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Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

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Capítulo 2 | Confluencia de las generaciones en la década de 1950 |206|<br />

|207| Confluencia de las generaciones en la década de 1950 | Capítulo 2<br />

2|2 La modernidad y la orientación<br />

de los artistas más notables<br />

En 1951, un excelente crítico y cineasta formado en Italia, Oscar Antonio Torres, escribe<br />

un texto en el que comienza explicando: «En el escenario pictórico dominicano, cada<br />

artista (los que han logrado definirse, por supuesto) ha alcanzado en la cristalización<br />

de su empeño, ciertas características propias que permiten identificarlo con un determinado<br />

estado de ánimo, una realidad social, una intención artificiosa y hasta con un<br />

ente físico./ La acritud lineal de un Hernández Ortega, por ejemplo, trasluce una amargura<br />

no exenta de cierta morbosidad, proyectada a lo social. La obra de Yoryi Morel se<br />

identifica con el colorido del paisaje criollo, mientras Suro escarba en la tristeza ingénita<br />

de nuestros pueblos y la traslada al lienzo en su vibrante cacofonía trágica./ Otros<br />

de nuestros artistas, las pintoras, sobre todo, se han embarcado en la risueña «Tournée»<br />

Jaime Colson|Portada (fragmento) «Teatro Dominicano», de Jaime Lockward|Ilustración|1959.<br />

de una agradable fantasía, mientras algunas han buscado en el elemento humano y el<br />

nerviosismo citadino, nuevas rutas a su inquietud./ Pero entre todos ellos, ¿Cómo puede<br />

identificarse a Jaime Colson?…»|242|<br />

La pregunta que formula el crítico Torres se debe a que el texto que redacta y publica<br />

en el diario «El Caribe» se relaciona a la exposición individual que registra Colson en<br />

la Galería Nacional con un carácter de retrospectiva, ya que exhibe obras comprendidas<br />

entre 1923 y 1951. En este último año fungía como Director General de Bellas Artes.<br />

Sin embargo, esta posición fue pasajera, debido a las intrigas y fricciones que provocó<br />

en la ENBA ese nombramiento, en realidad frustratorio para él, ya que había aceptado<br />

el cargo con el mejor deseo de servir como artista de gran experiencia profesional.<br />

El deseaba contribuir al desarrollo formativo de sus compatriotas, especialmente<br />

con su especialidad, ya que consideraba que «en la República Dominicana los problemas<br />

del arte revisten importancia sorprendente y dada la inquietud que se manifiesta<br />

podemos augurar grandes realizaciones».|243|<br />

Ubicado en Santo Domingo, donde la prensa reseñó ampliamente su presencia, Jaime<br />

Colson se sumergió de lleno en el ambiente artístico nacional, promoviendo la formula<br />

grupal como manera de cohesionar el activismo de los colegas. De esta manera incidió<br />

en la organización del Círculo Nacional de Artistas, teniendo como referencia el<br />

modelo gremial que había conocido durante su estancia en México. Presidido por Noemí<br />

Mella, el Círculo registró muchas exposiciones de sus integrantes a partir del 1953,<br />

teniendo como metas la solidaridad artística y la promoción productiva del arte.<br />

Colson también se asoció como participante de Los Cuatro, primera fórmula grupal de<br />

artistas visuales, integrada además por José Gausachs, Gilberto Hernández Ortega y Clara<br />

Ledesma. Este grupo asumió la tarea de organizar exhibiciones populares en sectores<br />

barriales, para el proletariado. Con este propósito «llevan su obra a los barrios marginados,<br />

quitando el velo de exclusividad que cubría las exhibiciones de pintura. Se inician<br />

con una Exposición Homenaje a Matisse en el Viejo local de la Alianza Francesa (1954)<br />

frente al Parque Independencia; luego (1955) exponen en el Centro Obrero y en el<br />

Consejo Local de Mujeres».|244| A esta otra iniciativa de animación emprendida por<br />

Colson se suma el ejercicio crítico y teórico, escribiendo en los medios periodísticos<br />

capitalinos. Sin embargo, su más decisivo impacto fue en el salón de clases, en donde sus<br />

enseñanzas sobre Estética, Historia del Arte y Técnicas Pictóricas ejercen una gran influencia.<br />

Uno de sus alumnos, Domingo Liz, testimonia con sus palabras el significativo<br />

papel del maestro. En su testimonio señala: «Cuando Colson llegó de Europa para<br />

permanecer definitivamente entre nosotros, ya el primer núcleo de los artistas jóvenes<br />

|242|<br />

Torres, Oscar<br />

Antonio. El Caribe,<br />

febrero 25 de<br />

1951, Pág. 17.<br />

|243|<br />

Colson, Jaime,<br />

citado por Jaime<br />

Lockward,<br />

La Nación,<br />

junio 27 de 1950.<br />

|244|<br />

Miller, Jeannette,<br />

Monografía<br />

Gilberto<br />

Hernández Ortega<br />

(...), Pág. 18.

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