Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
94 CLAUDIO GUTIÉRREZ MARÍN<br />
guno de mis predecesores consintió en usar tan profano<br />
nombre, porque si en realidad un obispo se hace llamar<br />
"universal" quita a los demás el nombre de obispos. Pero<br />
lejos esté de la mente cristiana querer apropiarse para<br />
sí lo que parezca disminuir en lo más mínimo el honor<br />
de sus "hermanos". En verdad, digo confiadamente que,<br />
cualquiera que se llame a sí mismo "sacerdote universal",<br />
o desee ser llamado así, procede <strong>del</strong> Anticristo en su orgullo,<br />
porque soberbiamente se antepone a los demás".<br />
A pesar de esta opinión contra un antecesor suyo, el<br />
obispo de Roma insistió en recabar para sí<br />
tal título. Constantinopla<br />
cedió su lugar a Roma y, desde entonces, esta<br />
ciudad fue considerada como sede imperial. Por su parte,<br />
la conversión de Constantino, estableciendo el Cristianismo<br />
como rehgión <strong>del</strong> imperio, convirtió automáticamente<br />
la pequeña Iglesia de Roma, en la más importante<br />
Iglesia de la nueva doctrina. Por razón natural, el pastor<br />
u obispo que gobernaba dicha Iglesia, creció en importancia,<br />
aunque no en autoridad eclesiástica. Sin embargo,<br />
las disensiones de las distintas Iglesias iban a parar a<br />
sus manos para su resolución o al menos su consejo. El<br />
dinero, que a raudales comenzó a surgir de las múltiples<br />
congregaciones religiosas, fue camino de la Iglesia de<br />
Roma. En una palabra, sin necesidad de demostrarlo por<br />
su parte, el obispo o pastor de la Iglesia ubicada en la<br />
capital<br />
<strong>del</strong> imperio fue acrecentando su importancia y su<br />
influencia. La idea concebida por Bonifacio VIII, pastor<br />
de aquella grey, tomó cuerpo y forma por sí misma y aun<br />
cuando las protestas de oriente y occidente llovieron contra<br />
la pretensión <strong>del</strong> obispo remano, la Iglesia de Roma<br />
fue reconocida por todos como la<br />
Iglesia más importante,<br />
y sus ministros como los de mayor autoridad. De ahí al<br />
"papado" no había más que un paso. Éste lo dio finalmente<br />
el Concilio de Trento, que en el año 1564 decretó.