13.11.2014 Views

Errores-fundamentales-del-romanismo

Errores-fundamentales-del-romanismo

Errores-fundamentales-del-romanismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CONFESIONISMO 167<br />

dar con su perdón misericordioso esa paz divina, no humana,<br />

que no tiene fin. No mirando a la altura <strong>del</strong> pecado,<br />

ni a la bajeza de la caída. . . ni a nada en torno<br />

nuestro, ni siquiera dándonos cuenta de que acaso la Humanidad<br />

vengativa o la Humanidad justiciera crispe sus<br />

puños amenazando nuestra libertad y aún nuestra vida. .<br />

No mirando a nada ni a nadie. . . sino a Él solamente.<br />

No olvidemos que Él vino para todos los enfermos, para<br />

todos los desnudos, para todos los hambrientos, para todos<br />

los leprosos, para todos los perdidos. . .<br />

y Él solamente<br />

les pudo decir: "Vete en paz, hijo. . . Vete en<br />

paz, hija. . . tus pecados te son perdonados". . .<br />

Cristo es y debe ser siempre el<br />

Confesor único en la<br />

tierra y para la tierra. El mismo, que aún sin oír las palabras<br />

<strong>del</strong> arrepentimiento, perdona y salva.<br />

Y también Cristo nos enseñó a dirigirnos a Dios, el<br />

Padre, en busca de la paz para nuestra conciencia, al decirnos:<br />

"Y vosotros oraréis así: Padre Nuestro que estás<br />

en los cielos. . . Perdona nuestras deudas, así como nosotros<br />

perdonamos a nuestros deudores". . . ¡Padre nuestro!<br />

. . .<br />

¡Perdónanos! Sí, Padre nuestro, al Padre común<br />

de la Humanidad y nosotros sus hijos, aunque no merezcamos<br />

ese título bendito, aunque seamos muy malos<br />

hijos, aunque a veces hasta desconozcamos o no queramos<br />

reconocer que Él es nuestro Padre. . . porque no tenemos<br />

otro escudo para dirijirnos a Él que ese: el título<br />

de "hijos" y con ese título podemos hablarle y clamar a<br />

Él y rogarle con el corazón que nos perdone y que nos<br />

sane espiritualmente. Porque nuestro pecado contra el<br />

hermano hombre es también una ofensa, una deuda contra<br />

Dios; porque al abofetear al hermano hombre le ofendemos<br />

a Él. Él es el Padre de toda la familia Humana<br />

y atentando contra uno de sus miembros atentamos contra<br />

el amor y la buena voluntad divina. Le hemos ofen-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!