14.11.2014 Views

Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Capítulo 2 | Confluencia de las generaciones en la década de 1950 |266|<br />

|267| Confluencia de las generaciones en la década de 1950 | Capítulo 2<br />

|280|<br />

Ureña Rib,<br />

Fernando, Texto<br />

en Catálogo<br />

Hilario Rodríguez,<br />

10 de febrero<br />

de 1982.<br />

nes vía la estampa de pequeño o gran formato, valiéndose del pastel, medio que maneja con<br />

eficacia. La opinión crítica reconoce tal condición y citamos a Ureña Rib quien señala: «Hilario<br />

Rodríguez maneja admirablemente el pastel y, aunque es un medio opaco por naturaleza,<br />

él consigue deslumbrar al espectador e introducirlo en una atmósfera en la que una interacción<br />

luminosa tiene el papel preponderante./ Una vez que la imagen ha logrado impactarnos,<br />

Hilario Rodríguez se nos demuestra eficaz también al conseguir retener nuestra atención<br />

con detalles y transparencias perceptibles solo a cierta distancia. La mezcla tonal no ocurre<br />

en el papel solamente, sino en el ojo humano./ Magia y color del pastel es una experiencia<br />

significativa que señala un camino ya trazado con seguridad por este artista desde que viéramos<br />

en 1976, en la Casa de España, aquellas sillas que ascendían al cielo».|280|<br />

tiene que declinar a causa de un fuerte quebranto de salud. En 1955, retorna a la comunidad<br />

nativa, donde es nombrado Profesor de Escultura de la Escuela Elemental de Artes<br />

Plásticas de Santiago,|282| la cual suplanta a la Academia que fundara Yoryi Morel,<br />

dos décadas atrás. La enfermedad, el regreso al Cibao y un nombramiento oficial ineludible,<br />

hicieron perder de vista a este joven artista, tanto a Antonio Prats Ventós como a<br />

Vela Zanetti. Estos maestros le recordaban como un joven de aspecto humilde, rústico,<br />

pero con un sorprendente vigor interior. Mostraba una habilidad para el modelado como<br />

si hubiera manejado el barro desde siempre. Igualmente sabía escorzar con mucho<br />

dominio y no le tenía miedo al formato... Pensé que iba a desarrollarse en la escultura...<br />

En los encuentros que he tenido con Vela, en España, él pregunta por el «muchacho de<br />

Santiago», como recuerda a Domínguez... ¿Sigue en Santiago?…|283|<br />

|282|<br />

Nombramiento<br />

expedido por el<br />

Presidente Héctor<br />

Bienvenido<br />

Trujillo, del 18 de<br />

junio de 1955.<br />

|281|<br />

El Caribe, 4 de<br />

julio de 1954.<br />

|283|<br />

Prats Ventós,<br />

Antonio.<br />

Opinión<br />

escuchada<br />

por el autor<br />

de este libro.<br />

Alternando lenguajes y temas al igual que los recursos, Hilario Rodríguez desemboca<br />

en una propuesta fantástica, la cual representa la manera de surrealizar su pintura. Tal<br />

propuesta le hace merecedor de algunos galardones y del entusiasmo de la apreciación<br />

crítica, en momentos en que la pérdida de la salud, socava la vida del artista. Esa visión<br />

fantástica suya se relaciona con otra circunstancia social del arte dominicano y allí será<br />

abordada como variante del neorrealismo al que relacionan otros pintores.<br />

JACINTO DOMÍNGUEZ es otro de los santiaguenses orientados por Disla Guillén<br />

en la ciudad del Yaque, donde nació en 1935. Siendo un niño, se refugiaba en el tejar paterno<br />

para hacer figurillas de barro y regularmente también gustaba mirar a la madre elaborando<br />

flores artesanales. Los regaños del padre por su afición hacia el modelado no impidieron<br />

un desvío vocacional que crece cuando, cursando los últimos años de la educación<br />

primaria, asiste a la Escuela de Artes y Oficios en donde Máximo Matías y Mario<br />

Grullón le ayudan a ampliar los manejos del modelado escultórico. Fue asistiendo ocasionalmente<br />

a esa escuela que descubrió la Academia Yoryi Morel, en donde le orienta Negro<br />

Disla hasta obtener la beca municipal que le permite trasladarse a la ciudad capital e<br />

ingresar a la ENBA en 1950. En este centro recibe formación de los notables artistas docentes<br />

de entonces (Gausachs, Hernández Ortega,Yoryi...), aunque básicamente se vinculó<br />

a Prats Ventós, con quien se especializa en escultura y con Vela Zanetti, de quien recibe<br />

influencia que se advierte en una «Maternidad» que exhibe en la XII Exposición de<br />

la Escuela Nacional de 1954, siendo considerado por sus profesores entre los alumnos más<br />

destacados para entonces.|281| Domínguez terminó especializándose en la pintura mural<br />

durante el período en el cual el maestro ibero-dominicano ejecutó los murales que se<br />

localizan en distintos espacios de la Feria de la Paz, celebrada en 1955.<br />

En el referido año concluye Domínguez sus estudios en la Escuela Nacional. En base a<br />

sus méritos estudiantiles recibe una beca para realizar un post-grado en Francia, la cual<br />

Con la posibilidad de convertirse en un artista de proyección en y desde la ciudad capital,<br />

en donde otros norteños habían conseguido trascender (Ledesma, Eligio Pichardo,<br />

Radhamés, Mejía,...), las circunstancias obligaron a que Jacinto Domínguez se ubicara<br />

definitivamente en el ámbito santiaguense. Aquí protagoniza un ejercicio de pintor<br />

destacado, de artista docente y de fortalecedor de los caracteres de la tradición pictórica<br />

citadina que da lugar a la Escuela de Santiago.<br />

Jacinto Domínguez|Camión de melaza|Óleo/tela|59 x 87 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!