Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Capítulo 1 | El tránsito de la década de 1940 a 1950 |172|
|173| El tránsito de la década de 1940 a 1950 | Capítulo 1
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Entrevista
El Nacional.
Op. Cit.
San Francisco de Macorís, vivió luego en La Romana, de donde pasó definitivamente
a la Capital, en el año 1944. Referido a la ENBA, la reglamentación escolar le obligó a
esperar un año para cumplir la edad requerida.|189|
de su valiente espíritu creador. Es atrevido en sus realizaciones. Su concepción del
mundo, expresada en sus cuadros hechos en la intimidad de su taller, ofrece a la consideración
de quienes la admiran bellas realidades sorprendidas por un ojo amoroso y
artista. Su fantasía es inacabable. De pocas palabras, él expresa su mundo interior pintando».|190|
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La República
Dominicana,
Op. Cit.
Pág. 223.
Al igual que sus principales compañeros de generación (Ledesma, Hernández Ortega,
Liz, Jiménez, Toribio, …), Eligio Pichardo registró su nombre y sus obras en las
principales bienales de Hispanoamérica y España, celebradas en la década de 1950. En
la Primera Bienal de Madrid, celebrada en 1951, la obra «Romería» (óleo 1950) le
permite un galardón (Premio Nicaragua), lo que probablemente determinó que obtuviera
una beca del Instituto de Cultura Hispánica (1954) para estudiar en la capital
española. Reconocido por la crítica y la oficialidad debido a la obra ejecutada, el texto
siguiente ofrece esa constancia: «Eligio Pichardo, uno de los más jóvenes, ha reali-
La beca concedida por el Gobierno Español fue beneficiosa para el pintor dominicano
quien, a los veinticinco años de edad, estaba dotado de las técnicas y los acopios recreativos
que el ejercicio pictórico permite. Los requerimientos de la gran dimensión
compositiva y el elevado esquema dibujístico del trabajo mural eran condiciones favorables
para un sujeto con una gran interioridad, además solitario y propenso a desbordarla
más esencialmente y con un gran sentido de la identidad geográfica.
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Pérez Reyes, V.
La Pintura
Española del
Siglo XX.
Pág. 29.
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Entrevista
El Nacional.
Op. Cit.
zado la más fuerte y estimable labor. Orientado en la decoración mural, por encargo
de la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, ha pintado sobre los muros de
las escuelas de Ciudad Trujillo, grandes extensiones de pared, reproduciendo la historia
nacional, la vida del Quijote, el pasado indígena, etc. /También hace pintura de
caballete y dibuja. Emplea todas las formas: óleo, acuarela, témpera, pastel, crayón.Trabaja
incansablemente. Su figura, menuda, delgadísima, no permite suponer la fuerza
En el medio madrileño, en donde museos y galerías de arte mostraban a los principales
artistas del pasado o del presente, Eligio Pichardo asimila directamente a algunos pintores.
Entre ellos, posiblemente, a Antonio Clavé (n. 1913), quien «hacía una mezcla de
expresionismo y neocubismo de grandes efectos»,|191| poseyendo su estilo otras referencias
vanguardistas como ha de ocurrir en su obra después de la estadía europea. En
esa relación, él admite la influencia de Picasso y de Jean Dubuffet.|192|
Eligio Pichardo|Crepúsculo en una aldea|Mixta/tela|69 x 110 cms.|1960|Col. Museo de Arte Moderno.
Eligio Pichardo|Embiste|Óleo/tela|72 x 117 cms.|1960|Col. Museo de Arte Moderno.