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102 CLAUDIO GUTIÉRREZ MARÍN<br />
volcar sobre un so/o hombre todo el<br />
peso enorme de semejante<br />
responsabilidad.<br />
49^5Zi SANTIDAD. He aquí otro de los títulos<br />
exclusivamente papales. Está, por supuesto, tomado <strong>del</strong><br />
judaismo. El Sumo Sacerdote judío llevaba sobre su frente,<br />
como parte de su atavío religioso, una placa de oro<br />
en la que podía leerse este rótulo: "Santidad a Jehowa".<br />
Tales palabras hacían de él una especie de tabú sagrado,<br />
intocable<br />
y santo.<br />
El papa, como Sumo Pontífice de la Iglesia o Sumo<br />
Sacerdote judío, no lleva sobre sus vestiduras nada semejante,<br />
pero sí es saludado y reconocido como compendio<br />
y suma de todas las virtudes, como único representante<br />
de la<br />
santidad más absoluta.<br />
Precisamente por esta aureola de santidad es por lo<br />
que recibe acatamientos y homenajes semejantes a aquellos<br />
que, de vivir entre los hombres, recibiría el mismo<br />
Cristo. Y, sin embargo, no es posible borrar el contenido<br />
solemne de la Escritura cuando nos afirma que:<br />
"por<br />
cuanto todos pecamos todos estamos destituidos de la gloria<br />
de Dios". . . "Y el que se dijere sin pecado es mentiroso<br />
y hace a Dios mentiroso". . . "Que no hay hombre<br />
que haga siempre el bien y nunca peque". . . "Que somos<br />
nacidos y concebidos en pecado" y solamente la fe y la<br />
misericordia divina pueden librarnos <strong>del</strong><br />
peso enorme de<br />
la culpa y de la herencia. . . "Que el pecado está en nosotros"<br />
y no es posible la salvación de criatura alguna<br />
si no aceptare el perdón concedido por Dios en Cristo.<br />
La propia historia eclesiástica lo demuestra. El <strong>romanismo</strong><br />
reconoce, en parte, que la santidad pontifical<br />
siempre relativa, no ha residido sino en un pequeño número<br />
de papas quienes supieron destacarse por sus virtudes<br />
y su piedad. El <strong>romanismo</strong> reconoce las manchas