Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
.<br />
86 CLAUDIO GUTIÉRREZ MARÍN<br />
dolor, de angustia, de vergüenza. . . Y el anciano apóstol<br />
de la triple negación, "saliendo fuera, lloró amargamente".<br />
. . como un niño sorprendido en un acto vergonzoso,<br />
como un hombre bueno alcanzando en un momento malo<br />
<strong>del</strong> camino. . . Pedro lloró y se alejó, mientras el Maestro<br />
querido, el Señor adorable, entre la turba enloquecida<br />
de homicidas se apartaba también de Él para seguir<br />
su camino, sin volver el rostro una sola vez, sin mirar<br />
más al viejo amigo que, por miedo, ofendió la bondad<br />
eterna de Dios. .<br />
*<br />
Habían de sucederse las escenas trágicas <strong>del</strong> Gólgota;<br />
el silencio augusto <strong>del</strong> sepulcro y la clarinada radiante de<br />
la resurrección. La cobardía de Pedro fue sabida por los<br />
demás discípulos. La herida abierta en el corazón de Pedro<br />
seguía abierta y<br />
sangrante. Pedro ya no era el apóstol<br />
atrevido, audaz y hasta temerario de antes. La frente<br />
baja y los ojos huidizos declaraban su agonía interior.<br />
Él sabía que su negación triple le había destronado<br />
de la gracia y <strong>del</strong> amor de Dios. Recordaba las palabras<br />
terribles <strong>del</strong> Señor: "El que me negare <strong>del</strong>ante de los<br />
hombres también yo le negaré <strong>del</strong>ante de mi Padre"; y<br />
aquellas otras: "Apartaos de mí obreros de maldad". . .<br />
¿Sería posible que Cristo le negare <strong>del</strong>ante <strong>del</strong> Padre<br />
santo, justo y sabio? ¿Sería posible que él perdiera en<br />
unos minutos lo que había conseguido, alcanzar junto al<br />
Maestro en tantos meses de aprendizaje?<br />
Cristo, despojado para siempre <strong>del</strong> velo de la muerte,<br />
se apareció a varios de los discípulos incrédulos y<br />
acobardados. La vida volvía a ellos junto con el Señor<br />
y con la vida otra vez la fe, el entusiasmo por el Reino,<br />
la codicia por la ganancia santa de las almas. . . Y tam-