guardan<br />
relación con lo que integra el circunmundo y hay que subrayar<br />
que ello ocurre en todas las lenguas, más allá de diferencias en sus<br />
estructuras gramaticales.<br />
Y ¿qué puede decirse del léxico de una lengua? Si la lengua y<br />
las varias formas de conceptuación ostentan distintas formas de<br />
relacionarse, como lo han postulado varios lingüistas, es entonces<br />
verdad que los atributos específicos de un determinado lenguaje<br />
influyen en la conformación de la propia visión del mundo y en<br />
las diversas formas de segmentación en la percepción del circunmundo.<br />
Me atrevo a decir que el lenguaje es como una atalaya a<br />
través de la cual todo se percibe y se filtra.<br />
La lengua está relacionada directamente con el desarrollo cultural<br />
de quienes la hablan. Por esto, puede afirmarse que el léxico es<br />
el inventario de la correspondiente cultura.<br />
Otro factor condicionante en la formación de las distintas lenguas<br />
es el conjunto de experiencias o vivencias de los que las<br />
poseen. Sin que esto implique forma alguna de determinismo es<br />
indudable su influencia en la existencia y desarrollo de un lenguaje.<br />
Ahora bien, para que una lengua sea portadora de expresiones<br />
textualizadas, trasmitidas por la oralidad, se requiere que la comunidad<br />
de sus hablantes en forma colectiva o individual, dé origen<br />
a las correspondientes composiciones que genéricamente se califican<br />
de literarias. Éstas pueden recibir tal calificativo aunque no<br />
se comuniquen con letras, por analogía con las expresiones textualizadas<br />
que así lo estén. Tal es la costumbre, generalmente aceptada<br />
al hacer referencia a “literaturas orales”. Ellas, conservadas<br />
originalmente en el soporte de la memoria, suelen considerarse<br />
_La lengua está relacionada<br />
directamente con el desarrollo<br />
cultural de quienes la hablan. Por<br />
esto, puede afirmarse que el léxico es el<br />
inventario de la correspondiente cultura.<br />
13
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
14<br />
por los hablantes de la lengua en cuestión como consecuencia<br />
de revelaciones o inspiraciones divinas. Versan generalmente sobre<br />
los orígenes de los dioses, el mundo, los seres humanos y de cuanto<br />
existe en la tierra, el cielo y el inframundo; en suma, cuanto<br />
abarca la cosmovisión de un pueblo.<br />
Tales creaciones literarias, unas veces asumen la forma, de cantos<br />
o himnos sagrados, o de grandes poemas épicos, poesía, plegarias,<br />
discursos y narraciones sobre aconteceres pasados o presentes y<br />
aun con lo que está por venir.<br />
Todo esto cambia tan sólo cuando todas esas expresiones textualizadas<br />
se han reiterado incontables veces y la comunidad da<br />
el paso que lleva a la invención o adopción de una escritura que<br />
puede ser ideográfica, logosilábica, meramente silábica o alfabética.<br />
Es este un proceso que se ha repetido muchas veces de maneras<br />
distintas en tiempos y lugares diferentes debido a factores asimismo<br />
distintos. Consta en cambio, que ello ha ocurrido en forma<br />
original e independiente en el contexto de pocas culturas: las de<br />
Egipto, Mesopotamia, el Valle del río Indo, el Valle del río Amarillo<br />
y Mesoamérica. La creación literaria en sus diversas formas como<br />
hoy la conocemos en textos escritos, ha tenido como su más antiguo<br />
antecedente la oralidad. Tal es el caso de los relatos bíblicos,<br />
algunos con raíces en el contexto cultural del Cercano Oriente.<br />
Los célebres poemas que, acompañados de música entonaban los<br />
rapsodas griegos durante mucho tiempo, tuvieron como soporte<br />
la memoria comunicada a través de la tradición oral. Y algo muy<br />
semejante puede decirse de poemas como los Upanishads de la<br />
India o aquellos que se conocen como de los Nibelungos entre<br />
los pueblos germánicos.<br />
_La raíz de la oralidad sigue<br />
propiciando renuevos. Son los de la<br />
que he llamado “la Nueva Palabra”.<br />
Ésta continúa transcribiéndose en más de<br />
treinta lenguas de Mesoamérica.<br />
En el caso de los amerindios, en particular los de Mesoamérica,<br />
también fue la oralidad apoyada en la memoria el primer soporte<br />
de sus creaciones literarias. Esto que sabemos por la investigación,<br />
también lo reiteran antiguos testimonios que hasta hoy se conservan.<br />
Y como en los relatos bíblicos y en otros textos, entre ellos el<br />
Corán de los musulmanes, la antigua expresión de los amerindios<br />
es considerada palabra divina. Así lo expresan, por ejemplo, el<br />
Popol Vuh, libro sagrado de los maya-quichés y no pocos cantos<br />
y poemas en náhuatl, como aquel que describe al supremo Dador<br />
de la vida como un pintor-escribano que, con flores y cantos, da<br />
vida en un gran libro o códice a todos los seres humanos.<br />
Desde algunos milenios antes de la era cristiana en el caso de<br />
los egipcios y los mesopotámicos, y algún tiempo más tarde entre<br />
los olmecas, los zapotecas y mayas, la difusión de la escritura vino<br />
a ser nuevo soporte de la antigua palabra. Ésta, mientras vivía en<br />
el canto y la tradición, se modificaba a veces para adaptarse a las<br />
circunstancias en que se trasmitía. Al quedar ya fijada por medio<br />
de jeroglíficos, representación de signos silábicos y morfológicos,<br />
quedó —como lo expresó Ángel María Garibay— “en la luminosa<br />
prisión del alfabeto”.<br />
En Mesoamérica la escritura se desarrolló a partir del segundo<br />
milenio antes de la era cristiana, como lo muestran varias estelas<br />
en Monte Albán, Oaxaca, y poco después, en otros muchos lugares<br />
del mundo maya fue atrapada, por así decirlo, “la mariposa<br />
del canto.” Un rico conjunto literario fue así surgiendo como<br />
lo muestran centenares de inscripciones y, asimismo, los códices<br />
o libros de pinturas con caracteres. En los nuevos soportes en<br />
piedra, barro, papel de amate y piel de mamíferos, se combinaron<br />
las imágenes talladas en la piedra o pintadas en los códices y piezas<br />
de cerámica, lográndose obras que en sí mismas hoy consideramos<br />
arte y, a la par, soporte de la palabra.<br />
Nuevos cambios se produjeron con la llegada de hombres venidos<br />
de más allá de las aguas inmensas. Gracias a frailes humanistas<br />
se repitió un proceso que ya se había desarrollado en Europa,<br />
incluyendo de modo particular a España. Allí, durante los siglos<br />
de la Edad Media la oralidad se transmitió en los romances que<br />
siglos después se transcribieron con el alfabeto. En Mesoamérica,<br />
frailes humanistas como Andrés de Olmos, Bernardino de<br />
Sahagún entre otros, con apoyo en la antigua oralidad, hicieron<br />
paralela transcripción en un alfabeto adaptado para representar<br />
los fonemas del náhuatl y de otras lenguas indígenas hasta reunir<br />
un rico caudal de antiguas expresiones. Gracias a ellos conocemos<br />
ahora los relatos acerca de las sucesivas creaciones del mundo, los<br />
orígenes de los seres humanos, el hallazgo del maíz y de todo lo<br />
que es nuestro sustento; y también los discursos portadores de<br />
la ancestral sabiduría, los huehuehtlahtolli; el saber acerca de los<br />
tiempos pasados; los bellos cantos y poemas.<br />
En esta tarea participaron algunos indígenas. Los discípulos<br />
de Sahagún, como el sabio Antonio Valeriano de Azcapotzalco;<br />
entre los mayas el escribano y maestro Gaspar Antonio Chi y los<br />
recopiladores de los libros de los sacerdotes chilames de muchos<br />
pueblos; entre los purépechas, Antonio Huitzméngari, discípulo y<br />
a la vez maestro de Alonso de la Veracruz.<br />
Así se formó el gran corpus de las creaciones literarias de la<br />
antigua Mesoamérica en buen número de lenguas. Y hay que<br />
añadir que la raíz de la oralidad sigue propiciando renuevos. Son<br />
los de la que he llamado “la Nueva Palabra”. Ésta continúa transcribiéndose<br />
en más de treinta lenguas de Mesoamérica. Muchas<br />
de sus tradiciones han motivado a forjar nuevas composiciones a<br />
modernos escritores indígenas empeñados en la preservación de<br />
sus lenguas vernáculas.<br />
Hoy día se ha formado un nuevo corpus literario mesoamericano,<br />
más rico de lo que pudiera sospecharse. La oralidad, raíz<br />
última de la expresión literaria, lejos de desaparecer, continúa<br />
enriqueciendo la cultura de México, la de otros países y, por su<br />
valor perdurable, es también traducida a idiomas hablados en otros<br />
lugares del mundo.
diálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
IBERO<br />
16<br />
Fotografía de Enrique<br />
Carrasco, S. J.<br />
Pedro J. de Velasco R., S. J._Licenciado en Filosofía por el Instituto Libre de Filosofía y Ciencias<br />
Sociales (ILFC) de Guadalajara, licenciado en Teología por el Colegio Máximo de Cristo Rey (ciudad de México),<br />
doctor en Teología por el Instituto Católico de París, y doctor en Ciencias de la Religión, con especialidad en<br />
Antropología, por la Universidad de París-Sorbona. Es maestro de asignatura del Doctorado en Filosofía de<br />
la Educación y coordinador del Seminario de Ética del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara. Designado<br />
en varias ocasiones a la Sierra Tarahumara, ha sido maestro y formador de escolares de la Compañía de<br />
Jesús. Actualmente, es Director del Complejo Asistencial Santa Teresita, A. C. (CASTAC) en Creel, Chihuahua,<br />
organización que proporciona servicios de salud a la población rarámuri y promueve proyectos de desarrollo local y<br />
el rescate de su cultura. Entre otros libros, es autor de Danzar o morir: Religión y resistencia a la dominación en la<br />
cultura Tarahumara (1983; segunda edición, 1987).<br />
La libertad religiosa<br />
en la <strong>intercultural</strong>idad_<br />
Consideraciones previas a una<br />
tarea indispensable<br />
Foto: Corbis
Aclaraciones<br />
La inquietud actual por el tema de la libertad religiosa y el diálogo<br />
<strong>intercultural</strong> se plantea generalmente debido a la problemática suscitada<br />
en los países europeos por la presencia de grupos religiosos<br />
—particularmente islámicos— que reivindican su derecho a vivir<br />
según las normas de su religión y tradiciones culturales y, especialmente,<br />
por el miedo al fundamentalismo beligerante de algunos<br />
grupos religiosos. Problemática que, en México, no tiene mayor<br />
relevancia, hasta el momento.<br />
En segundo lugar, concebir la libertad religiosa como mera libertad<br />
individual de creer y celebrar o confundir Religión y religiones esconden<br />
la problemática más profunda y su importancia para la vida y<br />
convivencia humana.<br />
En tercer lugar, este problema se suele plantear y se pretende resolver<br />
en términos de conflicto o diálogo entre las diferentes tradiciones<br />
religiosas o culturales. Sin embargo, con algunas excepciones, en el<br />
mundo moderno el problema no estriba en dicho diálogo, sino en<br />
la relación entre la pluriculturalidad de las diversas comunidades y<br />
grupos humanos —generalmente etno-religiosamente fundada— y<br />
la pretensión de una homogeneidad social —fundamentada en la<br />
legalidad civil— propia de los Estados-Nación y que, estrictamente,<br />
ni tiene religión, ni tiene cultura, aunque pueda haber abrevado de<br />
una y otra.<br />
Las raíces de la problemática desde el punto de<br />
vista de la cultura y la <strong>intercultural</strong>idad<br />
Hoy se habla mucho de <strong>intercultural</strong>idad cuando en realidad<br />
estamos ante un fenómeno global de imposición disimulada —básicamente<br />
mediante el mercado y la publicidad— de ideología y<br />
sistemas políticos y económicos, de instituciones y formas sociales de<br />
comportamiento, homogéneos, con el consiguiente aplastamiento de<br />
las diversas culturas.<br />
La modernidad y el Estado laico correspondiente han eliminado el<br />
reconocimiento de las diversas comunidades y reducido la política a<br />
la relación estado-individuos (ciudadanos). Se esconde aquí una política<br />
anti-cultural y anti-religiosa que ha venido siendo muy efectiva,<br />
en que la coerción no se realiza fundamentalmente por la supresión<br />
o restricción de cultos o costumbres, sino por una homogeneización<br />
social que desconoce las tradiciones y derechos de las comunidades<br />
étnicas, lingüísticas o religiosas.<br />
Lo que más perjudica la vivencia cultural-religiosa y a la libertad<br />
asociada con ella, en las sociedades economicista y políticamente<br />
uniformizadas, no son las leyes restrictivas, sino la pulverización de<br />
las comunidades, la estandarización de instituciones, de formas de<br />
educación, la imposición de estilos y ritmos de trabajo, producción<br />
y consumo, o de formas de asociación y comunicación que impiden<br />
la convivencia comunitaria y la creación de cultura. Igualmente la<br />
imposición de formas de pensamiento científicas y económicas contra<br />
las mitológicas o tradicionales y su absolutización como las únicas<br />
válidas, las únicas “desarrolladas” o “civilizadas” y dignas de tomarse<br />
en cuenta.<br />
Dios no se niega fundamentalmente por argumentos filosóficos<br />
sino por la imposición de estructuras civiles ajenas a las culturas<br />
tradicionales. En este sentido, el Estado “moderno” —teóricamente<br />
laico—, en su afán de homogeneización social, resulta antirreligioso<br />
y anticultural.<br />
Porque hablar de libertad religiosa y respeto a las tradiciones culturales<br />
no es sólo permitir o garantizar la mera libertad de culto y de<br />
creencias; es garantizar la posibilidad de diseñar y organizar el universo,<br />
las relaciones humanas y la relación con el mundo, las formas<br />
de educación desde los sentidos y tradiciones, las instituciones, las<br />
formas de organización política y económica configuradas culturalmente<br />
por los diversos grupos en función de su medio ambiente y su<br />
experiencia histórica.<br />
En ese sentido los grupos indígenas tradicionales tienen más libertad<br />
que nosotros. Aunque esta libertad está cada vez más amenazada por los<br />
factores externos (carreteras, presas, minas, turismo…) que destruyen<br />
no sólo territorios sagrados sino que imponen una relación distinta<br />
con el mundo en torno, la ecología, la cohesión de las comunidades…<br />
¿Es posible guardar la relación con la Madre Tierra cuando la tierra, el<br />
agua, el paisaje se convierten en lugar de empleo o de compra-venta?<br />
Consciente o inconscientemente las comunidades tradicionales han<br />
padecido este conflicto por más de quinientos años. La novedad es<br />
que ahora las que lo experimentan son las sociedades civiles, porque<br />
la religión pasa de ser elemento comunitario a ser elemento social/<br />
estatal; sea porque el Estado o los grupos de poder la imponen, utilizan<br />
o controlan, sea porque se percibe como amenaza a la homogeneidad.<br />
_Hoy se habla mucho de<br />
<strong>intercultural</strong>idad cuando en realidad<br />
estamos ante un fenómeno global<br />
de imposición disimulada —básicamente<br />
mediante el mercado y la publicidad— de<br />
ideología y sistemas políticos y económicos.<br />
Las raíces de la problemática desde el punto de<br />
vista de la Cultura-Religión<br />
En primer lugar hay que distinguir entre Religión y religiones.<br />
Religión nos remite a la experiencia radical, fundante, impelente,<br />
motivante de la vida humana; al sentido e impulso último de las<br />
comunidades y de las personas, al dinamismo que nos convierte en<br />
seres humanos.<br />
En estricto sentido, no se puede hablar de libertad religiosa como<br />
una entre otras libertades, ya que la religión —cuando realmente<br />
es esa experiencia fundante del sentido del mundo, de la vida— es<br />
el origen de toda libertad, de todo sentido, de la persona y de la<br />
comunidad. Esto rebasa las religiones concretas, sus estructuras, instituciones,<br />
creencias y prácticas (morales o culturales), pero se concreta<br />
en ellas. Esto es algo que no pueden dar las sociedades ni su legalidad.<br />
De aquí que, cuando se intenta someter lo religioso a lo políticosocial<br />
(a la legalidad), a lo económico, o a lo científico, se atenta<br />
contra la fundamentalidad misma de la religión. La experiencia religiosa<br />
es, cuando realmente se vive, el fundamento de toda la comunidad<br />
17
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
18<br />
y de cada una de las personas en ella, de su moral, su identidad, su<br />
mundo. Por ello, lo religioso como tal no puede estar sometido a<br />
criterios y poderes externos.<br />
Las religiones han sido las formas históricas como esa experiencia<br />
comunitaria se ha ido estructurando: formulando, institucionalizando,<br />
adquiriendo una “corporalidad” espacio-temporal, en las diversas<br />
ecologías y épocas. Las religiones han sido la forma cultural de<br />
vehicular las experiencias-comprensiones más fundamentales para el<br />
convivir humano; por eso, durante la mayor parte de la historia de la<br />
humanidad, las religiones fueron el motor y el espacio de la cultura<br />
(no en balde se ligan cultivo, cultura y culto).<br />
En general las religiones concretas se constituyen para construir —y<br />
en su caso proteger— a la comunidad; generalmente son formas de<br />
transmitir prácticas de cuidado de la vida, de simbolización y celebración<br />
de la misma. Por lo mismo, no tenemos por qué temer que<br />
una religión sea —en cuanto tal— destructiva de la sociedad. No hay<br />
actualmente en México ninguna religión que represente un peligro a<br />
la vida humana o a la convivencia, aunque quizá algunos fanáticos sí.<br />
Sin embargo las religiones, sus instituciones, prácticas, creencias no<br />
son La Religión y desde luego no pueden constituirse en un absoluto<br />
en sí mismas. Pero el problema no es cómo someterlas a los criterios<br />
sociales y morales vigentes en un país o en un sistema social, sino<br />
nidades, fundamentalmente asociadas con el origen étnico, y fundamentadas<br />
en la religión; teóricamente reconocidas por el Estado pero<br />
de las que se prescinde en la gestión de la vida nacional y a las que se<br />
impide vivir según sus tradiciones e instituciones.<br />
La legislación nacional ha prescindido de su existencia e importancia<br />
para establecer la relación con los individuos abstractos (es decir,<br />
separados de sus comunidades) y no existen formas sociales capaces<br />
de favorecer la existencia de comunidades; en realidad ni importa. Se<br />
ha seguido la política moderna de nivelación y uniformación que va<br />
desde la imposición de la lengua y religión del imperio castellano<br />
hasta la de los textos únicos o los sistemas de propiedad del Estado<br />
mexicano. En esta situación, la religión y la diversidad cultural se<br />
convierten en una fuerza de resistencia a la integración/dominación<br />
del Estado nacional y una amenaza para el mismo.<br />
Hoy vivimos un momento de crisis de identidades y sentidos en<br />
que aparece claramente la ineficacia de los Estados-Nación y de su<br />
legalidad para ser fuente de sentido y de motivación para la convivencia,<br />
el cuidado del medio ambiente, el arte y la fiesta…, para ser<br />
humanos; en que la ciencia y la tecno-economía van evidenciando no<br />
sólo la misma incapacidad, sino el hecho de que, dejadas a sus propios<br />
dinamismos y convertidas en pseudo-religiones, han propiciado el<br />
desastre ecológico, económico y humano que estamos presenciando.<br />
_Por ello, el problema de fondo no es si las religiones permiten la laicidad o<br />
viceversa, sino si se están traslapando las fronteras entre comunidad y sociedad,<br />
siendo que tienen dinámicas y funciones distintas.<br />
cómo dialogar para que las diferentes religiones se ubiquen y participen<br />
activamente en un entorno social que ya no ha sido generado<br />
por ellas (al menos directamente), en una realidad en que la unidad y<br />
la convivencia ya no vienen dadas por la misma religión sino por la<br />
legalidad, de modo que las diversas comunidades, sus instituciones y<br />
prácticas no sean incompatibles con esa construcción social.<br />
Una clave del problema<br />
Las comunidades generan la cultura y la religión y se reconfiguran<br />
por ellas, las sociedades nacionales se configuran por su discurso e instituciones<br />
legales que regulan las relaciones entre los individuos (ciudadanos)<br />
que habitan un territorio arbitrariamente delimitado. Por<br />
ello, el problema de fondo no es si las religiones permiten la laicidad o<br />
viceversa, sino si se están traslapando las fronteras entre comunidad y<br />
sociedad, siendo que tienen dinámicas y funciones distintas.<br />
Sucede de dos maneras: cuando un Estado-Nación asume una religión<br />
como estructura legal estatal, o cuando grupos fundamentalistas<br />
quieren imponer sus comprensiones y formas de vida comunitarias<br />
como criterio social. No es que el Islam o el Cristianismo se cierren<br />
a la convivencia o a la libertad, sino que sus grupos fundamentalistas<br />
han trasladado las funciones de la religión y/o de la comunidad al Estado.<br />
Esto no constituye un problema en las comunidades autóctonas<br />
ya que en ellas las personas no funcionan —al menos no fundamentalmente—<br />
como ciudadanos del Estado sino como miembros de la<br />
comunidad.<br />
Una segunda forma es —como en el caso de México— el fenómeno<br />
inverso, en que el Estado ha querido imponer sus estructuras<br />
e instituciones sociales —legales y económicas— a las comunidades<br />
indígenas y con ello invade y destruye su espacio cultural-religioso,<br />
incluidos su territorio y ecología.<br />
Dentro del territorio mexicano coexisten diversas culturas y comu-<br />
Ante estas situaciones, me parece que es urgente un verdadero<br />
diálogo entre las comunidades y sus culturas, instituciones-tradiciones<br />
—entre ellas las religiones— y la sociedad y sus instituciones<br />
legales o tecno-económicas. Las comunidades-religiones han sido<br />
las únicas que han aportado los motivos y los sentidos comunes y<br />
el impulso necesarios para convivir humanamente; las sociedades<br />
(probablemente en el futuro no serán primariamente nacionales)<br />
pueden aportar las estructuras y los elementos de manejo del mundo<br />
y de las interrelaciones necesarios para una convivencia más global<br />
o de intercambio y cooperación de las diversas comunidades y las<br />
personas que en ellas viven. Por ello, urge reconsiderar las comunidades<br />
y sus dinamismos fundantes como pistas alternativas para<br />
rediseñar, compartir/motivar lo que da origen a nuestra humanidad,<br />
la convivencia-consistencia humana en sus entornos concretos.<br />
Igualmente, un diálogo “<strong>intercultural</strong>” de este tipo debería establecerse<br />
también entre el sentido, funciones y alcance de los saberes<br />
de científicos y tecnólogos y los de la sabiduría de los pueblos u<br />
otras comunidades-grupos humanos (religiosos).<br />
Habría además que pensar en la promoción de una libertad religiosa<br />
y cultural no sólo como libertad legal/civil (permiso de vivir y/o<br />
practicar ciertos rituales y estilos o mantener y comunicar ciertas<br />
verdades), sino como libertad cultural frente a las tendencias e imposiciones<br />
globalizadoras de moda, sean intelectuales, tecno-científicas,<br />
económicas, mercadotécnicas, comunicacionales o pretendidamente<br />
religiosas.<br />
En el fondo, consistiría en abrir espacios de presencia y autogestión<br />
a las diversas comunidades de nuestro país; espacios territoriales, políticos,<br />
económicos, educativos, y espacios sociales en que pudieran<br />
ponerse en común con otros grupos étnicos, religiosos, culturales.<br />
Claro, todo esto es si queremos que haya futuro para la humanidad.
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
IBERO<br />
20<br />
Jesús Maldonado, S. J._Realizó estudios de Filosofía y Letras en el Colegio Máximo de Cristo<br />
Rey de la Compañía de Jesús en México, y de teología en el Teologado de la misma orden religiosa. Es maestro<br />
en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Fue párroco en la Parroquia de la<br />
Colonia Ajusco Coyoacán en la ciudad de México. Fue director de Radio Huayacocotla, así como subdirector de<br />
la asociación Servicios Educativos de Occidente en Guadalajara. Fue también fundador y director del Centro de<br />
Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, cofundador de la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos<br />
para Todos y director del Comité de Derechos Humanos de Tabasco. Ha escrito múltiples informes sobre derechos<br />
humanos y participado en la elaboración de varias revistas y artículos sobre el mismo tema. Es coordinador del<br />
libro Mesoamérica, la disputa por el control del territorio (Universidad Iberoamericana Puebla/Instituto Superior<br />
Intercultural Ayuuk, 2012). Actualmente es Rector del Instituto Superior Intercultural Ayuuk-Mixe-Oaxaca.<br />
Educación superior<br />
y educación no formal en la<br />
<strong>intercultural</strong>idad_<br />
Hay muchas razones para pensar en la importancia<br />
de la educación superior <strong>intercultural</strong>,<br />
muy especialmente si es asequible a los jóvenes,<br />
hombres y mujeres, de menos recursos<br />
y de zonas deprimidas. Señalaré algunos de<br />
los impactos que considero más importantes<br />
en cuanto que afectan lo más propio de la<br />
persona, especialmente de los indígenas con quienes tengo el<br />
privilegio de compartir mi vida.<br />
En primer lugar, y no necesariamente lo más importante, es la<br />
desvalorización de la cultura que han sentido y vivido en carne<br />
propia y, con ello, en su personalidad. Esto puede ser el resultado<br />
de haberlo experimentado en el contacto con la ciudad, los medios<br />
de comunicación, los compañeros que han salido fuera de sus<br />
pueblos y han regresado al pueblo, etcétera. También podríamos<br />
pensar en la intolerancia hacia los jóvenes hombres y mujeres que<br />
empiezan a vivir nuevas experiencias o que quieren vivir nuevas<br />
experiencias, como otros de sus compañeros o compañeras.<br />
Es muy fuerte el espejismo urbano que se ve en los medios de<br />
comunicación o que sencillamente es compartido por compañeros<br />
que se han aventurado a buscar trabajo en el norte del país o<br />
de Estados Unidos y que cuentan de una manera fantasiosa las<br />
experiencias vividas, así como lo fascinante y atractivo del modo<br />
de vida estadounidense, pero que por supuesto no transmiten la<br />
verdadera historia y sin duda muchas de las experiencias quizá inconfesables<br />
o al menos dramáticas que constantemente conocemos<br />
de los paisanos nuestros que emigran en busca de una mejor vida.<br />
Por supuesto, habría que considerar lo que implica, en el mejor<br />
de los casos, la adaptación a la nueva cultura, el desprecio y el<br />
racismo que se da en el norte del país y, de una forma más acentuada,<br />
en los Estados Unidos.<br />
Es verdad que muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una<br />
escuela en su comunidad que los prepare y que sea pertinente con<br />
las necesidades locales, pero sin descuidar el fortalecimiento de<br />
sus relaciones productivas. Sin embargo esto se plantea como una<br />
utopía, pues las escuelas superiores son totalmente insuficientes o<br />
inexistentes, sobre todo en las zonas deprimidas. Además, generalmente<br />
manejan esquemas desarrollistas, no comunitarias o en<br />
beneficio de los pueblos indios. Esto se ve claramente reflejado<br />
en la cantidad de jóvenes indígenas que no pueden entrar a los<br />
niveles de educación superior, lo que por cierto implica un gran<br />
fracaso de la política educativa.<br />
La dramática experiencia humana<br />
que se vive en las comunidades indígenas<br />
La discriminación por el color de la piel, los rasgos, el lugar de<br />
origen, sobre todo si es en la Sierra. Daré algunos elementos comentados<br />
por jóvenes indígenas que nos pueden ayudar a pensar<br />
lo que la discriminación puede significar.<br />
“Nos tratan mal cuando usamos los trajes típicos, por eso no<br />
queremos usarlos”.<br />
“Algunos compañeros que están estudiando en universidades<br />
de la ciudad, me han comentado que estoy mal porque me fui a<br />
meter a la Sierra, cuando saben que me fui a estudiar al Instituto<br />
Superior Intercultural Ayuuk, ubicado en el Istmo de Tehuantepec<br />
y perteneciente al Sistema Universitario Jesuita”.<br />
“En mi mismo pueblo se burlan de la persona que habla alguna<br />
lengua indígena”.<br />
“A los indígenas no nos ven con las mismas cualidades que a las<br />
demás personas que no son indígenas. Ni siquiera somos vistos<br />
con las mismas capacidades que los que no son indígenas”.<br />
“Esa escuela Ayuuk, dicen, no es buena porque es indígena y<br />
para indígenas”.<br />
“En mi pueblo se ríen mucho de los que nos decimos indígenas”.<br />
En muchos momentos la educación formal y la informal se<br />
confunden. ¿Hasta dónde llega el influjo de la educación formal<br />
y dónde empieza la educación informal? Podríamos preguntarnos<br />
también: ¿Qué ofrece la universidad <strong>intercultural</strong> Ayuuk,<br />
la educación formal, a la población de Jaltepec y qué ofrece la<br />
comunidad Ayuuk a los universitarios y universitarias?
Casa ISIA: Maíz con fortaleza Ayuuk.<br />
Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.<br />
_Muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una escuela en su comunidad<br />
que los prepare y que sea pertinente con las necesidades locales, pero sin<br />
descuidar el fortalecimiento de sus relaciones productivas.<br />
21<br />
La <strong>intercultural</strong>idad crea una forma de vida<br />
diferente<br />
Una de las características fundamentales de nuestra universidad<br />
Ayuuk es que reconoce y aprecia las diferencias étnicas, personales,<br />
grupales, sociales. No puede ser de otra manera, ya que asisten<br />
a nuestra institución compañeros y compañeras de diez culturas<br />
diferentes. Hay muchas formas de hablar, de vestir, tenemos muy<br />
distintas costumbres. Se distingue claramente lo propio de lo otro.<br />
“Ayuda mucho el que los que venimos de fuera, damos vida a la<br />
comunidad”, expresa un estudiante. “Es decir, en una comunidad<br />
tan pequeña como Jaltepec de Candayoc, 145 personas, jóvenes<br />
universitarios, hombres y mujeres, que no somos de la comunidad,<br />
transmitimos alegría y esto se empieza a contagiar. Las<br />
mismas costumbres de la población van cambiando. Pero también<br />
la costumbres de la población nos van modificando y nos van<br />
enseñando formas distintas de vivir”.<br />
Añade: “La población de Jaltepec nos ofrece formas de vida<br />
diferentes a las que nosotros tenemos en nuestras comunidades<br />
y como convivimos con distintas familias, vamos asimilando las<br />
formas de vida, las costumbres”.<br />
Impacta mucho que en Jaltepec, los habitantes hacen muchas<br />
fiestas, se organizan colectivamente, no individualmente. El pueblo<br />
coopera en la elaboración de la comida y a lo largo de toda la fiesta<br />
y así vemos trabajar a las mujeres y los hombres desde la madrugada.<br />
La persona <strong>intercultural</strong> rompe esquemas tanto en las aulas<br />
como fuera de las aulas. Se trata sin duda de un continuo proceso<br />
de aprendizaje que se ha iniciado, no inmediatamente, porque se<br />
requiere un tiempo de asimilación, primero de lo que significa la<br />
<strong>intercultural</strong>idad y, después, con el tiempo, lo que se percibe como<br />
diferente se va aceptando o dejando a un lado.<br />
En el proceso de la <strong>intercultural</strong>ización que se observa en la<br />
educación formal, podemos ver que las diferencias son marcadas<br />
y que así son percibidas por los nuevos alumnos y alumnas<br />
que mantienen sus posturas previas, con las que llegaron, y hasta<br />
después de un tiempo más o menos largo (varios meses) se van<br />
haciendo relaciones de amistad, de compañerismo.<br />
Algunas de las formas que se perciben como diferentes y que<br />
llaman la atención son: cómo se organiza la gente de la población<br />
de otra cultura, para sembrar, para producir, para organizar y celebrar<br />
la fiesta y, por supuesto, las formas de colaboración para las<br />
distintas actividades que se llevan a cabo en la población como el<br />
tequio, los cargos, etcétera. De esta manera los usos y costumbres<br />
que se viven en la cultura de Jaltepec llaman profundamente la<br />
atención a los y las jóvenes que provienen de otros pueblos donde<br />
los usos y costumbres no son la norma.<br />
En la diversidad cultural nada ni nadie es superior a otro. La<br />
diversidad lo implica. Por supuesto que esto no es fácil de asimilar,<br />
sino que es un proceso lento. Simultáneamente se desarrollan va-
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
22<br />
_Una de las características<br />
fundamentales de nuestra<br />
Universidad Ayuuk es que<br />
reconoce y aprecia las diferencias<br />
étnicas, personales, grupales, sociales.<br />
rios procesos. Al inicio sólo se distingue entre lo propio y lo ajeno<br />
y esto se va remarcando al percibir la diversidad. Los testimonios,<br />
en este sentido, son reveladores: “Las comidas en las fiestas de<br />
Jaltepec son para todo el pueblo. Puede ir el que quiera, la comida<br />
alcanza para todos, decenas de mujeres y hombres trabajan intensamente<br />
para que no falte la comida ni la bebida a nadie, y este<br />
trabajo se realiza libremente sin pago”. “En mi pueblo, la comida<br />
de la fiesta es para los amigos y la familia, no para todo el pueblo”.<br />
Intercambio de saberes<br />
En la universidad <strong>intercultural</strong> como es el ISIA, se va creando<br />
una mentalidad abierta, y se empieza a asumir como valioso aquello<br />
que no necesariamente es lo propio ni tiene que ver con lo<br />
propio. Es decir, lo <strong>intercultural</strong> es fuente de aprendizaje humano,<br />
social y cultural de relación.<br />
En la universidad <strong>intercultural</strong> se da un constante intercambio<br />
de saberes. La diversidad cultural es necesaria para innovar, crear,<br />
así como la biodiversidad es necesaria, así también lo es la diversidad<br />
cultural, como lo afirma la Unesco. Estos procesos se dan más<br />
intensamente en la universidad <strong>intercultural</strong> que en la educación<br />
informal, en donde posiblemente existan los mismos procesos<br />
aunque de una manera más lenta, menos reflexiva, menos profunda.<br />
La universidad <strong>intercultural</strong> aporta nueva información y<br />
más elaborada.<br />
Sin duda uno de los retos más fuertes que enfrenta alguien que<br />
no pertenece a una comunidad donde se viva según los usos y<br />
costumbres es el choque entre lo individual y lo comunitario.<br />
Fuera del mundo indígena, se impone lo individual a lo colectivo.<br />
Biblioteca ISIA: La casa para todas, para todos.<br />
Esta visión más comunitaria es lo que da vida, lo que alimenta a<br />
la comunidad Ayuuk en los distintos campos de la vida humana:<br />
en el trabajo, en las relaciones cotidianas de convivencia, de producción,<br />
de rituales, de uso y respeto a la tierra, de la fiesta. Pero<br />
también da cohesión comunitaria para la defensa de sus intereses<br />
y de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas. Así<br />
se está buscando modificar artículos de la Constitución política en<br />
beneficio de los pueblos, donde se toma en cuenta la opinión de<br />
las comunidades.<br />
Conclusiones<br />
No todo, ni siquiera lo más importante de lo <strong>intercultural</strong>, se<br />
obtiene en las aulas, sino en lo cotidiano, aunque se refuerza y<br />
profundiza en las aulas; puede ayudar a romper el control de lo<br />
dominante y ayudar a desarrollar nuevas formas de relaciones<br />
dentro de la sociedad donde la subordinación étnica, cultural, la<br />
lengua, el color de la piel, etcétera, no sean lo determinante. Es<br />
así, sin duda, como se podrá pensar en sociedades donde haya más<br />
comprensión entre los distintos pueblos y superar el divisionismo<br />
que se les ha impuesto, por distintas conveniencias del gran capital<br />
y sus intereses de producción.<br />
Camina la espiral de ISIA.<br />
Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.<br />
Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.
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IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
24<br />
José Luis Caballero Ochoa_Es doctor<br />
en Derecho y miembro del Sistema Nacional<br />
de Investigadores. Académico-investigador en<br />
el Departamento de Derecho de la Universidad<br />
Iberoamericana ciudad de México. Actualmente se<br />
desempeña, además, como Consejero de la Comisión<br />
de Derechos Humanos del Distrito Federal y miembro<br />
de la Red de Investigadores sobre Discriminación<br />
en México, auspiciada por el Consejo Nacional para<br />
Prevenir la Discriminación (CONAPRED).<br />
De la tolerancia a la<br />
protección judicial de las<br />
diferencias_El papel de la diversidad en<br />
el Estado democrático<br />
Entender el pluralismo social como una condición<br />
necesaria para la viabilidad de una sociedad democrática<br />
ha tomado mucho tiempo. Una primera<br />
aproximación fue dejar atrás la concepción de “tolerancia”<br />
como la forma de aceptación social del diferente,<br />
en el sentido más amplio de las implicaciones semánticas<br />
del vocablo: admitir lo distinto a fuerza de vencer la resistencia.<br />
La expresión se acuñó mayormente en el contexto de la libertad<br />
religiosa, y ante el tránsito de los Estados confesionales, a partir<br />
del modelo de Westfalia, hacia la conformación de sociedades<br />
seculares y laicas en su expresión pública.<br />
A golpe de movilización social, la diversidad y su reconocimiento<br />
se fueron abriendo paso hacia coordenadas jurídicas que arrojaran<br />
los resultados que la idea de mera tolerancia no produjo. Así,<br />
los Estados constitucionales, al menos en Occidente, tuvieron que<br />
caminar hacia otro tipo de reconocimiento, en la deconstrucción<br />
de un modelo jurídico cómplice con la invisibilidad de las diferencias,<br />
y propio del Estado de legalidad por el que transitamos los<br />
últimos doscientos años.<br />
El paradigma fundamental de ese modelo fue sostener un discurso<br />
de identificación, que hizo recaer en un sujeto uniforme en el<br />
sexo, patrimonio, origen étnico y convicciones —entre otros factores—<br />
el reconocimiento jurídico pleno de Ciudadano, así como<br />
del ejercicio de los derechos y del sustento de la unidad nacional.<br />
Se trató de una homologación de las diferencias 1 , en la que lo<br />
“distinto” se percibió como enemigo del establishment —por ejemplo,<br />
el caso de la disidencia política— o bien, como inexistente —la<br />
diversidad sexual— o como una situación que necesariamente<br />
debía ser superada ante formas decretadas de progreso social —los<br />
usos y costumbres propios de las comunidades indígenas.
En nuestro país la construcción decimonónica de una noción<br />
de mexicanidad homogénea, conveniente a un modelo específico<br />
de ciudadano y también al autoritarismo, nos privó por mucho<br />
tiempo del reconocimiento de una sociedad plural, que fue sacudido<br />
gracias a los movimientos sociales de la segunda mitad del<br />
siglo XX, o de reivindicación indígena a través del Movimiento<br />
Zapatista en 1994. Estos procesos abrieron paso a que al menos<br />
en el discurso y en el papel se asentara la apuesta por la igualdad,<br />
mediante el reconocimiento de diferencias.<br />
En las últimas décadas, la aceptación de la diversidad social se ha<br />
percibido cada vez más como una condición indispensable para<br />
el desarrollo democrático, y se han presentado avances plausibles<br />
en el marco jurídico sobre derechos humanos, especialmente en<br />
las cartas fundamentales sobre la materia: constituciones o tratados<br />
internacionales. Por ejemplo, ya existe un reconocimiento expreso<br />
de los pueblos originarios en la conformación pluricultural del<br />
Estado. O bien, las llamadas cláusulas de prohibición de discriminar<br />
se han asentado entre nosotros, y se determinan ya como el<br />
estatuto más reconocible de la universalidad de los derechos.<br />
Sin embargo, el discurso ha tenido que medirse con la realidad.<br />
Desmontar las distintas formas de exclusión pasa por reconocer<br />
formas de violencia institucionalizada, a veces sutiles, como la que<br />
evidenció la reciente declaración patrimonial de los funcionarios<br />
federales de primer nivel, ante la exhibición de que las tres secretarias<br />
de Estado del Gobierno actual ganan menos que sus homólogos<br />
varones, además de ocupar carteras tradicionalmente consideradas<br />
propias para mujeres: turismo, desarrollo social, salud. Otras, terriblemente<br />
evidentes, como la que nos dio a conocer la Encuesta Nacional<br />
sobre Discriminación en México (Enadis) de 2010, al reflejar que el 87%<br />
de las trabajadoras o trabajadores del hogar no tienen ningún tipo de<br />
seguro médico, o que el 50% no reciben aguinaldo 2 .<br />
Y en este sentido, los tribunales han jugado un papel cada vez<br />
más protagónico, para que se haga efectivo el reconocimiento de<br />
la diversidad social, del multiculturalismo, y el acceso al ejercicio<br />
de derechos humanos, que se ha negado simplemente cuando<br />
no se pertenece a la mayoría que detenta una protección legal<br />
“natural” desde los parlamentos que la representan.<br />
En términos de raza, en el proceso de visibilizar a las minorías<br />
afroamericanas en Estados Unidos, es paradigmático el Caso Brown<br />
vs Board of Education (1954), resuelto por la Suprema Corte de ese<br />
país. En este caso, se decidió que era discriminatorio establecer<br />
escuelas separadas para la educación de los afroamericanos, lo que<br />
fue un motor fundamental para eliminar la segregación racial, y la<br />
implementación de acciones afirmativas a favor de esa población,<br />
al asignarle lugares predeterminados en universidades y empleos.<br />
Justo este año, la misma Corte norteamericana tendrá la importante<br />
tarea de decidir si todavía son pertinentes estas acciones<br />
afirmativas para favorecer minorías raciales, como afroamericanos<br />
o latinos, en el acceso a la educación superior. Se trata de considerar<br />
los límites ante los que la composición multicultural puede<br />
ser atendida como un factor en la admisión a las universidades, en<br />
el Caso Fisher vs. University of Texas.<br />
_En nuestro país la construcción<br />
decimonónica de una noción<br />
de mexicanidad homogénea,<br />
conveniente a un modelo específico de<br />
ciudadano y también al autoritarismo,<br />
nos privó por mucho tiempo del<br />
reconocimiento de una sociedad plural.<br />
También en los próximos meses, esa misma Corte se hará cargo<br />
de determinar si es constitucional una ley, The Defense of Marriage<br />
Act (DOMA), que prohíbe extender beneficios federales destinados<br />
a los matrimonios heterosexuales a las parejas del mismo sexo;<br />
o si es posible por vía de referéndum cancelar la extensión de la<br />
institución matrimonial a estas parejas, y que había sido otorgada<br />
mediante la legislación estatal.<br />
En nuestro país no tenemos una trayectoria de larga data en esta<br />
defensa, como en otros contextos, no sólo el norteamericano, sino<br />
el argentino, el sudafricano, o el colombiano, por señalar algunos de<br />
los más representativos. Recién iniciamos una experiencia de reivindicación<br />
social mediante los tribunales, en el reconocimiento de la<br />
diversidad y del multiculturalismo, especialmente a través del litigio<br />
estratégico que emprenden organizaciones de la sociedad civil.<br />
Por ejemplo, en el Amparo Directo en Revisión 1624/2008<br />
(2008), la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la<br />
Nación determinó que para aplicar una sanción por posesión de<br />
huevos de tortuga marina, el tribunal debía considerar las costumbres<br />
de la comunidad indígena a la que se vinculaba el recurrente<br />
del juicio de amparo, y que había sido imputado en la causa penal.<br />
Por su parte, en el amparo 1157/2007-II, el famoso Caso Mininuma<br />
(2008), el juez otorgó la protección de la justicia a una comunidad<br />
rural del Municipio de Metlatónoc, Guerrero, que no contaba<br />
con servicios médicos indispensables, lo que hacía nugatorio su<br />
derecho a la salud. La consideración de esta carencia inexcusable<br />
pasó por la evidencia de que sólo se habían hecho acreedores a<br />
la política pública de contar con un centro de salud, por parte<br />
de las autoridades del estado de Guerrero, las poblaciones de más<br />
de 2,500 habitantes, lo que dejaba en desamparo prácticamente a<br />
las comunidades menos pobladas, integradas justo por indígenas.<br />
En esta resolución, el juez estimó que era necesario dotar de los<br />
elementos materiales para el funcionamiento de una clínica, así<br />
como una cartera de servicios médicos adecuados a la misma.<br />
Es interesante observar cómo el empleo del instrumento judicial<br />
no sólo puede servir a quienes por esa vía intentan aproximarse a<br />
la defensa de los derechos, sino también a movilizar culturalmente<br />
patrones estereotipados que favorecen desigualdad y discriminación,<br />
lo que es una gran asignatura pendiente en México. Los<br />
tribunales pueden contribuir a la emancipación de las minorías.<br />
Finalmente en eso estriba su función original. Ya no es una cuestión<br />
de tolerancia.<br />
25<br />
1 En la expresión de Luigi Ferrajoli en su ya clásico Derechos y garantías. La ley del más débil, Madrid, Trotta, 1999.<br />
2 Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, Enadis 2010, México, Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2011, p. 102.
IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />
26<br />
Cuando se habla de democracia normalmente se hace referencia<br />
a la forma en que las autoridades llegan al poder<br />
o bien en la manera en la que se conducen una vez que<br />
comienzan a ejercer sus funciones. De acuerdo con lo<br />
anterior, un régimen político será más o menos democrático<br />
si hay un proceso electoral creíble y transparente por medio del<br />
que se decida quién debe gobernar, y si además en el ejercicio de sus<br />
facultades la autoridad es respetuosa de los derechos de las personas<br />
que viven en un determinado territorio. Por el contrario, si se llega al<br />
poder mediante fraudes y maquinaciones, o bien si se ejerce en franca<br />
violación de los derechos humanos, entonces no se podrá decir que un<br />
régimen político es democrático. Todo eso forma parte ya del sentido<br />
básico compartido por millones de personas en el mundo acerca de la<br />
democracia 1 . Nadie duda que el sistema democrático requiere, cuando<br />
menos, elecciones confiables y respeto a los derechos humanos 2 .<br />
Ahora bien, eso tiene que ver fundamentalmente con los partidos<br />
políticos y con las autoridades, pero ¿qué sucede cuando son los propios<br />
ciudadanos los que no tienen demasiado aprecio por los derechos<br />
humanos? ¿Se puede construir una democracia sin demócratas?<br />
¿Qué solidez puede tener un sistema político en el que un porcentaje<br />
importante de ciudadanos tiene ideas francamente regresivas y contrarias<br />
a los derechos humanos?<br />
El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM levantó en el<br />
año 2003 la primera Encuesta sobre Cultura Constitucional en nuestro<br />
país 3 , obteniendo resultados tan interesantes como dramáticos; en<br />
esa ocasión se hicieron entrevistas de fondo a 1,794 personas mayores<br />
de 15 años, la mitad hombres y la mitad mujeres.<br />
En el año 2011 se hizo el segundo ejercicio del mismo tipo y, de<br />
nuevo, el ejercicio arrojó resultados que nos ofrecen un marco excepcional<br />
de comprensión no solamente de nuestro sistema constitucional,<br />
sino sobre todo de nuestras propias expectativas y limitaciones en<br />
cuanto al papel de ciudadanos que cada uno de nosotros debe asumir.<br />
En esta segunda ocasión se aplicaron 2,208 cuestionarios en vivienda,<br />
siguiendo una metodología científica que permitiera cubrir todo el<br />
territorio nacional y que tuviera en cuenta variables socioeconómicas<br />
que evitaran obtener información sesgada 4 .<br />
Voy a comentar enseguida algunos datos concretos, pero adelanto<br />
una posible conclusión: nos gusta quejarnos de lo mal que lo hacen<br />
Miguel Carbonell_Licenciado en Derecho por la UNAM y doctor en Derecho por la Universidad<br />
Complutense de Madrid. Es investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y coordinador<br />
del Área de Derecho Constitucional y de la Unidad de Extensión Académica y Proyectos Editoriales<br />
del mismo instituto. Es autor y coordinador de una amplia bibliografía sobre su especialidad, en la cual<br />
destacan los títulos Cartas a un estudiante de derecho, Los derechos fundamentales en América Latina,<br />
Los juicios orales en México, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Los<br />
derechos fundamentales en México y El canon neoconstitucional, este último en coautoría con Leonardo<br />
García Jaramillo y publicado en España por la prestigiada Editorial Trotta.<br />
Construyamos una<br />
ciudadanía democrática<br />
y comprometida_<br />
nuestros gobernantes, pero no se observa que la ciudadanía sea un<br />
portento de virtudes ni que esté dispuesta a participar directamente<br />
en la construcción de la democracia constitucional mexicana. Sin<br />
duda hay un déficit de talento gubernativo, pero también hace falta<br />
una ciudadanía más crítica y participativa.<br />
De hecho, hay actitudes francamente regresivas y autoritarias entre<br />
los ciudadanos del país, algunas de ellas con probabilidad son producto<br />
de la inaudita ola de violencia que hemos sufrido en los años recientes<br />
y que ha dado como resultado una muy extendida sensación de<br />
inseguridad (además de miles y miles de muertos, como se sabe). En<br />
todo caso, los datos disponibles nos advierten la necesidad ineludible y<br />
urgente de construir una ciudadanía mucho más robusta, que se comprometa<br />
a fondo con la construcción de la democracia y que asuma<br />
a los derechos humanos como el parámetro de la vida civilizada. Sin<br />
esa calidad de ciudadanía la democracia mexicana no va a poder salir<br />
del estado de permanente precariedad en el que lleva años instalada.<br />
Un primer dato, que podría suscitar diversas reflexiones: cuando<br />
se les pregunta a las personas si les interesan los asuntos públicos el<br />
resultado es decepcionante. Un 30% dice que se interesa poco y un<br />
18% que no se interesa nada. Solamente un 13% afirma estar muy<br />
interesado en los asuntos públicos.<br />
A la luz de los datos anteriores, no resulta sorprendente que al 49%<br />
no le interesen los asuntos que se discuten en el Congreso de la Unión.<br />
Esto demuestra el profundo desapego de una parte de la población<br />
respecto a sus representantes. Es posible que muchos mexicanos no<br />
se sientan bien representados, aunque también resulta probable que<br />
muchos no puedan seguir con facilidad los debates congresionales,<br />
debido a que muchas veces en ellos se utiliza un lenguaje excesivamente<br />
técnico o se tratan asuntos muy específicos que les resultan<br />
ajenos a la mayor parte de la población.<br />
Como sea, el hecho de que a la mitad de la población simplemente<br />
no le interese lo que se discute en el Congreso supone, de por sí, una<br />
fuerte llamada de atención respecto al funcionamiento de la democracia<br />
mexicana.<br />
Otro dato para la reflexión: la encuesta que estamos comentando<br />
nos indica que para el 59% de los mexicanos, la obediencia y el respeto<br />
a la autoridad son los valores más importantes que un niño debe<br />
aprender. No cabe duda que el cumplimiento de las reglas sociales,
_Tenemos una enorme tarea de<br />
construcción de una ciudadanía<br />
democrática, que reconozca el<br />
pluralismo de valores que tenemos<br />
los mexicanos y que asuma como una<br />
cosa propia la defensa de los derechos<br />
humanos.<br />
aprendido desde la infancia, es un rasgo del carácter de las personas<br />
que conviene fomentar, pero no me queda claro que sea el valor más<br />
importante. ¿Qué hay del aprecio por la libertad, la defensa de la<br />
dignidad, el ideal de la no violencia, el respeto a la igualdad, etcétera?<br />
¿En dónde quedan esos valores si les decimos a nuestros niños que<br />
lo más importante es obedecer? ¿No es esa actitud más propia de<br />
súbditos que de ciudadanos?<br />
La tolerancia no parece figurar entre nuestras virtudes más destacadas.<br />
De acuerdo a la misma encuesta, un 43% de los encuestados<br />
señala que los problemas sociales se resolverían si pudiéramos deshacernos<br />
de las personas inmorales, cualquier cosa que ello signifique.<br />
Lo peor de todo es que un porcentaje relevante de mexicanos tiene<br />
actitudes y valores manifiestamente contrarios a los derechos humanos.<br />
Veamos algunos ejemplos, de entre los muchos que nos ofrece la<br />
Encuesta.<br />
Un 30% piensa que no se puede combatir a la delincuencia sin<br />
violar los derechos de la gente y un 39% está de acuerdo en que un<br />
toque de queda puede ayudar a reducir la inseguridad. Todavía más:<br />
un 32% está de acuerdo en que se torture a un narcotraficante para<br />
obtener información.<br />
Y la cereza del pastel: un 31% está de acuerdo en que las fuerzas<br />
de seguridad maten a un miembro de la delincuencia organizada,<br />
aunque lo puedan detener y entregar a la justicia.<br />
Aparte de lo escandalosas y preocupantes que pueden resultar las cifras<br />
anteriores, la encuesta sobre cultura constitucional de la UNAM<br />
nos pone también ante la evidencia de una población que no siente<br />
un apego completo por la legalidad. El respeto a las normas jurídicas<br />
nunca nos ha distinguido como país y parece que, luego de siglos de<br />
vivir en una especie de “zona de penumbra” respecto al Estado de<br />
derecho, millones de mexicanos ya se hicieron a la idea de que las<br />
leyes no siempre deben cumplirse.<br />
La encuesta nos indica que un 35% de mexicanos piensa que el gobierno<br />
debe dejar que circulen los taxis sin placas y un 58% sostiene<br />
que se les deben dar a los vendedores ambulantes permisos para trabajar.<br />
Ahora bien, el mexicano piensa que quien incumple las leyes no es<br />
uno mismo, sino el de enfrente. Cuando se les pide que se pongan<br />
una calificación, del cero al diez, para medir el grado de cumplimiento<br />
que hace de la ley, la gente se pone 7.84 de calificación en<br />
promedio, pero a los demás les pone una calificación de 5.65. Los que<br />
incumplen son los demás, nunca uno mismo.<br />
Más allá de la retórica con que muchos políticos suelen adornar<br />
sus discursos sobre la Constitución, lo cierto es que el conocimiento<br />
de nuestra Carta Magna es un fruto exótico todavía en el siglo XXI.<br />
La gente no conoce la Constitución, ni sus derechos. Un 65% dice<br />
que conoce poco la Constitución y un 27% dice, de plano, que no la<br />
conoce nada.<br />
Supongo que los datos anteriores hablan por sí mismos. Tenemos<br />
una enorme tarea de construcción de una ciudadanía democrática,<br />
que reconozca el pluralismo de valores que tenemos los mexicanos y<br />
que asuma como una cosa propia la defensa de los derechos humanos.<br />
En suma, necesitamos una ciudadanía democrática y no otra cosa. La<br />
construcción de ese ideal puede y debe ser apoyada por el gobierno<br />
en todos sus niveles, pero la principal tarea recae en todos nosotros,<br />
que debemos estar dispuestos a poner de nuestra parte en la tarea de<br />
hacer de México un país mejor. Ojalá no nos demoremos en asumir<br />
esta responsabilidad.<br />
27<br />
1 Dos explicaciones básicas para entender el significado moderno de la democracia pueden encontrarse en Sartori, Govanni, ¿Qué es la democracia?, México,<br />
Taurus, 2003; y en Dahl, Robert, La democracia. Una guía para los ciudadanos, Madrid, Taurus, 1999.<br />
2 Sobre la indisoluble relación entre derechos humanos y democracia, ver Carbonell, Miguel, Derechos fundamentales y democracia, Cuadernos de Divulgación<br />
Democrática, IFE, 2013. Una perspectiva más amplia en Carbonell, Miguel, Los derechos fundamentales en México, 5ª edición, México, Porrúa, UNAM, CNDH, 2012.<br />
3 Cultura de la Constitución en México. Una encuesta nacional de actitudes, percepciones y valores, México, IIJ-UNAM, COFEMER, TEPJF, 2004.<br />
4 Los resultados de la encuesta del 2011 pueden consultarse en: http://www.juridicas.unam.mx/invest/areas/opinion/EncuestaConstitucion/
Carlos Mario Castro_Redactor de IBERO.<br />
IBEROlíder Ibero_entrevista<br />
28<br />
Carlos Muñoz<br />
Izquierdo, Premio<br />
Nacional de Ciencias<br />
y Artes_Una de mis<br />
mayores satisfacciones es<br />
observar el crecimiento<br />
intelectual de mis alumnos<br />
Carlos Muñoz Izquierdo. Fotografía de Julio César López.
Mi vocación como educador, en lo<br />
particular como investigador de la<br />
educación, se la debo al doctor Pablo<br />
Latapí Sarre, ya fallecido, quien sentó<br />
las bases institucionales sobre las que<br />
en México se construyó la investigación<br />
educativa multidisciplinaria.<br />
El doctor Carlos Muñoz Izquierdo (ciudad de<br />
México, 1937), Premio Nacional de Ciencias y<br />
Artes 2012, y Doctor Honoris Causa por el Sistema<br />
Universitario Jesuita, sintetiza como muy<br />
pocos lo mejor de los valores del humanismo<br />
cristiano y de la espiritualidad ignaciana. Con<br />
palabras de una de las meditaciones principales<br />
de los Ejercicios Espirituales, el doctor Carlos<br />
Muñoz Izquierdo, siendo todavía muy joven, vio y sintió la realidad<br />
de su país y decidió encarnarse a fondo en los problemas<br />
educativos de México, para buscar redimir la situación de ceguera<br />
crónica de esas mayorías de mexicanos presos en la oscuridad por<br />
la falta de mejores oportunidades educativas.<br />
En aquella dirección, las aportaciones de Muñoz Izquierdo al conocimiento<br />
científico son numerosas. Este investigador, de infatigable<br />
diversidad temática, en su más reciente obra sintetizó y actualizó<br />
los resultados de sus estudios sobre la calidad de la educación básica,<br />
las relaciones entre la educación y el empleo, y la contribución<br />
—una de sus preocupaciones centrales— de la educación superior<br />
a la formación de los valores éticos de los estudiantes.<br />
Desde su ingreso a la Universidad Iberoamericana Ciudad de<br />
México, en 1984, ha desempeñado diversos cargos académicos<br />
y directivos. En la actualidad es Académico Emérito adscrito al<br />
Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación<br />
(Inide), de esta casa de estudios.<br />
Además del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012 (en el<br />
campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía) y del Doctorado<br />
Honoris Causa del Sistema Universitario Jesuita, sus aportaciones<br />
también han sido reconocidas por la Organización de Estados<br />
Americanos, con el Premio Interamericano Andrés Bello; la Asociación<br />
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación<br />
Superior, con el Premio a la Contribución a la Educación Superior;<br />
el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,<br />
con el Premio Científico Luis Elizondo; y el Consejo Mexicano de<br />
Investigación Educativa, con el Reconocimiento al Mérito 2007.<br />
Sin embargo, lo que más seduce de este Líder Ibero no es tanto<br />
su palabra, la frondosidad curricular de su obra o los recono-<br />
cimientos prestigiosos a su sólida trayectoria humanista. Éstos<br />
son sólo indicios que apuntan hacia algo más profundo y que el<br />
mismo doctor Muñoz Izquierdo comparte con los lectores de<br />
este número de IBERO, en donde con la sencillez propia de<br />
una parábola evoca la génesis de su vocación humanista, cristiana<br />
e ignaciana, la cual abrazó, con palabras de Stevenson, “con la<br />
pasión de un primer amor y ha disfrutado de su ejercicio mucho<br />
antes de ponerse a calcular sus ingresos”.<br />
¿Cuál fue la influencia que tuvo la formación que recibió en su<br />
vocación de cristiano, humanista y educador?<br />
Las personas que durante mi infancia, adolescencia y primera<br />
juventud influyeron en mi vocación cristiana —en mi inclinación<br />
inicial hacia los valores inherentes al humanismo cristiano— fueron<br />
sin duda mis padres y los hermanos lasallistas, con quienes<br />
me relacioné mientras realizaba mis estudios preuniversitarios.<br />
Estos religiosos me impartieron la instrucción que me permitió<br />
conocer de forma sistemática los valores evangélicos, que evidentemente<br />
tienen un profundo significado humano. Recuerdo que<br />
del conocimiento y el constante recuerdo de las parábolas de Jesús<br />
se desprendió mi interés de tomar en cuenta las necesidades de los<br />
demás. De hecho, desde que cursaba la primaria participé en varias<br />
actividades de servicio a los otros, que en aquella época eran<br />
llamadas actividades de “apostolado”, fomentadas por algunos organismos<br />
como Acción Católica. En ese contexto conocí a varias<br />
personas ejemplares, a quienes recuerdo con mucha gratitud.<br />
¿Hubo alguien en especial que fuera decisivo durante este proceso<br />
formativo de los valores?<br />
Independientemente de cualquier otra influencia, mi vocación<br />
como educador, en lo particular como investigador de la educación,<br />
se la debo al doctor Pablo Latapí Sarre, ya fallecido, quien<br />
sentó las bases institucionales sobre las que en México se construyó<br />
la investigación educativa multidisciplinaria. Mi encuentro con<br />
él ocurrió en 1964 (en ese momento él todavía pertenecía a la<br />
Compañía de Jesús). El doctor Latapí Sarre, en una circunstancia<br />
fortuita, que bien pudo ser providencial, me invitó a colaborar en<br />
calidad de “primer investigador” en el Centro de Estudios Educati-<br />
29
IBEROlíder Ibero_entrevista<br />
30<br />
vos, A. C. (CEE), organismo que él había fundado. Corría el mes de<br />
febrero de 1964, yo acababa de egresar de la Licenciatura en Economía<br />
que estudié en el ahora Instituto Tecnológico Autónomo<br />
de México (ITAM). Por supuesto acepté de inmediato la oferta<br />
laboral del doctor Latapí, pues me la hizo después de encargarme<br />
un estudio que me permitió advertir la posibilidad de aplicar en la<br />
educación los conocimientos adquiridos en mi licenciatura.<br />
Otros jesuitas que influyeron en mi formación fueron el padre<br />
Pérez Alonso, S. J., quien me introdujo en los Ejercicios Espirituales<br />
de San Ignacio, justo durante el último año de mi carrera profesional.<br />
También el padre Teódulo Guzmán, S. J. y el padre Enrique<br />
Portilla, S. J., con quienes me relacioné durante los veinte años que<br />
permanecí en el CEE. Ahí realicé varios estudios informales bajo<br />
la dirección de los propios jesuitas, en los que analizamos varios<br />
documentos emanados del Concilio Vaticano II, las principales encíclicas<br />
promulgadas por los papas Juan XXIII y Paulo VI, así como<br />
el estudio de algunas obras del padre Lebret y del filósofo Mounier.<br />
Estos seminarios me permitieron apreciar, entre otras, la importancia<br />
que la educación y la investigación educativa tienen en la<br />
construcción de una sociedad acorde con los valores evangélicos.<br />
De manera especial recuerdo el pensamiento del padre Enrique<br />
González Torres, S. J., expresado en sus homilías y charlas cotidianas,<br />
y su interés en promover el nivel y calidad de vida de quienes<br />
pertenecen a los sectores sociales menos favorecidos. La lectura de<br />
uno de sus primeros libros, en que narraba el nacimiento de su<br />
vocación, provocó una profunda impresión en mi memoria.<br />
¿Cómo se da su paso a la Ibero?<br />
Ingresé a la Ibero en agosto de 1984, cuando todavía funcionaba<br />
en las instalaciones provisionales construidas después del sismo<br />
de 1979. La invitación me la hicieron algunos académicos que<br />
impartían clases en la Maestría en Investigación y Desarrollo de la<br />
Educación, quienes tenían interés en que los estudiantes inscritos<br />
fortalecieran el desarrollo de las competencias que necesitaban<br />
para realizar investigaciones educativas. Estos profesores probablemente<br />
pensaron que la experiencia que había adquirido en el<br />
CEE, podía ser útil para lograr aquel propósito. Ingresar a la Ibero<br />
Carlos Muñoz Izquierdo. Fotografía de Julio César López.<br />
Mi mayor interés es que<br />
más niños, principalmente<br />
de zonas indígenas y<br />
marginadas, tengan<br />
acceso a una educación<br />
básica de calidad.<br />
era una forma, pensé, de seguir mi vocación en una institución<br />
inspirada en los mismos principios que animaban al centro en el<br />
que en ese momento me encontraba.<br />
¿Qué significa para usted haber recibido el Premio Nacional de<br />
Ciencias y Artes 2012, galardón que lo coloca al lado de grandes<br />
figuras como Alfonso Caso, Ignacio Bernal, Miguel León-Portilla,<br />
Luis Villoro, Leopoldo Zea y el propio Pablo Latapí Sarre, entre otros<br />
muchos, en el mismo campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía?<br />
Me da la esperanza y la expectativa de que mi trabajo será<br />
más leído y aprovechado. Mi mayor interés es que más niños,<br />
principalmente de zonas indígenas y marginadas, tengan acceso a<br />
una educación básica de calidad: axiológicamente relevante, pedagógicamente<br />
eficaz, culturalmente pertinente, económicamente<br />
eficiente y socialmente equitativa.<br />
¿Cuál considera que es el legado más importante que le ha dejado<br />
su paso por la Ibero?<br />
A la Ibero le debo muchísimo. Algo importante es el haber<br />
tenido la oportunidad y los medios necesarios para servir a mi<br />
país, dedicándome a la investigación educativa y la posibilidad de<br />
haber contribuido a la formación de nuevos investigadores de la<br />
educación. Estoy convencido de que los resultados de mi paso por<br />
la Ibero se deben en una mínima parte a mi esfuerzo personal,<br />
pues ellos en su mayoría han sido resultado de las facilidades que<br />
la misma universidad me ha brindado. Más allá de lo anterior, la<br />
Ibero me ha permitido relacionarme con muchas personas que<br />
han sido un ejemplo para mí, y a quienes en la actualidad considero<br />
entre mis amigos cercanos. No puedo dejar de evocar, entre<br />
otros colegas, a los doctores Luis Vergara Anderson y Jorge Ibáñez<br />
Cornejo, cuyas conductas y virtudes han dejado una profunda<br />
huella en mi memoria.<br />
A esta universidad también le debo el haber tenido la satisfacción<br />
de observar el crecimiento intelectual de mis alumnos, y la<br />
alegría de relacionarme cotidianamente con ellos. Es difícil expresar<br />
lo que estas experiencias han significado para mí, pero ellas<br />
me han animado a no dejar de dedicarme a la misma actividad<br />
que inicié hace casi cinco décadas.
Juan Domingo<br />
Argüelles_Escritor,<br />
periodista, editor e investigador<br />
en temas de lectura.<br />
Director editorial de IBERO.<br />
galería_homenaje<br />
IBERO<br />
32<br />
Leonardo<br />
Nierman en el<br />
vértigo de la<br />
transparencia_<br />
A los 80 años estoy pintando mejor que nunca<br />
Fotografía de Claudia Nierman.<br />
Nacido en 1932 en la ciudad de México, Leonardo<br />
Nierman es uno de los grandes pintores y<br />
escultores vivos de nuestro país. Desde 1960 su<br />
obra ha recibido los mayores reconocimientos<br />
en México y el extranjero, entre ellos la Medalla<br />
de Oro Tomasso Campanella, en Roma; la<br />
Medalla de Oro del Instituto de Arte de Chicago, y la Insignia<br />
Europea de Artes. Julio Cortázar escribió: “Casi todos los cuadros<br />
de este pintor mexicano despiertan en mí la maravilla de la<br />
infancia, cuando bastaba mirar a través de una bola de cristal o<br />
un cuerpo translúcido para ver abrirse una tierra de nadie donde<br />
cualquier aventura de la imaginación era posible. Mi texto es una<br />
tentativa recurrente, una ansiedad por volver a vivir el vértigo de<br />
la transparencia”.<br />
Para Cortázar, ante una pintura de Nierman, ante los juegos<br />
de luz de su obra, el espectador siente “el escalofrío a pleno sol<br />
del fauno de Debussy”. Y no es casual la referencia a Debussy,<br />
pues Nierman fue músico antes que pintor, y hoy es uno de los<br />
pintores en cuya obra la música y otras artes están presentes en<br />
toda su armonía.<br />
En sus 80 años de edad, conversamos con él, para los lectores<br />
de IBERO.<br />
¿Qué hay de cierto en que exactamente hoy, 19 de diciembre, se<br />
celebra el Día de Leonardo Nierman en Chicago?<br />
No lo quiero engañar: no tengo ni idea. Yo mismo acabo de<br />
saber que también me declararon un día de homenaje en San<br />
Louis Missouri y otro en Yonkers, Nueva York. En todo caso, son<br />
cosas que acepto con simpatía y gratitud; desde luego, no voy a<br />
ser ingrato, pero no me hacen sentir ni mejor ni peor. Lo que le<br />
quiero decir, con esto, es que trato de escapar de las trampas de<br />
la vanidad. Hay cosas que, honestamente, no tomo muy en serio.<br />
¿Considera eso muy distinto a que, por ejemplo, Julio Cortázar<br />
se haya ocupado de su obra y haya escrito un estupendo texto a<br />
propósito de su pintura?<br />
En ese caso y en otros más, yo los denomino momentos luminosos<br />
porque me han permitido convivir, en mayor o menor medida,<br />
con algunos de los cerebros mejor lubricados de la corteza terrestre.<br />
Recuerdo que, cuando conocí a Cortázar, en París, fuimos a cenar<br />
a la casa del editor Antoine Capel, y todavía ni terminábamos de<br />
cenar cuando Cortázar miró el reloj (es raro que un poeta mire el<br />
reloj), y dijo: “Señores, con el permiso de ustedes me voy a retirar<br />
porque mañana tengo que empezar a trabajar muy temprano”. Yo<br />
le comenté: “Julio, ¡qué disciplina la tuya!: un escritor que se levanta<br />
temprano para empezar a escribir”. Y él me respondió: “No.
Homenaje a Juan<br />
Sebastian Bach, 2000.<br />
Música, 1998.<br />
33<br />
_Hoy sé que todas<br />
mis experiencias<br />
con la música<br />
—a la que sigo amando<br />
profundamente— tienen que<br />
ver de algún modo con mi<br />
búsqueda en los colores.<br />
Cuando hablo de trabajar me refiero a mi empleo como traductor<br />
en la Unesco, donde tengo un horario de entrada y de salida”.<br />
“¿Pero cómo un hombre con tu cobertura global (yo encuentro<br />
tus libros en cualquier lado) tiene que estar sujeto a un horario?”.<br />
Me dijo: “Eso es en la literatura. En mi vida cotidiana, tengo que<br />
trabajar para comer”. Esta anécdota me lleva a otra, también en<br />
París. Una noche, después de una cena, y mientras esperaba un taxi,<br />
en medio de un frío terrible y una ventisca helada, se me acercó<br />
un joven sin abrigo, sin saco, con un chalequito (un auténtico suicida),<br />
me sonrió, me entregó un papel arrugado y me dijo: “¿Me<br />
compraría usted este poema?” Toda mi vida voy a llevarme esa<br />
imagen. ¡Qué tristeza que un hombre con sensibilidad tenga que<br />
salir a medianoche a tratar de vender un papel arrugado con un<br />
fragmento de su alma! Ese episodio no se me va a olvidar jamás.<br />
Pero, en el caso de los pintores, ¿no venden también, en sus<br />
cuadros, un fragmento de su alma?<br />
Sí, pero el pintor tiene más posibilidades de que haya quien le<br />
dé una torta a cambio de un dibujo, ya que tiene una mercancía<br />
más palpable, y si además el dibujo está coloreado, hay más chance<br />
de que incluso le pongan jitomate a la torta. En cambio, ¿el poeta<br />
qué vende?: una ilusión, un sueño.
galería_homenaje<br />
IBERO<br />
34<br />
Partita, 1998.<br />
¿Cómo se inició en el arte?<br />
Es una historia larga y extraña que trataré de abreviar. Yo pensé<br />
que iba a ser un gran violinista. Estudié cerca de dieciocho años,<br />
seriamente, el violín. Inclusive ya daba conciertos. ¡Imagínese<br />
qué osadía! En el último que di —que fue en Bellas Artes—<br />
toqué la Sinfonía española de Edouard Lalo. Antes del concierto se<br />
me acercó un señor al que hoy no sé si recordar como el villano<br />
de esta historia, y me dijo: “Maestro, ¿no quiere que le grabe el<br />
concierto?” Y le dije: “Sí, hombre, cómo no”, un poco con la<br />
voz a lo Arturo de Córdova. A la salida me entregó la cinta y me<br />
fui con mis amigos a celebrar mi deslumbrante triunfo, y a la<br />
hora del café empezaron los pronósticos. ¿Y ahora qué sigue? ¿El<br />
Carnegie Hall, de Nueva York? ¿El Royal Festival Hall, de Londres?<br />
Etcétera. Pero, al llegar a mi casa, queriendo prolongar los<br />
placeres del aplauso, puse la cinta. Y cuando la escuché, me dije:<br />
“¡Seguramente la grabadora de ese señor estaba descompuesta!<br />
¡No puede ser que yo toque tan mal!” En mi perversión, fui a<br />
mi colección de discos y saqué una grabación de la misma obra<br />
interpretada por Yehudi Menuhin. (Hoy soy muy amigo de su<br />
hijo y ya los perdoné a los dos.) Después de escucharlo y comparar<br />
su interpretación con la mía, no me quedó más remedio<br />
que abrir el estuche, sacar el violín, darle un abrazo y decirle:<br />
“¡Amigo, tú y yo nos vamos a reencontrar en la eternidad, no<br />
antes!”. Luego lo guardé, cerré el estuche, y ahí terminó mi<br />
sueño. Me di cuenta de que, para mí, ya no habría ni Carnegie<br />
Hall ni Royal Festival Hall. El futuro estaba en ir por la vida<br />
vestido de charro, en Garibaldi.<br />
¿Ya desde entonces pintaba?<br />
No. Ni pintaba ni me llamaba la atención la pintura. Mi relación<br />
con la pintura o con el dibujo se reducía a las caricaturas que hacía<br />
de mis maestros en mi cuaderno de apuntes. En el Anfiteatro<br />
Bolívar veía los murales de Diego Rivera, pero sin una gran emoción.<br />
Sin embargo, en la Preparatoria, un día enfurecí al ver que<br />
alguien había rayado con un clavo un mural de Orozco. Pensé:<br />
“Esto sería deleznable en una pulquería, pero en una universidad<br />
no encuentro el adjetivo para describir al bruto que hizo esto”.<br />
_Si un cuadro que yo pinto no me<br />
emociona no lo firmo, porque si no<br />
me emociona a mí no tiene por qué<br />
emocionar a nadie más.
Fue mi primer contacto realmente emocional con el mundo de la<br />
pintura. Pasó el tiempo y, un día, en San Juan de Letrán, entré a un<br />
negocio que vendía materiales de artista, lugar que me encantaba<br />
sobre todo por los juegos de lápices de colores y por la manera<br />
en que los acomodaban como en un arco iris. Estuve platicando<br />
con el empleado, porque ni él ni yo teníamos nada qué hacer ni<br />
a dónde ir, y terminé pidiéndole que me recomendara algunos<br />
materiales, lo cual hizo. Me vendió unos pinceles y unos cartones,<br />
y con ellos empecé a jugar. Nunca fui a una escuela de arte.<br />
¿En qué año empezó usted a pintar?<br />
Lo que le puedo decir, con plena precisión es que fue en 1956<br />
cuando sobrevino el relámpago de la pintura que cambió mi<br />
destino. Pertenezco a la primera generación que egresó de la<br />
UNAM en Ciudad Universitaria, y ahí me ocurrió una cosa muy<br />
importante que nunca le podré pagar a la universidad. Había en<br />
la Escuela de Comercio un muro flotante, un bastidor que dividía<br />
el gran hall de entrada con un auditorio, una especie de marco<br />
de acero cubierto con cemento, de unos treinta metros cuadrados,<br />
y como yo ya estaba pintando, un día que vi al director de la<br />
Escuela, me le acerqué y le dije: “Maestro, ¿qué oportunidad hay<br />
de que me deje pintar ahí un mural?” Él me miró y me preguntó<br />
con ironía: “¿Tú sabes quiénes son los artistas que han pintado en<br />
Ciudad Universitaria?” “Pues sí —le dije—, me sé los nombres<br />
de algunos”. Y nos reímos los dos. Yo por mi insolencia y él por<br />
La gruta encantada, 1999.<br />
Cuarteto de cuerdas,<br />
2003.<br />
su sarcasmo. Sin embargo me dijo: “Tráeme un proyecto y yo lo<br />
mando a quien corresponda y te aviso”. Con todo el pesimismo<br />
del mundo, le llevé un cuadro y se lo dejé en su oficina. Tres meses<br />
después me dijo: “Ya aceptaron tu proyecto, puedes empezar a<br />
pintar mañana”. Yo todavía pensaba que se trataba de una broma.<br />
“No es broma —me dijo—. Es en serio”.<br />
El problema es que yo no sabía qué hacer. Lo platiqué con un<br />
amigo y éste me recomendó que fuera a ver a Siqueiros, para<br />
que me orientara. Conseguí su teléfono y le hablé. Hasta hoy<br />
me sorprende que Siqueiros me haya dado una cita. Llegué y le<br />
platiqué la historia, y luego de escucharme me preguntó: “Bueno,<br />
sí, ¿y a qué vienes?”. Con la mayor ingenuidad le dije: “Pues a ver<br />
si me dice usted cómo se pinta un mural”. Me mandó entonces a<br />
comprar su libro Cómo pintar un mural, pero añadió un dato que<br />
fue fundamental para mí. Me dijo: “Hay en México un hombre<br />
que ha desarrollado las mejores pinturas para eso, es un ingeniero<br />
químico, Julio González Parrodi. Búscalo”. Compré el libro y<br />
localicé a González Parrodi, que me ayudó muchísimo. De quien<br />
estamos hablando es ni más ni menos que del inventor de los<br />
colores acrílicos, un hombre que abrió un nuevo campo para el<br />
arte y que vivió en una gran modestia, a pesar de que su invento<br />
enriqueció a muchísimas compañías en el mundo. El color acrílico<br />
es, básicamente, el que utiliza como vehículo el plástico que se<br />
usa en los parabrisas de los aviones, algo que debe resistir la lluvia,<br />
el viento, la nieve, el granizo, la fricción, etcétera. Esto que inventó<br />
González Parrodi revolucionó la pintura.<br />
¿Y qué pasó con su mural de Ciudad Universitaria?<br />
Un día me llamaron para decirme que estaban haciendo unos<br />
cambios estructurales y que iban a quitar el mural. Les dije que,<br />
puesto que estaba pintado sobre un recubrimiento de fibra de<br />
vidrio, tal vez podrían despegarlo y aplicarlo en un muro. Tres<br />
horas después de la primera llamada recibí otra en la que me<br />
dijeron que el mural se les había caído y era irrecuperable. Fin<br />
de la historia. Sin embargo, ese mural (Cristal enigma) que ya no<br />
existe, marcó lo que yo quería realmente hacer en la vida, con pan<br />
en la mesa o sin pan en la mesa.<br />
35
galería_homenaje<br />
IBERO<br />
36<br />
Pasión, 1998.<br />
¿Cómo se relaciona la música con su pintura?<br />
Cuando encerré mi violín en su estuche (léase sarcófago), caí<br />
en una cierta depresión. Me entró una gran tristeza por todas esas<br />
tarde luminosas en las que estuve practicando el violín, pues sentí<br />
que había desperdiciado mi existencia. Con el tiempo descubrí<br />
que eso fue lo más importante que hice: no aprendí a tocar bien el<br />
violín, pero aprendí armonía: armonía para ver la vida, el tiempo,<br />
la muerte, el color, y sobre todo la relación de las emociones con<br />
los colores. Hoy sé que todas mis experiencias con la música —a<br />
la que sigo amando profundamente— tienen que ver de algún<br />
modo con mi búsqueda en los colores.<br />
¿Es la emoción lo más importante en el arte?<br />
Todo el arte tiene que ver con las emociones. Unas entran por<br />
los ojos, otras por los oídos, otras van directo al corazón por el<br />
ombligo. Hace poco, con un querido amigo mutuo, Bruno Estañol,<br />
al que respeto de la cabeza a los pies y a quien considero uno<br />
de los hombres más inteligentes de México, coincidimos en un<br />
concierto en la Sala Nezahualcóyotl, y después nos fuimos a cenar.<br />
A la hora del café me preguntó: “¿Qué te pareció el concierto?”<br />
Le dije: “Mira, Bruno, esa sinfonía de Mendelssohn obviamente<br />
_Hoy inclusive disfruto<br />
profundamente repintar cuadros y<br />
añadir esa bruma o ese claro de luna<br />
que les faltaban o ese chispazo que<br />
en un principio no surgió.<br />
la escribió un gran músico, pero su Concierto para violín y orquesta<br />
Opus 64 en mi menor lo escribió un ángel. Hay una enorme<br />
distancia. Ese concierto para violín te captura desde los primeros<br />
tres compases y no te suelta hasta el final”. Se quedó callado un<br />
momento, y luego me dijo: “Y esto que acabas de expresar, ¿en<br />
qué forma te afecta?”. “Me afecta —le dije— en que yo ya acepto<br />
no saber si un cuadro es bueno o es malo, si una sinfonía es buena<br />
o es mala, pero lo que sí sé es si me emociona o no me emociona,<br />
y si un cuadro que yo pinto no me emociona no lo firmo, porque<br />
si no me emociona a mí no tiene por qué emocionar a nadie<br />
más”. Ésta fue como una iluminación en mi forma de ver el arte,<br />
y la descubrí justamente al conversar con Bruno Estañol. Hay manifestaciones<br />
plásticas sorprendentes que puedo reconocer como
muy buenas, pero que a mí no me emocionan. Técnicamente<br />
son extraordinarias, pero hay algo que les falta, hay algo que no<br />
alcanzan a tener...<br />
¿Les falta acaso alma?<br />
O me falta a mí, porque tampoco soy el termómetro de la raza<br />
humana. Sin embargo puedo ver una pequeña acuarela de Durero<br />
en el Museo Albertina en Viena, que representa el ala de un pájaro<br />
con una sensibilidad deslumbrante y eso me deja pasmado. No me<br />
la robo nada más porque ya estoy viejo y no corro rápido y de<br />
seguro me alcanzan.<br />
¿Su pintura está cerca de la poesía, es decir de la metáfora, de la<br />
imagen?<br />
Le voy a hacer una confesión: en el momento de estar pintando<br />
lo que yo hago es prácticamente renunciar a cualquier control<br />
intelectual.<br />
¿Hay, entonces, un vínculo entre su pintura y los sueños?<br />
Todo el tiempo. Si mi desconexión de la lógica me lleva a propiciar<br />
un relámpago en el fondo del mar o un juego de estrellas,<br />
o un eclipse o una tempestad, no hay un freno de mano que me<br />
diga que eso no hace sentido, pues en mi pintura nada hace sentido,<br />
porque no va dirigida ni a la lógica ni a la ética ni a la estética.<br />
Lo que hago es capturar un choque de color que provoque una<br />
emoción. No tiene que ser una explosión volcánica. Una gota de<br />
La travesía, 2000.<br />
rocío tiene todos los reflejos del Claro de luna de Debussy. Mi pintura<br />
está más dirigida hacia lo sensorial que hacia lo intelectual.<br />
Cortázar, al ver su pintura, se refiere al “vértigo de la transparencia”.<br />
¿Reconoce usted ese vértigo?<br />
Sí, en muchísimos de mis cuadros hay una sensación de vendaval,<br />
de un vendaval que ocurre porque lo necesito. Por lo demás, yo<br />
no trato de ilustrar nada, incluso les pongo títulos a mis cuadros<br />
por una nomenclatura práctica, por exigencia del coleccionista o<br />
de la galería. Pero, para mí, los cuadros no necesitan títulos.<br />
¿En qué se parecen la magia del color y la magia del sonido?<br />
En que corresponden a la misma emoción. Nada más que una<br />
entra por los ojos y la otra por los oídos. Pero ahí en el esófago,<br />
en el corazón, en el páncreas hay una reacción química que hace<br />
que nos arrobemos ante la belleza. Si escuchamos El ocaso de los<br />
dioses, de Wagner, la emoción se mete hasta por debajo de las uñas,<br />
y en la parte final de La resurrección, de Mahler, cuando de repente<br />
entran los coros y los solistas y las trompetas, uno siente que se<br />
rompe el cielo y se baña con luz celestial. Al terminar aquello,<br />
uno está llorando y ve al director llorando, a los solistas llorando, a<br />
los ejecutantes llorando y a los de junto a uno llorando también.<br />
¿Qué ocurre? Yo diría que un milagro.<br />
¿Con qué ánimo llega a sus 80 años de edad?<br />
Como dijera Amado Nervo: “¡Vida, nada me debes! Vida, estamos<br />
en paz!” No deja de ser doloroso saber que he utilizado toda<br />
una vida para perfeccionarme en el arte de vivir, y ahora que ya<br />
medio le estoy entendiendo lo que me falta es tiempo. Me siento<br />
como un hombre muy joven con una carrocería muy vieja. De<br />
repente veo una exposición de arte joven y me pregunto cómo es<br />
que no me invitaron. No lo digo pero sí lo pienso. Debo confesarle<br />
que estoy pintando mejor que nunca, y esto no es lo habitual en<br />
los artistas. Yo he presenciado grandes derrumbes de muy grandes<br />
artistas, justamente cuando pierden la energía, el optimismo y las<br />
ganas de treparse al Everest y rasguñar el cielo. Con la avanzada<br />
edad, la obra de esos grandes pintores se vuelve mensa; no inmensa,<br />
sino mensa. No voy a dar nombres, pero hay quienes incluso<br />
comienzan a copiar lo que hacían en sus primeros años. Vi una<br />
exposición en Roma de uno de la grandes surrealistas italianos,<br />
en los que ya sólo aparecían copias de sus obras, sin gloria y sin<br />
emoción.<br />
¿Cómo sabe que pinta mejor, cuál es la unidad de medición?<br />
Desde luego no el sistema métrico decimal. Pero lo sé porque<br />
veo un cuadro que yo definitivamente di por terminado hace<br />
cuatro meses y ahora sé qué es lo que le sobra y qué es lo que<br />
le falta. Es una indudable evolución. La pregunta sería cómo es<br />
que no se me ocurrió antes. La respuesta es que antes no lo sabía<br />
del todo. Hoy inclusive disfruto profundamente repintar cuadros<br />
y añadir esa bruma o ese claro de luna que les faltaban o ese<br />
chispazo que en un principio no surgió.<br />
Usted es un hombre muy optimista y con gran sentido del humor.<br />
Eso intento. ¿Sabe por qué? Porque en el momento en que el<br />
hombre renuncia al humor se vuelve grotesco.<br />
Ciudad de México, 19 de diciembre de 2012.<br />
37
Carlos Pellicer López_Pintor, ilustrador, escritor y promotor de la lectura. Con más de treinta exposiciones<br />
individuales en México y Estados Unidos, ha ilustrado también múltiples libros para niños y jóvenes y es autor<br />
del cuento infantil ilustrado Julieta y su caja de colores, publicado en 2005 y reimpreso en varias ocasiones. En 1996<br />
coordinó y editó, junto con Luis Mario Schneider, la Poesía completa, en 3 volúmenes, de su tío Carlos Pellicer. En el<br />
presente texto nos entrega una apasionante primera investigación sobre un inquietante misterio familiar.<br />
IBEROla llama inextinguible_<br />
38<br />
Carlos Pellicer_<br />
El poeta y sus primas<br />
Carlos Pellicer. Dibujo de Alfonso Ayala.<br />
Para mi pariente Benjamín Flores Hernández,<br />
que trabaja en otra esquina del rompecabezas.<br />
Soneto de Navidad a la señorita Ana<br />
María Gabucio<br />
Mientras el lindo niño de cera<br />
duerme en su cuna sin despertar,<br />
una fragancia de primavera<br />
das al invierno cuando te acercas a suspirar...<br />
Se oye la gracia de la carrera<br />
de los pastores para llegar.<br />
Y hay una audiencia de enredadera.<br />
Será una estrofa que en la ventana quiere colgar.<br />
Sobre la arena da la palmera<br />
su breve sombra. La luz lunar<br />
tiene un perfume de vinajera<br />
que da un misterio de alborear...<br />
Y una fragancia de primavera<br />
das al invierno cuando te acercas a suspirar.<br />
Es muy curioso reconocer en este soneto, no sólo el tema, como<br />
ya dije, sino imágenes que volverán muchos años después. En la<br />
segunda cuarteta termina con estos versos:<br />
Todo empezó con un soneto, de entre tantos que<br />
escribió mi tío al empezar su camino. Está fechado<br />
en 1914 y me sorprendió por su musicalidad, por su<br />
clara y bien asumida influencia del admiradísimo Díaz<br />
Mirón y por el tema —la Navidad— que sería la celebración<br />
por excelencia, a través de los inolvidables “Nacimientos”<br />
que montaba el poeta en su casa. El soneto es el siguiente:<br />
Y hay una audiencia de enredadera.<br />
Será una estrofa que en la ventana quiere colgar.<br />
En el primer soneto de “Mater amábilis”, de los “Sonetos para el<br />
altar de la Virgen”, del libro Práctica de vuelo, la segunda cuarteta<br />
empieza así:<br />
Besó la Virgen al Niño que llora.<br />
José añade con ramas los canceles.
_Carmen se casó, aquí en la ciudad de México,<br />
a principios de los años veinte con el poeta<br />
asturiano Alfonso Camín (1890-1982, a quien<br />
recordamos especialmente por el poema “Aguafuerte”<br />
que le dedicara López Velarde y por ser el autor<br />
del poema “Macorina” que muchos años después<br />
popularizara con tanto éxito Chavela Vargas.<br />
Julio Romero de<br />
Torres. El cohete,<br />
1931. Modelo: Carmen<br />
Gabucio.<br />
La construcción del pesebre con ramas y enredaderas siempre<br />
estuvo presente en la arquitectura navideña de Pellicer. La repetición<br />
de los dos versos finales de la primera cuarteta, justamente<br />
para cerrar el soneto, nos dicen que a sus diecisiete años, Pellicer<br />
conocía y releía la obra de Díaz Mirón. Pero queda otro detalle: la<br />
persona a quien está dedicado el soneto. El poco común apellido<br />
—Gabucio— quedó en mi memoria en espera de algo, de alguna<br />
pista que encadenara y desencadenara otros recuerdos.<br />
Años después, al visitar el museo de Julio Romero de Torres, en<br />
Córdoba, España, encuentro que la placa de la entrada agradece<br />
a su viuda —Francisca Pellicer— la donación de la gran casa y<br />
colección que ahí se expone. Sonrisa por el encuentro de una<br />
“pariente”, casada con el gran pintor y nada más. Al salir, compro<br />
un libro, ni tan voluminoso ni tan caro, para cargarlo el resto del<br />
viaje y poder disfrutar en calma las reproducciones.<br />
En efecto, algún día reviso el libro y, de pronto, en las notas de uno<br />
de los cuadros leo que la modelo que ahí aparece se llama Carmen<br />
Gabucio. Hay mas información: Carmen Gabucio era “mejicana”<br />
y fue tan admirada por el pintor, que entre los cuadros que pintó<br />
de ella como modelo está nada menos que el de La Virgen de los<br />
Faroles, que por muchos años se exhibió en un nicho sobre el muro<br />
norte exterior de la Mezquita-Catedral, para el homenaje diario<br />
de los feligreses que lo mantenían entre flores y veladoras.<br />
Por las fechas de poema y cuadros, Carmen y Ana María pudieran<br />
ser hermanas. Algún otro día, cuando mi relación con la<br />
computadora es menos distante, decido buscar los nombres clave:<br />
Julio Romero de Torres y Carmen Gabucio. En el primero encuentro<br />
pocas sorpresas, pero en el segundo aparece el cofre del<br />
tesoro, bajo el nombre del autor del artículo: Benjamín Flores<br />
Hernández, descendiente de la familia Gabucio, catedrático de<br />
la Universidad de Aguascalientes, quien asistió o mandó un recuento<br />
sobre su familia al Simposio de América Latina y España<br />
celebrado en las Islas Azores el año de 2002.<br />
La primera sorpresa de tantas fue confirmar que Ana María y<br />
Carmen sí fueron hermanas, hijas de don Manuel Gabucio y doña<br />
Berta Sánchez Mármol. Mientras don Manuel fue tipógrafo, maderero<br />
y naviero hasta acabar en la ruina por sus malos negocios,<br />
doña Berta, luego de procrear diez hijos y enviudar, tuvo ánimo<br />
para venir a la ciudad de México e inscribirse en la Escuela de<br />
Altos Estudios de la Universidad. Por su amistad con José María<br />
Pino Suárez conoce a don Francisco I. Madero y participa activamente<br />
en su gobierno. (Fue nombrada por Madero directora de<br />
la Escuela Josefa Ortiz de Domínguez.)<br />
Vale la pena recordar que su padre, don Manuel Sánchez Mármol,<br />
fue un distinguido intelectual tabasqueño, director fundador<br />
del Instituto Juárez. Y, en el terreno familiar, recordar que otra hija<br />
de don Manuel —Consuelo— se casó con mi tío abuelo Tomás<br />
Pellicer Marchena. Así que los Gabucio resultan ser nuestros parientes<br />
indirectos y por esto, el joven poeta Pellicer habrá querido<br />
y admirado a su prima Ana María.<br />
Otra pieza del rompecabezas queda al descubierto, al leer que<br />
Ana María fue la primera reina de la Asociación Nacional de<br />
Charros, probable iniciadora de la suerte ecuestre conocida como<br />
“la escaramuza”. Aunque no encuentro fotografías, imagino la figura<br />
de una mujer guapa y atractiva. Pero queda Carmen Gabucio<br />
Sánchez Mármol que tiene, como digna modelo de Romero de<br />
Torres, una inquietante belleza.<br />
Carmen nació en 1902, en Palma de Mallorca, de donde era<br />
originario su padre y donde pasó dos temporadas la familia. Por<br />
extrañas razones vivió su primera infancia en Palma, hasta que<br />
regresó, sola, a Tabasco, en 1909. Siempre guardó especial cariño<br />
por su ascendencia balear.<br />
Carmen se casó, aquí en la ciudad de México, a principios de los<br />
años veinte con el poeta asturiano Alfonso Camín (1890-1982).<br />
Este desigual poeta viajó y vivió desde su juventud por las islas y<br />
tierra firme del Caribe. Lo recordamos especialmente por el poema<br />
“Aguafuerte” que le dedicara López Velarde y por ser el autor<br />
del poema “Macorina” que muchos años después popularizara<br />
con tanto éxito Chavela Vargas.<br />
El matrimonio de Carmen y Alfonso tuvo un solo hijo —Manuel—<br />
y pronto acabó en divorcio. Carmen regresó a España en<br />
1925 y, sin saber qué hacer con su belleza, ingresó como corista al<br />
célebre teatro Apolo de Madrid. Ahí, por una compañera amante<br />
de José Antonio Primo de Rivera llegó a conocer al pintor Romero<br />
de Torres. Así las cosas, cuando la insurrección franquista<br />
desata la guerra, Carmen está claramente identificada con los<br />
golpistas. Parece ser que su simpatía por el movimiento falangista<br />
39
IBEROla llama inextinguible_<br />
40<br />
Julio Romero de Torres.<br />
La Virgen de los Faroles.<br />
Modelo: Carmen Gabucio.<br />
_Carmen Gabucio<br />
era “mejicana” y<br />
fue tan admirada<br />
por el pintor, que entre los<br />
cuadros que pintó de ella<br />
como modelo está nada<br />
menos que el de La Virgen<br />
de los Faroles.<br />
Julio Romero de Torres. La ventana. Modelo<br />
(en primer plano): Carmen Gabucio.<br />
es tan grande que hace trabajos de espionaje para la causa, hasta<br />
que es descubierta y detenida. Al poco tiempo es juzgada, y se le<br />
condena a muerte.<br />
Y una sorpresa más. Aníbal Gabucio Sánchez Mármol, hermano<br />
de Ana María y Carmen, nacido en 1895, militar de carrera,<br />
que había formado parte del Ejercito con Madero y Carranza,<br />
decide viajar a España en 1936 para enrolarse en las Brigadas<br />
Internacionales y defender el gobierno legítimo de la República.<br />
Su actuación en las brigadas fue tan brillante que el comandante<br />
Kléber, le asignó el mando de la artillería —70 cañones— en la<br />
heroica y legendaria defensa de Madrid, llegando a alcanzar el<br />
grado de teniente coronel.<br />
La guerra civil que enfrentó hasta la muerte a los hermanos<br />
españoles, también enfrentó a los hermanos Gabucio. Carmen<br />
salvó su vida, en buena medida por la intercesión que hicieron<br />
sus familiares desde México y por el triunfo de las fuerzas fascistas.<br />
Permaneció en España hasta 1993, año en que sus familiares<br />
mexicanos la trajeron de vuelta, sobreviviendo apenas unos meses<br />
antes de morir en Cuernavaca, Morelos. Al final de la guerra,<br />
Aníbal regresó a México y pasó el resto de sus días con severos<br />
desequilibrios psiquiátricos. Murió en 1960.<br />
De tantas dudas y preguntas que surgen al enfrentar este rompecabezas<br />
—que nunca acabará de reunirse— me quedo con ésta:<br />
¿Sabría Carlos Pellicer, durante su visita a Madrid, al Congreso de<br />
Escritores Antifascistas, en 1937, que sus primos Aníbal y Carmen<br />
se enfrentaban en la misma guerra?<br />
Entre los libros que conservo de la biblioteca de mi tío (la inmensa<br />
mayoría fueron donados a la Biblioteca de El Colegio de<br />
México) encontré uno, de Alfonso Camín. Se titula Lienzos de<br />
España y nuevos motivos del Museo del Prado. La dedicatoria me confirma<br />
esta pequeña investigación: Al poeta Carlos Pellicer, cordialísimo<br />
recuerdo de su amigo y ex pariente. Alfonso Camín, 1959.
IBEROtrivium_prosa poética<br />
42<br />
Mariana<br />
Bernárdez_Poeta y<br />
ensayista, realizó estudios de<br />
posgrado en Letras Modernas<br />
y en Filosofía en la Universidad<br />
Iberoamericana Ciudad de<br />
México. Sus más recientes<br />
libros publicados en poesía son<br />
Trazos de esgrima (<strong>Ediciones</strong><br />
Sin Nombre/UAM, 2011) y<br />
Don del recuento (Parentalia,<br />
2012), y en ensayo: Sendas<br />
del olivo (<strong>Ediciones</strong> Coyoacán,<br />
2011) y Después de los mares<br />
(Instituto Mexiquense de<br />
Cultura, 2012), ganador de<br />
la convocatoria abierta en el<br />
género de ensayo.<br />
El león con ojos<br />
de fuego_<br />
La letra oscura, la perdida por los tiempos y la siempre<br />
buscada por alquimistas y hieráticos de las tradiciones<br />
herméticas; la que abre las puertas del templo aún<br />
vedadas para el políglota iniciado en el misterio de la<br />
creación; la inexistente por no habérsele nunca pronunciado<br />
aunque oville la vocal con la consonante y esconda su<br />
paso en el detrás de la palabra pronunciada. Ésa.<br />
Se aduce que es velada por mecanismos diversos a la razón, pero<br />
de ser cierto, alguna naturaleza intrínseca habrá de personificar,<br />
más allá de una pura negatividad. Otros le refieren la capacidad de<br />
atar y desatar los vericuetos de la memoria. Quizá su falta derive<br />
en la demencia que sobreviene cuando el anhelo de lo justo es<br />
un exceso.<br />
Poco se sabe, por no decir que su posibilidad es acechada por la<br />
charlatanería y las prohibiciones que alejan el alma de la superstición.<br />
A veces, se le adivina en el crepitar de la madera o en el rastro<br />
del agua sobre la piedra, seduce en su forma y los heridos por el<br />
amor la invocan para sanar su carencia; pero ella, no da testimonio<br />
de su hálito, murmura con voz entrecortada durante el sueño o la<br />
duermevela, y tiene a buen recaudo que nada permanezca de su<br />
marcha, salvo la sospecha que arremete contra aquellos, quienes<br />
brillados por su azar, manifiestan la enfermedad virulenta de la<br />
melancolía negra, o los que azuzados creen haber descendido a los<br />
infiernos tras los acordes de Orfeo.<br />
Letra, por no decir “voz”, que insufla su caudal y deja una luminosidad<br />
confusa, por lo que también se le conoce como “la<br />
siempre pura”. Otra historia que la ronda le aduce como origen<br />
haberse desprendido del árbol sefirotal, sino rama quizá hoja…,<br />
se dice que gracias a su evanescencia los ojos entreverados en el<br />
texto conservan su velo.<br />
Entonces, no es una letra ni es una línea, sino un enigma que<br />
hilvana el límite del silencio: no es la pausa ni su blanco, no es el<br />
nombre ni el deseo por el que es invocada, pero los síntomas de su<br />
aparición son innegables: no es el trastabille ni las ideas deshiladas,<br />
no es la neblina ni el gemido que se arropa tras sus pliegues, es<br />
la virulencia que deja el rastro interminable del abandono y una<br />
fiebre tenue que acompaña por días como si el sol hubiera sido<br />
engullido por el doliente.
_Los ojos se<br />
entrecruzan y el león<br />
con ojos de fuego<br />
devora la mano que lo dibuja.<br />
De no ser una línea sería un punto que permanece a través<br />
de su murmullo, repetición que semeja más un presentimiento<br />
que la constatación de su no-existencia. Roto el binomio de<br />
espacio-tiempo, la imagen de Cronos devorando a su hijo es una<br />
pequeña mácula en comparación al talego que habrá de pagarse<br />
al barquero, no sólo para cruzar de uno a otro confín, sino para<br />
acceder a la misericordia del olvido.<br />
¿Cueva?, debió ser tan imponente su auspicio como para vencerse<br />
el miedo provocado por la negrura de su entraña, ¿sería<br />
como volver a nacer, como soltarse y dejarse alumbrar por su<br />
cavidad?, y de tanto no saber alguien recibe una tea del relámpago<br />
y da los primeros pasos hacia su interior: sobre la pared de la<br />
caverna se plasma el juego de la sombra, mientras que afuera el<br />
cielo estrellado impone una magnificencia que es sobrepasada por<br />
el rugido que habita la oscuridad. Los ojos se entrecruzan y el<br />
león con ojos de fuego devora la mano que lo dibuja.<br />
43<br />
Foto: Corbis
Guillermo Samperio_Es uno de los más destacados escritores<br />
mexicanos. Autor de más de 25 libros de cuento, novela, ensayo, literatura<br />
infantil, poesía y crónica. Entre sus libros más recientes están Cuentos reunidos<br />
(Alfaguara, 2007), Cómo se escribe un cuento (Berenice, 2008) y La guerra oculta<br />
(Lectorum, 2008). Su libro de cuentos La Gioconda en bicicleta fue traducido en<br />
2010 al italiano. El presente ensayo, escrito especialmente para IBERO, aborda<br />
la literatura de Jorge Ibargüengoitia (1928-1983), uno de los mayores narradores<br />
de la literatura mexicana y de quien el 22 de enero se cumplieron 85 años de su<br />
nacimiento, y de quien en 2013 conmemoramos 30 años de su muerte.<br />
IBEROtrivium_ensayo literario<br />
44<br />
Jorge Ibargüengoitia. Dibujo de Rogelio Naranjo.<br />
Jorge<br />
Ibargüengoitia_<br />
El mal<br />
humor<br />
del buen<br />
humor<br />
Hablar del humor en la obra de Jorge Ibargüengoitia<br />
parecería, a estas alturas, a 85 años de su<br />
natalicio, a 50 de su debut como dramaturgo<br />
con El atentado, a 48 de la publicación de su<br />
primera novela Los relámpagos de agosto, a 30<br />
del accidente aéreo que lo mató, una obviedad.<br />
Pero siempre me ha intrigado por qué a<br />
pesar de ser el humor la característica más inmediata y notable de<br />
su obra, él la negaba: No soy un humorista, decía con frecuencia.<br />
Juan Villoro en la introducción de la edición crítica de El atentado<br />
y Los relámpagos de agosto que preparó junto con Víctor Díaz<br />
Arciniega (FCE/Conaculta, 2002), afirmó que Ibargüengoitia<br />
desdeñaba su humorismo porque “durante décadas la crítica vivió<br />
en estado de incomprensión respecto a Ibargüengoitia. Fue visto<br />
como un narrador tan divertido como superficial, alguien que se<br />
servía de la prosa para llegar al chiste”.<br />
Me parece que más allá del humor, las tres principales virtudes<br />
de la obra de Ibargüengoitia son: su prosa fluida al servicio de sus<br />
historias; la construcción de sus personajes, cada uno tan diferente<br />
a todos los demás, tan singulares como un amigo; y la sorpresa en<br />
sus argumentos: nunca pasa lo que parece que va a pasar, una y<br />
otra vez caemos en sus trampas argumentales.<br />
En cuanto al humor creo que lo logra con dos estrategias. Primeramente,<br />
la sorpresa: “Estuve absorto durante media hora, admirando<br />
cada una de las partes de su cuerpo y comprendiendo por<br />
primera vez la esencia del arte al que se dedicaba. Cuando hubo<br />
terminado, se preparó para salir, mirándome en silencio; luego me<br />
tomó del brazo de una manera muy elocuente, bajamos una escalera<br />
y cuando estuvimos en la calle, nos encontramos frente a frente<br />
con su chingada madre”. (“La mujer que no” en La ley de Herodes.)<br />
Luego, la desmitificación de los próceres:
Jorge Ibargüengoitia. Dibujo de Rogelio Naranjo.<br />
_Jorge Ibargüengoitia encarna<br />
la frase del escritor francés<br />
Jules Renard: “El humorista es<br />
un hombre de buen mal humor”.<br />
“Periñón descolgó la imagen de la Virgen Prieta que estaba en<br />
el cuadrante, arrancó tres palos del bastidor y amarró el cuadro a<br />
una lanza, convirtiéndola en estandarte.<br />
“—Esta será nuestra bandera —dijo— y con ella venceremos.<br />
“Cuando la iglesia se llenó, salió el presbítero y gritó:<br />
“—¡Viva México! ¡Viva la Independencia! ¡Viva la Virgen Prieta!<br />
“El pueblo le contestó:<br />
“—¡Viva el señor cura Periñón!<br />
“Ni él gritó ‘¡vamos a matar españoles!’ ni matamos a ninguno<br />
aquella noche. Periñón abrió una barrica del vino que él mismo<br />
hacía y nos dio a probar. Estaba agrio. Después dispuso guardias y<br />
nos fuimos a dormir”. (Los pasos de López.)<br />
Respecto a si sus textos eran humorísticos o no, el propio Ibargüengoitia<br />
escribió un artículo en Excélsior que tituló “¿Usted<br />
también escribe?”: “Los artículos que escribí son los únicos que<br />
puedo escribir; si son ingeniosos es porque tengo ingenio, si son<br />
arbitrarios es porque soy arbitrario, y si son humorísticos es porque<br />
así veo las cosas. Quien creyó que todo lo que dije fue en serio, es<br />
un cándido, y quien creyó que todo fue en broma, es un imbécil”.<br />
Aquí me parece está la clave del humor autonegado de Ibargüengoitia.<br />
Veo en él a un hombre cuya lucidez extrema hace<br />
refulgir la estupidez del mundo tanto que lo deslumbra, le molesta.<br />
Jorge Ibargüengoitia encarna la frase del escritor francés Jules<br />
Renard: “El humorista es un hombre de buen mal humor”.<br />
Un ejemplo de esto es la famosa conferencia del ciclo “Los narradores<br />
ante el público”, celebrada en la sala Manuel M. Ponce<br />
del Palacio de Bellas Artes, el 12 de agosto de 1966, y organizado<br />
por el INBA, donde Ibargüengoitia aclaró que iba a responder a<br />
tres preguntas que él mismo se haría porque “creía que el público<br />
era incapaz de hacer preguntas atinadas”, hecho que confirmó<br />
poco más tarde:<br />
“Un joven que estaba en primera fila: Quiero hacer una crítica<br />
de su novela y de lo que usted nos acaba de decir. Sus intereses son<br />
completamente egoístas; usted sólo piensa en sí mismo. Ha escrito<br />
una novela sólo para divertirse. Yo creo que un escritor que no se<br />
interesa en los problemas de su época está condenado al fracaso. Su<br />
novela está destinada a quedarse en el cuarto de los cachivaches.<br />
“El conferenciante: (Haciendo a un lado la circunstancia de que aquello<br />
no era una pregunta): Dígame una cosa, ¿ha leído usted mi novela?<br />
“El joven que estaba en primera fila: No.<br />
“El conferenciante: Si no ha leído mi novela, no ha entendido<br />
nada de lo que he dicho en mi conferencia. Sepa usted que mi<br />
novela ha ganado un premio internacional, ha tenido una edición<br />
cubana de 10,000 ejemplares, una edición mexicana de 4,000<br />
ejemplares, ha sido publicada en forma condensada en una revista<br />
que tira 80,000 ejemplares, ha sido traducida al checo, al rumano<br />
y al polaco, así que no se puede decir de ella que esté entre los<br />
cachivaches y si puede interesarle a un polaco es porque refleja<br />
algunos de los problemas de nuestra época.”<br />
Acerca del mal humor de Ibargüengoitia, su esposa, la pintora<br />
Joy Laville, declaró que “no era sarcástico, pero si algo no le gustó,<br />
lo dijo, ya que era crítico y su crítica le permitía jugar con el<br />
absurdo. Él era muy directo, por eso mismo tenía reputación de<br />
tener mal humor, pero esto es una mentira, él era muy alegre”. (La<br />
Jornada Semanal, diciembre de 2008).<br />
En el número 100 de la revista Vuelta, Jorge Ibargüengoitia le<br />
dedica a Joy Laville un texto llamado “Mujer pintando en cuarto<br />
azul”. Tras comentar las vicisitudes ante las que se enfrentó la pintora<br />
para encontrar materiales para pintar en Londres y cómo fueron<br />
empacados sus lienzos para regresar a México, Ibargüengoitia hace<br />
un descubrimiento con el que quisiera redondear este breve texto:<br />
“Cuando regresamos a México, mi mujer pospuso durante semanas<br />
el momento de abrir la caja de los guaches y desenrollar las<br />
pinturas. Por fin, un día se hizo de ánimo, yo cogí un desarmador,<br />
subimos al estudio y abrimos la caja de madera.<br />
“No podíamos creer lo que veíamos: los colores oscuros, confusos,<br />
que habíamos visto en la luz invernal del semisótano londinense,<br />
eran vivos, definidos y alegres en el estudio de Coyoacán. Lo<br />
que ella había hecho en Londres había resultado un experimento<br />
exitoso. Con los cuadros de Roquetas pasó algo semejante: lo que<br />
parecía aspereza a secas de la tela le dio al color una profundidad<br />
que los pintores muchas veces buscan y rara vez obtienen.<br />
Me quedé pensando: el pintor, lo mismo que el escritor, no sabe<br />
lo que hizo hasta que es demasiado tarde”.<br />
45
Roberto Sánchez de la Vara_Coordinador de Posgrados en<br />
Negocios del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad<br />
Iberoamericana Ciudad de México.<br />
IBERO el viajero ilustrado_<br />
46<br />
Viaje en tren a<br />
Teotihuacán_<br />
Foto: Corbis<br />
Antecedentes históricos<br />
Por decreto del 22 de agosto de 1837 el general Anastasio Bustamante,<br />
en su segundo período como Presidente de la República<br />
Mexicana, otorgó al acaudalado comerciante veracruzano, don<br />
Francisco de Arrillaga el privilegio de establecer un “camino de<br />
hierro” de dos carriles desde el puerto de Veracruz a la ciudad<br />
capital con un ramal a la ciudad de Puebla, por un término de<br />
30 años (hay que recordar que el primer ferrocarril se construyó<br />
en 1830 entre Manchester y Liverpool en el Reino Unido). El<br />
decreto establecía un total de doce años de plazo para la construcción<br />
y puesta en marcha del moderno proyecto. Sin embargo,<br />
en dicho tiempo no se construyó nada por lo que la concesión<br />
se declaró sin validez alguna quedando como un mero intento.<br />
El presidente Antonio López de Santa Anna vio una oportunidad<br />
de negocio personal en la construcción del ferrocarril y así en 1842<br />
firmó un decreto para el tendido de la vía férrea de Perote (casualmente<br />
a una de sus propiedades, el rancho de El Lancero, hoy museo<br />
y donde a mitad del siglo pasado nuestro país diera hospedaje a la<br />
Premio Nobel de Literatura, la chilena Gabriela Mistral) a Veracruz.<br />
Sin embargo la construcción sólo avanzó siete kilómetros, antes de<br />
la primera invasión de los Estados Unidos a nuestro país. Para 1850<br />
la vía tenía una extensión de 13 kilómetros, mismos que fueron<br />
solemnemente inaugurados el 16 de septiembre de 1850, aunque<br />
el servicio al público se inició dos semanas después.<br />
Foto: Corbis
_ Cuando pasaba el tren<br />
por las calles realmente se<br />
extrañaban las personas que<br />
volteaban y lo veían.<br />
El mismo Santa Anna otorgó otra concesión a los hermanos<br />
Mosso para que se trazara la línea de ferrocarril que uniera a Veracruz<br />
con Acapulco (proyecto que hasta la fecha está inconcluso),<br />
y se comenzó el tramo de la ciudad de México hacia Veracruz,<br />
por un lado, y hacia Acapulco por el otro. En 1857 se inicia el<br />
servicio de Tlatelolco a la Villa de Guadalupe con la presencia del<br />
presidente Ignacio Comonfort.<br />
En 1861 el presidente Benito Juárez renueva la concesión a don<br />
Antonio Escandón para unir ambos litorales, pero es realmente el<br />
emperador Maximiliano quien impulsa y da las facilidades necesarias<br />
para la construcción ferroviaria creando la Compañía Imperial<br />
Mexicana. En la época de la restauración de la República<br />
se había completado casi el 60% de la superficie hacia el Golfo de<br />
México, y en 1869 el presidente Juárez puso en marcha casi todos<br />
sus tramos, pero es hasta enero de 1873 cuando el presidente Sebastián<br />
Lerdo de Tejada inaugura, con toda solemnidad, el tramo<br />
completo, haciendo el viaje en ferrocarril con una gran comitiva<br />
y un mareo extremo.<br />
La explotación comercial de los ferrocarriles se inició al mes<br />
siguiente con un portento de ingeniería que incluía diez viaductos,<br />
148 puentes y 30 estaciones sin terminar a excepción de la de<br />
Puebla (la de Buenavista y Veracruz se comenzaron en 1873, y es<br />
hasta 1906 cuando todas las estaciones se concluyeron). México<br />
entraba así a la modernidad, con 36 años de retraso (1837-1873)<br />
con el denominado Ferrocarril Mexicano.<br />
A finales de 1876 asume por primera vez el cargo de Presidente<br />
de la República el general Porfirio Díaz Mori. Él y su ministro<br />
de Fomento, el también general Vicente Riva Palacio, fueron dos<br />
entusiastas convencidos de que el progreso llegaría a México por<br />
medio del ferrocarril, el telégrafo y la energía eléctrica. Así, en<br />
1877 se otorgan las primeras concesiones a inversionistas mexicanos,<br />
se comunica a las ciudades de Toluca, Guanajuato, Oaxaca,<br />
Celaya, León, Salamanca, Irapuato, Cuautla, Cuernavaca, Lagos,<br />
Aguascalientes, y en la Península de Yucatán se comienza a conectar<br />
desde Mérida a poblados cercanos y se tiene línea hasta Campeche.<br />
Poco a poco el territorio nacional quedaba comunicado.<br />
Al terminar el primer periodo presidencial del general Porfirio<br />
Díaz se otorga la primera concesión a inversionistas estadounidenses.<br />
Se crea la empresa Ferrocarril Central Mexicano en<br />
septiembre de 1880 con sede en Boston, para construir una línea<br />
de vía ancha desde Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez) hacia<br />
el sur, así como el ferrocarril que conectaría Guadalajara con la<br />
ciudad capital. Ese mismo año se otorgó una concesión a otra<br />
empresa fundada en Denver, Colorado, denominada Compañía<br />
Constructora Nacional, que se encargaría de los tramos de Manzanillo<br />
a Morelia. Finalmente también se otorgó otra concesión a<br />
una tercera empresa, la Compañía de Fierro Nacional Mexicana<br />
Tren Ejecutivo<br />
KCSM. Fotografía:<br />
Cortesía de Kansas<br />
City Southern de<br />
México.<br />
(ésta y la Compañía Constructora Nacional se fusionarían más<br />
tarde), que tenía el tramo de Nuevo Laredo a la capital del país.<br />
Se construyó también una estación en San Lázaro en la ciudad<br />
de México, cuya concesión fue otorgada a don Delfín Sánchez,<br />
yerno de Benito Juárez.<br />
La línea ferroviaria de México a Teotihuacán fue iniciada en<br />
1892, cuando el presidente Díaz dio impulso a las expediciones<br />
arqueológicas y se recorrió buena parte del centro del país para<br />
descubrir el pasado indígena enterrado por los conquistadores a<br />
su paso. En 1895 se llevó a cabo la XI Reunión del Congreso de<br />
Americanistas, motivo por el cual el Presidente obsequió a los<br />
participantes con un viaje precisamente a la zona arqueológica.<br />
La excursión partió muy temprano desde la recién construida<br />
estación de Buenavista, ubicada cerca del nuevo y lujoso barrio<br />
de Santa María la Ribera (al lado del Río Consulado) a donde se<br />
habían mudado algunos de los ricos del momento.<br />
Antes de comentar mi interesante viaje en tren a la zona arqueológica<br />
de Teotihuacán, he querido ofrecer a los lectores estos<br />
antecedentes históricos, y, para concluirlos, únicamente añadiré<br />
que el ferrocarril va de la mano del progreso en todas las economías<br />
y que México no debería estar tan rezagado en ello. Cuando<br />
se nacionalizan las empresas y pasan a ser del Estado mexicano<br />
se deja de invertir. Sólo hay que imaginar cómo sería México si<br />
contáramos con una red ferroviaria de pasajeros, con trenes de alta<br />
velocidad que unieran nuestros principales destinos. Es deseable y<br />
muy necesario que esto ocurra.<br />
En nuestro país, ya hay participación privada desde 1997 en ferrocarriles<br />
de carga, no así de pasajeros porque simplemente no los<br />
tenemos, a excepción de las líneas turísticas del Expreso Maya, el de<br />
Tequila (que comentaremos en una siguiente entrega), el de la Sierra<br />
Tarahumara y éste, que ahora me ocupa, a la Ciudad de los Dioses.<br />
47
el viajero ilustrado_<br />
IBERO<br />
48<br />
El viaje a Teotihuacán<br />
Mi buen amigo y ex presidente de la American Chamber de<br />
México, José Zozaya, presidente de Kansas City Southern de México<br />
y que tiene la concesión del gobierno mexicano de explotar<br />
las líneas de tren para carga, se dio a la tarea de reconstruir con la<br />
mayor fidelidad este tren, tal y como estaba a principios del siglo<br />
XX, y que ahora utiliza dentro de sus programas de atención a<br />
invitados especiales y como parte de la campaña de relaciones<br />
públicas de la empresa.<br />
Pepe nos invitó a un grupo de funcionarios de la Embajada<br />
estadounidense en México, así como a varios pasajeros mexicanos,<br />
en mayo de 2012, a una singular aventura: un viaje en tren a<br />
Teotihuacán. La cita era puntual a las 8 de la mañana en el Hotel<br />
Camino Real desde donde fuimos trasladados en autobús hasta<br />
un costado del imponente Museo Soumaya en Plaza Carso. Ahí<br />
ya nos esperaba el tren. Con música de mariachi fuimos subiendo<br />
lentamente al vagón trasero de un convoy de cuatro carros, lujosamente<br />
decorados. Se entra primero al bar y, de ahí en adelante,<br />
fuimos distribuidos en los demás vagones.<br />
A las 9 en punto se oyeron con extrañeza los silbatos del tren<br />
y así comenzó nuestra aventura de dos horas de delicioso viaje,<br />
pasando por zonas urbanas deterioradas y casas construidas a lo<br />
largo de la vía. Cuando pasaba el tren por las calles realmente se<br />
extrañaban las personas que volteaban y lo veían. La locomotora<br />
que nos llevaba iba precedida de una camioneta con rieles que<br />
llevaba personal de seguridad y que se detenía antes de pasar por<br />
cualquier calle para detener el tráfico. Fue una delicia cuando<br />
salimos al campo y vimos en toda su extensión la planicie que<br />
separa a la ciudad del interior. Después de haber degustado un<br />
sabroso desayuno en el vagón comedor de dos pisos, pudimos<br />
disfrutar del paisaje con música mexicana de fondo muy discretamente<br />
escogida. Toda una experiencia es el servicio sanitario, el<br />
lujo se ve por todas partes dentro de las cabinas, y las habitaciones<br />
que nos fueron enseñadas son también un alarde de buen gusto<br />
y refinamiento.<br />
_El arrullar y<br />
golpetear del tren<br />
sobre las vías<br />
nos provocó un sopor de<br />
satisfacción y gusto por<br />
admirar lo glorioso que<br />
fueron los pueblos del<br />
Anáhuac, los antiguos<br />
mexicas, y pensar en<br />
glorias futuras que<br />
deparen a la gran nación<br />
actual.<br />
Llegamos a la estación en las afueras del sitio arqueológico, un<br />
edificio pequeño de hace más de un siglo al que el tiempo le ha<br />
pegado por todas partes y que ahora yace ruinoso ante quienes<br />
lo miran. En camionetas que ya esperaban a los visitantes fuimos<br />
trasladados hacia la entrada del parque arqueológico por una de<br />
sus puertas donde primero se topa uno con un sinnúmero de<br />
puestos donde se expenden todo tipo de artesanías de diversos<br />
precios y para todos los gustos e intereses.<br />
Cada vez que visito la zona sagrada de Teotihuacán viene a mi<br />
mente aquel espectáculo maravilloso de otras épocas, hoy en desuso,<br />
de Luz y Sonido, y de lo imponente de la puesta en escena<br />
de la historia fantástica del lugar, génesis de la cultura tolteca,<br />
mexica y por tanto nacional, hoy un tanto olvidado en cuanto a<br />
su mantenimiento (se ve basura por doquier), pero magnífico en<br />
su pasado glorioso del pueblo que encontraron los conquistadores<br />
españoles en 1519.<br />
Después de una visita de casi tres horas (contando con la subida a<br />
la “Tonatiuh Itzacual” (Pirámide del Sol) o bien a la “Metztli Itzacual”<br />
(Pirámide de la Luna) y habiéndonos reunido en el punto de<br />
partida, fuimos a La Gruta, extraordinario comedero típico (restaurante)<br />
enclavado en una abertura rocosa que fue transformada<br />
desde finales del siglo XIX en lugar de reunión por excelencia<br />
donde la gastronomía y las danzas mexicanas se dan estrechamente<br />
la mano al calor siempre de la bebida nacional: destilado del agave,<br />
cada vez más competido por el mezcal traído desde la bella y<br />
prodigiosa Oaxaca. Al son de la música se fueron consumiendo<br />
los minutos de una experiencia inolvidable. Siendo ya el momento<br />
de regresar, lo hicimos plácidamente entre las atenciones del<br />
personal de la empresa y de los tripulantes y camareros del tren.<br />
El regreso fue mucho más relajado, habiendo satisfecho con mucho<br />
los sentidos. El arrullar y golpetear del tren sobre las vías nos<br />
provocó un sopor de satisfacción y gusto por admirar lo glorioso<br />
que fueron los pueblos del Anáhuac, los antiguos mexicas, y pensar<br />
en glorias futuras que deparen a la gran nación actual.
IBEROgente que cambia al mundo_encuesta<br />
IBERO<br />
50<br />
Los alumnos<br />
de la Ibero<br />
ante la<br />
Reforma<br />
Educativa_<br />
Entre la esperanza<br />
y la decepción<br />
Brenda Macías Sánchez_Redactora de IBERO.<br />
Ante las expectativas y debates que ha generado la Reforma Educativa emprendida<br />
por el nuevo gobierno federal, algunos alumnos de la Ibero exponen sus puntos<br />
de vista en relación con estos cambios orientados a mejorar la educación en México<br />
luego del reconocimiento explícito de su bajo nivel en relación con otros países.<br />
Rubén Mejía Squivias_<br />
Control al SNTE<br />
Espero que le pongan un<br />
control y un orden al SNTE,<br />
el sindicato más poderoso de<br />
América Latina que mucho daño<br />
le hace al país. Espero cambios<br />
radicales: que los recursos que<br />
recibe la SEP, la dependencia<br />
que más dinero tiene, se<br />
inviertan en proyectos realmente<br />
productivos, principalmente en el<br />
tema de la educación inicial, para<br />
que lleguen a más comunidades<br />
del país.<br />
Licenciatura en Derecho, 6°<br />
semestre.<br />
Esteban González López_Más acceso a oportunidades de<br />
estudio<br />
Espero que la educación de nuestro México vaya mejorando para que<br />
más alumnos tengan acceso a oportunidades de estudio, porque hay<br />
muchas personas que no tienen la forma de pagar su educación. Ojalá que<br />
con la Reforma se eliminen las trabas y los elitismos. Además, creo necesario<br />
regularizar a los profesores que no dudo que sean buenos, pero les falta<br />
capacitación y más herramientas pedagógicas.<br />
Técnico Superior Universitario en Hoteles y Restaurantes, primer semestre.<br />
Levi Hazael Yralda Ortega_El cambio será muy lento<br />
Se supone que con la Reforma Educativa va a mejorar la calidad de los<br />
maestros, pero he leído que el cambio será muy lento. Los chinos tardaron<br />
veinte años, y hay que imaginar el tiempo que necesita México dado el gran<br />
retraso que padece. Me preocupan los niños porque no están aprendiendo,<br />
sobre todo en los rubros de ciencias y matemáticas. No sé si son los profesores<br />
o los planes de estudio, pero los niños no saben razonar. Espero que esta<br />
reforma incluya un cambio radical para que las personas aprendan a razonar,<br />
sean críticas y no sólo memoricen.<br />
Ingeniería Química, 4° semestre.
Jonathan Espinosa Nishisawa_Más<br />
preparación y mejores sueldos<br />
Espero que con la Reforma Educativa quiten<br />
a Elba Esther Gordillo, la lideresa del SNTE;<br />
sólo así se mejoraría la educación y se impulsaría<br />
a los maestros para que tengan mejores sueldos<br />
y estén más preparados. Eso sí: quienes no<br />
cumplan con las expectativas, que sean retirados<br />
de sus puestos.<br />
Licenciatura en Derecho, 5° semestre.<br />
Georgina Hernández Villa_Mayor<br />
capacitación a los maestros<br />
Yo esperaría que con la Reforma Educativa<br />
se capacitara mejor a los maestros: que<br />
les pusieran más exámenes para detectar sus<br />
habilidades y competencias, porque hay maestros<br />
que no saben lo que están diciendo, no explican<br />
bien y tienen en las manos el futuro de México.<br />
Espero que con esta reforma se invierta mejor el<br />
tiempo en el salón de clases.<br />
Licenciatura en Comunicación, 4° semestre.<br />
Daniel Rodríguez Rodríguez_Nada<br />
nuevo en la Reforma<br />
En realidad no espero tanto de la Reforma<br />
Educativa, quizá peco de pesimismo, pero<br />
no creo que con la evaluación a los docentes se<br />
resuelva un problema arraigado en el sistema<br />
mexicano que tiene que ver con aspectos más<br />
complejos, técnicos y mediáticos: los sindicatos.<br />
No creo que haya nada nuevo en esta reforma. Lo<br />
único que creo es que el gobierno de Peña Nieto<br />
quiere aparentar que está haciendo las cosas<br />
bien en la forma, aunque en el fondo no vaya a<br />
remediarse nada.<br />
Doctorado en Antropología Social.
La ibero, líder en<br />
educación e innovación<br />
Pedro Rendón López y Jorge Tovalín González Iturbe_Redactores de IBERO.<br />
IBEROactualidad ibero_<br />
52<br />
Otorgan a la Ibero el<br />
Premio Jerusalem 2012<br />
La Universidad Iberoamericana fue condecorada<br />
con el Premio Jerusalem 2012. Este reconocimiento,<br />
otorgado anual e internacionalmente<br />
por el Departamento de Actividades Sionistas, la<br />
Organización Sionista Mundial, la Municipalidad<br />
de Jerusalem y el Consejo Sionista de México, fue<br />
recibido por el Rector José Morales Orozco, S. J.<br />
El Jerusalem es un premio al espíritu humanista de justicia<br />
e identificación entre los hombres y los pueblos, otorgado a<br />
personas e instituciones que por su trayectoria y aportaciones<br />
han logrado distinguirse en México, y que a pesar de no<br />
ser judíos se han identificado plenamente con Israel.<br />
A nombre de la Ibero, el Rector Morales Orozco dijo sentirse<br />
honrado por ser acreedora la Universidad Iberoamericana a<br />
este reconocimiento que representa lo que se hizo y lo que<br />
se hace, y al mismo tiempo ser un impulso y una invitación a<br />
que la Ibero siga siendo un instrumento de la sociedad civil<br />
de búsqueda de relaciones armoniosas entre la comunidad de<br />
México, la judía y el pueblo de Israel.<br />
En la ceremonia de entrega estuvieron presentes la Embajadora<br />
de Israel en México, Rodica Radian-Gordon; David Beja,<br />
vicepresidente de la Comunidad Sefaradí; Ariel Hojchman, presidente<br />
del Consejo Sionista de México; y Mauricio Lulka, director<br />
del Comité Central de la Comunidad Judía de México.<br />
Lanzan Premio 2013 Innovación<br />
Sustentable Walmart+Ibero<br />
La Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química, el Departamento<br />
de Ingeniería y Ciencias Químicas (ICQ)<br />
de la Universidad Iberoamericana y Walmart México y<br />
Centroamérica, lanzaron el Premio 2013 Innovación Sustentable<br />
Walmart+Ibero, en el que podrán concursar estudiantes de licenciatura<br />
y posgrado de instituciones públicas y privadas.<br />
El Premio 2013 Innovación Sustentable Walmart+Ibero está abierto<br />
a la participación de alumnos de ingeniería, economía, diseño<br />
industrial o arquitectura, que radiquen en México y tengan<br />
proyectos sustentables de gestión integral de residuos, energías<br />
alternativas o eficiencia energética, uso sustentable del agua o<br />
empaques y embalajes con menor impacto ambiental.<br />
En el lanzamiento estuvieron presentes en el presidium, por parte<br />
de la Ibero, la maestra Patricia Espinosa, directora de la División<br />
de Ciencia, Arte y Tecnología; el doctor Jorge Ibáñez, director del<br />
Departamento de ICQ; Víctor Manuel Basaguren, presidente de la<br />
Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química; y Andrea Espinosa,<br />
directora del Premio 2013 Innovación Sustentable Walmart+Ibero y<br />
miembro de la Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química.<br />
También Luis Gómez, vicepresidente de Asuntos Corporativos<br />
de Walmart de México y Centroamérica; Manuel Gómez, director<br />
de Sustentabilidad de Walmart de México y Centroamérica;<br />
Juan Carlos Belausteguigoitia, director del Centro Mario Molina;<br />
y Gerardo Pandal, director de proyectos y Energías Renovables<br />
de Guascor de México.
Sylvia Schmelkes,<br />
académica de la Ibero, recibe<br />
el Premio Mundial de las<br />
Ciencias Eureka 2012<br />
Con una trayectoria de cuatro<br />
décadas como investigadora,<br />
la doctora Sylvia Schmelkes,<br />
directora del Instituto de Investigaciones<br />
para el Desarrollo de la<br />
Educación, Inide, de la Ibero, recibió<br />
el Premio Mundial de las Ciencias<br />
Eureka 2012, en la categoría Personalidades<br />
del Saber y las Ciencias.<br />
Schmelkes fue parte de las personalidades<br />
y organizaciones reconocidas<br />
por sus proyectos, publicaciones<br />
y trabajo en materia educativa, en el<br />
marco de la Tercera Bienal Mundial de<br />
Educación, Estimulación y Desarrollo<br />
Infantil, realizada en el Palacio de<br />
los Congresos y Convenciones de La<br />
Habana, Cuba.<br />
Entregado por el Consejo Mundial<br />
de Investigadores y Académicos Universitarios,<br />
que incluye académicos<br />
de 32 ciudades del mundo, el Premio<br />
Mundial de las Ciencias Eureka consta<br />
de 17 categorías distintas, que reconocen<br />
a quienes ejerciendo su trabajo<br />
político, educativo e investigativo,<br />
proponen el camino para la construcción<br />
de un mundo mejor.<br />
Además de la investigadora de la<br />
Ibero, los nominados al Premio Mundial<br />
de las Ciencias Eureka 2012, en la<br />
categoría Personalidades del Saber<br />
y las Ciencias, fueron Richard Visser,<br />
ministro de Salud y Deporte de Aruba;<br />
Robert Pasternak, ex ministro de<br />
Educación Especial de Estados Unidos,<br />
y Alberto Juantorena, presidente<br />
del Comité Olímpico Cubano.<br />
Lidera Ibero innovador proyecto<br />
educativo <strong>intercultural</strong> en Guerrero<br />
Con la participación de 150 maestros<br />
y dos mil 500 estudiantes de la<br />
Escuela Primaria Intercultural Bilingüe<br />
Juan Álvarez, en la comunidad de<br />
Xochistlahuaca, Guerrero, la maestra Joan<br />
Marie Feltes, colaboradora del Instituto<br />
de Investigaciones para el Desarrollo de<br />
la Educación (Inide), de la Universidad<br />
Iberoamericana, lidera el rescate de la<br />
cultura e identidad de dicha comunidad<br />
lingüística, al integrar el saber local a los<br />
conocimientos escolares oficiales.<br />
Por medio de la práctica denominada<br />
Cultura e identidad con educación ambiental,<br />
coordinada por la especialista en educación<br />
<strong>intercultural</strong> bilingüe, la Escuela Juan<br />
Álvarez se convirtió en uno de los veinte<br />
casos ganadores de la Cumbre de Líderes<br />
en Acción por la Educación, CLASE 2012<br />
(encargada de hacer visibles las buenas<br />
prácticas de escuelas públicas de educación<br />
básica de distintos puntos de México),<br />
debido a la innovadora implementación<br />
de la metodología pedagógica de doble<br />
inmersión por primera vez en una escuela<br />
indígena mexicana.<br />
Para la maestra Feltes, quien también<br />
es coordinadora estatal del Diplomado<br />
Escuela y Comunidad, impartido por<br />
la Ibero a profesores de Guerrero, parte<br />
del éxito de dicha estrategia radica en la<br />
aceptación de que, para aprender a escribir<br />
y hablar tanto en español como en<br />
ñomndaa (dialecto de la zona), los niños<br />
necesitan espacios separados de práctica<br />
para las dos lenguas, así como maestros<br />
altamente capacitados en cada una.<br />
Tal como documenta el video que representantes<br />
de la Cumbre de Líderes en<br />
Acción por la Educación grabaron en su<br />
viaje a Xochistlahuaca (http://clase.org.<br />
mx/2012/), la metodología aplicada en<br />
dicho colegio ha promovido un bilingüismo<br />
equilibrado y un diálogo <strong>intercultural</strong>,<br />
en medio de un ambiente de trabajo<br />
colaborativo que aprovecha el entorno<br />
natural para suplir la falta de mobiliario o<br />
infraestructura.<br />
53
Adónde ir y por qué_El<br />
ocio nos lleva por caminos de satisfacción y<br />
entretenimiento que constituyen lo más cercano al<br />
asueto, pero también lo más cercano a la recreación, a la<br />
exploración y el goce de los sentidos.<br />
IBEROitinerario del ocio_<br />
54<br />
DANZA<br />
Azul... como una ojera de mujer<br />
Inspirada en la canción homónima<br />
de Agustín Lara, esta pieza dancística<br />
interpretada por la compañía<br />
Contempodanza, que a lo largo de<br />
cinco lustros ha marcado un hito en<br />
el movimiento de la danza mexicana,<br />
se compone de varios cuadros<br />
coreográficos, entre ellos “Delirio”,<br />
“Ensayo de una pasión”, “Azul…<br />
como una ojera de mujer” y “Mambo<br />
a la Bracque”. Creada y dirigida por<br />
Cecilia Lugo, esta puesta en escena<br />
evoca la estética y el marco histórico<br />
de las películas de rumberas y las<br />
producciones cinematográficas de<br />
Juan Orol, y retoma una frase de la<br />
canción “Azul”, de Lara, como icono<br />
eminentemente femenino, territorio<br />
seductor, profundo y azul como el<br />
mar y misterioso como cada mujer,<br />
descubriéndose a cada paso. Los<br />
bailarines Guadalupe Acosta, Irvin<br />
Guerrero, Gabriela Gullco, Marely<br />
Romero, Ugo Ruiz, Leonardo<br />
Schwartz e Itzel Zavaleta, estarán<br />
acompañados por música coral original<br />
de Eduardo González y diseño<br />
multimedia de Alain Kerriou, Sara<br />
Ramos y Carlos Sánchez.<br />
Teatro de la Ciudad de México<br />
“Esperanza Iris”, 8 de marzo<br />
Pedro Diego Alvarado: Forma y<br />
metáfora<br />
Forma y metáfora. Una selección de obra,<br />
1983-2012, es la primera exposición<br />
retrospectiva del reconocido pintor mexicano<br />
Pedro Diego Alvarado, que ofrece<br />
al espectador una revisión novedosa de<br />
México a través del color, la textura y voluptuosidad<br />
de sus bodegones, naturalezas<br />
muertas y paisajes, que dan testimonio<br />
de su aguda visión estética y de su sentir<br />
por la tierra mexicana, reconciliando<br />
en sus telas el pasado y el presente de<br />
nuestro país. En esta muestra se exhiben<br />
las pinturas tempranas donde el autor<br />
hace un merecido homenaje a sus dos<br />
maestros: Ricardo Martínez y Henri<br />
Cartier-Bresson, y reúne la obra realizada<br />
entre 1996 y 2000, donde la iconografía<br />
de Alvarado se impregna de un marcado<br />
sentimiento de intimidad, además de la<br />
producción de la primera década del siglo<br />
XXI, en la que los temas se presentan más<br />
relajados, casi lúdicos, llenando los lienzos<br />
con frutos y vegetales voluptuosos que<br />
parecieran estar a punto de desbordarse.<br />
Antiguo Colegio de San Ildefonso, hasta el 10<br />
de marzo<br />
Artes visuales_<br />
Manuel Álvarez Bravo, una biografía cultural<br />
Para conmemorar el décimo aniversario luctuoso de Manuel Álvarez Bravo, referente obligado<br />
de la fotografía mexicana, se organizó esta muestra integrada por más de 300 piezas, incluidas<br />
fotografías de su autoría además de obra plástica de artistas nacionales y extranjeros que le fueron<br />
contemporáneos, arte prehispánico, carteles, libros y revistas, entre otras piezas. A decir del curador,<br />
Horacio Fernández, no se trata de una exposición tradicional de fotografía, sino que busca exhibir<br />
el universo cultural, personalidad e influencias de Álvarez Bravo, de tal forma que también están<br />
presentes las obras de artistas como Henri Cartier-Bresson, Josef Koudelka, Mariana Yampolsky,<br />
David Alfaro Siqueiros, Manuel Felguérez, Francisco José de Goya, Lucas Cranach y Rembrandt<br />
Harmenszoon van Rijn, que fueron una referencia y fuente de inspiración del destacado fotógrafo<br />
mexicano.<br />
Museo del Palacio de Bellas Artes, hasta el 3 de marzo
TEATRO<br />
Paisaje marino con<br />
tiburones y bailarina<br />
Dirigida y actuada por Bruno<br />
Bichir, esta pieza teatral del<br />
dramaturgo estadunidense Don<br />
Nigro es una comedia romántica<br />
y cáustica, en la que los<br />
protagonistas de la historia, Ben<br />
y Tracy, se conocen en circunstancias<br />
poco convencionales:<br />
durante un paseo nocturno<br />
en la playa Ben encuentra a<br />
Tracy ahogándose en el mar, la<br />
rescata y la lleva a su casa para<br />
que se recupere. Así comienza<br />
la historia de su romance, pero<br />
también de sus desencuentros,<br />
saliendo a la luz su naturaleza<br />
oscura que los hará confrontarse,<br />
y propiciará que el espectador<br />
se cuestione en qué consiste, al<br />
final del día, el amor.<br />
Foro Shakespeare, hasta el 27 de<br />
abril<br />
ÓPERA<br />
Turandot para niños<br />
En la ópera, la literatura y la música se<br />
conjugan para permitir a los pequeños<br />
construir mundos alternos en su imaginación,<br />
donde tienen cabida personajes fantásticos,<br />
princesas y hadas. En este espectáculo, basado<br />
en la obra homónima de Giacomo Puccini,<br />
Turandot, la legendaria princesa china vive<br />
bajo una especie de maldición por la cual todo<br />
aquel que pretenda su amor debe resolver<br />
tres enigmas; 12 jóvenes lo intentaron sin<br />
éxito antes de que Calaf saliera triunfante.<br />
Belem Rodríguez, cantante de ópera con<br />
una extraordinaria voz, interpreta a Turandot,<br />
acompañada por solistas y un coro que utilizan<br />
elementos y técnicas de la tradición teatral<br />
oriental.<br />
Lunario del Auditorio Nacional, 24 de<br />
febrero y 3 de marzo<br />
Sabor que el buen<br />
gusto avala en...<br />
Carne en<br />
su jugo<br />
Antojitos tapatíos y más...<br />
Santa Fe<br />
Plaza Zéntrika<br />
Local G-7<br />
Tel. 2591 0459 y<br />
2591 0371<br />
Hamburgo<br />
332 Col. Juárez<br />
Tel. 5211 7708<br />
Satélite<br />
Pafnuncio Padilla<br />
No.16<br />
Ciudad Satélite<br />
Tel. 1663 0903 y<br />
1663 0905<br />
Taco de<br />
camarón<br />
Insurgentes<br />
Sur 1605<br />
Local 14, Col.<br />
San José Insurgentes,<br />
Tels. 5661 2875<br />
y 5663 5607<br />
Torta ahogada<br />
Aguachile<br />
pialaderoguadalajara@gmail.com<br />
www.elpialaderodeguadalajara.mx
Dispositivos e instrumentos<br />
que facilitan la vida_ El desarrollo<br />
tecnológico cobra su mayor sentido cuando nos facilita la<br />
vida sin que ello quiera decir que nos<br />
propicie la pereza.<br />
IBEROInnovación tecnológica_<br />
56<br />
Sensor inteligente para<br />
el cuidado de plantas<br />
l Parrot Flower Power<br />
Ees un sensor inteligente<br />
inalámbrico que utiliza la<br />
tecnología Smart Bluetooth<br />
para informar sobre las<br />
necesidades de luz,<br />
humedad, temperatura o<br />
fertilizante que necesita<br />
la planta en la que esté<br />
colocado este dispositivo.<br />
Cuenta con una base<br />
de datos que contiene<br />
información sobre 6,000<br />
tipos de plantas, y a<br />
través de una aplicación<br />
dedicada, exclusiva para<br />
los dispositivos móviles<br />
de Apple, el Parrot Flower<br />
Power manda una alerta al<br />
usuario, para avisar sobre<br />
las necesidades inmediatas<br />
y los cuidados que requiere<br />
la planta para su óptimo<br />
crecimiento.<br />
Memoria USB de gran capacidad<br />
on una longitud de aproximadamente 7 cm y elaborada<br />
Cen titanio resistente a los golpes, Kingston dio a conocer<br />
su memoria USB con capacidad de un Terabyte, que<br />
representa la combinación perfecta entre mayor espacio<br />
en un menor tamaño. Única en su género, la Data Traveler<br />
HyperX Predator 3.0, cuenta con velocidades de hasta<br />
240MB/s de lectura y 160MB/s de escritura gracias a la<br />
certificación SuperSpeed USB 3.0, y puede almacenar<br />
una gran cantidad de información, equivalente a 200 mil<br />
canciones en MP3, lo cual reemplaza el uso de un disco<br />
duro externo.<br />
Reloj de energía solar con pantalla táctil<br />
El reloj Sunstich, creado por el diseñador británico<br />
Michael Young para la marca O.d.m., funciona a<br />
través de energía solar y cuenta con una batería de litio,<br />
que ofrece un respaldo para los días nublados. Su pantalla<br />
táctil LCD opera en forma digital y muestra la hora ya<br />
sea con números o con las tradicionales agujas, según se<br />
prefiera. Con tecnología de vanguardia, este reloj de bajo<br />
mantenimiento y larga duración, posee una interfaz que<br />
cambia sus funciones con sólo tocar puntos específicos<br />
de la pantalla.<br />
Cámara con funciones de smartphone<br />
Con el sistema operativo Android 4.1<br />
Jelly Bean, un visor de 4.8 pulgadas,<br />
zoom óptico de x21 y sensor de 16<br />
megapixeles, Samsung Galaxy Camera es<br />
un dispositivo inteligente que posee una<br />
alta calidad fotográfica, varios modos de<br />
disparo profesionales y nuevas opciones<br />
de edición. Asimismo, cuenta con funciones<br />
características de un smartphone,<br />
entre ellas editar, compartir o publicar de<br />
inmediato cualquier imagen, consultar<br />
el correo electrónico, jugar y ejecutar las<br />
aplicaciones de la Play Store de Android.<br />
Báscula inteligente para el control de peso<br />
Fitbit Aria es una báscula de baño inteligente con Wi-Fi integrado, que ayuda<br />
en el control de peso a través del cálculo del porcentaje de grasa y el índice de<br />
masa corporal y muscular, gracias a los electrodos de alta precisión incluidos en su<br />
superficie de cristal. Con una gran cantidad de gráficos en línea y herramientas para<br />
el celular, este dispositivo actualiza la información de hasta siete usuarios diferentes<br />
en una cuenta privada de Internet, de modo que cada uno puede disponer de sus<br />
datos con la aplicación gratuita Fitbit para iPod, iPhone y iPad, y así dar seguimiento<br />
a largo plazo al control de su peso.