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Diálogo intercultural - Ediciones Universitarias

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24<br />

4 o<br />

aniversario<br />

Revista de la Universidad Iberoamericana<br />

Número 24 Febrero-marzo de 2013<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA Diálogo <strong>intercultural</strong> Año IV Febrero-marzo 2013<br />

Diálogo<br />

<strong>intercultural</strong><br />

José Luis<br />

Caballero<br />

Ochoa_Miguel<br />

Carbonell_<br />

Natalio<br />

Hernández_<br />

Miguel León-<br />

Portilla_Jesús<br />

Maldonado,<br />

S. J._Juan<br />

Pablo Vázquez<br />

Gutiérrez_<br />

Pedro J. de<br />

Velasco R., S. J.<br />

Carlos Muñoz<br />

Izquierdo_Líder Ibero_<br />

Leonardo Nierman_<br />

En el vértigo de la<br />

transparencia_<br />

Carlos Pellicer y sus<br />

raíces españolas_<br />

Mariana Bernárdez y<br />

Guillermo Samperio_<br />

Textos inéditos<br />

PORTE PAGADO<br />

PP15-5159<br />

(PUBLICACIÓN PERIÓDICA)<br />

AUTORIZADO POR SEPOMEX<br />

Roberto Sánchez de la Vara_Viaje en tren a Teotihuacán


DIRECTORIO<br />

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

CIUDAD DE MÉXICO<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector<br />

Dr. Javier Prado Galán, S. J. Vicerrector<br />

Académico<br />

IBERO, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD<br />

IBEROAMERICANA<br />

Consejo editorial: Víctor Gavito,<br />

Miguel Ángel Granados Chapa ✝,<br />

Sharon Flores Jiménez, Vicente<br />

Leñero, José Morales Orozco, S. J.,<br />

Esther Nissán, María Nieves Noriega<br />

de Autrey, Eugenio Páramo Ortega,<br />

S. J., Javier Prado Galán, S. J.<br />

Comité de asesores: Agustín Basave,<br />

José Carreño Carlón, Lourdes Esperón,<br />

Ignacio Padilla, Carlota Peón, Gilberto<br />

Prado Galán, Gloria Prado Garduño,<br />

Alberto Ruiz Treviño, Helena Varela,<br />

Gabriela Warkentin<br />

Director: Carlos Deveaux Homs<br />

Director editorial: Juan Domingo<br />

Argüelles<br />

Asistente editorial: Beatriz Palacios<br />

Administración: Áurea Maristany<br />

Información: Angélica Cortés, Paola<br />

García Alarcón, Francelia Vargas<br />

Redacción: Osvelia ramírez, Pedro<br />

Rendón, Brenda Macías Sánchez,<br />

Jorge Tovalín<br />

revistaibero@uia.mx<br />

(55) 5950-4197<br />

Consulta la versión electrónica en:<br />

www.uia.mx/revistaibero/<br />

24<br />

GRUPO MEXICANO DE MEDIOS,<br />

S. A. DE C. V.<br />

Socios directores: Elías González<br />

Rogel, Ricardo Rubio Martínez<br />

Editora gráfica: Albelia Gamboa y<br />

Vázquez<br />

Diseño: J. Pedro Hernández Romero<br />

Ventas: Gerardo Hernández Peralta,<br />

Ayax Romero Estrada, Manuel Ulaje<br />

Ochoa<br />

Atención a clientes: Lupita Espínola<br />

Medina<br />

VENTAS PUBLICIDAD<br />

(55) 5291-5577<br />

ventas@gmmedios.com.mx<br />

Síguenos en<br />

Revista Ibero<br />

Diálogo <strong>intercultural</strong><br />

03 Dr. José Morales Orozco, S. J._Carta<br />

del Rector<br />

04 Juan Pablo Vázquez Gutiérrez_<br />

Multiculturalismo y diálogo <strong>intercultural</strong><br />

06 Natalio Hernández_La igualdad<br />

en la diferencia: fundamento de la<br />

<strong>intercultural</strong>idad<br />

12 Miguel León-Portilla_Oralidad,<br />

lenguas y literaturas mesoamericanas<br />

16 Pedro J. de Velasco R., S. J._La<br />

libertad religiosa en la <strong>intercultural</strong>idad_<br />

Consideraciones previas a una tarea<br />

indispensable<br />

16<br />

20 Jesús Maldonado, S. J._Educación superior<br />

y educación no formal en la <strong>intercultural</strong>idad<br />

24 José Luis Caballero Ochoa_De la<br />

tolerancia a la protección judicial de las<br />

diferencias_El papel de la diversidad en el<br />

Estado democrático<br />

26 Miguel Carbonell_Construyamos una<br />

ciudadanía democrática y comprometida<br />

, Revista de la Universidad Iberoamericana es una publicación bimestral de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A.<br />

de C. V., bajo la responsabilidad de la Dirección de Comunicación Institucional de la UIA. Editor responsable: Carlos Deveaux Homs, carlos.deveaux@ibero.mx. Número de<br />

Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2009-082412294600-102. Número de Certificado de Licitud de Título:14722; número<br />

de Certificado de Licitud de Contenido: 12295, otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domicilio<br />

de la publicación: Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, México, D.F., C.P. 01219. Teléfono 5950-4197 y 5950-4198. Fax: 5950-4316. Imprenta:<br />

Compañía Impresora El Universal, S.A. de C.V. Allende No. 176, Col. Guerrero, México 06300, D.F. Teléfono 5117-0190. Distribución: Servicio Postal Mexicano. Porte<br />

pagado PP15-5159, autorizado por SEPOMEX. La responsabilidad de los artículos publicados refleja, de manera exclusiva, la opinión de sus autores y no necesariamente el<br />

criterio de la institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entablará correspondencia al respecto. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio<br />

o procedimiento, del contenido de la revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de la Universidad Iberoamericana. Año IV, número 24, febrero - marzo de 2013.<br />

ISSN en trámite. Portada: Fernando Espinoza de los Monteros.


32<br />

56<br />

28<br />

38<br />

50<br />

54<br />

Arte, tecnología,<br />

actualidad, cultura y<br />

entretenimiento<br />

28 Líder Ibero_entrevista_Carlos Mario<br />

Castro_Carlos Muñoz Izquierdo, Premio<br />

Nacional de Ciencias y Artes_Una de mis<br />

mayores satisfacciones es observar el<br />

crecimiento intelectual de mis alumnos<br />

32 Galería_homenaje_Juan Domingo<br />

Argüelles_ Leonardo Nierman en el vértigo<br />

de la transparencia_A los 80 años estoy<br />

pintando mejor que nunca<br />

38 La llama inextinguible_Carlos Pellicer<br />

López_Carlos Pellicer: El poeta y sus primas<br />

42 Trivium_prosa poética_Mariana<br />

Bernárdez_El león con ojos de fuego<br />

44 Trivium_ensayo literario_Guillermo<br />

Samperio_Jorge Ibargüengoitia_El mal humor<br />

del buen humor<br />

46 El viajero ilustrado_Roberto Sánchez de<br />

la Vara_Viaje en tren a Teotihuacán<br />

50 Gente que cambia al mundo_encuesta_<br />

Brenda Macías Sánchez_Los alumnos de la<br />

Ibero ante la Reforma Educativa_Entre la<br />

esperanza y la decepción<br />

52 Actualidad Ibero_Pedro Rendón López y<br />

Jorge Tovalín González Iturbe_La Ibero, líder<br />

en educación e innovación<br />

54 Itinerario del ocio_Adónde ir y por qué<br />

56 Innovación tecnológica_Dispositivos e<br />

instrumentos que facilitan la vida<br />

El mundo globalizado, con su tendencia a<br />

homogeneizar costumbres y suprimir diferencias,<br />

ha terminado por disolver o extinguir las<br />

peculiaridades culturales de las minorías, y ha<br />

generado, en no pocas ocasiones, violentos<br />

movimientos de resistencia cultural. Por ello, es cada vez más<br />

urgente destacar la importancia del diálogo <strong>intercultural</strong>,<br />

desde el reconocimiento de la diversidad cultural y el<br />

respeto a la intrincada variedad de tradiciones, valores,<br />

lenguas, costumbres en el planeta.<br />

El diálogo <strong>intercultural</strong> tiene como objetivo el<br />

entendimiento mutuo a partir del principio de igualdad en la<br />

diferencia, para “vivir juntos con igual dignidad”. Esta norma,<br />

que debería regular la convivencia en todas las naciones, es<br />

particularmente necesaria para aquéllas que, como la nuestra,<br />

están conformadas por una enorme pluralidad de pueblos<br />

cuyas aportaciones culturales benefician al conjunto de la<br />

sociedad en la que están insertas.<br />

En el Libro blanco sobre el diálogo <strong>intercultural</strong>, que los<br />

ministros de Asuntos Exteriores del Consejo de Europa<br />

publicaron en 2008, se enfatiza que, en los tiempos de la<br />

globalización que estamos viviendo, la gestión democrática<br />

de la creciente diversidad cultural se ha convertido en una<br />

prioridad y que “el diálogo <strong>intercultural</strong> tiene una importante<br />

función que desempeñar a este respecto”, porque al tiempo<br />

que permite evitar divisiones étnicas, religiosas, lingüísticas y<br />

culturales, favorece un avance conjunto de los pueblos desde<br />

el reconocimiento de sus diferencias, “de manera constructiva<br />

y democrática, conforme a valores universales comunes”. En<br />

ese importante documento se establece que “la diversidad no<br />

sólo contribuye a la vitalidad cultural, sino que también puede<br />

favorecer la mejora de los resultados sociales y económicos.<br />

En efecto, la diversidad, la creatividad y la innovación crean<br />

un círculo virtuoso, mientras que las desigualdades pueden<br />

reforzarse mutuamente, y generan conflictos que amenazan la<br />

dignidad humana y el bienestar social”.<br />

Con este marco de referencia, el número 24 de IBERO<br />

está consagrado a este diálogo necesario que debe<br />

convertirse en una indispensable realidad.<br />

La verdad nos hará libres<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />

Rector<br />

IBEROcarta del rector_<br />

03


diálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

IBERO<br />

04<br />

Juan Pablo Vázquez Gutiérrez_Es Licenciado<br />

en Pedagogía por la UNAM, maestro en Investigación y Desarrollo de<br />

la Educación por la Ibero y doctor en Sociología por la Universidad<br />

Complutense de Madrid. Actualmente es académico de tiempo completo<br />

y coordinador del Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas<br />

de la Ibero. Desde hace siete años participa en la edición de la revista<br />

electrónica Iberoforum, publicación del Departamento de Ciencias<br />

Sociales y Políticas, destinada a la presentación de trabajos sobre temas<br />

de política, sociología y antropología social. Es autor de libro Autoridad y<br />

moral y autonomía. Una relectura del pensamiento sociológico de Émile<br />

Durkheim. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.<br />

Multiculturalismo<br />

y diálogo <strong>intercultural</strong>_<br />

Foto: Corbis<br />

La experiencia cotidiana nos ofrece repetidamente<br />

muestras del enorme impacto que la globalización<br />

ejerce sobre nuestras vidas. Insistir en ello parece<br />

ya un lugar común. La globalización aparece<br />

ante nosotros como un proceso en marcha de<br />

dimensiones planetarias; como una condición<br />

—aparentemente irreversible—que nos sitúa en<br />

un marco de relaciones basadas en la interconexión tecnológica,<br />

la reducción de distancias y fronteras, la vinculación en “tiempo<br />

real” dentro de redes donde los más variados contenidos pueden<br />

compartirse, con independencia de la ubicación geográfica, la<br />

tradición, la raza o la cultura de los participantes.<br />

La globalización emerge así como expresión de un proceso que,<br />

merced a los efectos de la tecnología, parecería producir la sensación<br />

de habitar y compartir “un solo mundo”. Esta concepción<br />

es resultado de un complejo proceso por el cual la economía<br />

globalizada y sus soportes digitales han terminado por convertirse<br />

en referencias fundamentales de la relación y de la comunicación<br />

entre las culturas más diversas.<br />

Con la globalización imperan, por un lado, contenidos que conducen<br />

a la uniformidad de concepciones, sentidos y valores, alrededor<br />

de la visión idealizada de compartir, desde la interconexión digital,<br />

“un solo mundo”. Empero, por otro lado, la globalización representa<br />

un amplio proceso donde las diferencias culturales se resaltan con<br />

mayor fuerza. En el marco mismo de la globalización, y por efecto<br />

de ella, se produce la explosión de las diferencias y de la diversidad.<br />

La explosión de las diferencias culturales pone de manifiesto<br />

las múltiples paradojas inherentes a la globalización. El desarrollo<br />

globalizador produce un auge económico sin precedentes, pero su<br />

propia lógica de crecimiento genera paralelamente condiciones<br />

de pobreza y exclusión. El mundo globalizado vincula a los individuos<br />

como nunca antes en la historia pero a la par excluye,<br />

bajo formas nuevas y cada vez más agresivas, a importantes grupos<br />

de la población mundial. Esta consideración conduce hacia una<br />

importante reflexión ética y política: lo diverso no resultaría tan<br />

problemático en el mundo contemporáneo, si sólo implicase el<br />

reconocimiento de “diferencias” (culturales o sociales) dentro de<br />

contextos y condiciones equivalentes de vida. El problema surge<br />

en el momento en que la condición asignada a los “diferentes culturales”<br />

se desprende de un orden jerárquico de relaciones, basado<br />

en la aplicación de mecanismos de desigualdad y exclusión.<br />

En este escenario adquiere nuevas dimensiones la relación entre<br />

las culturas. Surge, por un lado, el admirable espectáculo de su diversidad<br />

y su riqueza. Emerge, por otro lado, la posibilidad del conflicto<br />

<strong>intercultural</strong>. Y más allá de estas posibilidades, destaca la acción<br />

afirmativa de cada cultura en términos de preservar su cosmovisión,


tradiciones, territorios y derechos, frente a las tendencias de uniformidad<br />

y control que pretende imponerle el proceso globalizador.<br />

En este marco tiene lugar la experiencia multicultural contemporánea,<br />

como resultado del encuentro entre culturas, dentro de<br />

condiciones asimétricas y lógicas impuestas por el mundo globalizado.<br />

Este trasfondo problemático no aparece, sin embargo,<br />

dentro del discurso dominante de la globalización. Dentro de este<br />

discurso, los conflictos implicados en el encuentro de la diversidad<br />

son silenciados (o incorporados sólo de forma subordinada), a<br />

fin de hacerlos converger con una perspectiva dominante, desde<br />

la que se nos presenta un mundo orientado hacia el “progreso”,<br />

donde las más diversas visiones de mundo se amalgaman y articulan<br />

sin complicación.<br />

El resultado de esta visión idealizada es la imagen de un mundo<br />

tecnológico, articulado a significados uniformes, que en su<br />

aparente sumatoria producen espacios, sentidos y referencias<br />

universales e indiferenciadas. Esta suerte de “gestión liberal de la<br />

multiculturalidad” tiene como ejemplo característico el modelo<br />

empleado en las grandes urbes del capitalismo desarrollado, donde<br />

la coexistencia multicultural obligada se procesa mediante la<br />

coexistencia pacífica y distante de culturas integradas por asimilación<br />

al mundo global. El predominio de este modelo fortalece el<br />

uso ideológico de lo multicultural, entendido como visión de lo<br />

diverso sin conflicto; como imagen del mundo unido en una sola<br />

voz, mediante los mensajes e iconos globalizados. Esta imagen de<br />

“diversidad multicultural” no requiere ni fomenta la verdadera<br />

comunicación y la mutua comprensión entre los “distintos culturales”.<br />

No hay aquí, pues, diálogo <strong>intercultural</strong>.<br />

Establecidas estas consideraciones, surgen diversas preguntas relevantes.<br />

En un mundo de innegables diferencias culturales, ¿cómo<br />

es posible el entendimiento? ¿Qué elementos pueden propiciar el<br />

diálogo <strong>intercultural</strong>? Más aún: ¿cómo puede florecer el diálogo<br />

horizontal entre las culturas, en un marco global de relaciones que<br />

privilegia contenidos indiferenciados y universalistas? Sin ánimo<br />

de ofrecer una respuesta completa a estas preguntas, conviene<br />

destinarles algunos breves comentarios, a fin de precisar en lo<br />

posible una primera aproximación a lo implicado en la noción de<br />

“diálogo <strong>intercultural</strong>”.<br />

En primer lugar, asumiendo un señalamiento por demás evidente,<br />

cabría dar la razón a quienes afirman que la reivindicación<br />

por una comunicación <strong>intercultural</strong> es, hoy por hoy, sólo un<br />

proyecto de futuro y no una realidad. Con todo, esto no debería<br />

asumirse como un factor disuasivo a la intención de trabajar por<br />

su realización. La aspiración <strong>intercultural</strong> representa un horizonte<br />

que es posible vislumbrar, incluso en el contexto de la sociedad<br />

globalizada, justo porque la realidad la propone como reto, como<br />

pregunta y como necesidad.<br />

En tanto aspiración, la idea del diálogo <strong>intercultural</strong> supone,<br />

como primer requisito, el establecimiento de una relación horizontal,<br />

abierta a la posibilidad de incorporar en nuestra perspectiva<br />

elementos de la perspectiva del otro “distinto cultural”. En este<br />

sentido, es imposible entablar un diálogo <strong>intercultural</strong> cuando se<br />

parte del establecimiento de un solo tipo de contenidos, asumidos<br />

como universales y necesarios. Detrás de esta consideración se<br />

encuentra el tema ineludible de las relaciones de poder implicadas<br />

en toda relación que pretenda construir acuerdos a partir de<br />

concepciones distintas de la realidad.<br />

_Con la globalización imperan, por<br />

un lado, contenidos que conducen<br />

a la uniformidad de concepciones,<br />

sentidos y valores, alrededor de la<br />

visión idealizada de compartir, desde la<br />

interconexión digital, “un solo mundo”.<br />

En un segundo sentido, cabe recordar que el diálogo <strong>intercultural</strong><br />

exige el desarrollo de una alta capacidad de apertura por<br />

parte de los dialogantes; apertura para reconocer los puntos ciegos<br />

de la propia cultura (etnocentrismo) y disposición para “abrirse”<br />

a la comprensión de otras formas de interpretar la realidad.<br />

La posibilidad de una comunicación horizontal entre “distintos<br />

culturales” supone el reconocimiento mutuo de las diferencias,<br />

como punto de partida para avanzar hacia estrategias y puntos<br />

de encuentro que propicien el entendimiento. En este sentido, la<br />

adopción de una actitud abierta al diálogo <strong>intercultural</strong> no supone<br />

simplemente el aprendizaje de contenidos formales o escolarizados,<br />

sino el desarrollo de prácticas que involucran un movimiento<br />

personal, no sólo del orden racional, sino en términos de valores<br />

y orientaciones ante el mundo.<br />

Se trata, en suma, de producir un cambio profundo y estructural<br />

de nuestros dispositivos culturales y nuestras orientaciones más<br />

naturales y automatizadas. La adquisición de competencias para<br />

el diálogo <strong>intercultural</strong> no es, pues, resultado de una enseñanza<br />

verbal tradicional, sino de la participación en experiencias significativas<br />

y cruciales que nos muevan, en tanto suponen retos<br />

prácticos y significativos derivados de la relación concreta con los<br />

otros “distintos culturales”.<br />

El desarrollo de una comunicación <strong>intercultural</strong> supone en realidad<br />

algo más que una mera toma de conciencia sobre la diversidad.<br />

Supone un “movimiento de lugar”, más allá de nuestros propios<br />

espacios de comodidad, soportados por lo que nuestra cultura nos<br />

presenta como lo más obvio, natural y evidente. En este sentido,<br />

el encuentro de culturas constituye un espacio de posibilidad para<br />

propiciar el movimiento de nuestras concepciones frente al mundo.<br />

El diálogo <strong>intercultural</strong> exige el respeto por la/las otra(s) cultura(s).<br />

No obstante, este respeto no equivale a la ausencia de crítica, ni al<br />

hecho de dispensar una “distancia indiferente” hacia el otro “distinto<br />

cultural”. La relación <strong>intercultural</strong> no es un espacio libre de conflictos.<br />

No se trata de negar la propia adscripción cultural (pretender ser<br />

el otro), pero sí de comprender al otro, al acercarse a su perspectiva<br />

cultural. Tal y como ocurre en el intento de comprensión entre<br />

diferentes lenguajes, se requiere un ejercicio de “traducción” que,<br />

inevitablemente, puede incurrir en errores de interpretación.<br />

En definitiva, la reivindicación del diálogo <strong>intercultural</strong> parte del<br />

reconocimiento de la enorme complejidad implicada en la convivencia<br />

y el entendimiento cotidiano entre los diferentes culturales.<br />

En el fondo, su planteamiento remite a un reto fundamental de<br />

la vida democrática y del ejercicio efectivo de los derechos (ciudadanos,<br />

colectivos): cómo construir, en condiciones de equidad,<br />

formas de entendimiento y consenso sobre temas fundamentales<br />

de la vida colectiva, a partir del reconocimiento de nuestras diferencias<br />

y de nuestra condición cultural diversa.<br />

05


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

606<br />

Natalio Hernández_Presidente<br />

Fundador de la Asociación de Escritores en<br />

Lenguas Indígenas. Autor de varios libros de<br />

poesía, entre ellos, Colibrí de la armonía y<br />

Flores de primavera. Su más reciente libro<br />

de ensayos se titula De la exclusión al diálogo<br />

<strong>intercultural</strong> con los pueblos indígenas. En<br />

1997 recibió el Premio Nezahualcóyotl de<br />

Literatura en Lenguas Indígenas y en 1998 el<br />

Premio Bartolomé de las Casas.<br />

La igualdad en la<br />

diferencia:<br />

fundamento de la<br />

<strong>intercultural</strong>idad


_El largo proceso de integración de la<br />

sociedad mexicana, desde la Colonia<br />

hasta nuestros días, ha sido a costa<br />

de suprimir las identidades de los pueblos<br />

originarios de México.<br />

Nuestros pueblos desean participar en la<br />

globalización, sin sacrificar su identidad.<br />

Desean trascender al mundo moderno,<br />

llevando su bagaje cultural y lingüístico<br />

milenario.<br />

Alejandro Martínez Ramírez, Presidente<br />

Municipal de Ayutla, Mixe, Oaxaca, en el<br />

2º Seminario Internacional de Lenguas<br />

Indígenas. México, septiembre de 2012.<br />

Fotografía de Enrique Carrasco, S. J.<br />

El proceso de conformación de la sociedad<br />

mexicana<br />

El largo proceso de integración de la sociedad mexicana, desde<br />

la Colonia hasta nuestros días, ha sido a costa de suprimir las identidades<br />

de los pueblos originarios de México, es decir, el derecho<br />

a la diferencia, o mejor todavía, la igualdad en la diferencia. Para<br />

efectos del presente ensayo, retomo el papel que juega la lengua<br />

por ser un elemento fundamental en la preservación de la<br />

identidad de los pueblos. Como sabemos, a través de la lengua<br />

se preserva la memoria, el universo simbólico, la abstracción del<br />

pensamiento y del conocimiento, la creatividad, entre otras muchas<br />

cualidades que posee la lengua particular de cada pueblo 1 .<br />

Existen varios estudios que dan cuenta de este proceso colonial y<br />

que se mantiene vigente en las políticas públicas y en particular en<br />

el sistema educativo actual. Uno de estos estudios es el que aportó<br />

Shirley Brice Heath con su obra La política del lenguaje en México 2<br />

y, recientemente, con la investigación que está realizando Regina<br />

Martínez Casas, con el tema Diversidad y educación <strong>intercultural</strong> 3 .<br />

De manera puntual, Martínez Casas detalla el papel que han desempeñado<br />

las lenguas mexicanas (me resisto a llamarles indígenas)<br />

en los distintos momentos históricos: en la Colonia, en el periodo<br />

del México independiente y, finalmente, en la Revolución mexicana,<br />

hasta nuestros días. Menciona, por ejemplo, que a mediados<br />

del siglo XVI, la lengua náhuatl fue declarada idioma oficial de la<br />

Nueva España por el Rey Felipe II a propuesta de los misioneros<br />

para facilitar la evangelización. Este proceso derivó, años más tarde,<br />

en que varios frailes propusieran el aprendizaje de los diferentes<br />

idiomas nativos para acelerar la evangelización de la población<br />

recién conquistada. Cien años más tarde, concretamente en 1686,<br />

el Rey Carlos II, derogó esta Ley y promulgó la castellanización<br />

obligatoria en todas las Colonias de España. Para mediados del<br />

siglo XVIII, un grupo de nobles mexicas, dirigieron una solicitud<br />

al Arzobispo de México en donde le proponían que se retomara<br />

el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco que había funcionado al<br />

inicio de la colonia, en el que los alumnos aprendían el latín, el<br />

español y la gramática de su propio idioma, el náhuatl. Consumada<br />

la Independencia y una vez establecida la República, la discusión<br />

sobre la política educativa y lingüística continuó. Ignacio Ramírez<br />

“El Nigromante”, quien fue Gobernador del Estado de México,<br />

propuso que en las escuelas debería impartirse el conocimiento<br />

de las lenguas mexicanas, al tiempo que los alumnos aprendían el<br />

español como segunda lengua. Esta propuesta fue compartida por<br />

los legisladores de aquel momento, entre ellos Rodríguez Puebla<br />

e Ignacio Manuel Altamirano, en contra de la opinión de la mayoría<br />

de los parlamentarios que proponían el español como única<br />

lengua nacional.<br />

Al triunfo de la Revolución, el debate sobre la política lingüística<br />

del país se acrecentó. Los principales pensadores del momento,<br />

07


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

08<br />

entre ellos Justo Sierra, quien fue Ministro de Educación durante<br />

la dictadura de Porfirio Díaz y también después del triunfo de la<br />

Revolución, junto con José Vasconcelos y Gregorio Torres Quintero,<br />

propusieron una castellanización compulsiva en detrimento<br />

de las lenguas originarias de nuestro país. Uno de los principales<br />

protagonistas de este proyecto de castellanización fue el maestro<br />

Rafael Ramírez, pionero de la escuela rural mexicana, quien<br />

adoctrinaba a los maestros rurales en los siguientes términos:<br />

“Si tú, para darles nuestra ciencia y nuestro saber, les hablas en<br />

su idioma, perderemos la fe que en ti teníamos, porque corres el<br />

peligro de ser tú el incorporado. Comenzarás por habituarte a<br />

emplear el idioma de los niños, después irás tomando sin darte<br />

cuenta las costumbres del grupo social étnico a que ellos pertenecen,<br />

luego sus formas inferiores de vida, y finalmente, tú mismo<br />

te volverás un indio, es decir, una unidad más a quien incorporar.<br />

Esto que te digo no es una chanza para reír, sino una cosa seria” 4 .<br />

Por su parte, Justo Sierra compartía esta tesis al afirmar que “la<br />

poliglosia (pluralidad lingüística) de nuestro país es un obstáculo<br />

a la propagación de la cultura y la formación plena de la conciencia<br />

de la patria (...) Ello os dará la clave de por qué los autores<br />

de la primitiva ley de instrucción pública llamamos al castellano<br />

lengua nacional (...) siendo la sola lengua escolar llegará a atrofiar<br />

y destruir los idiomas locales y así la unificación del habla nacional,<br />

vehículo inapreciable de la unificación social, será un hecho” 5 .<br />

Con base en esta ideología se sustentó el actual sistema educativo<br />

nacional que se originó en 1921 con la creación de la Secretaría de<br />

Educación Pública, cuyo primer titular fue José Vasconcelos, quien<br />

propugnó por el mestizaje, a través de sus tesis La raza cósmica, en<br />

detrimento de las identidades de los pueblos que dan historia, raíz<br />

y memoria a la nación que hoy tenemos los mexicanos.<br />

_Necesitamos abrir la mente y el<br />

corazón de los niños y jóvenes para<br />

que disfruten el aprendizaje de las<br />

lenguas locales, según la región del país,<br />

para que sientan el orgullo de la lengua<br />

de su comunidad junto con una lengua<br />

extranjera.<br />

Reconocimiento constitucional de la nación<br />

multicultural<br />

El reconocimiento jurídico de la presencia contemporánea de<br />

los pueblos originarios de nuestro país que dan raíz y sustento a la<br />

nación mexicana es muy reciente. Y este hecho aconteció como<br />

resultado de la movilización continental de los pueblos originarios<br />

de América en el contexto del Quinto Centenario del Encuentro<br />

de dos Mundos o del “encontronazo” como le denominaron<br />

los propios pueblos y algunos estudiosos comprometidos con<br />

las luchas de los pueblos originarios de México. Como consecuencia<br />

de estos acontecimientos se reformó, en 1992, el artículo<br />

cuarto de la Constitución política para reconocer que “México es<br />

una nación pluricultural sustentada originalmente en los pueblos<br />

indígenas...” Este reconocimiento del carácter pluricultural de la<br />

nación se reafirmó en la reforma constitucional del 2001 y quedó<br />

establecido en el artículo segundo de la propia Constitución.<br />

A pesar de la importancia y trascendencia de esta reforma, debido<br />

a que se cancelaba un proyecto de nación homogéneo que<br />

ha perdurado desde la Colonia hasta nuestros días, las políticas<br />

públicas del Estado mexicano reflejan muy poco el carácter pluricultural<br />

y multilingüe de nuestra nación en sus programas y<br />

proyectos. En mi opinión, se debe a la inercia que arrastramos<br />

de que, con frecuencia, nuestros políticos y legisladores parecen<br />

acuñar la frase “fírmese aunque no se cumpla”. Así, nuestro país,<br />

ha firmado convenios internacionales sin que tengan aplicación<br />

concreta, como es el caso del Convenio 169 de la OIT y la Convención<br />

de la Unesco sobre la Diversidad Cultural.<br />

El diálogo <strong>intercultural</strong> y el Estado-nación<br />

pluricultural<br />

Ya en otros momentos he hablado de los dos intentos de<br />

diálogo que, históricamente, México ha tenido con los pueblos<br />

originarios. Uno fue el que se realizó durante la Colonia entre<br />

los misioneros franciscanos y los tlamatinimeh, sabios del pueblo<br />

náhuatl, recién conquistado 6 .<br />

El otro intento de diálogo fue el que se desarrolló a raíz del<br />

levantamiento armado del EZLN en enero de 1994 en Chiapas.<br />

Después del estallido de las armas vino la palabra, el diálogo. El<br />

Ejecutivo federal y los legisladores instalaron las mesas de diálogo<br />

para escuchar a los hermanos zapatistas que en diferentes comunicados<br />

habían interpelado a la sociedad nacional en los siguientes<br />

términos: “La nación nos ha olvidado, nos ha abandonado. No<br />

aparecemos en la historia oficial. Nuestras lenguas son despreciadas<br />

y excluidas. Requerimos de una educación en donde todos<br />

los mexicanos sepan de nuestras lenguas y culturas, de nuestra<br />

historia, de nuestra visión del mundo. Queremos una nación que<br />

nos incluya, una nación de muchos rostros, de muchas miradas,<br />

de muchos colores”. Palabras más, palabras menos, fueron éstas las<br />

que quedaron plasmadas en muchísimos documentos que se recogieron<br />

en las Mesas de Diálogo de San Andrés Larrainzar, Chiapas.<br />

Uno de los temas que emergieron fue el de la educación <strong>intercultural</strong><br />

bilingüe para todos los mexicanos. Una educación que<br />

propicie el diálogo equitativo, horizontal entre las lenguas y las<br />

culturas 7 . Una educación que promueva el diálogo de los saberes<br />

de los pueblos con el acervo que aporta la educación escolar,<br />

producto de nuestro proceso colonial de cinco siglos.<br />

Quince años después de la firma de los Acuerdos de San Andrés,<br />

poco ha sido el avance. A pesar de las reformas constitucionales<br />

de 1994 y 2001, el Estado mexicano sigue funcionando con la<br />

ideología política del Estado nacional homogéneo, monolítico y<br />

monocultural que promovieron Justo Sierra y José Vasconcelos.<br />

Todo marcha igual en nuestro país en este siglo XXI, como si<br />

nada hubiera ocurrido en enero de 1994, cuando los hermanos<br />

del EZLN demandaron el diálogo y la inclusión de nuestros pue-


Fotografía de Enrique Carrasco, S. J.<br />

blos en el nuevo proyecto de nación pluricultural y multilingüe.<br />

Concretamente en uno de los puntos de los Acuerdos de San<br />

Andrés, suscritos entre el Gobierno federal y el EZLN, en 1996,<br />

se establece: “La nueva relación entre el Estado mexicano y los<br />

pueblos indígenas se basa en el respeto a la diferencia, en el reconocimiento<br />

de las identidades indígenas como componentes<br />

intrínsecos de nuestra nacionalidad, y en la aceptación de sus particularidades<br />

como elementos básicos consustanciales de nuestro<br />

orden jurídico basado en la pluriculturalidad”.<br />

El papel de la educación en la construcción de la<br />

nación multicultural<br />

Con la expresión ranchera y popular del ex presidente Vicente<br />

Fox, en el sentido de que en “15 minutos” arreglaría el conflicto<br />

armado de Chiapas, algo hizo durante su administración. La vieja<br />

demanda de reconocimiento de las lenguas indígenas, por la que<br />

habían luchado las organizaciones indígenas por más de treinta<br />

años, finalmente se concretó en la Ley General de Derechos Lingüísticos<br />

de los Pueblos Indígenas, promulgada el 13 de marzo de<br />

2003, en el Diario Oficial de la Federación y, consecuentemente, la<br />

creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.<br />

También durante la administración del presidente Fox, se crearon<br />

las primeras Universidades Interculturales en Chiapas, Estado<br />

de México, Puebla, Veracruz, Sinaloa, Tabasco, Veracruz, entre<br />

otras. En 2001 se creó la Coordinación General de Educación<br />

Intercultural Bilingüe, que cuenta entre sus objetivos el de acompañar<br />

y asesorar los distintos proyectos de educación <strong>intercultural</strong><br />

bilingüe desde la educación básica hasta el nivel de educación superior.<br />

La Dirección General de Educación Indígena se mantuvo<br />

prácticamente con sus mismos objetivos de atender únicamente<br />

la cobertura educativa en los pueblos y comunidades indígenas.<br />

Por su parte, la UNAM, en 2004, inició el Programa México<br />

Nación Multicultural que cuenta con un proyecto docente con<br />

el mismo nombre de México Nación Multicultural, el Programa<br />

de Becas para estudiantes indígenas de la propia UNAM y un<br />

proyecto editorial.<br />

Durante la administración del presidente Felipe Calderón se<br />

abandonó la propuesta de educación <strong>intercultural</strong> bilingüe que su<br />

antecesor inició en el año 2001. No es de extrañarse, históricamente,<br />

la ideología panista se ha caracterizado por negar el reconocimiento<br />

de la identidad de los pueblos al privilegiar los paradigmas<br />

del pensamiento occidental en los proyectos educativos y de desarrollo.<br />

En los pocos días que lleva la administración del presidente<br />

Enrique Peña Nieto prácticamente se ha eliminado la propuesta<br />

de educación <strong>intercultural</strong> bilingüe tanto en el Manifiesto Político<br />

Pacto por México como en la Reforma Educativa aprobada por el<br />

Congreso federal y que se encuentra en proceso de ratificación por<br />

los congresos locales. En mi opinión, no puede haber una plena democracia<br />

plural si no se transforma el sistema educativo que supere<br />

el sistema político obsoleto que excluye y discrimina a un sector<br />

importante de nuestra sociedad: los pueblos originarios de México.<br />

Propuesta para la transformación del sistema<br />

educativo de cara a la multiculturalidad<br />

El sistema educativo que tenemos actualmente es un sistema<br />

caduco. Es como “un traje viejo” que fue diseñado hace cien años<br />

para un proyecto de nación homogéneo lingüística y culturalmente.<br />

El paradigma de los Estados Nacionales en el siglo XXI es<br />

el de la diversidad, el diálogo de saberes, la unidad en la diversidad,<br />

en fin, la <strong>intercultural</strong>idad 8 . Así lo postula la Unesco desde el año<br />

2001 en su Declaración sobre la Diversidad Cultural.<br />

México necesita aprovechar la experiencia educativa del siglo<br />

09


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

10<br />

_El sistema educativo que tenemos<br />

actualmente es un sistema caduco.<br />

Es como “un traje viejo” que fue<br />

diseñado hace cien años para un proyecto<br />

de nación homogéneo lingüística y<br />

culturalmente.<br />

XX: desechar errores y capitalizar los aciertos. Uno de los errores<br />

que tiene que enmendar es el de la represión y exclusión de las<br />

lenguas mexicanas en el ámbito educativo. De aquí en adelante<br />

todos los mexicanos necesitamos cultivar el orgullo por nuestras<br />

lenguas, porque son nuestras, constituyen el patrimonio lingüístico<br />

y la memoria milenaria de todos los mexicanos.<br />

A diferencia de hace 100 años, los mexicanos de hoy tenemos<br />

una lengua común que es el español o castellano, que antes no<br />

había llegado a las comunidades y los pueblos más apartados del<br />

país. Actualmente, el español ya es nuestro. Llegó con la Conquista<br />

y durante cinco siglos lo hemos cultivado hasta mexicanizarlo con<br />

vocablos como tomate, petate, aguacate, quelite, corunda, pibil,<br />

etcétera. O los nombres de los pueblos y ciudades que denominan<br />

el territorio nacional: México, Tampico, Chihuahua, Querétaro,<br />

Campeche, Acapulco, Michoacán, Tehuantepec, etcétera.<br />

Necesitamos abrir la mente y el corazón de los niños y jóvenes<br />

para que disfruten el aprendizaje de las lenguas locales, según la<br />

región del país, para que sientan el orgullo de la lengua de su<br />

comunidad junto con una lengua extranjera, que puede ser el<br />

inglés, alemán, francés o chino. El futuro deseable para todos los<br />

mexicanos es que seamos multilingües a nivel individual: lengua<br />

local, español y una o más lenguas extranjeras. La lengua local<br />

para atarnos a nuestra tierra mexicana, a su memoria ancestral, a<br />

la historia particular de cada pueblo, y la lengua extranjera para<br />

participar en el mundo globalizado y para acceder a las nuevas<br />

tecnologías. Los grandes humanistas del siglo XVII y XVIII en<br />

nuestro país, ya nos señalaron el camino: Don Miguel Hidalgo,<br />

el Padre de la Patria, habló griego, latín, francés, español, purépecha,<br />

otomí y náhuatl. Francisco Javier Clavijero, autor de la<br />

Historia antigua de México, libro que en gran medida sustenta<br />

nuestra mexicanidad, fue también multilingüe, quien además de<br />

las lenguas clásicas, habló mixteco, náhuatl y otomí. Mi maestro,<br />

el doctor Miguel León-Portilla, profesor emérito de la UNAM<br />

y humanista contemporáneo, es también multilingüe, además del<br />

español, habla el inglés, francés, alemán y náhuatl. Sus obras en<br />

lengua náhuatl, hoy en día, son un referente cultural y lingüístico<br />

a nivel mundial.<br />

No obstante las adversidades, el escenario social, lingüístico y<br />

cultural de los pueblos originarios de México empieza a cambiar.<br />

A pesar de las políticas públicas y, en particular, del sistema<br />

educativo homogéneo y cerrado al multiculturalismo y la <strong>intercultural</strong>idad,<br />

en muchos casos, las nuevas generaciones de jóvenes<br />

de estos pueblos han trascendido hacia el trilingüismo, esto es,<br />

mantienen la lengua de su pueblo, han adquirido el español como<br />

lengua común y han accedido a una lengua extranjera. Éste es el<br />

escenario deseable para todo México. Éste es el sueño que el sistema<br />

educativo debe propugnar para hacer realidad el postulado<br />

que se expresa actualmente en el artículo segundo constitucional,<br />

que reafirma, desde el año 2001, que México es una nación pluricultural<br />

sustentada originalmente en los pueblos indígenas.<br />

Para ello, la SEP debe promover el aprendizaje de los idiomas<br />

mexicanos desde el preescolar hasta la universidad, para todos los<br />

alumnos, indígenas y mestizos, según la región de que se trate,<br />

junto con el aprendizaje de una lengua extranjera. Esto superaría<br />

el prejuicio y la frustración de que no es posible aprender una<br />

lengua extranjera si los niños y jóvenes de las comunidades no<br />

renuncian a la lengua de su comunidad. Sobre esta propuesta existen<br />

varias experiencias comunitarias y de ONGs novedosas. En mi<br />

caso comento, brevemente, la experiencia de la Fundación Cultural<br />

Macuilxochitl, A. C., que, desde el 2009, inició el curso de lengua<br />

náhuatl-inglés, en períodos cortos, en la comunidad de Lomas del<br />

Dorado, Ixhuatlán de Madero, Veracruz, con alumnos de secundaria.<br />

La experiencia ha sido muy gratificante. Los alumnos han recuperado<br />

el aprecio y orgullo por la lengua náhuatl de la comunidad,<br />

su autoestima ha aumentado y son los mejores alumnos de inglés<br />

en la escuela secundaria donde cursan sus estudios regularmente.<br />

Es tiempo pues, de que la SEP deje de ser un espacio exclusivo<br />

para cultivar el español como única lengua de todos los mexicanos.<br />

Urge que se abra a la diversidad y a la <strong>intercultural</strong>idad para<br />

que seamos capaces de competir en la aldea global manteniendo<br />

nuestras lenguas, nuestra memoria ancestral y accediendo a idiomas<br />

más amplios como el chino, el inglés, el francés o el alemán.<br />

Si hacemos esto, dejaremos de ver a los pueblos originarios de<br />

México como rémoras del pasado, para empezar a reconocer en<br />

ellos el potencial milenario que tiene México para su proyecto de<br />

nación multicultural del siglo XXI. El ejemplo de China puede<br />

darnos luces para enfrentar el desafío de ser modernos y desarrollados,<br />

manteniendo las raíces ancestrales 9 . Hay que empezar<br />

a cambiar la mirada única hacia occidente, que ha sido la única<br />

opción para nuestro proyecto de desarrollo durante cinco siglos,<br />

para encontrar nuevos paradigmas con base en lo que han logrado<br />

países como China y Japón, entre otros ejemplos.<br />

1 Sobre este tema léase Nuestra Diversidad Creativa, Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la Unesco, Correo de la Unesco, Librería México, 1997.<br />

2 Shirley Brice Heath, La política del lenguaje en México: de la Colonia a la nación, Instituto Nacional Indigenista, 2ª reimpresión, México, 1986.<br />

3 Regina Martínez Casas, Diversidad y educación <strong>intercultural</strong>, en Multiculturalismo: desafíos y perspectivas, Daniel Gutiérrez, compilador, El Colegio de México/Siglo XXI,<br />

México, 2006.<br />

4 Rafael Ramírez, Cómo dar a todo México un idioma, Biblioteca del Maestro Rural Mexicano, Vol. IV, SEP, México, 1928.<br />

5 Miguel León-Portilla, El destino de las lenguas indígenas de México, estudio introductorio; en El despertar de nuestras lenguas, Natalio Hernández, Diana, México, 2002.<br />

6 Natalio Hernández, De la exclusión al diálogo <strong>intercultural</strong> con los pueblos indígenas, Plaza y Valdés, México, 2009.<br />

7 Respecto a este tema léase a Raimundo Panikkar, Sobre el diálogo <strong>intercultural</strong>, Editorial San Sebastián, Salamanca, España, 1990.<br />

8 Reflexiones de Raúl Fornet-Betancourt Sobre el concepto de <strong>intercultural</strong>idad, editado por el Consorcio Intercultural integrado por la Asociación Alemana para la Educación<br />

de los Adultos, CREFAL, CGEIB y otras instituciones, México, 2004.<br />

9 Víctor López Villafañe, La modernidad de China, Siglo XXI, México, 2012.


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

12<br />

Miguel León-Portilla_Doctor en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es<br />

Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de esta misma universidad. Autor de múltiples<br />

obras sobre el universo indígena mexicano y mesoamericano, está considerado como el máximo especialista y<br />

divulgador de la cultura náhuatl. Entre sus obras más destacadas se encuentran Cantares mexicanos, Visión de<br />

los vencidos, Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares y La filosofía náhuatl estudiada en sus<br />

fuentes. Por su labor ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el<br />

Premio Internacional Alfonso Reyes, el Premio Internacional Menéndez Pelayo y la Medalla Belisario Domínguez.<br />

Ha sido distinguido en universidades de México y el extranjero, y en 2002 la Universidad Iberoamericana Ciudad<br />

de México le confirió el Doctorado Honoris Causa.<br />

Oralidad, lenguas y<br />

literaturas<br />

mesoamericanas_<br />

Entiendo por oralidad la trasmisión por la palabra<br />

hablada de entidades significativas, es decir de<br />

conceptos. Existen dos formas de oralidad. Una<br />

está constituida por instancias de comunicación<br />

espontánea a lo largo de la vida cotidiana. La otra<br />

es la transmisión formalmente textualizada en<br />

determinadas circunstancias de tiempo y espacio<br />

realizadas a lo largo de una o varias generaciones.<br />

En cuanto a las lenguas indígenas u originarias entiendo que ellas,<br />

al igual que todas las que han existido o existen, son consecuencia<br />

de la integración e interacciones de un conjunto muy complejo de<br />

elementos y factores. Reconociendo que el lenguaje es un atributo<br />

innato de los seres humanos, considero que el habla o realización<br />

de éste se produce a través de la oralidad en una gama enorme de<br />

formas. A partir del aparato fónico desarrollado a lo largo de una<br />

evolución de muchos milenios, los diferentes grupos humanos en<br />

forma selectiva han estructurado los sistemas de comunicación que<br />

llamamos lenguas. Es extremadamente interesante cómo, ante un<br />

número infinito de posibles articulaciones fonológicas, espontánea<br />

y selectivamente se adopta un conjunto determinado de fonemas<br />

que se estructura en función de una gramática que es innata y que,<br />

no obstante variantes, posee características universales.<br />

Elemento básico en el habla —que es la realización de la oralidad—<br />

son las articulaciones vocálicas y consonánticas que pueden<br />

ocurrir de maneras muy distintas, cabe decir que en número infinito.<br />

Elementos asimismo presentes en las diferentes lenguas son<br />

Foto: Corbis


sus variadas formas de configuración, entre otros los de carácter<br />

incorporante o aglutinante, polisintético o de tendencia<br />

monosilábica, con sistemas tonales o complejas estructuraciones<br />

de flexión que confieren gran<br />

precisión a cualquier enunciado; o aquellas<br />

otras en las que determinadas categorías<br />

gramaticales no existen, como el modo<br />

infinitivo o los verbos copulativos. Así, en<br />

cuanto a la articulación de las palabras entre<br />

sí hay enormes posibilidades.<br />

Debe reconocerse aquí que, más allá de la<br />

diversidad de los recursos inherentes a una lengua<br />

de los que pueden valerse los que la hablan para expresar todo lo<br />

que requieren, existe en ella con sus propias características un sistema<br />

de estructuras gramaticales. Así, hay formaciones que corresponden<br />

a una determinada categoría lógica; por ejemplo: porque,<br />

en español; because en inglés; ipampa en náhuatl, conocidas como<br />

conjunciones causales. También hay verbos de acción transitiva y<br />

causativa cuya enunciación presupone en el hablante la certeza de<br />

que debe haber una respuesta en el contexto social o natural en<br />

que se expresan.<br />

De hecho la respuesta se da o se está en espera de obtenerla.<br />

Esto demuestra que las que pueden describirse como categorías<br />

en un sistema cognoscitivo integradas en las lenguas, guardan<br />

relación con lo que integra el circunmundo y hay que subrayar<br />

que ello ocurre en todas las lenguas, más allá de diferencias en sus<br />

estructuras gramaticales.<br />

Y ¿qué puede decirse del léxico de una lengua? Si la lengua y<br />

las varias formas de conceptuación ostentan distintas formas de<br />

relacionarse, como lo han postulado varios lingüistas, es entonces<br />

verdad que los atributos específicos de un determinado lenguaje<br />

influyen en la conformación de la propia visión del mundo y en<br />

las diversas formas de segmentación en la percepción del circunmundo.<br />

Me atrevo a decir que el lenguaje es como una atalaya a<br />

través de la cual todo se percibe y se filtra.<br />

La lengua está relacionada directamente con el desarrollo cultural<br />

de quienes la hablan. Por esto, puede afirmarse que el léxico es<br />

el inventario de la correspondiente cultura.<br />

Otro factor condicionante en la formación de las distintas lenguas<br />

es el conjunto de experiencias o vivencias de los que las<br />

poseen. Sin que esto implique forma alguna de determinismo es<br />

indudable su influencia en la existencia y desarrollo de un lenguaje.<br />

Ahora bien, para que una lengua sea portadora de expresiones<br />

textualizadas, trasmitidas por la oralidad, se requiere que la comunidad<br />

de sus hablantes en forma colectiva o individual, dé origen<br />

a las correspondientes composiciones que genéricamente se califican<br />

de literarias. Éstas pueden recibir tal calificativo aunque no<br />

se comuniquen con letras, por analogía con las expresiones textualizadas<br />

que así lo estén. Tal es la costumbre, generalmente aceptada<br />

al hacer referencia a “literaturas orales”. Ellas, conservadas<br />

originalmente en el soporte de la memoria, suelen considerarse<br />

_La lengua está relacionada<br />

directamente con el desarrollo<br />

cultural de quienes la hablan. Por<br />

esto, puede afirmarse que el léxico es el<br />

inventario de la correspondiente cultura.<br />

13


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

14<br />

por los hablantes de la lengua en cuestión como consecuencia<br />

de revelaciones o inspiraciones divinas. Versan generalmente sobre<br />

los orígenes de los dioses, el mundo, los seres humanos y de cuanto<br />

existe en la tierra, el cielo y el inframundo; en suma, cuanto<br />

abarca la cosmovisión de un pueblo.<br />

Tales creaciones literarias, unas veces asumen la forma, de cantos<br />

o himnos sagrados, o de grandes poemas épicos, poesía, plegarias,<br />

discursos y narraciones sobre aconteceres pasados o presentes y<br />

aun con lo que está por venir.<br />

Todo esto cambia tan sólo cuando todas esas expresiones textualizadas<br />

se han reiterado incontables veces y la comunidad da<br />

el paso que lleva a la invención o adopción de una escritura que<br />

puede ser ideográfica, logosilábica, meramente silábica o alfabética.<br />

Es este un proceso que se ha repetido muchas veces de maneras<br />

distintas en tiempos y lugares diferentes debido a factores asimismo<br />

distintos. Consta en cambio, que ello ha ocurrido en forma<br />

original e independiente en el contexto de pocas culturas: las de<br />

Egipto, Mesopotamia, el Valle del río Indo, el Valle del río Amarillo<br />

y Mesoamérica. La creación literaria en sus diversas formas como<br />

hoy la conocemos en textos escritos, ha tenido como su más antiguo<br />

antecedente la oralidad. Tal es el caso de los relatos bíblicos,<br />

algunos con raíces en el contexto cultural del Cercano Oriente.<br />

Los célebres poemas que, acompañados de música entonaban los<br />

rapsodas griegos durante mucho tiempo, tuvieron como soporte<br />

la memoria comunicada a través de la tradición oral. Y algo muy<br />

semejante puede decirse de poemas como los Upanishads de la<br />

India o aquellos que se conocen como de los Nibelungos entre<br />

los pueblos germánicos.<br />

_La raíz de la oralidad sigue<br />

propiciando renuevos. Son los de la<br />

que he llamado “la Nueva Palabra”.<br />

Ésta continúa transcribiéndose en más de<br />

treinta lenguas de Mesoamérica.<br />

En el caso de los amerindios, en particular los de Mesoamérica,<br />

también fue la oralidad apoyada en la memoria el primer soporte<br />

de sus creaciones literarias. Esto que sabemos por la investigación,<br />

también lo reiteran antiguos testimonios que hasta hoy se conservan.<br />

Y como en los relatos bíblicos y en otros textos, entre ellos el<br />

Corán de los musulmanes, la antigua expresión de los amerindios<br />

es considerada palabra divina. Así lo expresan, por ejemplo, el<br />

Popol Vuh, libro sagrado de los maya-quichés y no pocos cantos<br />

y poemas en náhuatl, como aquel que describe al supremo Dador<br />

de la vida como un pintor-escribano que, con flores y cantos, da<br />

vida en un gran libro o códice a todos los seres humanos.<br />

Desde algunos milenios antes de la era cristiana en el caso de<br />

los egipcios y los mesopotámicos, y algún tiempo más tarde entre<br />

los olmecas, los zapotecas y mayas, la difusión de la escritura vino<br />

a ser nuevo soporte de la antigua palabra. Ésta, mientras vivía en<br />

el canto y la tradición, se modificaba a veces para adaptarse a las<br />

circunstancias en que se trasmitía. Al quedar ya fijada por medio<br />

de jeroglíficos, representación de signos silábicos y morfológicos,<br />

quedó —como lo expresó Ángel María Garibay— “en la luminosa<br />

prisión del alfabeto”.<br />

En Mesoamérica la escritura se desarrolló a partir del segundo<br />

milenio antes de la era cristiana, como lo muestran varias estelas<br />

en Monte Albán, Oaxaca, y poco después, en otros muchos lugares<br />

del mundo maya fue atrapada, por así decirlo, “la mariposa<br />

del canto.” Un rico conjunto literario fue así surgiendo como<br />

lo muestran centenares de inscripciones y, asimismo, los códices<br />

o libros de pinturas con caracteres. En los nuevos soportes en<br />

piedra, barro, papel de amate y piel de mamíferos, se combinaron<br />

las imágenes talladas en la piedra o pintadas en los códices y piezas<br />

de cerámica, lográndose obras que en sí mismas hoy consideramos<br />

arte y, a la par, soporte de la palabra.<br />

Nuevos cambios se produjeron con la llegada de hombres venidos<br />

de más allá de las aguas inmensas. Gracias a frailes humanistas<br />

se repitió un proceso que ya se había desarrollado en Europa,<br />

incluyendo de modo particular a España. Allí, durante los siglos<br />

de la Edad Media la oralidad se transmitió en los romances que<br />

siglos después se transcribieron con el alfabeto. En Mesoamérica,<br />

frailes humanistas como Andrés de Olmos, Bernardino de<br />

Sahagún entre otros, con apoyo en la antigua oralidad, hicieron<br />

paralela transcripción en un alfabeto adaptado para representar<br />

los fonemas del náhuatl y de otras lenguas indígenas hasta reunir<br />

un rico caudal de antiguas expresiones. Gracias a ellos conocemos<br />

ahora los relatos acerca de las sucesivas creaciones del mundo, los<br />

orígenes de los seres humanos, el hallazgo del maíz y de todo lo<br />

que es nuestro sustento; y también los discursos portadores de<br />

la ancestral sabiduría, los huehuehtlahtolli; el saber acerca de los<br />

tiempos pasados; los bellos cantos y poemas.<br />

En esta tarea participaron algunos indígenas. Los discípulos<br />

de Sahagún, como el sabio Antonio Valeriano de Azcapotzalco;<br />

entre los mayas el escribano y maestro Gaspar Antonio Chi y los<br />

recopiladores de los libros de los sacerdotes chilames de muchos<br />

pueblos; entre los purépechas, Antonio Huitzméngari, discípulo y<br />

a la vez maestro de Alonso de la Veracruz.<br />

Así se formó el gran corpus de las creaciones literarias de la<br />

antigua Mesoamérica en buen número de lenguas. Y hay que<br />

añadir que la raíz de la oralidad sigue propiciando renuevos. Son<br />

los de la que he llamado “la Nueva Palabra”. Ésta continúa transcribiéndose<br />

en más de treinta lenguas de Mesoamérica. Muchas<br />

de sus tradiciones han motivado a forjar nuevas composiciones a<br />

modernos escritores indígenas empeñados en la preservación de<br />

sus lenguas vernáculas.<br />

Hoy día se ha formado un nuevo corpus literario mesoamericano,<br />

más rico de lo que pudiera sospecharse. La oralidad, raíz<br />

última de la expresión literaria, lejos de desaparecer, continúa<br />

enriqueciendo la cultura de México, la de otros países y, por su<br />

valor perdurable, es también traducida a idiomas hablados en otros<br />

lugares del mundo.


diálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

IBERO<br />

16<br />

Fotografía de Enrique<br />

Carrasco, S. J.<br />

Pedro J. de Velasco R., S. J._Licenciado en Filosofía por el Instituto Libre de Filosofía y Ciencias<br />

Sociales (ILFC) de Guadalajara, licenciado en Teología por el Colegio Máximo de Cristo Rey (ciudad de México),<br />

doctor en Teología por el Instituto Católico de París, y doctor en Ciencias de la Religión, con especialidad en<br />

Antropología, por la Universidad de París-Sorbona. Es maestro de asignatura del Doctorado en Filosofía de<br />

la Educación y coordinador del Seminario de Ética del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara. Designado<br />

en varias ocasiones a la Sierra Tarahumara, ha sido maestro y formador de escolares de la Compañía de<br />

Jesús. Actualmente, es Director del Complejo Asistencial Santa Teresita, A. C. (CASTAC) en Creel, Chihuahua,<br />

organización que proporciona servicios de salud a la población rarámuri y promueve proyectos de desarrollo local y<br />

el rescate de su cultura. Entre otros libros, es autor de Danzar o morir: Religión y resistencia a la dominación en la<br />

cultura Tarahumara (1983; segunda edición, 1987).<br />

La libertad religiosa<br />

en la <strong>intercultural</strong>idad_<br />

Consideraciones previas a una<br />

tarea indispensable<br />

Foto: Corbis


Aclaraciones<br />

La inquietud actual por el tema de la libertad religiosa y el diálogo<br />

<strong>intercultural</strong> se plantea generalmente debido a la problemática suscitada<br />

en los países europeos por la presencia de grupos religiosos<br />

—particularmente islámicos— que reivindican su derecho a vivir<br />

según las normas de su religión y tradiciones culturales y, especialmente,<br />

por el miedo al fundamentalismo beligerante de algunos<br />

grupos religiosos. Problemática que, en México, no tiene mayor<br />

relevancia, hasta el momento.<br />

En segundo lugar, concebir la libertad religiosa como mera libertad<br />

individual de creer y celebrar o confundir Religión y religiones esconden<br />

la problemática más profunda y su importancia para la vida y<br />

convivencia humana.<br />

En tercer lugar, este problema se suele plantear y se pretende resolver<br />

en términos de conflicto o diálogo entre las diferentes tradiciones<br />

religiosas o culturales. Sin embargo, con algunas excepciones, en el<br />

mundo moderno el problema no estriba en dicho diálogo, sino en<br />

la relación entre la pluriculturalidad de las diversas comunidades y<br />

grupos humanos —generalmente etno-religiosamente fundada— y<br />

la pretensión de una homogeneidad social —fundamentada en la<br />

legalidad civil— propia de los Estados-Nación y que, estrictamente,<br />

ni tiene religión, ni tiene cultura, aunque pueda haber abrevado de<br />

una y otra.<br />

Las raíces de la problemática desde el punto de<br />

vista de la cultura y la <strong>intercultural</strong>idad<br />

Hoy se habla mucho de <strong>intercultural</strong>idad cuando en realidad<br />

estamos ante un fenómeno global de imposición disimulada —básicamente<br />

mediante el mercado y la publicidad— de ideología y<br />

sistemas políticos y económicos, de instituciones y formas sociales de<br />

comportamiento, homogéneos, con el consiguiente aplastamiento de<br />

las diversas culturas.<br />

La modernidad y el Estado laico correspondiente han eliminado el<br />

reconocimiento de las diversas comunidades y reducido la política a<br />

la relación estado-individuos (ciudadanos). Se esconde aquí una política<br />

anti-cultural y anti-religiosa que ha venido siendo muy efectiva,<br />

en que la coerción no se realiza fundamentalmente por la supresión<br />

o restricción de cultos o costumbres, sino por una homogeneización<br />

social que desconoce las tradiciones y derechos de las comunidades<br />

étnicas, lingüísticas o religiosas.<br />

Lo que más perjudica la vivencia cultural-religiosa y a la libertad<br />

asociada con ella, en las sociedades economicista y políticamente<br />

uniformizadas, no son las leyes restrictivas, sino la pulverización de<br />

las comunidades, la estandarización de instituciones, de formas de<br />

educación, la imposición de estilos y ritmos de trabajo, producción<br />

y consumo, o de formas de asociación y comunicación que impiden<br />

la convivencia comunitaria y la creación de cultura. Igualmente la<br />

imposición de formas de pensamiento científicas y económicas contra<br />

las mitológicas o tradicionales y su absolutización como las únicas<br />

válidas, las únicas “desarrolladas” o “civilizadas” y dignas de tomarse<br />

en cuenta.<br />

Dios no se niega fundamentalmente por argumentos filosóficos<br />

sino por la imposición de estructuras civiles ajenas a las culturas<br />

tradicionales. En este sentido, el Estado “moderno” —teóricamente<br />

laico—, en su afán de homogeneización social, resulta antirreligioso<br />

y anticultural.<br />

Porque hablar de libertad religiosa y respeto a las tradiciones culturales<br />

no es sólo permitir o garantizar la mera libertad de culto y de<br />

creencias; es garantizar la posibilidad de diseñar y organizar el universo,<br />

las relaciones humanas y la relación con el mundo, las formas<br />

de educación desde los sentidos y tradiciones, las instituciones, las<br />

formas de organización política y económica configuradas culturalmente<br />

por los diversos grupos en función de su medio ambiente y su<br />

experiencia histórica.<br />

En ese sentido los grupos indígenas tradicionales tienen más libertad<br />

que nosotros. Aunque esta libertad está cada vez más amenazada por los<br />

factores externos (carreteras, presas, minas, turismo…) que destruyen<br />

no sólo territorios sagrados sino que imponen una relación distinta<br />

con el mundo en torno, la ecología, la cohesión de las comunidades…<br />

¿Es posible guardar la relación con la Madre Tierra cuando la tierra, el<br />

agua, el paisaje se convierten en lugar de empleo o de compra-venta?<br />

Consciente o inconscientemente las comunidades tradicionales han<br />

padecido este conflicto por más de quinientos años. La novedad es<br />

que ahora las que lo experimentan son las sociedades civiles, porque<br />

la religión pasa de ser elemento comunitario a ser elemento social/<br />

estatal; sea porque el Estado o los grupos de poder la imponen, utilizan<br />

o controlan, sea porque se percibe como amenaza a la homogeneidad.<br />

_Hoy se habla mucho de<br />

<strong>intercultural</strong>idad cuando en realidad<br />

estamos ante un fenómeno global<br />

de imposición disimulada —básicamente<br />

mediante el mercado y la publicidad— de<br />

ideología y sistemas políticos y económicos.<br />

Las raíces de la problemática desde el punto de<br />

vista de la Cultura-Religión<br />

En primer lugar hay que distinguir entre Religión y religiones.<br />

Religión nos remite a la experiencia radical, fundante, impelente,<br />

motivante de la vida humana; al sentido e impulso último de las<br />

comunidades y de las personas, al dinamismo que nos convierte en<br />

seres humanos.<br />

En estricto sentido, no se puede hablar de libertad religiosa como<br />

una entre otras libertades, ya que la religión —cuando realmente<br />

es esa experiencia fundante del sentido del mundo, de la vida— es<br />

el origen de toda libertad, de todo sentido, de la persona y de la<br />

comunidad. Esto rebasa las religiones concretas, sus estructuras, instituciones,<br />

creencias y prácticas (morales o culturales), pero se concreta<br />

en ellas. Esto es algo que no pueden dar las sociedades ni su legalidad.<br />

De aquí que, cuando se intenta someter lo religioso a lo políticosocial<br />

(a la legalidad), a lo económico, o a lo científico, se atenta<br />

contra la fundamentalidad misma de la religión. La experiencia religiosa<br />

es, cuando realmente se vive, el fundamento de toda la comunidad<br />

17


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

18<br />

y de cada una de las personas en ella, de su moral, su identidad, su<br />

mundo. Por ello, lo religioso como tal no puede estar sometido a<br />

criterios y poderes externos.<br />

Las religiones han sido las formas históricas como esa experiencia<br />

comunitaria se ha ido estructurando: formulando, institucionalizando,<br />

adquiriendo una “corporalidad” espacio-temporal, en las diversas<br />

ecologías y épocas. Las religiones han sido la forma cultural de<br />

vehicular las experiencias-comprensiones más fundamentales para el<br />

convivir humano; por eso, durante la mayor parte de la historia de la<br />

humanidad, las religiones fueron el motor y el espacio de la cultura<br />

(no en balde se ligan cultivo, cultura y culto).<br />

En general las religiones concretas se constituyen para construir —y<br />

en su caso proteger— a la comunidad; generalmente son formas de<br />

transmitir prácticas de cuidado de la vida, de simbolización y celebración<br />

de la misma. Por lo mismo, no tenemos por qué temer que<br />

una religión sea —en cuanto tal— destructiva de la sociedad. No hay<br />

actualmente en México ninguna religión que represente un peligro a<br />

la vida humana o a la convivencia, aunque quizá algunos fanáticos sí.<br />

Sin embargo las religiones, sus instituciones, prácticas, creencias no<br />

son La Religión y desde luego no pueden constituirse en un absoluto<br />

en sí mismas. Pero el problema no es cómo someterlas a los criterios<br />

sociales y morales vigentes en un país o en un sistema social, sino<br />

nidades, fundamentalmente asociadas con el origen étnico, y fundamentadas<br />

en la religión; teóricamente reconocidas por el Estado pero<br />

de las que se prescinde en la gestión de la vida nacional y a las que se<br />

impide vivir según sus tradiciones e instituciones.<br />

La legislación nacional ha prescindido de su existencia e importancia<br />

para establecer la relación con los individuos abstractos (es decir,<br />

separados de sus comunidades) y no existen formas sociales capaces<br />

de favorecer la existencia de comunidades; en realidad ni importa. Se<br />

ha seguido la política moderna de nivelación y uniformación que va<br />

desde la imposición de la lengua y religión del imperio castellano<br />

hasta la de los textos únicos o los sistemas de propiedad del Estado<br />

mexicano. En esta situación, la religión y la diversidad cultural se<br />

convierten en una fuerza de resistencia a la integración/dominación<br />

del Estado nacional y una amenaza para el mismo.<br />

Hoy vivimos un momento de crisis de identidades y sentidos en<br />

que aparece claramente la ineficacia de los Estados-Nación y de su<br />

legalidad para ser fuente de sentido y de motivación para la convivencia,<br />

el cuidado del medio ambiente, el arte y la fiesta…, para ser<br />

humanos; en que la ciencia y la tecno-economía van evidenciando no<br />

sólo la misma incapacidad, sino el hecho de que, dejadas a sus propios<br />

dinamismos y convertidas en pseudo-religiones, han propiciado el<br />

desastre ecológico, económico y humano que estamos presenciando.<br />

_Por ello, el problema de fondo no es si las religiones permiten la laicidad o<br />

viceversa, sino si se están traslapando las fronteras entre comunidad y sociedad,<br />

siendo que tienen dinámicas y funciones distintas.<br />

cómo dialogar para que las diferentes religiones se ubiquen y participen<br />

activamente en un entorno social que ya no ha sido generado<br />

por ellas (al menos directamente), en una realidad en que la unidad y<br />

la convivencia ya no vienen dadas por la misma religión sino por la<br />

legalidad, de modo que las diversas comunidades, sus instituciones y<br />

prácticas no sean incompatibles con esa construcción social.<br />

Una clave del problema<br />

Las comunidades generan la cultura y la religión y se reconfiguran<br />

por ellas, las sociedades nacionales se configuran por su discurso e instituciones<br />

legales que regulan las relaciones entre los individuos (ciudadanos)<br />

que habitan un territorio arbitrariamente delimitado. Por<br />

ello, el problema de fondo no es si las religiones permiten la laicidad o<br />

viceversa, sino si se están traslapando las fronteras entre comunidad y<br />

sociedad, siendo que tienen dinámicas y funciones distintas.<br />

Sucede de dos maneras: cuando un Estado-Nación asume una religión<br />

como estructura legal estatal, o cuando grupos fundamentalistas<br />

quieren imponer sus comprensiones y formas de vida comunitarias<br />

como criterio social. No es que el Islam o el Cristianismo se cierren<br />

a la convivencia o a la libertad, sino que sus grupos fundamentalistas<br />

han trasladado las funciones de la religión y/o de la comunidad al Estado.<br />

Esto no constituye un problema en las comunidades autóctonas<br />

ya que en ellas las personas no funcionan —al menos no fundamentalmente—<br />

como ciudadanos del Estado sino como miembros de la<br />

comunidad.<br />

Una segunda forma es —como en el caso de México— el fenómeno<br />

inverso, en que el Estado ha querido imponer sus estructuras<br />

e instituciones sociales —legales y económicas— a las comunidades<br />

indígenas y con ello invade y destruye su espacio cultural-religioso,<br />

incluidos su territorio y ecología.<br />

Dentro del territorio mexicano coexisten diversas culturas y comu-<br />

Ante estas situaciones, me parece que es urgente un verdadero<br />

diálogo entre las comunidades y sus culturas, instituciones-tradiciones<br />

—entre ellas las religiones— y la sociedad y sus instituciones<br />

legales o tecno-económicas. Las comunidades-religiones han sido<br />

las únicas que han aportado los motivos y los sentidos comunes y<br />

el impulso necesarios para convivir humanamente; las sociedades<br />

(probablemente en el futuro no serán primariamente nacionales)<br />

pueden aportar las estructuras y los elementos de manejo del mundo<br />

y de las interrelaciones necesarios para una convivencia más global<br />

o de intercambio y cooperación de las diversas comunidades y las<br />

personas que en ellas viven. Por ello, urge reconsiderar las comunidades<br />

y sus dinamismos fundantes como pistas alternativas para<br />

rediseñar, compartir/motivar lo que da origen a nuestra humanidad,<br />

la convivencia-consistencia humana en sus entornos concretos.<br />

Igualmente, un diálogo “<strong>intercultural</strong>” de este tipo debería establecerse<br />

también entre el sentido, funciones y alcance de los saberes<br />

de científicos y tecnólogos y los de la sabiduría de los pueblos u<br />

otras comunidades-grupos humanos (religiosos).<br />

Habría además que pensar en la promoción de una libertad religiosa<br />

y cultural no sólo como libertad legal/civil (permiso de vivir y/o<br />

practicar ciertos rituales y estilos o mantener y comunicar ciertas<br />

verdades), sino como libertad cultural frente a las tendencias e imposiciones<br />

globalizadoras de moda, sean intelectuales, tecno-científicas,<br />

económicas, mercadotécnicas, comunicacionales o pretendidamente<br />

religiosas.<br />

En el fondo, consistiría en abrir espacios de presencia y autogestión<br />

a las diversas comunidades de nuestro país; espacios territoriales, políticos,<br />

económicos, educativos, y espacios sociales en que pudieran<br />

ponerse en común con otros grupos étnicos, religiosos, culturales.<br />

Claro, todo esto es si queremos que haya futuro para la humanidad.


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

IBERO<br />

20<br />

Jesús Maldonado, S. J._Realizó estudios de Filosofía y Letras en el Colegio Máximo de Cristo<br />

Rey de la Compañía de Jesús en México, y de teología en el Teologado de la misma orden religiosa. Es maestro<br />

en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Fue párroco en la Parroquia de la<br />

Colonia Ajusco Coyoacán en la ciudad de México. Fue director de Radio Huayacocotla, así como subdirector de<br />

la asociación Servicios Educativos de Occidente en Guadalajara. Fue también fundador y director del Centro de<br />

Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, cofundador de la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos<br />

para Todos y director del Comité de Derechos Humanos de Tabasco. Ha escrito múltiples informes sobre derechos<br />

humanos y participado en la elaboración de varias revistas y artículos sobre el mismo tema. Es coordinador del<br />

libro Mesoamérica, la disputa por el control del territorio (Universidad Iberoamericana Puebla/Instituto Superior<br />

Intercultural Ayuuk, 2012). Actualmente es Rector del Instituto Superior Intercultural Ayuuk-Mixe-Oaxaca.<br />

Educación superior<br />

y educación no formal en la<br />

<strong>intercultural</strong>idad_<br />

Hay muchas razones para pensar en la importancia<br />

de la educación superior <strong>intercultural</strong>,<br />

muy especialmente si es asequible a los jóvenes,<br />

hombres y mujeres, de menos recursos<br />

y de zonas deprimidas. Señalaré algunos de<br />

los impactos que considero más importantes<br />

en cuanto que afectan lo más propio de la<br />

persona, especialmente de los indígenas con quienes tengo el<br />

privilegio de compartir mi vida.<br />

En primer lugar, y no necesariamente lo más importante, es la<br />

desvalorización de la cultura que han sentido y vivido en carne<br />

propia y, con ello, en su personalidad. Esto puede ser el resultado<br />

de haberlo experimentado en el contacto con la ciudad, los medios<br />

de comunicación, los compañeros que han salido fuera de sus<br />

pueblos y han regresado al pueblo, etcétera. También podríamos<br />

pensar en la intolerancia hacia los jóvenes hombres y mujeres que<br />

empiezan a vivir nuevas experiencias o que quieren vivir nuevas<br />

experiencias, como otros de sus compañeros o compañeras.<br />

Es muy fuerte el espejismo urbano que se ve en los medios de<br />

comunicación o que sencillamente es compartido por compañeros<br />

que se han aventurado a buscar trabajo en el norte del país o<br />

de Estados Unidos y que cuentan de una manera fantasiosa las<br />

experiencias vividas, así como lo fascinante y atractivo del modo<br />

de vida estadounidense, pero que por supuesto no transmiten la<br />

verdadera historia y sin duda muchas de las experiencias quizá inconfesables<br />

o al menos dramáticas que constantemente conocemos<br />

de los paisanos nuestros que emigran en busca de una mejor vida.<br />

Por supuesto, habría que considerar lo que implica, en el mejor<br />

de los casos, la adaptación a la nueva cultura, el desprecio y el<br />

racismo que se da en el norte del país y, de una forma más acentuada,<br />

en los Estados Unidos.<br />

Es verdad que muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una<br />

escuela en su comunidad que los prepare y que sea pertinente con<br />

las necesidades locales, pero sin descuidar el fortalecimiento de<br />

sus relaciones productivas. Sin embargo esto se plantea como una<br />

utopía, pues las escuelas superiores son totalmente insuficientes o<br />

inexistentes, sobre todo en las zonas deprimidas. Además, generalmente<br />

manejan esquemas desarrollistas, no comunitarias o en<br />

beneficio de los pueblos indios. Esto se ve claramente reflejado<br />

en la cantidad de jóvenes indígenas que no pueden entrar a los<br />

niveles de educación superior, lo que por cierto implica un gran<br />

fracaso de la política educativa.<br />

La dramática experiencia humana<br />

que se vive en las comunidades indígenas<br />

La discriminación por el color de la piel, los rasgos, el lugar de<br />

origen, sobre todo si es en la Sierra. Daré algunos elementos comentados<br />

por jóvenes indígenas que nos pueden ayudar a pensar<br />

lo que la discriminación puede significar.<br />

“Nos tratan mal cuando usamos los trajes típicos, por eso no<br />

queremos usarlos”.<br />

“Algunos compañeros que están estudiando en universidades<br />

de la ciudad, me han comentado que estoy mal porque me fui a<br />

meter a la Sierra, cuando saben que me fui a estudiar al Instituto<br />

Superior Intercultural Ayuuk, ubicado en el Istmo de Tehuantepec<br />

y perteneciente al Sistema Universitario Jesuita”.<br />

“En mi mismo pueblo se burlan de la persona que habla alguna<br />

lengua indígena”.<br />

“A los indígenas no nos ven con las mismas cualidades que a las<br />

demás personas que no son indígenas. Ni siquiera somos vistos<br />

con las mismas capacidades que los que no son indígenas”.<br />

“Esa escuela Ayuuk, dicen, no es buena porque es indígena y<br />

para indígenas”.<br />

“En mi pueblo se ríen mucho de los que nos decimos indígenas”.<br />

En muchos momentos la educación formal y la informal se<br />

confunden. ¿Hasta dónde llega el influjo de la educación formal<br />

y dónde empieza la educación informal? Podríamos preguntarnos<br />

también: ¿Qué ofrece la universidad <strong>intercultural</strong> Ayuuk,<br />

la educación formal, a la población de Jaltepec y qué ofrece la<br />

comunidad Ayuuk a los universitarios y universitarias?


Casa ISIA: Maíz con fortaleza Ayuuk.<br />

Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.<br />

_Muchos jóvenes hombres y mujeres anhelan una escuela en su comunidad<br />

que los prepare y que sea pertinente con las necesidades locales, pero sin<br />

descuidar el fortalecimiento de sus relaciones productivas.<br />

21<br />

La <strong>intercultural</strong>idad crea una forma de vida<br />

diferente<br />

Una de las características fundamentales de nuestra universidad<br />

Ayuuk es que reconoce y aprecia las diferencias étnicas, personales,<br />

grupales, sociales. No puede ser de otra manera, ya que asisten<br />

a nuestra institución compañeros y compañeras de diez culturas<br />

diferentes. Hay muchas formas de hablar, de vestir, tenemos muy<br />

distintas costumbres. Se distingue claramente lo propio de lo otro.<br />

“Ayuda mucho el que los que venimos de fuera, damos vida a la<br />

comunidad”, expresa un estudiante. “Es decir, en una comunidad<br />

tan pequeña como Jaltepec de Candayoc, 145 personas, jóvenes<br />

universitarios, hombres y mujeres, que no somos de la comunidad,<br />

transmitimos alegría y esto se empieza a contagiar. Las<br />

mismas costumbres de la población van cambiando. Pero también<br />

la costumbres de la población nos van modificando y nos van<br />

enseñando formas distintas de vivir”.<br />

Añade: “La población de Jaltepec nos ofrece formas de vida<br />

diferentes a las que nosotros tenemos en nuestras comunidades<br />

y como convivimos con distintas familias, vamos asimilando las<br />

formas de vida, las costumbres”.<br />

Impacta mucho que en Jaltepec, los habitantes hacen muchas<br />

fiestas, se organizan colectivamente, no individualmente. El pueblo<br />

coopera en la elaboración de la comida y a lo largo de toda la fiesta<br />

y así vemos trabajar a las mujeres y los hombres desde la madrugada.<br />

La persona <strong>intercultural</strong> rompe esquemas tanto en las aulas<br />

como fuera de las aulas. Se trata sin duda de un continuo proceso<br />

de aprendizaje que se ha iniciado, no inmediatamente, porque se<br />

requiere un tiempo de asimilación, primero de lo que significa la<br />

<strong>intercultural</strong>idad y, después, con el tiempo, lo que se percibe como<br />

diferente se va aceptando o dejando a un lado.<br />

En el proceso de la <strong>intercultural</strong>ización que se observa en la<br />

educación formal, podemos ver que las diferencias son marcadas<br />

y que así son percibidas por los nuevos alumnos y alumnas<br />

que mantienen sus posturas previas, con las que llegaron, y hasta<br />

después de un tiempo más o menos largo (varios meses) se van<br />

haciendo relaciones de amistad, de compañerismo.<br />

Algunas de las formas que se perciben como diferentes y que<br />

llaman la atención son: cómo se organiza la gente de la población<br />

de otra cultura, para sembrar, para producir, para organizar y celebrar<br />

la fiesta y, por supuesto, las formas de colaboración para las<br />

distintas actividades que se llevan a cabo en la población como el<br />

tequio, los cargos, etcétera. De esta manera los usos y costumbres<br />

que se viven en la cultura de Jaltepec llaman profundamente la<br />

atención a los y las jóvenes que provienen de otros pueblos donde<br />

los usos y costumbres no son la norma.<br />

En la diversidad cultural nada ni nadie es superior a otro. La<br />

diversidad lo implica. Por supuesto que esto no es fácil de asimilar,<br />

sino que es un proceso lento. Simultáneamente se desarrollan va-


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

22<br />

_Una de las características<br />

fundamentales de nuestra<br />

Universidad Ayuuk es que<br />

reconoce y aprecia las diferencias<br />

étnicas, personales, grupales, sociales.<br />

rios procesos. Al inicio sólo se distingue entre lo propio y lo ajeno<br />

y esto se va remarcando al percibir la diversidad. Los testimonios,<br />

en este sentido, son reveladores: “Las comidas en las fiestas de<br />

Jaltepec son para todo el pueblo. Puede ir el que quiera, la comida<br />

alcanza para todos, decenas de mujeres y hombres trabajan intensamente<br />

para que no falte la comida ni la bebida a nadie, y este<br />

trabajo se realiza libremente sin pago”. “En mi pueblo, la comida<br />

de la fiesta es para los amigos y la familia, no para todo el pueblo”.<br />

Intercambio de saberes<br />

En la universidad <strong>intercultural</strong> como es el ISIA, se va creando<br />

una mentalidad abierta, y se empieza a asumir como valioso aquello<br />

que no necesariamente es lo propio ni tiene que ver con lo<br />

propio. Es decir, lo <strong>intercultural</strong> es fuente de aprendizaje humano,<br />

social y cultural de relación.<br />

En la universidad <strong>intercultural</strong> se da un constante intercambio<br />

de saberes. La diversidad cultural es necesaria para innovar, crear,<br />

así como la biodiversidad es necesaria, así también lo es la diversidad<br />

cultural, como lo afirma la Unesco. Estos procesos se dan más<br />

intensamente en la universidad <strong>intercultural</strong> que en la educación<br />

informal, en donde posiblemente existan los mismos procesos<br />

aunque de una manera más lenta, menos reflexiva, menos profunda.<br />

La universidad <strong>intercultural</strong> aporta nueva información y<br />

más elaborada.<br />

Sin duda uno de los retos más fuertes que enfrenta alguien que<br />

no pertenece a una comunidad donde se viva según los usos y<br />

costumbres es el choque entre lo individual y lo comunitario.<br />

Fuera del mundo indígena, se impone lo individual a lo colectivo.<br />

Biblioteca ISIA: La casa para todas, para todos.<br />

Esta visión más comunitaria es lo que da vida, lo que alimenta a<br />

la comunidad Ayuuk en los distintos campos de la vida humana:<br />

en el trabajo, en las relaciones cotidianas de convivencia, de producción,<br />

de rituales, de uso y respeto a la tierra, de la fiesta. Pero<br />

también da cohesión comunitaria para la defensa de sus intereses<br />

y de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas. Así<br />

se está buscando modificar artículos de la Constitución política en<br />

beneficio de los pueblos, donde se toma en cuenta la opinión de<br />

las comunidades.<br />

Conclusiones<br />

No todo, ni siquiera lo más importante de lo <strong>intercultural</strong>, se<br />

obtiene en las aulas, sino en lo cotidiano, aunque se refuerza y<br />

profundiza en las aulas; puede ayudar a romper el control de lo<br />

dominante y ayudar a desarrollar nuevas formas de relaciones<br />

dentro de la sociedad donde la subordinación étnica, cultural, la<br />

lengua, el color de la piel, etcétera, no sean lo determinante. Es<br />

así, sin duda, como se podrá pensar en sociedades donde haya más<br />

comprensión entre los distintos pueblos y superar el divisionismo<br />

que se les ha impuesto, por distintas conveniencias del gran capital<br />

y sus intereses de producción.<br />

Camina la espiral de ISIA.<br />

Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.<br />

Fotografía: Espacio de comunicación ISIAyuuk.


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IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

24<br />

José Luis Caballero Ochoa_Es doctor<br />

en Derecho y miembro del Sistema Nacional<br />

de Investigadores. Académico-investigador en<br />

el Departamento de Derecho de la Universidad<br />

Iberoamericana ciudad de México. Actualmente se<br />

desempeña, además, como Consejero de la Comisión<br />

de Derechos Humanos del Distrito Federal y miembro<br />

de la Red de Investigadores sobre Discriminación<br />

en México, auspiciada por el Consejo Nacional para<br />

Prevenir la Discriminación (CONAPRED).<br />

De la tolerancia a la<br />

protección judicial de las<br />

diferencias_El papel de la diversidad en<br />

el Estado democrático<br />

Entender el pluralismo social como una condición<br />

necesaria para la viabilidad de una sociedad democrática<br />

ha tomado mucho tiempo. Una primera<br />

aproximación fue dejar atrás la concepción de “tolerancia”<br />

como la forma de aceptación social del diferente,<br />

en el sentido más amplio de las implicaciones semánticas<br />

del vocablo: admitir lo distinto a fuerza de vencer la resistencia.<br />

La expresión se acuñó mayormente en el contexto de la libertad<br />

religiosa, y ante el tránsito de los Estados confesionales, a partir<br />

del modelo de Westfalia, hacia la conformación de sociedades<br />

seculares y laicas en su expresión pública.<br />

A golpe de movilización social, la diversidad y su reconocimiento<br />

se fueron abriendo paso hacia coordenadas jurídicas que arrojaran<br />

los resultados que la idea de mera tolerancia no produjo. Así,<br />

los Estados constitucionales, al menos en Occidente, tuvieron que<br />

caminar hacia otro tipo de reconocimiento, en la deconstrucción<br />

de un modelo jurídico cómplice con la invisibilidad de las diferencias,<br />

y propio del Estado de legalidad por el que transitamos los<br />

últimos doscientos años.<br />

El paradigma fundamental de ese modelo fue sostener un discurso<br />

de identificación, que hizo recaer en un sujeto uniforme en el<br />

sexo, patrimonio, origen étnico y convicciones —entre otros factores—<br />

el reconocimiento jurídico pleno de Ciudadano, así como<br />

del ejercicio de los derechos y del sustento de la unidad nacional.<br />

Se trató de una homologación de las diferencias 1 , en la que lo<br />

“distinto” se percibió como enemigo del establishment —por ejemplo,<br />

el caso de la disidencia política— o bien, como inexistente —la<br />

diversidad sexual— o como una situación que necesariamente<br />

debía ser superada ante formas decretadas de progreso social —los<br />

usos y costumbres propios de las comunidades indígenas.


En nuestro país la construcción decimonónica de una noción<br />

de mexicanidad homogénea, conveniente a un modelo específico<br />

de ciudadano y también al autoritarismo, nos privó por mucho<br />

tiempo del reconocimiento de una sociedad plural, que fue sacudido<br />

gracias a los movimientos sociales de la segunda mitad del<br />

siglo XX, o de reivindicación indígena a través del Movimiento<br />

Zapatista en 1994. Estos procesos abrieron paso a que al menos<br />

en el discurso y en el papel se asentara la apuesta por la igualdad,<br />

mediante el reconocimiento de diferencias.<br />

En las últimas décadas, la aceptación de la diversidad social se ha<br />

percibido cada vez más como una condición indispensable para<br />

el desarrollo democrático, y se han presentado avances plausibles<br />

en el marco jurídico sobre derechos humanos, especialmente en<br />

las cartas fundamentales sobre la materia: constituciones o tratados<br />

internacionales. Por ejemplo, ya existe un reconocimiento expreso<br />

de los pueblos originarios en la conformación pluricultural del<br />

Estado. O bien, las llamadas cláusulas de prohibición de discriminar<br />

se han asentado entre nosotros, y se determinan ya como el<br />

estatuto más reconocible de la universalidad de los derechos.<br />

Sin embargo, el discurso ha tenido que medirse con la realidad.<br />

Desmontar las distintas formas de exclusión pasa por reconocer<br />

formas de violencia institucionalizada, a veces sutiles, como la que<br />

evidenció la reciente declaración patrimonial de los funcionarios<br />

federales de primer nivel, ante la exhibición de que las tres secretarias<br />

de Estado del Gobierno actual ganan menos que sus homólogos<br />

varones, además de ocupar carteras tradicionalmente consideradas<br />

propias para mujeres: turismo, desarrollo social, salud. Otras, terriblemente<br />

evidentes, como la que nos dio a conocer la Encuesta Nacional<br />

sobre Discriminación en México (Enadis) de 2010, al reflejar que el 87%<br />

de las trabajadoras o trabajadores del hogar no tienen ningún tipo de<br />

seguro médico, o que el 50% no reciben aguinaldo 2 .<br />

Y en este sentido, los tribunales han jugado un papel cada vez<br />

más protagónico, para que se haga efectivo el reconocimiento de<br />

la diversidad social, del multiculturalismo, y el acceso al ejercicio<br />

de derechos humanos, que se ha negado simplemente cuando<br />

no se pertenece a la mayoría que detenta una protección legal<br />

“natural” desde los parlamentos que la representan.<br />

En términos de raza, en el proceso de visibilizar a las minorías<br />

afroamericanas en Estados Unidos, es paradigmático el Caso Brown<br />

vs Board of Education (1954), resuelto por la Suprema Corte de ese<br />

país. En este caso, se decidió que era discriminatorio establecer<br />

escuelas separadas para la educación de los afroamericanos, lo que<br />

fue un motor fundamental para eliminar la segregación racial, y la<br />

implementación de acciones afirmativas a favor de esa población,<br />

al asignarle lugares predeterminados en universidades y empleos.<br />

Justo este año, la misma Corte norteamericana tendrá la importante<br />

tarea de decidir si todavía son pertinentes estas acciones<br />

afirmativas para favorecer minorías raciales, como afroamericanos<br />

o latinos, en el acceso a la educación superior. Se trata de considerar<br />

los límites ante los que la composición multicultural puede<br />

ser atendida como un factor en la admisión a las universidades, en<br />

el Caso Fisher vs. University of Texas.<br />

_En nuestro país la construcción<br />

decimonónica de una noción<br />

de mexicanidad homogénea,<br />

conveniente a un modelo específico de<br />

ciudadano y también al autoritarismo,<br />

nos privó por mucho tiempo del<br />

reconocimiento de una sociedad plural.<br />

También en los próximos meses, esa misma Corte se hará cargo<br />

de determinar si es constitucional una ley, The Defense of Marriage<br />

Act (DOMA), que prohíbe extender beneficios federales destinados<br />

a los matrimonios heterosexuales a las parejas del mismo sexo;<br />

o si es posible por vía de referéndum cancelar la extensión de la<br />

institución matrimonial a estas parejas, y que había sido otorgada<br />

mediante la legislación estatal.<br />

En nuestro país no tenemos una trayectoria de larga data en esta<br />

defensa, como en otros contextos, no sólo el norteamericano, sino<br />

el argentino, el sudafricano, o el colombiano, por señalar algunos de<br />

los más representativos. Recién iniciamos una experiencia de reivindicación<br />

social mediante los tribunales, en el reconocimiento de la<br />

diversidad y del multiculturalismo, especialmente a través del litigio<br />

estratégico que emprenden organizaciones de la sociedad civil.<br />

Por ejemplo, en el Amparo Directo en Revisión 1624/2008<br />

(2008), la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la<br />

Nación determinó que para aplicar una sanción por posesión de<br />

huevos de tortuga marina, el tribunal debía considerar las costumbres<br />

de la comunidad indígena a la que se vinculaba el recurrente<br />

del juicio de amparo, y que había sido imputado en la causa penal.<br />

Por su parte, en el amparo 1157/2007-II, el famoso Caso Mininuma<br />

(2008), el juez otorgó la protección de la justicia a una comunidad<br />

rural del Municipio de Metlatónoc, Guerrero, que no contaba<br />

con servicios médicos indispensables, lo que hacía nugatorio su<br />

derecho a la salud. La consideración de esta carencia inexcusable<br />

pasó por la evidencia de que sólo se habían hecho acreedores a<br />

la política pública de contar con un centro de salud, por parte<br />

de las autoridades del estado de Guerrero, las poblaciones de más<br />

de 2,500 habitantes, lo que dejaba en desamparo prácticamente a<br />

las comunidades menos pobladas, integradas justo por indígenas.<br />

En esta resolución, el juez estimó que era necesario dotar de los<br />

elementos materiales para el funcionamiento de una clínica, así<br />

como una cartera de servicios médicos adecuados a la misma.<br />

Es interesante observar cómo el empleo del instrumento judicial<br />

no sólo puede servir a quienes por esa vía intentan aproximarse a<br />

la defensa de los derechos, sino también a movilizar culturalmente<br />

patrones estereotipados que favorecen desigualdad y discriminación,<br />

lo que es una gran asignatura pendiente en México. Los<br />

tribunales pueden contribuir a la emancipación de las minorías.<br />

Finalmente en eso estriba su función original. Ya no es una cuestión<br />

de tolerancia.<br />

25<br />

1 En la expresión de Luigi Ferrajoli en su ya clásico Derechos y garantías. La ley del más débil, Madrid, Trotta, 1999.<br />

2 Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, Enadis 2010, México, Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2011, p. 102.


IBEROdiálogo <strong>intercultural</strong>_examen<br />

26<br />

Cuando se habla de democracia normalmente se hace referencia<br />

a la forma en que las autoridades llegan al poder<br />

o bien en la manera en la que se conducen una vez que<br />

comienzan a ejercer sus funciones. De acuerdo con lo<br />

anterior, un régimen político será más o menos democrático<br />

si hay un proceso electoral creíble y transparente por medio del<br />

que se decida quién debe gobernar, y si además en el ejercicio de sus<br />

facultades la autoridad es respetuosa de los derechos de las personas<br />

que viven en un determinado territorio. Por el contrario, si se llega al<br />

poder mediante fraudes y maquinaciones, o bien si se ejerce en franca<br />

violación de los derechos humanos, entonces no se podrá decir que un<br />

régimen político es democrático. Todo eso forma parte ya del sentido<br />

básico compartido por millones de personas en el mundo acerca de la<br />

democracia 1 . Nadie duda que el sistema democrático requiere, cuando<br />

menos, elecciones confiables y respeto a los derechos humanos 2 .<br />

Ahora bien, eso tiene que ver fundamentalmente con los partidos<br />

políticos y con las autoridades, pero ¿qué sucede cuando son los propios<br />

ciudadanos los que no tienen demasiado aprecio por los derechos<br />

humanos? ¿Se puede construir una democracia sin demócratas?<br />

¿Qué solidez puede tener un sistema político en el que un porcentaje<br />

importante de ciudadanos tiene ideas francamente regresivas y contrarias<br />

a los derechos humanos?<br />

El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM levantó en el<br />

año 2003 la primera Encuesta sobre Cultura Constitucional en nuestro<br />

país 3 , obteniendo resultados tan interesantes como dramáticos; en<br />

esa ocasión se hicieron entrevistas de fondo a 1,794 personas mayores<br />

de 15 años, la mitad hombres y la mitad mujeres.<br />

En el año 2011 se hizo el segundo ejercicio del mismo tipo y, de<br />

nuevo, el ejercicio arrojó resultados que nos ofrecen un marco excepcional<br />

de comprensión no solamente de nuestro sistema constitucional,<br />

sino sobre todo de nuestras propias expectativas y limitaciones en<br />

cuanto al papel de ciudadanos que cada uno de nosotros debe asumir.<br />

En esta segunda ocasión se aplicaron 2,208 cuestionarios en vivienda,<br />

siguiendo una metodología científica que permitiera cubrir todo el<br />

territorio nacional y que tuviera en cuenta variables socioeconómicas<br />

que evitaran obtener información sesgada 4 .<br />

Voy a comentar enseguida algunos datos concretos, pero adelanto<br />

una posible conclusión: nos gusta quejarnos de lo mal que lo hacen<br />

Miguel Carbonell_Licenciado en Derecho por la UNAM y doctor en Derecho por la Universidad<br />

Complutense de Madrid. Es investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y coordinador<br />

del Área de Derecho Constitucional y de la Unidad de Extensión Académica y Proyectos Editoriales<br />

del mismo instituto. Es autor y coordinador de una amplia bibliografía sobre su especialidad, en la cual<br />

destacan los títulos Cartas a un estudiante de derecho, Los derechos fundamentales en América Latina,<br />

Los juicios orales en México, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos comentada, Los<br />

derechos fundamentales en México y El canon neoconstitucional, este último en coautoría con Leonardo<br />

García Jaramillo y publicado en España por la prestigiada Editorial Trotta.<br />

Construyamos una<br />

ciudadanía democrática<br />

y comprometida_<br />

nuestros gobernantes, pero no se observa que la ciudadanía sea un<br />

portento de virtudes ni que esté dispuesta a participar directamente<br />

en la construcción de la democracia constitucional mexicana. Sin<br />

duda hay un déficit de talento gubernativo, pero también hace falta<br />

una ciudadanía más crítica y participativa.<br />

De hecho, hay actitudes francamente regresivas y autoritarias entre<br />

los ciudadanos del país, algunas de ellas con probabilidad son producto<br />

de la inaudita ola de violencia que hemos sufrido en los años recientes<br />

y que ha dado como resultado una muy extendida sensación de<br />

inseguridad (además de miles y miles de muertos, como se sabe). En<br />

todo caso, los datos disponibles nos advierten la necesidad ineludible y<br />

urgente de construir una ciudadanía mucho más robusta, que se comprometa<br />

a fondo con la construcción de la democracia y que asuma<br />

a los derechos humanos como el parámetro de la vida civilizada. Sin<br />

esa calidad de ciudadanía la democracia mexicana no va a poder salir<br />

del estado de permanente precariedad en el que lleva años instalada.<br />

Un primer dato, que podría suscitar diversas reflexiones: cuando<br />

se les pregunta a las personas si les interesan los asuntos públicos el<br />

resultado es decepcionante. Un 30% dice que se interesa poco y un<br />

18% que no se interesa nada. Solamente un 13% afirma estar muy<br />

interesado en los asuntos públicos.<br />

A la luz de los datos anteriores, no resulta sorprendente que al 49%<br />

no le interesen los asuntos que se discuten en el Congreso de la Unión.<br />

Esto demuestra el profundo desapego de una parte de la población<br />

respecto a sus representantes. Es posible que muchos mexicanos no<br />

se sientan bien representados, aunque también resulta probable que<br />

muchos no puedan seguir con facilidad los debates congresionales,<br />

debido a que muchas veces en ellos se utiliza un lenguaje excesivamente<br />

técnico o se tratan asuntos muy específicos que les resultan<br />

ajenos a la mayor parte de la población.<br />

Como sea, el hecho de que a la mitad de la población simplemente<br />

no le interese lo que se discute en el Congreso supone, de por sí, una<br />

fuerte llamada de atención respecto al funcionamiento de la democracia<br />

mexicana.<br />

Otro dato para la reflexión: la encuesta que estamos comentando<br />

nos indica que para el 59% de los mexicanos, la obediencia y el respeto<br />

a la autoridad son los valores más importantes que un niño debe<br />

aprender. No cabe duda que el cumplimiento de las reglas sociales,


_Tenemos una enorme tarea de<br />

construcción de una ciudadanía<br />

democrática, que reconozca el<br />

pluralismo de valores que tenemos<br />

los mexicanos y que asuma como una<br />

cosa propia la defensa de los derechos<br />

humanos.<br />

aprendido desde la infancia, es un rasgo del carácter de las personas<br />

que conviene fomentar, pero no me queda claro que sea el valor más<br />

importante. ¿Qué hay del aprecio por la libertad, la defensa de la<br />

dignidad, el ideal de la no violencia, el respeto a la igualdad, etcétera?<br />

¿En dónde quedan esos valores si les decimos a nuestros niños que<br />

lo más importante es obedecer? ¿No es esa actitud más propia de<br />

súbditos que de ciudadanos?<br />

La tolerancia no parece figurar entre nuestras virtudes más destacadas.<br />

De acuerdo a la misma encuesta, un 43% de los encuestados<br />

señala que los problemas sociales se resolverían si pudiéramos deshacernos<br />

de las personas inmorales, cualquier cosa que ello signifique.<br />

Lo peor de todo es que un porcentaje relevante de mexicanos tiene<br />

actitudes y valores manifiestamente contrarios a los derechos humanos.<br />

Veamos algunos ejemplos, de entre los muchos que nos ofrece la<br />

Encuesta.<br />

Un 30% piensa que no se puede combatir a la delincuencia sin<br />

violar los derechos de la gente y un 39% está de acuerdo en que un<br />

toque de queda puede ayudar a reducir la inseguridad. Todavía más:<br />

un 32% está de acuerdo en que se torture a un narcotraficante para<br />

obtener información.<br />

Y la cereza del pastel: un 31% está de acuerdo en que las fuerzas<br />

de seguridad maten a un miembro de la delincuencia organizada,<br />

aunque lo puedan detener y entregar a la justicia.<br />

Aparte de lo escandalosas y preocupantes que pueden resultar las cifras<br />

anteriores, la encuesta sobre cultura constitucional de la UNAM<br />

nos pone también ante la evidencia de una población que no siente<br />

un apego completo por la legalidad. El respeto a las normas jurídicas<br />

nunca nos ha distinguido como país y parece que, luego de siglos de<br />

vivir en una especie de “zona de penumbra” respecto al Estado de<br />

derecho, millones de mexicanos ya se hicieron a la idea de que las<br />

leyes no siempre deben cumplirse.<br />

La encuesta nos indica que un 35% de mexicanos piensa que el gobierno<br />

debe dejar que circulen los taxis sin placas y un 58% sostiene<br />

que se les deben dar a los vendedores ambulantes permisos para trabajar.<br />

Ahora bien, el mexicano piensa que quien incumple las leyes no es<br />

uno mismo, sino el de enfrente. Cuando se les pide que se pongan<br />

una calificación, del cero al diez, para medir el grado de cumplimiento<br />

que hace de la ley, la gente se pone 7.84 de calificación en<br />

promedio, pero a los demás les pone una calificación de 5.65. Los que<br />

incumplen son los demás, nunca uno mismo.<br />

Más allá de la retórica con que muchos políticos suelen adornar<br />

sus discursos sobre la Constitución, lo cierto es que el conocimiento<br />

de nuestra Carta Magna es un fruto exótico todavía en el siglo XXI.<br />

La gente no conoce la Constitución, ni sus derechos. Un 65% dice<br />

que conoce poco la Constitución y un 27% dice, de plano, que no la<br />

conoce nada.<br />

Supongo que los datos anteriores hablan por sí mismos. Tenemos<br />

una enorme tarea de construcción de una ciudadanía democrática,<br />

que reconozca el pluralismo de valores que tenemos los mexicanos y<br />

que asuma como una cosa propia la defensa de los derechos humanos.<br />

En suma, necesitamos una ciudadanía democrática y no otra cosa. La<br />

construcción de ese ideal puede y debe ser apoyada por el gobierno<br />

en todos sus niveles, pero la principal tarea recae en todos nosotros,<br />

que debemos estar dispuestos a poner de nuestra parte en la tarea de<br />

hacer de México un país mejor. Ojalá no nos demoremos en asumir<br />

esta responsabilidad.<br />

27<br />

1 Dos explicaciones básicas para entender el significado moderno de la democracia pueden encontrarse en Sartori, Govanni, ¿Qué es la democracia?, México,<br />

Taurus, 2003; y en Dahl, Robert, La democracia. Una guía para los ciudadanos, Madrid, Taurus, 1999.<br />

2 Sobre la indisoluble relación entre derechos humanos y democracia, ver Carbonell, Miguel, Derechos fundamentales y democracia, Cuadernos de Divulgación<br />

Democrática, IFE, 2013. Una perspectiva más amplia en Carbonell, Miguel, Los derechos fundamentales en México, 5ª edición, México, Porrúa, UNAM, CNDH, 2012.<br />

3 Cultura de la Constitución en México. Una encuesta nacional de actitudes, percepciones y valores, México, IIJ-UNAM, COFEMER, TEPJF, 2004.<br />

4 Los resultados de la encuesta del 2011 pueden consultarse en: http://www.juridicas.unam.mx/invest/areas/opinion/EncuestaConstitucion/


Carlos Mario Castro_Redactor de IBERO.<br />

IBEROlíder Ibero_entrevista<br />

28<br />

Carlos Muñoz<br />

Izquierdo, Premio<br />

Nacional de Ciencias<br />

y Artes_Una de mis<br />

mayores satisfacciones es<br />

observar el crecimiento<br />

intelectual de mis alumnos<br />

Carlos Muñoz Izquierdo. Fotografía de Julio César López.


Mi vocación como educador, en lo<br />

particular como investigador de la<br />

educación, se la debo al doctor Pablo<br />

Latapí Sarre, ya fallecido, quien sentó<br />

las bases institucionales sobre las que<br />

en México se construyó la investigación<br />

educativa multidisciplinaria.<br />

El doctor Carlos Muñoz Izquierdo (ciudad de<br />

México, 1937), Premio Nacional de Ciencias y<br />

Artes 2012, y Doctor Honoris Causa por el Sistema<br />

Universitario Jesuita, sintetiza como muy<br />

pocos lo mejor de los valores del humanismo<br />

cristiano y de la espiritualidad ignaciana. Con<br />

palabras de una de las meditaciones principales<br />

de los Ejercicios Espirituales, el doctor Carlos<br />

Muñoz Izquierdo, siendo todavía muy joven, vio y sintió la realidad<br />

de su país y decidió encarnarse a fondo en los problemas<br />

educativos de México, para buscar redimir la situación de ceguera<br />

crónica de esas mayorías de mexicanos presos en la oscuridad por<br />

la falta de mejores oportunidades educativas.<br />

En aquella dirección, las aportaciones de Muñoz Izquierdo al conocimiento<br />

científico son numerosas. Este investigador, de infatigable<br />

diversidad temática, en su más reciente obra sintetizó y actualizó<br />

los resultados de sus estudios sobre la calidad de la educación básica,<br />

las relaciones entre la educación y el empleo, y la contribución<br />

—una de sus preocupaciones centrales— de la educación superior<br />

a la formación de los valores éticos de los estudiantes.<br />

Desde su ingreso a la Universidad Iberoamericana Ciudad de<br />

México, en 1984, ha desempeñado diversos cargos académicos<br />

y directivos. En la actualidad es Académico Emérito adscrito al<br />

Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación<br />

(Inide), de esta casa de estudios.<br />

Además del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012 (en el<br />

campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía) y del Doctorado<br />

Honoris Causa del Sistema Universitario Jesuita, sus aportaciones<br />

también han sido reconocidas por la Organización de Estados<br />

Americanos, con el Premio Interamericano Andrés Bello; la Asociación<br />

Nacional de Universidades e Instituciones de Educación<br />

Superior, con el Premio a la Contribución a la Educación Superior;<br />

el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,<br />

con el Premio Científico Luis Elizondo; y el Consejo Mexicano de<br />

Investigación Educativa, con el Reconocimiento al Mérito 2007.<br />

Sin embargo, lo que más seduce de este Líder Ibero no es tanto<br />

su palabra, la frondosidad curricular de su obra o los recono-<br />

cimientos prestigiosos a su sólida trayectoria humanista. Éstos<br />

son sólo indicios que apuntan hacia algo más profundo y que el<br />

mismo doctor Muñoz Izquierdo comparte con los lectores de<br />

este número de IBERO, en donde con la sencillez propia de<br />

una parábola evoca la génesis de su vocación humanista, cristiana<br />

e ignaciana, la cual abrazó, con palabras de Stevenson, “con la<br />

pasión de un primer amor y ha disfrutado de su ejercicio mucho<br />

antes de ponerse a calcular sus ingresos”.<br />

¿Cuál fue la influencia que tuvo la formación que recibió en su<br />

vocación de cristiano, humanista y educador?<br />

Las personas que durante mi infancia, adolescencia y primera<br />

juventud influyeron en mi vocación cristiana —en mi inclinación<br />

inicial hacia los valores inherentes al humanismo cristiano— fueron<br />

sin duda mis padres y los hermanos lasallistas, con quienes<br />

me relacioné mientras realizaba mis estudios preuniversitarios.<br />

Estos religiosos me impartieron la instrucción que me permitió<br />

conocer de forma sistemática los valores evangélicos, que evidentemente<br />

tienen un profundo significado humano. Recuerdo que<br />

del conocimiento y el constante recuerdo de las parábolas de Jesús<br />

se desprendió mi interés de tomar en cuenta las necesidades de los<br />

demás. De hecho, desde que cursaba la primaria participé en varias<br />

actividades de servicio a los otros, que en aquella época eran<br />

llamadas actividades de “apostolado”, fomentadas por algunos organismos<br />

como Acción Católica. En ese contexto conocí a varias<br />

personas ejemplares, a quienes recuerdo con mucha gratitud.<br />

¿Hubo alguien en especial que fuera decisivo durante este proceso<br />

formativo de los valores?<br />

Independientemente de cualquier otra influencia, mi vocación<br />

como educador, en lo particular como investigador de la educación,<br />

se la debo al doctor Pablo Latapí Sarre, ya fallecido, quien<br />

sentó las bases institucionales sobre las que en México se construyó<br />

la investigación educativa multidisciplinaria. Mi encuentro con<br />

él ocurrió en 1964 (en ese momento él todavía pertenecía a la<br />

Compañía de Jesús). El doctor Latapí Sarre, en una circunstancia<br />

fortuita, que bien pudo ser providencial, me invitó a colaborar en<br />

calidad de “primer investigador” en el Centro de Estudios Educati-<br />

29


IBEROlíder Ibero_entrevista<br />

30<br />

vos, A. C. (CEE), organismo que él había fundado. Corría el mes de<br />

febrero de 1964, yo acababa de egresar de la Licenciatura en Economía<br />

que estudié en el ahora Instituto Tecnológico Autónomo<br />

de México (ITAM). Por supuesto acepté de inmediato la oferta<br />

laboral del doctor Latapí, pues me la hizo después de encargarme<br />

un estudio que me permitió advertir la posibilidad de aplicar en la<br />

educación los conocimientos adquiridos en mi licenciatura.<br />

Otros jesuitas que influyeron en mi formación fueron el padre<br />

Pérez Alonso, S. J., quien me introdujo en los Ejercicios Espirituales<br />

de San Ignacio, justo durante el último año de mi carrera profesional.<br />

También el padre Teódulo Guzmán, S. J. y el padre Enrique<br />

Portilla, S. J., con quienes me relacioné durante los veinte años que<br />

permanecí en el CEE. Ahí realicé varios estudios informales bajo<br />

la dirección de los propios jesuitas, en los que analizamos varios<br />

documentos emanados del Concilio Vaticano II, las principales encíclicas<br />

promulgadas por los papas Juan XXIII y Paulo VI, así como<br />

el estudio de algunas obras del padre Lebret y del filósofo Mounier.<br />

Estos seminarios me permitieron apreciar, entre otras, la importancia<br />

que la educación y la investigación educativa tienen en la<br />

construcción de una sociedad acorde con los valores evangélicos.<br />

De manera especial recuerdo el pensamiento del padre Enrique<br />

González Torres, S. J., expresado en sus homilías y charlas cotidianas,<br />

y su interés en promover el nivel y calidad de vida de quienes<br />

pertenecen a los sectores sociales menos favorecidos. La lectura de<br />

uno de sus primeros libros, en que narraba el nacimiento de su<br />

vocación, provocó una profunda impresión en mi memoria.<br />

¿Cómo se da su paso a la Ibero?<br />

Ingresé a la Ibero en agosto de 1984, cuando todavía funcionaba<br />

en las instalaciones provisionales construidas después del sismo<br />

de 1979. La invitación me la hicieron algunos académicos que<br />

impartían clases en la Maestría en Investigación y Desarrollo de la<br />

Educación, quienes tenían interés en que los estudiantes inscritos<br />

fortalecieran el desarrollo de las competencias que necesitaban<br />

para realizar investigaciones educativas. Estos profesores probablemente<br />

pensaron que la experiencia que había adquirido en el<br />

CEE, podía ser útil para lograr aquel propósito. Ingresar a la Ibero<br />

Carlos Muñoz Izquierdo. Fotografía de Julio César López.<br />

Mi mayor interés es que<br />

más niños, principalmente<br />

de zonas indígenas y<br />

marginadas, tengan<br />

acceso a una educación<br />

básica de calidad.<br />

era una forma, pensé, de seguir mi vocación en una institución<br />

inspirada en los mismos principios que animaban al centro en el<br />

que en ese momento me encontraba.<br />

¿Qué significa para usted haber recibido el Premio Nacional de<br />

Ciencias y Artes 2012, galardón que lo coloca al lado de grandes<br />

figuras como Alfonso Caso, Ignacio Bernal, Miguel León-Portilla,<br />

Luis Villoro, Leopoldo Zea y el propio Pablo Latapí Sarre, entre otros<br />

muchos, en el mismo campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía?<br />

Me da la esperanza y la expectativa de que mi trabajo será<br />

más leído y aprovechado. Mi mayor interés es que más niños,<br />

principalmente de zonas indígenas y marginadas, tengan acceso a<br />

una educación básica de calidad: axiológicamente relevante, pedagógicamente<br />

eficaz, culturalmente pertinente, económicamente<br />

eficiente y socialmente equitativa.<br />

¿Cuál considera que es el legado más importante que le ha dejado<br />

su paso por la Ibero?<br />

A la Ibero le debo muchísimo. Algo importante es el haber<br />

tenido la oportunidad y los medios necesarios para servir a mi<br />

país, dedicándome a la investigación educativa y la posibilidad de<br />

haber contribuido a la formación de nuevos investigadores de la<br />

educación. Estoy convencido de que los resultados de mi paso por<br />

la Ibero se deben en una mínima parte a mi esfuerzo personal,<br />

pues ellos en su mayoría han sido resultado de las facilidades que<br />

la misma universidad me ha brindado. Más allá de lo anterior, la<br />

Ibero me ha permitido relacionarme con muchas personas que<br />

han sido un ejemplo para mí, y a quienes en la actualidad considero<br />

entre mis amigos cercanos. No puedo dejar de evocar, entre<br />

otros colegas, a los doctores Luis Vergara Anderson y Jorge Ibáñez<br />

Cornejo, cuyas conductas y virtudes han dejado una profunda<br />

huella en mi memoria.<br />

A esta universidad también le debo el haber tenido la satisfacción<br />

de observar el crecimiento intelectual de mis alumnos, y la<br />

alegría de relacionarme cotidianamente con ellos. Es difícil expresar<br />

lo que estas experiencias han significado para mí, pero ellas<br />

me han animado a no dejar de dedicarme a la misma actividad<br />

que inicié hace casi cinco décadas.


Juan Domingo<br />

Argüelles_Escritor,<br />

periodista, editor e investigador<br />

en temas de lectura.<br />

Director editorial de IBERO.<br />

galería_homenaje<br />

IBERO<br />

32<br />

Leonardo<br />

Nierman en el<br />

vértigo de la<br />

transparencia_<br />

A los 80 años estoy pintando mejor que nunca<br />

Fotografía de Claudia Nierman.<br />

Nacido en 1932 en la ciudad de México, Leonardo<br />

Nierman es uno de los grandes pintores y<br />

escultores vivos de nuestro país. Desde 1960 su<br />

obra ha recibido los mayores reconocimientos<br />

en México y el extranjero, entre ellos la Medalla<br />

de Oro Tomasso Campanella, en Roma; la<br />

Medalla de Oro del Instituto de Arte de Chicago, y la Insignia<br />

Europea de Artes. Julio Cortázar escribió: “Casi todos los cuadros<br />

de este pintor mexicano despiertan en mí la maravilla de la<br />

infancia, cuando bastaba mirar a través de una bola de cristal o<br />

un cuerpo translúcido para ver abrirse una tierra de nadie donde<br />

cualquier aventura de la imaginación era posible. Mi texto es una<br />

tentativa recurrente, una ansiedad por volver a vivir el vértigo de<br />

la transparencia”.<br />

Para Cortázar, ante una pintura de Nierman, ante los juegos<br />

de luz de su obra, el espectador siente “el escalofrío a pleno sol<br />

del fauno de Debussy”. Y no es casual la referencia a Debussy,<br />

pues Nierman fue músico antes que pintor, y hoy es uno de los<br />

pintores en cuya obra la música y otras artes están presentes en<br />

toda su armonía.<br />

En sus 80 años de edad, conversamos con él, para los lectores<br />

de IBERO.<br />

¿Qué hay de cierto en que exactamente hoy, 19 de diciembre, se<br />

celebra el Día de Leonardo Nierman en Chicago?<br />

No lo quiero engañar: no tengo ni idea. Yo mismo acabo de<br />

saber que también me declararon un día de homenaje en San<br />

Louis Missouri y otro en Yonkers, Nueva York. En todo caso, son<br />

cosas que acepto con simpatía y gratitud; desde luego, no voy a<br />

ser ingrato, pero no me hacen sentir ni mejor ni peor. Lo que le<br />

quiero decir, con esto, es que trato de escapar de las trampas de<br />

la vanidad. Hay cosas que, honestamente, no tomo muy en serio.<br />

¿Considera eso muy distinto a que, por ejemplo, Julio Cortázar<br />

se haya ocupado de su obra y haya escrito un estupendo texto a<br />

propósito de su pintura?<br />

En ese caso y en otros más, yo los denomino momentos luminosos<br />

porque me han permitido convivir, en mayor o menor medida,<br />

con algunos de los cerebros mejor lubricados de la corteza terrestre.<br />

Recuerdo que, cuando conocí a Cortázar, en París, fuimos a cenar<br />

a la casa del editor Antoine Capel, y todavía ni terminábamos de<br />

cenar cuando Cortázar miró el reloj (es raro que un poeta mire el<br />

reloj), y dijo: “Señores, con el permiso de ustedes me voy a retirar<br />

porque mañana tengo que empezar a trabajar muy temprano”. Yo<br />

le comenté: “Julio, ¡qué disciplina la tuya!: un escritor que se levanta<br />

temprano para empezar a escribir”. Y él me respondió: “No.


Homenaje a Juan<br />

Sebastian Bach, 2000.<br />

Música, 1998.<br />

33<br />

_Hoy sé que todas<br />

mis experiencias<br />

con la música<br />

—a la que sigo amando<br />

profundamente— tienen que<br />

ver de algún modo con mi<br />

búsqueda en los colores.<br />

Cuando hablo de trabajar me refiero a mi empleo como traductor<br />

en la Unesco, donde tengo un horario de entrada y de salida”.<br />

“¿Pero cómo un hombre con tu cobertura global (yo encuentro<br />

tus libros en cualquier lado) tiene que estar sujeto a un horario?”.<br />

Me dijo: “Eso es en la literatura. En mi vida cotidiana, tengo que<br />

trabajar para comer”. Esta anécdota me lleva a otra, también en<br />

París. Una noche, después de una cena, y mientras esperaba un taxi,<br />

en medio de un frío terrible y una ventisca helada, se me acercó<br />

un joven sin abrigo, sin saco, con un chalequito (un auténtico suicida),<br />

me sonrió, me entregó un papel arrugado y me dijo: “¿Me<br />

compraría usted este poema?” Toda mi vida voy a llevarme esa<br />

imagen. ¡Qué tristeza que un hombre con sensibilidad tenga que<br />

salir a medianoche a tratar de vender un papel arrugado con un<br />

fragmento de su alma! Ese episodio no se me va a olvidar jamás.<br />

Pero, en el caso de los pintores, ¿no venden también, en sus<br />

cuadros, un fragmento de su alma?<br />

Sí, pero el pintor tiene más posibilidades de que haya quien le<br />

dé una torta a cambio de un dibujo, ya que tiene una mercancía<br />

más palpable, y si además el dibujo está coloreado, hay más chance<br />

de que incluso le pongan jitomate a la torta. En cambio, ¿el poeta<br />

qué vende?: una ilusión, un sueño.


galería_homenaje<br />

IBERO<br />

34<br />

Partita, 1998.<br />

¿Cómo se inició en el arte?<br />

Es una historia larga y extraña que trataré de abreviar. Yo pensé<br />

que iba a ser un gran violinista. Estudié cerca de dieciocho años,<br />

seriamente, el violín. Inclusive ya daba conciertos. ¡Imagínese<br />

qué osadía! En el último que di —que fue en Bellas Artes—<br />

toqué la Sinfonía española de Edouard Lalo. Antes del concierto se<br />

me acercó un señor al que hoy no sé si recordar como el villano<br />

de esta historia, y me dijo: “Maestro, ¿no quiere que le grabe el<br />

concierto?” Y le dije: “Sí, hombre, cómo no”, un poco con la<br />

voz a lo Arturo de Córdova. A la salida me entregó la cinta y me<br />

fui con mis amigos a celebrar mi deslumbrante triunfo, y a la<br />

hora del café empezaron los pronósticos. ¿Y ahora qué sigue? ¿El<br />

Carnegie Hall, de Nueva York? ¿El Royal Festival Hall, de Londres?<br />

Etcétera. Pero, al llegar a mi casa, queriendo prolongar los<br />

placeres del aplauso, puse la cinta. Y cuando la escuché, me dije:<br />

“¡Seguramente la grabadora de ese señor estaba descompuesta!<br />

¡No puede ser que yo toque tan mal!” En mi perversión, fui a<br />

mi colección de discos y saqué una grabación de la misma obra<br />

interpretada por Yehudi Menuhin. (Hoy soy muy amigo de su<br />

hijo y ya los perdoné a los dos.) Después de escucharlo y comparar<br />

su interpretación con la mía, no me quedó más remedio<br />

que abrir el estuche, sacar el violín, darle un abrazo y decirle:<br />

“¡Amigo, tú y yo nos vamos a reencontrar en la eternidad, no<br />

antes!”. Luego lo guardé, cerré el estuche, y ahí terminó mi<br />

sueño. Me di cuenta de que, para mí, ya no habría ni Carnegie<br />

Hall ni Royal Festival Hall. El futuro estaba en ir por la vida<br />

vestido de charro, en Garibaldi.<br />

¿Ya desde entonces pintaba?<br />

No. Ni pintaba ni me llamaba la atención la pintura. Mi relación<br />

con la pintura o con el dibujo se reducía a las caricaturas que hacía<br />

de mis maestros en mi cuaderno de apuntes. En el Anfiteatro<br />

Bolívar veía los murales de Diego Rivera, pero sin una gran emoción.<br />

Sin embargo, en la Preparatoria, un día enfurecí al ver que<br />

alguien había rayado con un clavo un mural de Orozco. Pensé:<br />

“Esto sería deleznable en una pulquería, pero en una universidad<br />

no encuentro el adjetivo para describir al bruto que hizo esto”.<br />

_Si un cuadro que yo pinto no me<br />

emociona no lo firmo, porque si no<br />

me emociona a mí no tiene por qué<br />

emocionar a nadie más.


Fue mi primer contacto realmente emocional con el mundo de la<br />

pintura. Pasó el tiempo y, un día, en San Juan de Letrán, entré a un<br />

negocio que vendía materiales de artista, lugar que me encantaba<br />

sobre todo por los juegos de lápices de colores y por la manera<br />

en que los acomodaban como en un arco iris. Estuve platicando<br />

con el empleado, porque ni él ni yo teníamos nada qué hacer ni<br />

a dónde ir, y terminé pidiéndole que me recomendara algunos<br />

materiales, lo cual hizo. Me vendió unos pinceles y unos cartones,<br />

y con ellos empecé a jugar. Nunca fui a una escuela de arte.<br />

¿En qué año empezó usted a pintar?<br />

Lo que le puedo decir, con plena precisión es que fue en 1956<br />

cuando sobrevino el relámpago de la pintura que cambió mi<br />

destino. Pertenezco a la primera generación que egresó de la<br />

UNAM en Ciudad Universitaria, y ahí me ocurrió una cosa muy<br />

importante que nunca le podré pagar a la universidad. Había en<br />

la Escuela de Comercio un muro flotante, un bastidor que dividía<br />

el gran hall de entrada con un auditorio, una especie de marco<br />

de acero cubierto con cemento, de unos treinta metros cuadrados,<br />

y como yo ya estaba pintando, un día que vi al director de la<br />

Escuela, me le acerqué y le dije: “Maestro, ¿qué oportunidad hay<br />

de que me deje pintar ahí un mural?” Él me miró y me preguntó<br />

con ironía: “¿Tú sabes quiénes son los artistas que han pintado en<br />

Ciudad Universitaria?” “Pues sí —le dije—, me sé los nombres<br />

de algunos”. Y nos reímos los dos. Yo por mi insolencia y él por<br />

La gruta encantada, 1999.<br />

Cuarteto de cuerdas,<br />

2003.<br />

su sarcasmo. Sin embargo me dijo: “Tráeme un proyecto y yo lo<br />

mando a quien corresponda y te aviso”. Con todo el pesimismo<br />

del mundo, le llevé un cuadro y se lo dejé en su oficina. Tres meses<br />

después me dijo: “Ya aceptaron tu proyecto, puedes empezar a<br />

pintar mañana”. Yo todavía pensaba que se trataba de una broma.<br />

“No es broma —me dijo—. Es en serio”.<br />

El problema es que yo no sabía qué hacer. Lo platiqué con un<br />

amigo y éste me recomendó que fuera a ver a Siqueiros, para<br />

que me orientara. Conseguí su teléfono y le hablé. Hasta hoy<br />

me sorprende que Siqueiros me haya dado una cita. Llegué y le<br />

platiqué la historia, y luego de escucharme me preguntó: “Bueno,<br />

sí, ¿y a qué vienes?”. Con la mayor ingenuidad le dije: “Pues a ver<br />

si me dice usted cómo se pinta un mural”. Me mandó entonces a<br />

comprar su libro Cómo pintar un mural, pero añadió un dato que<br />

fue fundamental para mí. Me dijo: “Hay en México un hombre<br />

que ha desarrollado las mejores pinturas para eso, es un ingeniero<br />

químico, Julio González Parrodi. Búscalo”. Compré el libro y<br />

localicé a González Parrodi, que me ayudó muchísimo. De quien<br />

estamos hablando es ni más ni menos que del inventor de los<br />

colores acrílicos, un hombre que abrió un nuevo campo para el<br />

arte y que vivió en una gran modestia, a pesar de que su invento<br />

enriqueció a muchísimas compañías en el mundo. El color acrílico<br />

es, básicamente, el que utiliza como vehículo el plástico que se<br />

usa en los parabrisas de los aviones, algo que debe resistir la lluvia,<br />

el viento, la nieve, el granizo, la fricción, etcétera. Esto que inventó<br />

González Parrodi revolucionó la pintura.<br />

¿Y qué pasó con su mural de Ciudad Universitaria?<br />

Un día me llamaron para decirme que estaban haciendo unos<br />

cambios estructurales y que iban a quitar el mural. Les dije que,<br />

puesto que estaba pintado sobre un recubrimiento de fibra de<br />

vidrio, tal vez podrían despegarlo y aplicarlo en un muro. Tres<br />

horas después de la primera llamada recibí otra en la que me<br />

dijeron que el mural se les había caído y era irrecuperable. Fin<br />

de la historia. Sin embargo, ese mural (Cristal enigma) que ya no<br />

existe, marcó lo que yo quería realmente hacer en la vida, con pan<br />

en la mesa o sin pan en la mesa.<br />

35


galería_homenaje<br />

IBERO<br />

36<br />

Pasión, 1998.<br />

¿Cómo se relaciona la música con su pintura?<br />

Cuando encerré mi violín en su estuche (léase sarcófago), caí<br />

en una cierta depresión. Me entró una gran tristeza por todas esas<br />

tarde luminosas en las que estuve practicando el violín, pues sentí<br />

que había desperdiciado mi existencia. Con el tiempo descubrí<br />

que eso fue lo más importante que hice: no aprendí a tocar bien el<br />

violín, pero aprendí armonía: armonía para ver la vida, el tiempo,<br />

la muerte, el color, y sobre todo la relación de las emociones con<br />

los colores. Hoy sé que todas mis experiencias con la música —a<br />

la que sigo amando profundamente— tienen que ver de algún<br />

modo con mi búsqueda en los colores.<br />

¿Es la emoción lo más importante en el arte?<br />

Todo el arte tiene que ver con las emociones. Unas entran por<br />

los ojos, otras por los oídos, otras van directo al corazón por el<br />

ombligo. Hace poco, con un querido amigo mutuo, Bruno Estañol,<br />

al que respeto de la cabeza a los pies y a quien considero uno<br />

de los hombres más inteligentes de México, coincidimos en un<br />

concierto en la Sala Nezahualcóyotl, y después nos fuimos a cenar.<br />

A la hora del café me preguntó: “¿Qué te pareció el concierto?”<br />

Le dije: “Mira, Bruno, esa sinfonía de Mendelssohn obviamente<br />

_Hoy inclusive disfruto<br />

profundamente repintar cuadros y<br />

añadir esa bruma o ese claro de luna<br />

que les faltaban o ese chispazo que<br />

en un principio no surgió.<br />

la escribió un gran músico, pero su Concierto para violín y orquesta<br />

Opus 64 en mi menor lo escribió un ángel. Hay una enorme<br />

distancia. Ese concierto para violín te captura desde los primeros<br />

tres compases y no te suelta hasta el final”. Se quedó callado un<br />

momento, y luego me dijo: “Y esto que acabas de expresar, ¿en<br />

qué forma te afecta?”. “Me afecta —le dije— en que yo ya acepto<br />

no saber si un cuadro es bueno o es malo, si una sinfonía es buena<br />

o es mala, pero lo que sí sé es si me emociona o no me emociona,<br />

y si un cuadro que yo pinto no me emociona no lo firmo, porque<br />

si no me emociona a mí no tiene por qué emocionar a nadie<br />

más”. Ésta fue como una iluminación en mi forma de ver el arte,<br />

y la descubrí justamente al conversar con Bruno Estañol. Hay manifestaciones<br />

plásticas sorprendentes que puedo reconocer como


muy buenas, pero que a mí no me emocionan. Técnicamente<br />

son extraordinarias, pero hay algo que les falta, hay algo que no<br />

alcanzan a tener...<br />

¿Les falta acaso alma?<br />

O me falta a mí, porque tampoco soy el termómetro de la raza<br />

humana. Sin embargo puedo ver una pequeña acuarela de Durero<br />

en el Museo Albertina en Viena, que representa el ala de un pájaro<br />

con una sensibilidad deslumbrante y eso me deja pasmado. No me<br />

la robo nada más porque ya estoy viejo y no corro rápido y de<br />

seguro me alcanzan.<br />

¿Su pintura está cerca de la poesía, es decir de la metáfora, de la<br />

imagen?<br />

Le voy a hacer una confesión: en el momento de estar pintando<br />

lo que yo hago es prácticamente renunciar a cualquier control<br />

intelectual.<br />

¿Hay, entonces, un vínculo entre su pintura y los sueños?<br />

Todo el tiempo. Si mi desconexión de la lógica me lleva a propiciar<br />

un relámpago en el fondo del mar o un juego de estrellas,<br />

o un eclipse o una tempestad, no hay un freno de mano que me<br />

diga que eso no hace sentido, pues en mi pintura nada hace sentido,<br />

porque no va dirigida ni a la lógica ni a la ética ni a la estética.<br />

Lo que hago es capturar un choque de color que provoque una<br />

emoción. No tiene que ser una explosión volcánica. Una gota de<br />

La travesía, 2000.<br />

rocío tiene todos los reflejos del Claro de luna de Debussy. Mi pintura<br />

está más dirigida hacia lo sensorial que hacia lo intelectual.<br />

Cortázar, al ver su pintura, se refiere al “vértigo de la transparencia”.<br />

¿Reconoce usted ese vértigo?<br />

Sí, en muchísimos de mis cuadros hay una sensación de vendaval,<br />

de un vendaval que ocurre porque lo necesito. Por lo demás, yo<br />

no trato de ilustrar nada, incluso les pongo títulos a mis cuadros<br />

por una nomenclatura práctica, por exigencia del coleccionista o<br />

de la galería. Pero, para mí, los cuadros no necesitan títulos.<br />

¿En qué se parecen la magia del color y la magia del sonido?<br />

En que corresponden a la misma emoción. Nada más que una<br />

entra por los ojos y la otra por los oídos. Pero ahí en el esófago,<br />

en el corazón, en el páncreas hay una reacción química que hace<br />

que nos arrobemos ante la belleza. Si escuchamos El ocaso de los<br />

dioses, de Wagner, la emoción se mete hasta por debajo de las uñas,<br />

y en la parte final de La resurrección, de Mahler, cuando de repente<br />

entran los coros y los solistas y las trompetas, uno siente que se<br />

rompe el cielo y se baña con luz celestial. Al terminar aquello,<br />

uno está llorando y ve al director llorando, a los solistas llorando, a<br />

los ejecutantes llorando y a los de junto a uno llorando también.<br />

¿Qué ocurre? Yo diría que un milagro.<br />

¿Con qué ánimo llega a sus 80 años de edad?<br />

Como dijera Amado Nervo: “¡Vida, nada me debes! Vida, estamos<br />

en paz!” No deja de ser doloroso saber que he utilizado toda<br />

una vida para perfeccionarme en el arte de vivir, y ahora que ya<br />

medio le estoy entendiendo lo que me falta es tiempo. Me siento<br />

como un hombre muy joven con una carrocería muy vieja. De<br />

repente veo una exposición de arte joven y me pregunto cómo es<br />

que no me invitaron. No lo digo pero sí lo pienso. Debo confesarle<br />

que estoy pintando mejor que nunca, y esto no es lo habitual en<br />

los artistas. Yo he presenciado grandes derrumbes de muy grandes<br />

artistas, justamente cuando pierden la energía, el optimismo y las<br />

ganas de treparse al Everest y rasguñar el cielo. Con la avanzada<br />

edad, la obra de esos grandes pintores se vuelve mensa; no inmensa,<br />

sino mensa. No voy a dar nombres, pero hay quienes incluso<br />

comienzan a copiar lo que hacían en sus primeros años. Vi una<br />

exposición en Roma de uno de la grandes surrealistas italianos,<br />

en los que ya sólo aparecían copias de sus obras, sin gloria y sin<br />

emoción.<br />

¿Cómo sabe que pinta mejor, cuál es la unidad de medición?<br />

Desde luego no el sistema métrico decimal. Pero lo sé porque<br />

veo un cuadro que yo definitivamente di por terminado hace<br />

cuatro meses y ahora sé qué es lo que le sobra y qué es lo que<br />

le falta. Es una indudable evolución. La pregunta sería cómo es<br />

que no se me ocurrió antes. La respuesta es que antes no lo sabía<br />

del todo. Hoy inclusive disfruto profundamente repintar cuadros<br />

y añadir esa bruma o ese claro de luna que les faltaban o ese<br />

chispazo que en un principio no surgió.<br />

Usted es un hombre muy optimista y con gran sentido del humor.<br />

Eso intento. ¿Sabe por qué? Porque en el momento en que el<br />

hombre renuncia al humor se vuelve grotesco.<br />

Ciudad de México, 19 de diciembre de 2012.<br />

37


Carlos Pellicer López_Pintor, ilustrador, escritor y promotor de la lectura. Con más de treinta exposiciones<br />

individuales en México y Estados Unidos, ha ilustrado también múltiples libros para niños y jóvenes y es autor<br />

del cuento infantil ilustrado Julieta y su caja de colores, publicado en 2005 y reimpreso en varias ocasiones. En 1996<br />

coordinó y editó, junto con Luis Mario Schneider, la Poesía completa, en 3 volúmenes, de su tío Carlos Pellicer. En el<br />

presente texto nos entrega una apasionante primera investigación sobre un inquietante misterio familiar.<br />

IBEROla llama inextinguible_<br />

38<br />

Carlos Pellicer_<br />

El poeta y sus primas<br />

Carlos Pellicer. Dibujo de Alfonso Ayala.<br />

Para mi pariente Benjamín Flores Hernández,<br />

que trabaja en otra esquina del rompecabezas.<br />

Soneto de Navidad a la señorita Ana<br />

María Gabucio<br />

Mientras el lindo niño de cera<br />

duerme en su cuna sin despertar,<br />

una fragancia de primavera<br />

das al invierno cuando te acercas a suspirar...<br />

Se oye la gracia de la carrera<br />

de los pastores para llegar.<br />

Y hay una audiencia de enredadera.<br />

Será una estrofa que en la ventana quiere colgar.<br />

Sobre la arena da la palmera<br />

su breve sombra. La luz lunar<br />

tiene un perfume de vinajera<br />

que da un misterio de alborear...<br />

Y una fragancia de primavera<br />

das al invierno cuando te acercas a suspirar.<br />

Es muy curioso reconocer en este soneto, no sólo el tema, como<br />

ya dije, sino imágenes que volverán muchos años después. En la<br />

segunda cuarteta termina con estos versos:<br />

Todo empezó con un soneto, de entre tantos que<br />

escribió mi tío al empezar su camino. Está fechado<br />

en 1914 y me sorprendió por su musicalidad, por su<br />

clara y bien asumida influencia del admiradísimo Díaz<br />

Mirón y por el tema —la Navidad— que sería la celebración<br />

por excelencia, a través de los inolvidables “Nacimientos”<br />

que montaba el poeta en su casa. El soneto es el siguiente:<br />

Y hay una audiencia de enredadera.<br />

Será una estrofa que en la ventana quiere colgar.<br />

En el primer soneto de “Mater amábilis”, de los “Sonetos para el<br />

altar de la Virgen”, del libro Práctica de vuelo, la segunda cuarteta<br />

empieza así:<br />

Besó la Virgen al Niño que llora.<br />

José añade con ramas los canceles.


_Carmen se casó, aquí en la ciudad de México,<br />

a principios de los años veinte con el poeta<br />

asturiano Alfonso Camín (1890-1982, a quien<br />

recordamos especialmente por el poema “Aguafuerte”<br />

que le dedicara López Velarde y por ser el autor<br />

del poema “Macorina” que muchos años después<br />

popularizara con tanto éxito Chavela Vargas.<br />

Julio Romero de<br />

Torres. El cohete,<br />

1931. Modelo: Carmen<br />

Gabucio.<br />

La construcción del pesebre con ramas y enredaderas siempre<br />

estuvo presente en la arquitectura navideña de Pellicer. La repetición<br />

de los dos versos finales de la primera cuarteta, justamente<br />

para cerrar el soneto, nos dicen que a sus diecisiete años, Pellicer<br />

conocía y releía la obra de Díaz Mirón. Pero queda otro detalle: la<br />

persona a quien está dedicado el soneto. El poco común apellido<br />

—Gabucio— quedó en mi memoria en espera de algo, de alguna<br />

pista que encadenara y desencadenara otros recuerdos.<br />

Años después, al visitar el museo de Julio Romero de Torres, en<br />

Córdoba, España, encuentro que la placa de la entrada agradece<br />

a su viuda —Francisca Pellicer— la donación de la gran casa y<br />

colección que ahí se expone. Sonrisa por el encuentro de una<br />

“pariente”, casada con el gran pintor y nada más. Al salir, compro<br />

un libro, ni tan voluminoso ni tan caro, para cargarlo el resto del<br />

viaje y poder disfrutar en calma las reproducciones.<br />

En efecto, algún día reviso el libro y, de pronto, en las notas de uno<br />

de los cuadros leo que la modelo que ahí aparece se llama Carmen<br />

Gabucio. Hay mas información: Carmen Gabucio era “mejicana”<br />

y fue tan admirada por el pintor, que entre los cuadros que pintó<br />

de ella como modelo está nada menos que el de La Virgen de los<br />

Faroles, que por muchos años se exhibió en un nicho sobre el muro<br />

norte exterior de la Mezquita-Catedral, para el homenaje diario<br />

de los feligreses que lo mantenían entre flores y veladoras.<br />

Por las fechas de poema y cuadros, Carmen y Ana María pudieran<br />

ser hermanas. Algún otro día, cuando mi relación con la<br />

computadora es menos distante, decido buscar los nombres clave:<br />

Julio Romero de Torres y Carmen Gabucio. En el primero encuentro<br />

pocas sorpresas, pero en el segundo aparece el cofre del<br />

tesoro, bajo el nombre del autor del artículo: Benjamín Flores<br />

Hernández, descendiente de la familia Gabucio, catedrático de<br />

la Universidad de Aguascalientes, quien asistió o mandó un recuento<br />

sobre su familia al Simposio de América Latina y España<br />

celebrado en las Islas Azores el año de 2002.<br />

La primera sorpresa de tantas fue confirmar que Ana María y<br />

Carmen sí fueron hermanas, hijas de don Manuel Gabucio y doña<br />

Berta Sánchez Mármol. Mientras don Manuel fue tipógrafo, maderero<br />

y naviero hasta acabar en la ruina por sus malos negocios,<br />

doña Berta, luego de procrear diez hijos y enviudar, tuvo ánimo<br />

para venir a la ciudad de México e inscribirse en la Escuela de<br />

Altos Estudios de la Universidad. Por su amistad con José María<br />

Pino Suárez conoce a don Francisco I. Madero y participa activamente<br />

en su gobierno. (Fue nombrada por Madero directora de<br />

la Escuela Josefa Ortiz de Domínguez.)<br />

Vale la pena recordar que su padre, don Manuel Sánchez Mármol,<br />

fue un distinguido intelectual tabasqueño, director fundador<br />

del Instituto Juárez. Y, en el terreno familiar, recordar que otra hija<br />

de don Manuel —Consuelo— se casó con mi tío abuelo Tomás<br />

Pellicer Marchena. Así que los Gabucio resultan ser nuestros parientes<br />

indirectos y por esto, el joven poeta Pellicer habrá querido<br />

y admirado a su prima Ana María.<br />

Otra pieza del rompecabezas queda al descubierto, al leer que<br />

Ana María fue la primera reina de la Asociación Nacional de<br />

Charros, probable iniciadora de la suerte ecuestre conocida como<br />

“la escaramuza”. Aunque no encuentro fotografías, imagino la figura<br />

de una mujer guapa y atractiva. Pero queda Carmen Gabucio<br />

Sánchez Mármol que tiene, como digna modelo de Romero de<br />

Torres, una inquietante belleza.<br />

Carmen nació en 1902, en Palma de Mallorca, de donde era<br />

originario su padre y donde pasó dos temporadas la familia. Por<br />

extrañas razones vivió su primera infancia en Palma, hasta que<br />

regresó, sola, a Tabasco, en 1909. Siempre guardó especial cariño<br />

por su ascendencia balear.<br />

Carmen se casó, aquí en la ciudad de México, a principios de los<br />

años veinte con el poeta asturiano Alfonso Camín (1890-1982).<br />

Este desigual poeta viajó y vivió desde su juventud por las islas y<br />

tierra firme del Caribe. Lo recordamos especialmente por el poema<br />

“Aguafuerte” que le dedicara López Velarde y por ser el autor<br />

del poema “Macorina” que muchos años después popularizara<br />

con tanto éxito Chavela Vargas.<br />

El matrimonio de Carmen y Alfonso tuvo un solo hijo —Manuel—<br />

y pronto acabó en divorcio. Carmen regresó a España en<br />

1925 y, sin saber qué hacer con su belleza, ingresó como corista al<br />

célebre teatro Apolo de Madrid. Ahí, por una compañera amante<br />

de José Antonio Primo de Rivera llegó a conocer al pintor Romero<br />

de Torres. Así las cosas, cuando la insurrección franquista<br />

desata la guerra, Carmen está claramente identificada con los<br />

golpistas. Parece ser que su simpatía por el movimiento falangista<br />

39


IBEROla llama inextinguible_<br />

40<br />

Julio Romero de Torres.<br />

La Virgen de los Faroles.<br />

Modelo: Carmen Gabucio.<br />

_Carmen Gabucio<br />

era “mejicana” y<br />

fue tan admirada<br />

por el pintor, que entre los<br />

cuadros que pintó de ella<br />

como modelo está nada<br />

menos que el de La Virgen<br />

de los Faroles.<br />

Julio Romero de Torres. La ventana. Modelo<br />

(en primer plano): Carmen Gabucio.<br />

es tan grande que hace trabajos de espionaje para la causa, hasta<br />

que es descubierta y detenida. Al poco tiempo es juzgada, y se le<br />

condena a muerte.<br />

Y una sorpresa más. Aníbal Gabucio Sánchez Mármol, hermano<br />

de Ana María y Carmen, nacido en 1895, militar de carrera,<br />

que había formado parte del Ejercito con Madero y Carranza,<br />

decide viajar a España en 1936 para enrolarse en las Brigadas<br />

Internacionales y defender el gobierno legítimo de la República.<br />

Su actuación en las brigadas fue tan brillante que el comandante<br />

Kléber, le asignó el mando de la artillería —70 cañones— en la<br />

heroica y legendaria defensa de Madrid, llegando a alcanzar el<br />

grado de teniente coronel.<br />

La guerra civil que enfrentó hasta la muerte a los hermanos<br />

españoles, también enfrentó a los hermanos Gabucio. Carmen<br />

salvó su vida, en buena medida por la intercesión que hicieron<br />

sus familiares desde México y por el triunfo de las fuerzas fascistas.<br />

Permaneció en España hasta 1993, año en que sus familiares<br />

mexicanos la trajeron de vuelta, sobreviviendo apenas unos meses<br />

antes de morir en Cuernavaca, Morelos. Al final de la guerra,<br />

Aníbal regresó a México y pasó el resto de sus días con severos<br />

desequilibrios psiquiátricos. Murió en 1960.<br />

De tantas dudas y preguntas que surgen al enfrentar este rompecabezas<br />

—que nunca acabará de reunirse— me quedo con ésta:<br />

¿Sabría Carlos Pellicer, durante su visita a Madrid, al Congreso de<br />

Escritores Antifascistas, en 1937, que sus primos Aníbal y Carmen<br />

se enfrentaban en la misma guerra?<br />

Entre los libros que conservo de la biblioteca de mi tío (la inmensa<br />

mayoría fueron donados a la Biblioteca de El Colegio de<br />

México) encontré uno, de Alfonso Camín. Se titula Lienzos de<br />

España y nuevos motivos del Museo del Prado. La dedicatoria me confirma<br />

esta pequeña investigación: Al poeta Carlos Pellicer, cordialísimo<br />

recuerdo de su amigo y ex pariente. Alfonso Camín, 1959.


IBEROtrivium_prosa poética<br />

42<br />

Mariana<br />

Bernárdez_Poeta y<br />

ensayista, realizó estudios de<br />

posgrado en Letras Modernas<br />

y en Filosofía en la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de<br />

México. Sus más recientes<br />

libros publicados en poesía son<br />

Trazos de esgrima (<strong>Ediciones</strong><br />

Sin Nombre/UAM, 2011) y<br />

Don del recuento (Parentalia,<br />

2012), y en ensayo: Sendas<br />

del olivo (<strong>Ediciones</strong> Coyoacán,<br />

2011) y Después de los mares<br />

(Instituto Mexiquense de<br />

Cultura, 2012), ganador de<br />

la convocatoria abierta en el<br />

género de ensayo.<br />

El león con ojos<br />

de fuego_<br />

La letra oscura, la perdida por los tiempos y la siempre<br />

buscada por alquimistas y hieráticos de las tradiciones<br />

herméticas; la que abre las puertas del templo aún<br />

vedadas para el políglota iniciado en el misterio de la<br />

creación; la inexistente por no habérsele nunca pronunciado<br />

aunque oville la vocal con la consonante y esconda su<br />

paso en el detrás de la palabra pronunciada. Ésa.<br />

Se aduce que es velada por mecanismos diversos a la razón, pero<br />

de ser cierto, alguna naturaleza intrínseca habrá de personificar,<br />

más allá de una pura negatividad. Otros le refieren la capacidad de<br />

atar y desatar los vericuetos de la memoria. Quizá su falta derive<br />

en la demencia que sobreviene cuando el anhelo de lo justo es<br />

un exceso.<br />

Poco se sabe, por no decir que su posibilidad es acechada por la<br />

charlatanería y las prohibiciones que alejan el alma de la superstición.<br />

A veces, se le adivina en el crepitar de la madera o en el rastro<br />

del agua sobre la piedra, seduce en su forma y los heridos por el<br />

amor la invocan para sanar su carencia; pero ella, no da testimonio<br />

de su hálito, murmura con voz entrecortada durante el sueño o la<br />

duermevela, y tiene a buen recaudo que nada permanezca de su<br />

marcha, salvo la sospecha que arremete contra aquellos, quienes<br />

brillados por su azar, manifiestan la enfermedad virulenta de la<br />

melancolía negra, o los que azuzados creen haber descendido a los<br />

infiernos tras los acordes de Orfeo.<br />

Letra, por no decir “voz”, que insufla su caudal y deja una luminosidad<br />

confusa, por lo que también se le conoce como “la<br />

siempre pura”. Otra historia que la ronda le aduce como origen<br />

haberse desprendido del árbol sefirotal, sino rama quizá hoja…,<br />

se dice que gracias a su evanescencia los ojos entreverados en el<br />

texto conservan su velo.<br />

Entonces, no es una letra ni es una línea, sino un enigma que<br />

hilvana el límite del silencio: no es la pausa ni su blanco, no es el<br />

nombre ni el deseo por el que es invocada, pero los síntomas de su<br />

aparición son innegables: no es el trastabille ni las ideas deshiladas,<br />

no es la neblina ni el gemido que se arropa tras sus pliegues, es<br />

la virulencia que deja el rastro interminable del abandono y una<br />

fiebre tenue que acompaña por días como si el sol hubiera sido<br />

engullido por el doliente.


_Los ojos se<br />

entrecruzan y el león<br />

con ojos de fuego<br />

devora la mano que lo dibuja.<br />

De no ser una línea sería un punto que permanece a través<br />

de su murmullo, repetición que semeja más un presentimiento<br />

que la constatación de su no-existencia. Roto el binomio de<br />

espacio-tiempo, la imagen de Cronos devorando a su hijo es una<br />

pequeña mácula en comparación al talego que habrá de pagarse<br />

al barquero, no sólo para cruzar de uno a otro confín, sino para<br />

acceder a la misericordia del olvido.<br />

¿Cueva?, debió ser tan imponente su auspicio como para vencerse<br />

el miedo provocado por la negrura de su entraña, ¿sería<br />

como volver a nacer, como soltarse y dejarse alumbrar por su<br />

cavidad?, y de tanto no saber alguien recibe una tea del relámpago<br />

y da los primeros pasos hacia su interior: sobre la pared de la<br />

caverna se plasma el juego de la sombra, mientras que afuera el<br />

cielo estrellado impone una magnificencia que es sobrepasada por<br />

el rugido que habita la oscuridad. Los ojos se entrecruzan y el<br />

león con ojos de fuego devora la mano que lo dibuja.<br />

43<br />

Foto: Corbis


Guillermo Samperio_Es uno de los más destacados escritores<br />

mexicanos. Autor de más de 25 libros de cuento, novela, ensayo, literatura<br />

infantil, poesía y crónica. Entre sus libros más recientes están Cuentos reunidos<br />

(Alfaguara, 2007), Cómo se escribe un cuento (Berenice, 2008) y La guerra oculta<br />

(Lectorum, 2008). Su libro de cuentos La Gioconda en bicicleta fue traducido en<br />

2010 al italiano. El presente ensayo, escrito especialmente para IBERO, aborda<br />

la literatura de Jorge Ibargüengoitia (1928-1983), uno de los mayores narradores<br />

de la literatura mexicana y de quien el 22 de enero se cumplieron 85 años de su<br />

nacimiento, y de quien en 2013 conmemoramos 30 años de su muerte.<br />

IBEROtrivium_ensayo literario<br />

44<br />

Jorge Ibargüengoitia. Dibujo de Rogelio Naranjo.<br />

Jorge<br />

Ibargüengoitia_<br />

El mal<br />

humor<br />

del buen<br />

humor<br />

Hablar del humor en la obra de Jorge Ibargüengoitia<br />

parecería, a estas alturas, a 85 años de su<br />

natalicio, a 50 de su debut como dramaturgo<br />

con El atentado, a 48 de la publicación de su<br />

primera novela Los relámpagos de agosto, a 30<br />

del accidente aéreo que lo mató, una obviedad.<br />

Pero siempre me ha intrigado por qué a<br />

pesar de ser el humor la característica más inmediata y notable de<br />

su obra, él la negaba: No soy un humorista, decía con frecuencia.<br />

Juan Villoro en la introducción de la edición crítica de El atentado<br />

y Los relámpagos de agosto que preparó junto con Víctor Díaz<br />

Arciniega (FCE/Conaculta, 2002), afirmó que Ibargüengoitia<br />

desdeñaba su humorismo porque “durante décadas la crítica vivió<br />

en estado de incomprensión respecto a Ibargüengoitia. Fue visto<br />

como un narrador tan divertido como superficial, alguien que se<br />

servía de la prosa para llegar al chiste”.<br />

Me parece que más allá del humor, las tres principales virtudes<br />

de la obra de Ibargüengoitia son: su prosa fluida al servicio de sus<br />

historias; la construcción de sus personajes, cada uno tan diferente<br />

a todos los demás, tan singulares como un amigo; y la sorpresa en<br />

sus argumentos: nunca pasa lo que parece que va a pasar, una y<br />

otra vez caemos en sus trampas argumentales.<br />

En cuanto al humor creo que lo logra con dos estrategias. Primeramente,<br />

la sorpresa: “Estuve absorto durante media hora, admirando<br />

cada una de las partes de su cuerpo y comprendiendo por<br />

primera vez la esencia del arte al que se dedicaba. Cuando hubo<br />

terminado, se preparó para salir, mirándome en silencio; luego me<br />

tomó del brazo de una manera muy elocuente, bajamos una escalera<br />

y cuando estuvimos en la calle, nos encontramos frente a frente<br />

con su chingada madre”. (“La mujer que no” en La ley de Herodes.)<br />

Luego, la desmitificación de los próceres:


Jorge Ibargüengoitia. Dibujo de Rogelio Naranjo.<br />

_Jorge Ibargüengoitia encarna<br />

la frase del escritor francés<br />

Jules Renard: “El humorista es<br />

un hombre de buen mal humor”.<br />

“Periñón descolgó la imagen de la Virgen Prieta que estaba en<br />

el cuadrante, arrancó tres palos del bastidor y amarró el cuadro a<br />

una lanza, convirtiéndola en estandarte.<br />

“—Esta será nuestra bandera —dijo— y con ella venceremos.<br />

“Cuando la iglesia se llenó, salió el presbítero y gritó:<br />

“—¡Viva México! ¡Viva la Independencia! ¡Viva la Virgen Prieta!<br />

“El pueblo le contestó:<br />

“—¡Viva el señor cura Periñón!<br />

“Ni él gritó ‘¡vamos a matar españoles!’ ni matamos a ninguno<br />

aquella noche. Periñón abrió una barrica del vino que él mismo<br />

hacía y nos dio a probar. Estaba agrio. Después dispuso guardias y<br />

nos fuimos a dormir”. (Los pasos de López.)<br />

Respecto a si sus textos eran humorísticos o no, el propio Ibargüengoitia<br />

escribió un artículo en Excélsior que tituló “¿Usted<br />

también escribe?”: “Los artículos que escribí son los únicos que<br />

puedo escribir; si son ingeniosos es porque tengo ingenio, si son<br />

arbitrarios es porque soy arbitrario, y si son humorísticos es porque<br />

así veo las cosas. Quien creyó que todo lo que dije fue en serio, es<br />

un cándido, y quien creyó que todo fue en broma, es un imbécil”.<br />

Aquí me parece está la clave del humor autonegado de Ibargüengoitia.<br />

Veo en él a un hombre cuya lucidez extrema hace<br />

refulgir la estupidez del mundo tanto que lo deslumbra, le molesta.<br />

Jorge Ibargüengoitia encarna la frase del escritor francés Jules<br />

Renard: “El humorista es un hombre de buen mal humor”.<br />

Un ejemplo de esto es la famosa conferencia del ciclo “Los narradores<br />

ante el público”, celebrada en la sala Manuel M. Ponce<br />

del Palacio de Bellas Artes, el 12 de agosto de 1966, y organizado<br />

por el INBA, donde Ibargüengoitia aclaró que iba a responder a<br />

tres preguntas que él mismo se haría porque “creía que el público<br />

era incapaz de hacer preguntas atinadas”, hecho que confirmó<br />

poco más tarde:<br />

“Un joven que estaba en primera fila: Quiero hacer una crítica<br />

de su novela y de lo que usted nos acaba de decir. Sus intereses son<br />

completamente egoístas; usted sólo piensa en sí mismo. Ha escrito<br />

una novela sólo para divertirse. Yo creo que un escritor que no se<br />

interesa en los problemas de su época está condenado al fracaso. Su<br />

novela está destinada a quedarse en el cuarto de los cachivaches.<br />

“El conferenciante: (Haciendo a un lado la circunstancia de que aquello<br />

no era una pregunta): Dígame una cosa, ¿ha leído usted mi novela?<br />

“El joven que estaba en primera fila: No.<br />

“El conferenciante: Si no ha leído mi novela, no ha entendido<br />

nada de lo que he dicho en mi conferencia. Sepa usted que mi<br />

novela ha ganado un premio internacional, ha tenido una edición<br />

cubana de 10,000 ejemplares, una edición mexicana de 4,000<br />

ejemplares, ha sido publicada en forma condensada en una revista<br />

que tira 80,000 ejemplares, ha sido traducida al checo, al rumano<br />

y al polaco, así que no se puede decir de ella que esté entre los<br />

cachivaches y si puede interesarle a un polaco es porque refleja<br />

algunos de los problemas de nuestra época.”<br />

Acerca del mal humor de Ibargüengoitia, su esposa, la pintora<br />

Joy Laville, declaró que “no era sarcástico, pero si algo no le gustó,<br />

lo dijo, ya que era crítico y su crítica le permitía jugar con el<br />

absurdo. Él era muy directo, por eso mismo tenía reputación de<br />

tener mal humor, pero esto es una mentira, él era muy alegre”. (La<br />

Jornada Semanal, diciembre de 2008).<br />

En el número 100 de la revista Vuelta, Jorge Ibargüengoitia le<br />

dedica a Joy Laville un texto llamado “Mujer pintando en cuarto<br />

azul”. Tras comentar las vicisitudes ante las que se enfrentó la pintora<br />

para encontrar materiales para pintar en Londres y cómo fueron<br />

empacados sus lienzos para regresar a México, Ibargüengoitia hace<br />

un descubrimiento con el que quisiera redondear este breve texto:<br />

“Cuando regresamos a México, mi mujer pospuso durante semanas<br />

el momento de abrir la caja de los guaches y desenrollar las<br />

pinturas. Por fin, un día se hizo de ánimo, yo cogí un desarmador,<br />

subimos al estudio y abrimos la caja de madera.<br />

“No podíamos creer lo que veíamos: los colores oscuros, confusos,<br />

que habíamos visto en la luz invernal del semisótano londinense,<br />

eran vivos, definidos y alegres en el estudio de Coyoacán. Lo<br />

que ella había hecho en Londres había resultado un experimento<br />

exitoso. Con los cuadros de Roquetas pasó algo semejante: lo que<br />

parecía aspereza a secas de la tela le dio al color una profundidad<br />

que los pintores muchas veces buscan y rara vez obtienen.<br />

Me quedé pensando: el pintor, lo mismo que el escritor, no sabe<br />

lo que hizo hasta que es demasiado tarde”.<br />

45


Roberto Sánchez de la Vara_Coordinador de Posgrados en<br />

Negocios del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de México.<br />

IBERO el viajero ilustrado_<br />

46<br />

Viaje en tren a<br />

Teotihuacán_<br />

Foto: Corbis<br />

Antecedentes históricos<br />

Por decreto del 22 de agosto de 1837 el general Anastasio Bustamante,<br />

en su segundo período como Presidente de la República<br />

Mexicana, otorgó al acaudalado comerciante veracruzano, don<br />

Francisco de Arrillaga el privilegio de establecer un “camino de<br />

hierro” de dos carriles desde el puerto de Veracruz a la ciudad<br />

capital con un ramal a la ciudad de Puebla, por un término de<br />

30 años (hay que recordar que el primer ferrocarril se construyó<br />

en 1830 entre Manchester y Liverpool en el Reino Unido). El<br />

decreto establecía un total de doce años de plazo para la construcción<br />

y puesta en marcha del moderno proyecto. Sin embargo,<br />

en dicho tiempo no se construyó nada por lo que la concesión<br />

se declaró sin validez alguna quedando como un mero intento.<br />

El presidente Antonio López de Santa Anna vio una oportunidad<br />

de negocio personal en la construcción del ferrocarril y así en 1842<br />

firmó un decreto para el tendido de la vía férrea de Perote (casualmente<br />

a una de sus propiedades, el rancho de El Lancero, hoy museo<br />

y donde a mitad del siglo pasado nuestro país diera hospedaje a la<br />

Premio Nobel de Literatura, la chilena Gabriela Mistral) a Veracruz.<br />

Sin embargo la construcción sólo avanzó siete kilómetros, antes de<br />

la primera invasión de los Estados Unidos a nuestro país. Para 1850<br />

la vía tenía una extensión de 13 kilómetros, mismos que fueron<br />

solemnemente inaugurados el 16 de septiembre de 1850, aunque<br />

el servicio al público se inició dos semanas después.<br />

Foto: Corbis


_ Cuando pasaba el tren<br />

por las calles realmente se<br />

extrañaban las personas que<br />

volteaban y lo veían.<br />

El mismo Santa Anna otorgó otra concesión a los hermanos<br />

Mosso para que se trazara la línea de ferrocarril que uniera a Veracruz<br />

con Acapulco (proyecto que hasta la fecha está inconcluso),<br />

y se comenzó el tramo de la ciudad de México hacia Veracruz,<br />

por un lado, y hacia Acapulco por el otro. En 1857 se inicia el<br />

servicio de Tlatelolco a la Villa de Guadalupe con la presencia del<br />

presidente Ignacio Comonfort.<br />

En 1861 el presidente Benito Juárez renueva la concesión a don<br />

Antonio Escandón para unir ambos litorales, pero es realmente el<br />

emperador Maximiliano quien impulsa y da las facilidades necesarias<br />

para la construcción ferroviaria creando la Compañía Imperial<br />

Mexicana. En la época de la restauración de la República<br />

se había completado casi el 60% de la superficie hacia el Golfo de<br />

México, y en 1869 el presidente Juárez puso en marcha casi todos<br />

sus tramos, pero es hasta enero de 1873 cuando el presidente Sebastián<br />

Lerdo de Tejada inaugura, con toda solemnidad, el tramo<br />

completo, haciendo el viaje en ferrocarril con una gran comitiva<br />

y un mareo extremo.<br />

La explotación comercial de los ferrocarriles se inició al mes<br />

siguiente con un portento de ingeniería que incluía diez viaductos,<br />

148 puentes y 30 estaciones sin terminar a excepción de la de<br />

Puebla (la de Buenavista y Veracruz se comenzaron en 1873, y es<br />

hasta 1906 cuando todas las estaciones se concluyeron). México<br />

entraba así a la modernidad, con 36 años de retraso (1837-1873)<br />

con el denominado Ferrocarril Mexicano.<br />

A finales de 1876 asume por primera vez el cargo de Presidente<br />

de la República el general Porfirio Díaz Mori. Él y su ministro<br />

de Fomento, el también general Vicente Riva Palacio, fueron dos<br />

entusiastas convencidos de que el progreso llegaría a México por<br />

medio del ferrocarril, el telégrafo y la energía eléctrica. Así, en<br />

1877 se otorgan las primeras concesiones a inversionistas mexicanos,<br />

se comunica a las ciudades de Toluca, Guanajuato, Oaxaca,<br />

Celaya, León, Salamanca, Irapuato, Cuautla, Cuernavaca, Lagos,<br />

Aguascalientes, y en la Península de Yucatán se comienza a conectar<br />

desde Mérida a poblados cercanos y se tiene línea hasta Campeche.<br />

Poco a poco el territorio nacional quedaba comunicado.<br />

Al terminar el primer periodo presidencial del general Porfirio<br />

Díaz se otorga la primera concesión a inversionistas estadounidenses.<br />

Se crea la empresa Ferrocarril Central Mexicano en<br />

septiembre de 1880 con sede en Boston, para construir una línea<br />

de vía ancha desde Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez) hacia<br />

el sur, así como el ferrocarril que conectaría Guadalajara con la<br />

ciudad capital. Ese mismo año se otorgó una concesión a otra<br />

empresa fundada en Denver, Colorado, denominada Compañía<br />

Constructora Nacional, que se encargaría de los tramos de Manzanillo<br />

a Morelia. Finalmente también se otorgó otra concesión a<br />

una tercera empresa, la Compañía de Fierro Nacional Mexicana<br />

Tren Ejecutivo<br />

KCSM. Fotografía:<br />

Cortesía de Kansas<br />

City Southern de<br />

México.<br />

(ésta y la Compañía Constructora Nacional se fusionarían más<br />

tarde), que tenía el tramo de Nuevo Laredo a la capital del país.<br />

Se construyó también una estación en San Lázaro en la ciudad<br />

de México, cuya concesión fue otorgada a don Delfín Sánchez,<br />

yerno de Benito Juárez.<br />

La línea ferroviaria de México a Teotihuacán fue iniciada en<br />

1892, cuando el presidente Díaz dio impulso a las expediciones<br />

arqueológicas y se recorrió buena parte del centro del país para<br />

descubrir el pasado indígena enterrado por los conquistadores a<br />

su paso. En 1895 se llevó a cabo la XI Reunión del Congreso de<br />

Americanistas, motivo por el cual el Presidente obsequió a los<br />

participantes con un viaje precisamente a la zona arqueológica.<br />

La excursión partió muy temprano desde la recién construida<br />

estación de Buenavista, ubicada cerca del nuevo y lujoso barrio<br />

de Santa María la Ribera (al lado del Río Consulado) a donde se<br />

habían mudado algunos de los ricos del momento.<br />

Antes de comentar mi interesante viaje en tren a la zona arqueológica<br />

de Teotihuacán, he querido ofrecer a los lectores estos<br />

antecedentes históricos, y, para concluirlos, únicamente añadiré<br />

que el ferrocarril va de la mano del progreso en todas las economías<br />

y que México no debería estar tan rezagado en ello. Cuando<br />

se nacionalizan las empresas y pasan a ser del Estado mexicano<br />

se deja de invertir. Sólo hay que imaginar cómo sería México si<br />

contáramos con una red ferroviaria de pasajeros, con trenes de alta<br />

velocidad que unieran nuestros principales destinos. Es deseable y<br />

muy necesario que esto ocurra.<br />

En nuestro país, ya hay participación privada desde 1997 en ferrocarriles<br />

de carga, no así de pasajeros porque simplemente no los<br />

tenemos, a excepción de las líneas turísticas del Expreso Maya, el de<br />

Tequila (que comentaremos en una siguiente entrega), el de la Sierra<br />

Tarahumara y éste, que ahora me ocupa, a la Ciudad de los Dioses.<br />

47


el viajero ilustrado_<br />

IBERO<br />

48<br />

El viaje a Teotihuacán<br />

Mi buen amigo y ex presidente de la American Chamber de<br />

México, José Zozaya, presidente de Kansas City Southern de México<br />

y que tiene la concesión del gobierno mexicano de explotar<br />

las líneas de tren para carga, se dio a la tarea de reconstruir con la<br />

mayor fidelidad este tren, tal y como estaba a principios del siglo<br />

XX, y que ahora utiliza dentro de sus programas de atención a<br />

invitados especiales y como parte de la campaña de relaciones<br />

públicas de la empresa.<br />

Pepe nos invitó a un grupo de funcionarios de la Embajada<br />

estadounidense en México, así como a varios pasajeros mexicanos,<br />

en mayo de 2012, a una singular aventura: un viaje en tren a<br />

Teotihuacán. La cita era puntual a las 8 de la mañana en el Hotel<br />

Camino Real desde donde fuimos trasladados en autobús hasta<br />

un costado del imponente Museo Soumaya en Plaza Carso. Ahí<br />

ya nos esperaba el tren. Con música de mariachi fuimos subiendo<br />

lentamente al vagón trasero de un convoy de cuatro carros, lujosamente<br />

decorados. Se entra primero al bar y, de ahí en adelante,<br />

fuimos distribuidos en los demás vagones.<br />

A las 9 en punto se oyeron con extrañeza los silbatos del tren<br />

y así comenzó nuestra aventura de dos horas de delicioso viaje,<br />

pasando por zonas urbanas deterioradas y casas construidas a lo<br />

largo de la vía. Cuando pasaba el tren por las calles realmente se<br />

extrañaban las personas que volteaban y lo veían. La locomotora<br />

que nos llevaba iba precedida de una camioneta con rieles que<br />

llevaba personal de seguridad y que se detenía antes de pasar por<br />

cualquier calle para detener el tráfico. Fue una delicia cuando<br />

salimos al campo y vimos en toda su extensión la planicie que<br />

separa a la ciudad del interior. Después de haber degustado un<br />

sabroso desayuno en el vagón comedor de dos pisos, pudimos<br />

disfrutar del paisaje con música mexicana de fondo muy discretamente<br />

escogida. Toda una experiencia es el servicio sanitario, el<br />

lujo se ve por todas partes dentro de las cabinas, y las habitaciones<br />

que nos fueron enseñadas son también un alarde de buen gusto<br />

y refinamiento.<br />

_El arrullar y<br />

golpetear del tren<br />

sobre las vías<br />

nos provocó un sopor de<br />

satisfacción y gusto por<br />

admirar lo glorioso que<br />

fueron los pueblos del<br />

Anáhuac, los antiguos<br />

mexicas, y pensar en<br />

glorias futuras que<br />

deparen a la gran nación<br />

actual.<br />

Llegamos a la estación en las afueras del sitio arqueológico, un<br />

edificio pequeño de hace más de un siglo al que el tiempo le ha<br />

pegado por todas partes y que ahora yace ruinoso ante quienes<br />

lo miran. En camionetas que ya esperaban a los visitantes fuimos<br />

trasladados hacia la entrada del parque arqueológico por una de<br />

sus puertas donde primero se topa uno con un sinnúmero de<br />

puestos donde se expenden todo tipo de artesanías de diversos<br />

precios y para todos los gustos e intereses.<br />

Cada vez que visito la zona sagrada de Teotihuacán viene a mi<br />

mente aquel espectáculo maravilloso de otras épocas, hoy en desuso,<br />

de Luz y Sonido, y de lo imponente de la puesta en escena<br />

de la historia fantástica del lugar, génesis de la cultura tolteca,<br />

mexica y por tanto nacional, hoy un tanto olvidado en cuanto a<br />

su mantenimiento (se ve basura por doquier), pero magnífico en<br />

su pasado glorioso del pueblo que encontraron los conquistadores<br />

españoles en 1519.<br />

Después de una visita de casi tres horas (contando con la subida a<br />

la “Tonatiuh Itzacual” (Pirámide del Sol) o bien a la “Metztli Itzacual”<br />

(Pirámide de la Luna) y habiéndonos reunido en el punto de<br />

partida, fuimos a La Gruta, extraordinario comedero típico (restaurante)<br />

enclavado en una abertura rocosa que fue transformada<br />

desde finales del siglo XIX en lugar de reunión por excelencia<br />

donde la gastronomía y las danzas mexicanas se dan estrechamente<br />

la mano al calor siempre de la bebida nacional: destilado del agave,<br />

cada vez más competido por el mezcal traído desde la bella y<br />

prodigiosa Oaxaca. Al son de la música se fueron consumiendo<br />

los minutos de una experiencia inolvidable. Siendo ya el momento<br />

de regresar, lo hicimos plácidamente entre las atenciones del<br />

personal de la empresa y de los tripulantes y camareros del tren.<br />

El regreso fue mucho más relajado, habiendo satisfecho con mucho<br />

los sentidos. El arrullar y golpetear del tren sobre las vías nos<br />

provocó un sopor de satisfacción y gusto por admirar lo glorioso<br />

que fueron los pueblos del Anáhuac, los antiguos mexicas, y pensar<br />

en glorias futuras que deparen a la gran nación actual.


IBEROgente que cambia al mundo_encuesta<br />

IBERO<br />

50<br />

Los alumnos<br />

de la Ibero<br />

ante la<br />

Reforma<br />

Educativa_<br />

Entre la esperanza<br />

y la decepción<br />

Brenda Macías Sánchez_Redactora de IBERO.<br />

Ante las expectativas y debates que ha generado la Reforma Educativa emprendida<br />

por el nuevo gobierno federal, algunos alumnos de la Ibero exponen sus puntos<br />

de vista en relación con estos cambios orientados a mejorar la educación en México<br />

luego del reconocimiento explícito de su bajo nivel en relación con otros países.<br />

Rubén Mejía Squivias_<br />

Control al SNTE<br />

Espero que le pongan un<br />

control y un orden al SNTE,<br />

el sindicato más poderoso de<br />

América Latina que mucho daño<br />

le hace al país. Espero cambios<br />

radicales: que los recursos que<br />

recibe la SEP, la dependencia<br />

que más dinero tiene, se<br />

inviertan en proyectos realmente<br />

productivos, principalmente en el<br />

tema de la educación inicial, para<br />

que lleguen a más comunidades<br />

del país.<br />

Licenciatura en Derecho, 6°<br />

semestre.<br />

Esteban González López_Más acceso a oportunidades de<br />

estudio<br />

Espero que la educación de nuestro México vaya mejorando para que<br />

más alumnos tengan acceso a oportunidades de estudio, porque hay<br />

muchas personas que no tienen la forma de pagar su educación. Ojalá que<br />

con la Reforma se eliminen las trabas y los elitismos. Además, creo necesario<br />

regularizar a los profesores que no dudo que sean buenos, pero les falta<br />

capacitación y más herramientas pedagógicas.<br />

Técnico Superior Universitario en Hoteles y Restaurantes, primer semestre.<br />

Levi Hazael Yralda Ortega_El cambio será muy lento<br />

Se supone que con la Reforma Educativa va a mejorar la calidad de los<br />

maestros, pero he leído que el cambio será muy lento. Los chinos tardaron<br />

veinte años, y hay que imaginar el tiempo que necesita México dado el gran<br />

retraso que padece. Me preocupan los niños porque no están aprendiendo,<br />

sobre todo en los rubros de ciencias y matemáticas. No sé si son los profesores<br />

o los planes de estudio, pero los niños no saben razonar. Espero que esta<br />

reforma incluya un cambio radical para que las personas aprendan a razonar,<br />

sean críticas y no sólo memoricen.<br />

Ingeniería Química, 4° semestre.


Jonathan Espinosa Nishisawa_Más<br />

preparación y mejores sueldos<br />

Espero que con la Reforma Educativa quiten<br />

a Elba Esther Gordillo, la lideresa del SNTE;<br />

sólo así se mejoraría la educación y se impulsaría<br />

a los maestros para que tengan mejores sueldos<br />

y estén más preparados. Eso sí: quienes no<br />

cumplan con las expectativas, que sean retirados<br />

de sus puestos.<br />

Licenciatura en Derecho, 5° semestre.<br />

Georgina Hernández Villa_Mayor<br />

capacitación a los maestros<br />

Yo esperaría que con la Reforma Educativa<br />

se capacitara mejor a los maestros: que<br />

les pusieran más exámenes para detectar sus<br />

habilidades y competencias, porque hay maestros<br />

que no saben lo que están diciendo, no explican<br />

bien y tienen en las manos el futuro de México.<br />

Espero que con esta reforma se invierta mejor el<br />

tiempo en el salón de clases.<br />

Licenciatura en Comunicación, 4° semestre.<br />

Daniel Rodríguez Rodríguez_Nada<br />

nuevo en la Reforma<br />

En realidad no espero tanto de la Reforma<br />

Educativa, quizá peco de pesimismo, pero<br />

no creo que con la evaluación a los docentes se<br />

resuelva un problema arraigado en el sistema<br />

mexicano que tiene que ver con aspectos más<br />

complejos, técnicos y mediáticos: los sindicatos.<br />

No creo que haya nada nuevo en esta reforma. Lo<br />

único que creo es que el gobierno de Peña Nieto<br />

quiere aparentar que está haciendo las cosas<br />

bien en la forma, aunque en el fondo no vaya a<br />

remediarse nada.<br />

Doctorado en Antropología Social.


La ibero, líder en<br />

educación e innovación<br />

Pedro Rendón López y Jorge Tovalín González Iturbe_Redactores de IBERO.<br />

IBEROactualidad ibero_<br />

52<br />

Otorgan a la Ibero el<br />

Premio Jerusalem 2012<br />

La Universidad Iberoamericana fue condecorada<br />

con el Premio Jerusalem 2012. Este reconocimiento,<br />

otorgado anual e internacionalmente<br />

por el Departamento de Actividades Sionistas, la<br />

Organización Sionista Mundial, la Municipalidad<br />

de Jerusalem y el Consejo Sionista de México, fue<br />

recibido por el Rector José Morales Orozco, S. J.<br />

El Jerusalem es un premio al espíritu humanista de justicia<br />

e identificación entre los hombres y los pueblos, otorgado a<br />

personas e instituciones que por su trayectoria y aportaciones<br />

han logrado distinguirse en México, y que a pesar de no<br />

ser judíos se han identificado plenamente con Israel.<br />

A nombre de la Ibero, el Rector Morales Orozco dijo sentirse<br />

honrado por ser acreedora la Universidad Iberoamericana a<br />

este reconocimiento que representa lo que se hizo y lo que<br />

se hace, y al mismo tiempo ser un impulso y una invitación a<br />

que la Ibero siga siendo un instrumento de la sociedad civil<br />

de búsqueda de relaciones armoniosas entre la comunidad de<br />

México, la judía y el pueblo de Israel.<br />

En la ceremonia de entrega estuvieron presentes la Embajadora<br />

de Israel en México, Rodica Radian-Gordon; David Beja,<br />

vicepresidente de la Comunidad Sefaradí; Ariel Hojchman, presidente<br />

del Consejo Sionista de México; y Mauricio Lulka, director<br />

del Comité Central de la Comunidad Judía de México.<br />

Lanzan Premio 2013 Innovación<br />

Sustentable Walmart+Ibero<br />

La Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química, el Departamento<br />

de Ingeniería y Ciencias Químicas (ICQ)<br />

de la Universidad Iberoamericana y Walmart México y<br />

Centroamérica, lanzaron el Premio 2013 Innovación Sustentable<br />

Walmart+Ibero, en el que podrán concursar estudiantes de licenciatura<br />

y posgrado de instituciones públicas y privadas.<br />

El Premio 2013 Innovación Sustentable Walmart+Ibero está abierto<br />

a la participación de alumnos de ingeniería, economía, diseño<br />

industrial o arquitectura, que radiquen en México y tengan<br />

proyectos sustentables de gestión integral de residuos, energías<br />

alternativas o eficiencia energética, uso sustentable del agua o<br />

empaques y embalajes con menor impacto ambiental.<br />

En el lanzamiento estuvieron presentes en el presidium, por parte<br />

de la Ibero, la maestra Patricia Espinosa, directora de la División<br />

de Ciencia, Arte y Tecnología; el doctor Jorge Ibáñez, director del<br />

Departamento de ICQ; Víctor Manuel Basaguren, presidente de la<br />

Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química; y Andrea Espinosa,<br />

directora del Premio 2013 Innovación Sustentable Walmart+Ibero y<br />

miembro de la Sociedad de Alumnos de Ingeniería Química.<br />

También Luis Gómez, vicepresidente de Asuntos Corporativos<br />

de Walmart de México y Centroamérica; Manuel Gómez, director<br />

de Sustentabilidad de Walmart de México y Centroamérica;<br />

Juan Carlos Belausteguigoitia, director del Centro Mario Molina;<br />

y Gerardo Pandal, director de proyectos y Energías Renovables<br />

de Guascor de México.


Sylvia Schmelkes,<br />

académica de la Ibero, recibe<br />

el Premio Mundial de las<br />

Ciencias Eureka 2012<br />

Con una trayectoria de cuatro<br />

décadas como investigadora,<br />

la doctora Sylvia Schmelkes,<br />

directora del Instituto de Investigaciones<br />

para el Desarrollo de la<br />

Educación, Inide, de la Ibero, recibió<br />

el Premio Mundial de las Ciencias<br />

Eureka 2012, en la categoría Personalidades<br />

del Saber y las Ciencias.<br />

Schmelkes fue parte de las personalidades<br />

y organizaciones reconocidas<br />

por sus proyectos, publicaciones<br />

y trabajo en materia educativa, en el<br />

marco de la Tercera Bienal Mundial de<br />

Educación, Estimulación y Desarrollo<br />

Infantil, realizada en el Palacio de<br />

los Congresos y Convenciones de La<br />

Habana, Cuba.<br />

Entregado por el Consejo Mundial<br />

de Investigadores y Académicos Universitarios,<br />

que incluye académicos<br />

de 32 ciudades del mundo, el Premio<br />

Mundial de las Ciencias Eureka consta<br />

de 17 categorías distintas, que reconocen<br />

a quienes ejerciendo su trabajo<br />

político, educativo e investigativo,<br />

proponen el camino para la construcción<br />

de un mundo mejor.<br />

Además de la investigadora de la<br />

Ibero, los nominados al Premio Mundial<br />

de las Ciencias Eureka 2012, en la<br />

categoría Personalidades del Saber<br />

y las Ciencias, fueron Richard Visser,<br />

ministro de Salud y Deporte de Aruba;<br />

Robert Pasternak, ex ministro de<br />

Educación Especial de Estados Unidos,<br />

y Alberto Juantorena, presidente<br />

del Comité Olímpico Cubano.<br />

Lidera Ibero innovador proyecto<br />

educativo <strong>intercultural</strong> en Guerrero<br />

Con la participación de 150 maestros<br />

y dos mil 500 estudiantes de la<br />

Escuela Primaria Intercultural Bilingüe<br />

Juan Álvarez, en la comunidad de<br />

Xochistlahuaca, Guerrero, la maestra Joan<br />

Marie Feltes, colaboradora del Instituto<br />

de Investigaciones para el Desarrollo de<br />

la Educación (Inide), de la Universidad<br />

Iberoamericana, lidera el rescate de la<br />

cultura e identidad de dicha comunidad<br />

lingüística, al integrar el saber local a los<br />

conocimientos escolares oficiales.<br />

Por medio de la práctica denominada<br />

Cultura e identidad con educación ambiental,<br />

coordinada por la especialista en educación<br />

<strong>intercultural</strong> bilingüe, la Escuela Juan<br />

Álvarez se convirtió en uno de los veinte<br />

casos ganadores de la Cumbre de Líderes<br />

en Acción por la Educación, CLASE 2012<br />

(encargada de hacer visibles las buenas<br />

prácticas de escuelas públicas de educación<br />

básica de distintos puntos de México),<br />

debido a la innovadora implementación<br />

de la metodología pedagógica de doble<br />

inmersión por primera vez en una escuela<br />

indígena mexicana.<br />

Para la maestra Feltes, quien también<br />

es coordinadora estatal del Diplomado<br />

Escuela y Comunidad, impartido por<br />

la Ibero a profesores de Guerrero, parte<br />

del éxito de dicha estrategia radica en la<br />

aceptación de que, para aprender a escribir<br />

y hablar tanto en español como en<br />

ñomndaa (dialecto de la zona), los niños<br />

necesitan espacios separados de práctica<br />

para las dos lenguas, así como maestros<br />

altamente capacitados en cada una.<br />

Tal como documenta el video que representantes<br />

de la Cumbre de Líderes en<br />

Acción por la Educación grabaron en su<br />

viaje a Xochistlahuaca (http://clase.org.<br />

mx/2012/), la metodología aplicada en<br />

dicho colegio ha promovido un bilingüismo<br />

equilibrado y un diálogo <strong>intercultural</strong>,<br />

en medio de un ambiente de trabajo<br />

colaborativo que aprovecha el entorno<br />

natural para suplir la falta de mobiliario o<br />

infraestructura.<br />

53


Adónde ir y por qué_El<br />

ocio nos lleva por caminos de satisfacción y<br />

entretenimiento que constituyen lo más cercano al<br />

asueto, pero también lo más cercano a la recreación, a la<br />

exploración y el goce de los sentidos.<br />

IBEROitinerario del ocio_<br />

54<br />

DANZA<br />

Azul... como una ojera de mujer<br />

Inspirada en la canción homónima<br />

de Agustín Lara, esta pieza dancística<br />

interpretada por la compañía<br />

Contempodanza, que a lo largo de<br />

cinco lustros ha marcado un hito en<br />

el movimiento de la danza mexicana,<br />

se compone de varios cuadros<br />

coreográficos, entre ellos “Delirio”,<br />

“Ensayo de una pasión”, “Azul…<br />

como una ojera de mujer” y “Mambo<br />

a la Bracque”. Creada y dirigida por<br />

Cecilia Lugo, esta puesta en escena<br />

evoca la estética y el marco histórico<br />

de las películas de rumberas y las<br />

producciones cinematográficas de<br />

Juan Orol, y retoma una frase de la<br />

canción “Azul”, de Lara, como icono<br />

eminentemente femenino, territorio<br />

seductor, profundo y azul como el<br />

mar y misterioso como cada mujer,<br />

descubriéndose a cada paso. Los<br />

bailarines Guadalupe Acosta, Irvin<br />

Guerrero, Gabriela Gullco, Marely<br />

Romero, Ugo Ruiz, Leonardo<br />

Schwartz e Itzel Zavaleta, estarán<br />

acompañados por música coral original<br />

de Eduardo González y diseño<br />

multimedia de Alain Kerriou, Sara<br />

Ramos y Carlos Sánchez.<br />

Teatro de la Ciudad de México<br />

“Esperanza Iris”, 8 de marzo<br />

Pedro Diego Alvarado: Forma y<br />

metáfora<br />

Forma y metáfora. Una selección de obra,<br />

1983-2012, es la primera exposición<br />

retrospectiva del reconocido pintor mexicano<br />

Pedro Diego Alvarado, que ofrece<br />

al espectador una revisión novedosa de<br />

México a través del color, la textura y voluptuosidad<br />

de sus bodegones, naturalezas<br />

muertas y paisajes, que dan testimonio<br />

de su aguda visión estética y de su sentir<br />

por la tierra mexicana, reconciliando<br />

en sus telas el pasado y el presente de<br />

nuestro país. En esta muestra se exhiben<br />

las pinturas tempranas donde el autor<br />

hace un merecido homenaje a sus dos<br />

maestros: Ricardo Martínez y Henri<br />

Cartier-Bresson, y reúne la obra realizada<br />

entre 1996 y 2000, donde la iconografía<br />

de Alvarado se impregna de un marcado<br />

sentimiento de intimidad, además de la<br />

producción de la primera década del siglo<br />

XXI, en la que los temas se presentan más<br />

relajados, casi lúdicos, llenando los lienzos<br />

con frutos y vegetales voluptuosos que<br />

parecieran estar a punto de desbordarse.<br />

Antiguo Colegio de San Ildefonso, hasta el 10<br />

de marzo<br />

Artes visuales_<br />

Manuel Álvarez Bravo, una biografía cultural<br />

Para conmemorar el décimo aniversario luctuoso de Manuel Álvarez Bravo, referente obligado<br />

de la fotografía mexicana, se organizó esta muestra integrada por más de 300 piezas, incluidas<br />

fotografías de su autoría además de obra plástica de artistas nacionales y extranjeros que le fueron<br />

contemporáneos, arte prehispánico, carteles, libros y revistas, entre otras piezas. A decir del curador,<br />

Horacio Fernández, no se trata de una exposición tradicional de fotografía, sino que busca exhibir<br />

el universo cultural, personalidad e influencias de Álvarez Bravo, de tal forma que también están<br />

presentes las obras de artistas como Henri Cartier-Bresson, Josef Koudelka, Mariana Yampolsky,<br />

David Alfaro Siqueiros, Manuel Felguérez, Francisco José de Goya, Lucas Cranach y Rembrandt<br />

Harmenszoon van Rijn, que fueron una referencia y fuente de inspiración del destacado fotógrafo<br />

mexicano.<br />

Museo del Palacio de Bellas Artes, hasta el 3 de marzo


TEATRO<br />

Paisaje marino con<br />

tiburones y bailarina<br />

Dirigida y actuada por Bruno<br />

Bichir, esta pieza teatral del<br />

dramaturgo estadunidense Don<br />

Nigro es una comedia romántica<br />

y cáustica, en la que los<br />

protagonistas de la historia, Ben<br />

y Tracy, se conocen en circunstancias<br />

poco convencionales:<br />

durante un paseo nocturno<br />

en la playa Ben encuentra a<br />

Tracy ahogándose en el mar, la<br />

rescata y la lleva a su casa para<br />

que se recupere. Así comienza<br />

la historia de su romance, pero<br />

también de sus desencuentros,<br />

saliendo a la luz su naturaleza<br />

oscura que los hará confrontarse,<br />

y propiciará que el espectador<br />

se cuestione en qué consiste, al<br />

final del día, el amor.<br />

Foro Shakespeare, hasta el 27 de<br />

abril<br />

ÓPERA<br />

Turandot para niños<br />

En la ópera, la literatura y la música se<br />

conjugan para permitir a los pequeños<br />

construir mundos alternos en su imaginación,<br />

donde tienen cabida personajes fantásticos,<br />

princesas y hadas. En este espectáculo, basado<br />

en la obra homónima de Giacomo Puccini,<br />

Turandot, la legendaria princesa china vive<br />

bajo una especie de maldición por la cual todo<br />

aquel que pretenda su amor debe resolver<br />

tres enigmas; 12 jóvenes lo intentaron sin<br />

éxito antes de que Calaf saliera triunfante.<br />

Belem Rodríguez, cantante de ópera con<br />

una extraordinaria voz, interpreta a Turandot,<br />

acompañada por solistas y un coro que utilizan<br />

elementos y técnicas de la tradición teatral<br />

oriental.<br />

Lunario del Auditorio Nacional, 24 de<br />

febrero y 3 de marzo<br />

Sabor que el buen<br />

gusto avala en...<br />

Carne en<br />

su jugo<br />

Antojitos tapatíos y más...<br />

Santa Fe<br />

Plaza Zéntrika<br />

Local G-7<br />

Tel. 2591 0459 y<br />

2591 0371<br />

Hamburgo<br />

332 Col. Juárez<br />

Tel. 5211 7708<br />

Satélite<br />

Pafnuncio Padilla<br />

No.16<br />

Ciudad Satélite<br />

Tel. 1663 0903 y<br />

1663 0905<br />

Taco de<br />

camarón<br />

Insurgentes<br />

Sur 1605<br />

Local 14, Col.<br />

San José Insurgentes,<br />

Tels. 5661 2875<br />

y 5663 5607<br />

Torta ahogada<br />

Aguachile<br />

pialaderoguadalajara@gmail.com<br />

www.elpialaderodeguadalajara.mx


Dispositivos e instrumentos<br />

que facilitan la vida_ El desarrollo<br />

tecnológico cobra su mayor sentido cuando nos facilita la<br />

vida sin que ello quiera decir que nos<br />

propicie la pereza.<br />

IBEROInnovación tecnológica_<br />

56<br />

Sensor inteligente para<br />

el cuidado de plantas<br />

l Parrot Flower Power<br />

Ees un sensor inteligente<br />

inalámbrico que utiliza la<br />

tecnología Smart Bluetooth<br />

para informar sobre las<br />

necesidades de luz,<br />

humedad, temperatura o<br />

fertilizante que necesita<br />

la planta en la que esté<br />

colocado este dispositivo.<br />

Cuenta con una base<br />

de datos que contiene<br />

información sobre 6,000<br />

tipos de plantas, y a<br />

través de una aplicación<br />

dedicada, exclusiva para<br />

los dispositivos móviles<br />

de Apple, el Parrot Flower<br />

Power manda una alerta al<br />

usuario, para avisar sobre<br />

las necesidades inmediatas<br />

y los cuidados que requiere<br />

la planta para su óptimo<br />

crecimiento.<br />

Memoria USB de gran capacidad<br />

on una longitud de aproximadamente 7 cm y elaborada<br />

Cen titanio resistente a los golpes, Kingston dio a conocer<br />

su memoria USB con capacidad de un Terabyte, que<br />

representa la combinación perfecta entre mayor espacio<br />

en un menor tamaño. Única en su género, la Data Traveler<br />

HyperX Predator 3.0, cuenta con velocidades de hasta<br />

240MB/s de lectura y 160MB/s de escritura gracias a la<br />

certificación SuperSpeed USB 3.0, y puede almacenar<br />

una gran cantidad de información, equivalente a 200 mil<br />

canciones en MP3, lo cual reemplaza el uso de un disco<br />

duro externo.<br />

Reloj de energía solar con pantalla táctil<br />

El reloj Sunstich, creado por el diseñador británico<br />

Michael Young para la marca O.d.m., funciona a<br />

través de energía solar y cuenta con una batería de litio,<br />

que ofrece un respaldo para los días nublados. Su pantalla<br />

táctil LCD opera en forma digital y muestra la hora ya<br />

sea con números o con las tradicionales agujas, según se<br />

prefiera. Con tecnología de vanguardia, este reloj de bajo<br />

mantenimiento y larga duración, posee una interfaz que<br />

cambia sus funciones con sólo tocar puntos específicos<br />

de la pantalla.<br />

Cámara con funciones de smartphone<br />

Con el sistema operativo Android 4.1<br />

Jelly Bean, un visor de 4.8 pulgadas,<br />

zoom óptico de x21 y sensor de 16<br />

megapixeles, Samsung Galaxy Camera es<br />

un dispositivo inteligente que posee una<br />

alta calidad fotográfica, varios modos de<br />

disparo profesionales y nuevas opciones<br />

de edición. Asimismo, cuenta con funciones<br />

características de un smartphone,<br />

entre ellas editar, compartir o publicar de<br />

inmediato cualquier imagen, consultar<br />

el correo electrónico, jugar y ejecutar las<br />

aplicaciones de la Play Store de Android.<br />

Báscula inteligente para el control de peso<br />

Fitbit Aria es una báscula de baño inteligente con Wi-Fi integrado, que ayuda<br />

en el control de peso a través del cálculo del porcentaje de grasa y el índice de<br />

masa corporal y muscular, gracias a los electrodos de alta precisión incluidos en su<br />

superficie de cristal. Con una gran cantidad de gráficos en línea y herramientas para<br />

el celular, este dispositivo actualiza la información de hasta siete usuarios diferentes<br />

en una cuenta privada de Internet, de modo que cada uno puede disponer de sus<br />

datos con la aplicación gratuita Fitbit para iPod, iPhone y iPad, y así dar seguimiento<br />

a largo plazo al control de su peso.

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