Tomo Completo 60.8 MB - Grupo Leon Jimenes

Capítulo 1 | El tránsito de la década de 1940 a 1950 |116|
|117| El tránsito de la década de 1940 a 1950 | Capítulo 1
violencia que segó las vidas de miles de haitianos cuando la dictadura ordenó el llamado
«corte» y grupos de asesinos lo perpetraron. El enfoque geometrizante de la composición
y el fiero movimiento de las tres figuras principales, sumergidas en un sórdido tratamiento,
hacen de esta pintura un documento inigualado y al mismo tiempo significativo como
denuncia social y obra de arte. Se sostiene que el pintor tuvo que esconder la obra al
realizarla, pero, como muchos la conocían, fue intimidado hasta sentirse en ocasiones con
delirio de persecución. Se ha de presumir que debido al compromiso que entrañó la obra,
Radhamés Mejía fue lacónicamente citado en los textos oficiales que refieren a los artistas
dominicanos; incluso se conoce que fue apresado y torturado por los esbirros del trujillato.
Sobre este particular hecho escribe Judet Hasbun, esplicando que «…impúberes,
adultos, profesionales y artistas cruzaron los umbrales de La 40. /Unos sobrevivieron pa-
le asocian a Manolo Pascual, quien le orienta dejándole la influencia de las precisiones esquematizantes
que se advierten también en sus pinturas. El uso directo de modelos femeninos
y una preferencia del temario le llevaron a producir telas en donde el realismo sensual
ofrece matices idealizantes. En algunos de sus cuadros el cuerpo de la mujer se eleva
con el tratamiento colosalista que ofrece el realismo racial y social de Darío Suro (etapa
mexicana), muy elocuente también en pinturas de Vela Zanetti y en grabados de Pascual.
En posesión de un realismo sugestivo, Radhamés Mejía se desenvolvió como artista de
bienales y colectivas, a partir del momento en que egresa de la ENBA, en 1948. Dos años
después, en ocasión de la V Exposición Bienal de Artes Plásticas, obtiene un segundo
premio de escultura.
Artista silencioso, regularmente sumergido en el escape alcohólico, asume una transformación
en el lenguaje pictórico cuando la abstracción y el cubismo colonial entran como
giros en la plástica nacional. Las mejores obras producidas por Mejía durante el decenio
que se extiende entre 1950-1960, están marcadas por tales lenguajes, resultando ejemplares
las obras «Nacencia» (guache, 1960) y «Matanza de los haitianos» (óleo 195...).Abstracta
en su planteamiento formal, con la primera obra obtiene un premio especial en la
Décima Bienal. En cuanto a la segunda, se trata de un dramático óleo que patentiza la
Radhamés Mejía|Canillita|Óleo/madera|93 x 63 cms.|1970|Col. Ramón Francisco.
Radhamés Mejía|Sin título|Óleo/madera|41 x 28 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Radhamés Mejía|Desnudo|Carboncillo/papel|48 x 44 cms.|Sin fecha|Col. Ramón Francisco.