Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Capítulo 3 | La confluyente continuación de un decenio |356|
|357| La confluyente continuación de un decenio | Capítulo 3
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Crassweller,
Robert D.
Trujillo,
La Trágica
Aventura (...),
Págs. 303-309.
do afanosamente las veinticuatro horas del día. El promotor de esta gigante Feria Mundial
era Virgilio Álvarez Pina. «La Feria fue levantada en un extenso espacio de terreno, justo
enfrente de la avenida George Washington, en el borde oriental de ciudad Trujillo. Un poco
hacia el interior y a un nivel más elevado se eligió otro solar para un gran hotel. Este
fue el origen del hotel Embajador, construido en el corto espacio de 230 días laborables.
Se fijó el día 20 de diciembre de 1955 para la finalización del entero proyecto./ El trabajo
en los edificios y pabellones se desarrolló sobre la misma base de apremio».|361|
también para bautizar un monumento propuesto por Mario Fermín Cabral y cuya construcción
se encargó a José Mauricio Alvarez Perelló, uno de los grandes maestros de la ingeniería
dominicana. Edificado en Santiago de los Caballeros, con contribuciones de la población
y del erario público, el Monumento a la Paz de Trujillo se levantó en un cerro citadino,
como inmensa mole de 67 metros de altura, conformado por tres cuerpos, entre
ellos una torre tubular coronada por un angelote, de las dos grandes estatuas que adornan
la edificación, siendo la efigie heroica de Trujillo, la segunda pieza. Cubierto casi totalmente
de mármoles, con grandes cuadros murales de Vela Zanetti en uno de sus pisos, al cerro
monumental se asciende por una gran escalinata que, de acuerdo al anecdotario trujillizante,
cada peldaño representaba los desvelos del gobernante día a día para alcanzar la paz.
Para su constructor, el ingeniero Álvarez Perelló, «el monumento había sido concebido
como una obra popular en el sentido de que llegaría a ser usado por el pueblo». Este
criterio lo reforzaba al señalar «que era una obra construida por el pueblo a través de
contribuciones repetidamente solicitadas».|363|
|363|
Álvarez Perelló,
José Mauricio.
Consideraciones
escuchadas por
Rafael E. Yunén
en el 1978.
|362|
Idem.
Pág. 304.
|364|
Moré, Gustavo
Luis. Op. Cit.
Idem.
En su libro sobre Trujillo, Crassweller explica «en términos físicos, la feria debe ser juzgada
como un éxito. En rigor, sin embargo, la Feria constituyó un costoso revés.Así como
señaló la culminación de un cuarto de siglo, así también vino a indicar el comienzo
de la declinación». |362|
|365|
Album de Oro,
Págs. 200-202.
|366|
Moré, Gustavo
Luis. Op. Cit.
Pág. 44.
A lo largo de los nueve años que se emplearon para la edificación del monumento de
Santiago, sometido constantemente a variaciones funcionales, se desarrolló un verdadero
auge construccionista.A este apogeo se vinculan los veteranos arquitectos González,
Caro Álvarez, Ruiz Castillo, Báez López-Penha, entre otros, e igualmente la segunda generación
de arquitectos «formados en la Universidad de Santo Domingo o recién llegados
de aulas extranjeras: Manuel Baquero Ricart, Amable Frómeta, Edgardo Vega,
Margarita Taulé, Leonte Bernard,William Reid, José Manuel Reyes y otros más de menos
prestigio».|364| A todos ellos se relacionan firmas constructoras como la sociedad
civil de «Ingenieros Asociados», presidida por Bienvenido Martínez Brea, la cual tuvo a
su cargo el diseño y la ejecución del Palacio Nacional de Bellas Artes.|365|
El referido Palacio fue construido en un espacio de 13,000 metros cuadrados y con un
costo de RD$1,555,000.00, representando la culminación del plan bienal de construcciones
escolares del gobierno. «Obra academicista (…), de ecléctico empaque revivalista»,
su estilo tiene relación con el edificio del Palacio Nacional de la Presidencia (1947),
en el revival neoclásico. El Palacio de Bellas Artes representa «la imposición de una arquitectura
clásica a necesidades funcionales no relacionadas».|366| Edificio de dos
plantas, tiene en su diseño exterior 116 columnas y figuras inspiradas en la mitología
griega. Entre la columnata que rodea la estructura se ubican ocho estatuas representando
alegóricamente las distintas expresiones de las artes. Flanqueando las entradas, fueron
ejecutados por el escultor Antonio Prats Ventós en cemento y piedra. En el espacio
interior y en la zona de las escaleras de acceso al salón de las cúpula,Vela Zanetti reali-
Al inaugurarla,Trujillo dijo en su discurso que la «Feria era su cívica corona con la cual comparecía
ante la historia». Ciertamente, esta obra representaba una culminación de sus acciones
gubernativas, razón por la cual el simbolismo de esa coronación lo asumió su hija Angelita,
proclamada reina en medio de un acto solemne, realizado en el «Teatro Agua y Luz».
La «paz» era el concepto que de manera cínica manipulaba frecuentemente el régimen en
una sociedad privada de los derechos fundamentales. El referido término se había acuñado
Aurelio Oller|Desembarco de las Tres Carabelas|Óleo/pan de oro|560 x 680 cms.|1957|Col. Palacio Nacional.