Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes
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Capítulo 1 | El tránsito de la década de 1940 a 1950 |156|<br />
|157| El tránsito de la década de 1940 a 1950 | Capítulo 1<br />
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Fernández<br />
Spencer, Antonio.<br />
Op. Cit.<br />
debió ver en ella la tendencia a la unidad en la expresión del espacio que será la característica<br />
del pintor en todo el desarrollo de su carrera pictórica. (…). /Esas primeras<br />
obras de Hernández Ortega tenían que ser vistas por la crítica de la época con un<br />
criterio escolar y de protección al artista. El que ganase el gran premio en escultura en<br />
1945 hizo pensar, equivocadamente, que sus dotes eran de escultor y que no estaba llamado<br />
a emprender una actividad pictórica que culminase en un gran triunfo artístico.<br />
El criterio escolar de la crítica de ese lapso no supo ver que el modelado de las figuras<br />
surgía de la voluntad de pintar con serenidad de un artista que estaba llamado a la<br />
grandeza pictórica».|165|<br />
blemas del hombre. Sus figuras no representan la vida exterior; sino que van más allá». Son<br />
figuras que se sienten «llenas de esa vida que flota oculta en la sangre y en los sueños».<br />
Además son personajes visuales moviéndose en un espacio peculiar, cuyos cuerpos sensibles,<br />
finos, se transmutan y «con apariencia están regidos por un ambiente de melancólica<br />
ternura».|166| Cuadros significativos de este período son «Los Amantes» (óleo 1946)<br />
de dibujo sensible y tonalidades delicadas, pero firmes; y «Dos Mujeres» (óleo 1947), cuyo<br />
tema asocia a una negra desnuda y a una mulata vestida. Marcadamente dibujadas, predominan<br />
en ellas los colores volumétricos. Las figuras están bien encajadas en el espacio,<br />
«pero el artista realiza algunos cortes en la figura de la joven», observa Fernández Spencer,|167|<br />
quien considera este cuadro «una fiesta de color (…) una obra temprana, de juventud»,<br />
en donde quedan expresados los peculiares rostros de un gran pintor.<br />
|166|<br />
Idem<br />
|167|<br />
Idem.<br />
En un período que se extiende hasta 1950, en el cual registra sus tres primeras individuales,<br />
produce el pintor los temas de un mundo pictórico que se mete «a fondo en los pro-<br />
Mucho más sumergido en el drama humano, Hernández Ortega produce otras dos<br />
obras de envergadura en el año 1947. Una es «Pordiosera», un óleo sencillo pero poderoso<br />
en su tratamiento sombrío, en su visión de una anciana mujer comunicándose con<br />
la poética desamparada de las manos. Empero, más dramático es «Ecce Homo», compuesto<br />
con un dramatismo asombroso de la desolación social, en medio de la cual el<br />
pintor se autorretrata como un testigo. Cuadro de denuncia o de severo simbolismo pa-<br />
Gilberto Hernández Ortega|Mujer en el balcón|Óleo/cartón piedra|73 x 57 cms.|1955|Col. Banco Popular.<br />
Gilberto Hernández Ortega|Tropico I|Óleo/cartón piedra|74 x 59 cms.|1957|Col. Museo de Arte Moderno.<br />
Gilberto Hernández Ortega|Las lloronas |Gouache/papel|63.5 x 51 cms.|1953|Col. Museo Bellapart.