Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes
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Capítulo 3 | La confluyente continuación de un decenio |392|<br />
|393| La confluyente continuación de un decenio | Capítulo 3<br />
que integran el discurso de la tercera muestra individual presentada en 1959. El Director<br />
General de Bellas Artes, Héctor Incháustegui Cabral, pronuncia un breve discurso,<br />
señalando: «Con esta exposición de Paul Giudicelli, uno de nuestros pintores<br />
de más carácter, se reinicia el contacto del público con las manifestaciones artísticas,<br />
en cuanto a las artes plásticas se refiere./ (…) esta nos sirve para apreciar cuánto de<br />
bueno ha hecho Giudicelli, personalidad inconfundible, vigoroso y sereno, y quien<br />
pese a lo que podría parecer una repetición de temas y colores, afirma su estilo y<br />
mensaje, su peculiar modo de expresarse, su actitud frente al universo, su posición ante<br />
las escuelas que en este campo erizado de tropiezos que es el arte, se disputan la<br />
primacía en una lucha que se libra de espalda al público hace tiempo, como desinteresado<br />
de cuanto se arguye y hace la pintura./ Y lo peor es que los dos, a su manera,<br />
que no se queje porque, si los entendidos no le hacen caso, es difícil alcanzar renombre<br />
aunque sus pinturas estén colgadas por toda la ciudad. A veces el peor camino es<br />
el mejor, y en el arte esto suele ser una verdad terrible…»|403|<br />
En la tercera muestra, Giudicelli reafirmaba la opción de escoger un camino solitario<br />
dentro del grupo de los pintores dominicanos modernos, observa el crítico Valldeperes,<br />
quien además señala: «En la exposición presentada en 1959 nos sorprendió Giudicelli<br />
con experiencias plásticas en las que, dentro de un característico mosaico policromo<br />
geométrico, llegaban las inquietas irisaciones en las que la forma se quiebra en múltiples<br />
facetas que la enriquecen y en las que, dentro de una sensualización del concepto<br />
pictórico, el espíritu se manifiesta ennoblecido. Su arte es ya, y lo seguirá siendo en lo<br />
sucesivo, una exigencia del espíritu humano (…). Podríamos decir que, desde este mo-<br />
|403|<br />
Incháustegui<br />
Cabral, Héctor.<br />
Escritores y<br />
Artistas<br />
Dominicanos.<br />
Págs. 393-394.<br />
|404|<br />
Valledeperes,<br />
Manuel.<br />
El Caribe, 23 de<br />
junio de 1963.<br />
tienen razón: el artista, a expresarse de acuerdo a su criterio y preferencia; el público,<br />
a interesarse o no en la obra de un grupo de artistas determinados./ Pero vamos por<br />
partes: si el artista escoge por profundos mandatos de sí mismo éste o aquel modo,<br />
que no le eche la culpa al público de su mala fortuna. De antemano debería saber que<br />
el arte suele ser un camino seguro que acaba en un valle de lágrimas y mientras más<br />
individualidad es tanto peor./ Pero si sólo tiene en cuenta al público como mercado,<br />
mento, el estilo de Giudicelli es suma de receptividad y de invención. De receptividad<br />
en cuanto a sus propias sensaciones frente a la realidad; de invención en cuanto a la manera<br />
íntima de expresar esas sensaciones».|404|<br />
En 1959 iniciaba Giudicelli su distintiva producción mural caracterizada por su dimensión<br />
heroica, la modernidad y especialmente por el soporte constituido por cerámicas.<br />
Realizado en un buen número de edificios municipales, el muralismo giudi-<br />
Paul Giudicelli|Pelea de gatos|Cerámica|60 x 135 cms.|1962|Col. Manuel Salvador Gautier.<br />
Paul Giudicelli|Herencia de un gagá|Cerámica|77 x 169 cms.|1960|Col. Museo de Arte Moderno.