Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Capítulo 1 | El tránsito de la década de 1940 a 1950 |132|
|133| El tránsito de la década de 1940 a 1950 | Capítulo 1
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Diario
La Nación, 19 de
enero de 1946.
estudios en la misma escuela en la cual pasará (…) a prestar sus servicios profesionales.
Siendo uno de los más aventajados alumnos de las clases de escultura que orienta el director
de dicho centro, el famoso escultor Manolo Pascual, se presentó no hace mucho
para optar por el Gran Premio Trujillo (…), compitiendo entre cuatro aventajados estudiantes
de escultura de la Escuela, obtuvo el alto galardón del segundo premio».|128|
turo una obra de nobles calidades (…)./ Martínez Richiez se solaza con la maravilla de
las formas dolorosamente lanzadas a la vida del espacio. Sus esculturas son el brote de
una naturaleza sana que no ignora la angustia del hombre. La mirada de este artista tiene
mucho de la de Heráclito: todo lo ve, hasta el presente, en movimiento. Sus esculturas
se mueven, parece que van a penetrar el espacio en que transcurre nuestro cotidiano
vivir. Sin embargo, conservando la unidad de su espacio ideal».|131|
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Cuadernos
de la Poesía
Sorprendida.
Noviembre 1947.
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Valldeperes,
Manuel.
El Arte de Nuestro
Tiempo. Op. Cit.,
Pág. 150.
Con una formación basada en el modelo directo y por igual en la liberación imaginativa,
Martínez Richiez, al igual que sus compañeros de la escultura, ofrece para el período
del 1940 una producción centrada en la figura humana. No obstante, él especula,
tiende a la grandilocuencia, a la morbidez sensual y a la carga de elementos deslumbrantes.
De acuerdo a Valldeperes, el artista «trata de volúmenes con elasticidad y reconstruye
la figura amorosamente, ofreciendo una delectación tropical que lo une a su as-
Después de realizar un postgrado y haber expuesto en Buenos Aires, a donde viajó en
1950 invitado por el Gobierno Argentino, optó por una beca ofertada por Francia para
estudiar escultura y pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de París. Se le exigió
tener un dominio coloquial del francés, que practicó con el crítico Carlos Curiel, aprendiéndose
de memoria las letras de las canciones más populares de entonces como «La Vie
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Ferrúa, Giovanny.
Op. Cit.
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Diario La Nación.
13 de junio
de 1947.
cendencia y que da cierta peculiaridad a su obra».|129| En la misma dirección se encuentran
el dibujo y la pintura que produce para esta etapa, en la cual registra la muestra
personal (1947), considerada la primera exposición individual de escultura de un escultor
dominicano.|130| Un comentario posiblemente de Antonio Fernández Spencer,
escrito para ese año, resalta cualidades del artista cuando señala que «es, para la crítica
consciente, el más maduro de nuestros escultores y el único que ofrece para el fuen
Rose», «Sous le Ponts de París», entre otras. Obtuvo la beca, pero «antes de viajar hizo
varias reproducciones en madera en tamaño monumental de obras taínas para el Instituto
de Investigación Antropológica de la Universidad de Santo Domingo».|132|
Luichy Martínez Richiez se trasladó a Francia en 1952, en donde refuerza la formación
adquirida en su país. Durante seis años asiste a la academia parisina, aprovechando el
tiempo para visitar los grandes museos y sumergirse en una producción en la cual bro-
Luichy Martínez Richiez|Desnudo vibrando en azul|Acrílico/tela|153 x 102 cms.|1996|Col. Ceballos Estrella.
Luichy Martínez Richiez|Desnudo fantástico I|Mixta/tela|102 x 76 cms.|1989|Col. Ceballos Estrella.
Yoryi Morel y Martínez Richiez|Luichy|Óleo/tela|57 x 46 cms.|1949|Col. Museo Bellapart.
Luichy Martínez Richiez|Desnudo fantástico II|Mixta/tela|102 x 76 cms.|1989|Col. Ceballos Estrella.