Dominical - La Opinión de Zamora

Domingo, 8 de enero de 2012 / LA OPINION-EL CORREO
Aquellas curiosidades del pasado
Primer desfile de
las Capas alistanas
dominical / V
Edificio del Gobierno
Civil en construcción,
en torno a los años 60.
La procesión sale de Olivares y será
retransmitida para todo el país por Radio
Nacional de España ● Desaparecen las
pequeñas casetas municipales que se
llamaban fielatos ● Derriban la cárcel y la
Audiencia, en lo que hoy es la plaza de la
Constitución, y en su lugar construyen una
nueva edificación que será destinada a
Gobierno Civil
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Plaza de Alemania, a la izquierda
las Calderas.
El 28 de octubre de 1956, el
entonces ministro de
Información y Turismo
inauguró Televisión
Española pronunciando las
palabras siguientes:
«Mañana, 29 de octubre,
vigésimo tercer aniversario
de la Fundación de Falange
Española, darán comienzo
regularmente los
programas diarios de
televisión»
✒ José-Manuel García Rubio
En este ya largo relato de curiosos aconteceres
acaecidos en el pasado ciudadano, llegamos
al año 1956; nuestro Ayuntamiento tenía
aprobado un presupuesto de gastos cuyo
importe ascendía a 12.123.340 pesetas, de las
cuales 45.000 destinaban para la Semana
Santa, 30.000 para el Atlético Zamora, primer
equipo de fútbol de la ciudad, 4000 pesetas
para la Asociación de Bellas Artes, 2500 a la
Coral, 200.000 para festejos y un plus de
1100 pesetas a cada uno de los funcionarios
municipales.
En aquellos comienzos del nuevo año se
encontraban en construcción dos nuevos edificios
entre los cuales quedaría un espacio con
acceso peatonal desde Avda. Víctor Gallego
al bajo de Fuentelarreina por mediación de
una escalera debido al gran desnivel. Recientemente
se había construido el puente sobre
la vía al iniciar la carretera de Villalpando, el
cual muchos años después fue ensanchado
para la construcción de la autovía; y hasta entonces
había sido un paso a nivel.
Comenzaba a hablarse de la desaparición
de aquellas pequeñas casetas municipales que
llamaban fielatos.
Prácticamente todo el mes de febrero transcurrió
con fortísima ola de frío que azotó a toda
Europa; pero en nuestra provincia originó
graves trastornos entorpeciendo las comunicaciones;
por ejemplo el tren Zamora-Puebla
de Sanabria quedó bloqueado toda la noche
entre las estaciones de Abejera y Sarracín de
Aliste, alcanzando la nieve en su entorno más
de cinco metros de altura; al igual que en la
zona de Alcañices. Pero más hacia Sanabria,
Asturianos, Padornelo, tocaban con la mano
los cables del telégrafo y muchos tejados se
vieron rebasados por la nieve.
Cambiando de tema os diré que la cruz de
penitencia que arrastraban los cofrades en la
procesión delYacente, en ese año de 1956 estaba
pedida hasta 1972.
Otra curiosa novedad de aquel año semanasantero
fue que por primera vez procesionaba
la de las Capas alistanas de Olivares
siendo transmitida para todo el país por Radio
Nacional de España.
Peores comienzos no pudo tener aquella
Semana Santa del 56, pues si febrero había sido
de intenso frío y nieve, marzo abundó en
agua, así que el día 25, Domingo de Ramos,
no hubo procesión debido a la persistente lluvia
que duró toda la semana, motivando la
suspensión de muchas procesiones y mojándose
las pocas que salieron.
Así que con estos antecedentes no podía
hacerse esperar otra crecida en el Duero, faltándole
poco para igualar a la de 1948.
Por fin llegó abril, en cuyo mes se llevaban
a cabo los trabajos de derribo de la que hasta
entonces fue Cárcel y Audiencia, en la hoy
plaza de la Constitución, en dicha época plaza
General Sanjurjo. Referente a ello, las crónicas
decían lo siguiente: «Está quedando un
gran solar, todos los escombros se depositan
en las cercanías del Instituto Claudio Moyano
con el fin de nivelar su terreno, que dentro
de no muchos años se espera edificar. El nuevo
edificio que sustituirá al de la cárcel, dando
frente a la iglesia de Santiago el Burgo, será
Gobierno Civil». En los primeros días de
mayo salió a subasta la contrata de dicha
obra, ascendiendo su presupuesto a
7.793.146,46 pesetas. En cuanto al lugar donde
depositaron la gran cantidad de escombros,
con posibles huellas de aquel pétreo y
viejo edificio, están debajo del hoy Instituto
de Enseñanza María de Molina.
Continuando con aquel año 1956, en otro
lugar de la ciudad, pasando el llamado Alto
de los Curas, en la bajada a la izquierda y en
medio de un solitario terreno, estaban finalizando
las obras del que pasaría a ser nuevo
Convento de las monjas Carmelitas Descalzas.
Todo aquello es hoy el nuevo barrio de
Vistalegre.
Aquel año fueron finalizados en calle Pelayo
dos clásicos edificios: Cámara de Comercio
y el de la Mutual Patronal Castellana.
Volviendo a aquel invierno del 56, calificado
en toda Europa como el más riguroso
del siglo, según la prensa del momento, en
muchos lugares del continente las temperaturas
igualando casi a la de los Polos. En nuestro
país fueron más de mil personas las fallecidas
a causa del frío; perdiéndose en la zona
mediterránea toda la cosecha de arroz y cítricos,
algo importantísimo en aquellos momentos,
pues una de las principales fuentes
de entrada de divisas eran las naranjas y la todavía
maltrecha economía se resentiría ahora
que apuntaba recuperación.
Al comenzar aquella primavera, una orden
publicada en el BOE, prohibió en toda España
las llamadas casas de tolerancia, conocidas
popularmente como «casa de putas»; motivo
por el que en nuestra ciudad oficialmente
fueron cerradas; y digo oficialmente
porque, como suele decirse, cada ley tiene su
trampa. En el popular barrido de La Lana comenzaron
a proliferar los bares para que fuesen
punto de encuentro entre ellas y sus clientes;
y una vez emparejados marchaban a la
casa siempre cercana, de ella; es decir, era un
prostíbulo enmascarado. Durante varias décadas
fue famosa en la ciudad la casa de la
Pura.
Dicha primavera trajo para todos los aficionados
al deporte futbolístico la gran alegría
de que el Real Madrid ganaba en París
la primera Copa de Europa. El fútbol era
gran fuente de distracción, que en cierto modo
tapaba y a la vez distraía los problemas
del régimen. Por ejemplo, aquellos días,
mientras se disputaban las eliminatorias de
dicho torneo, en la Universidad de Madrid
cierto número de estudiantes no partidarios
del SEU, único sindicato estudiantil oficialmente,
y por tanto adepto al régimen establecido,
al que consideraban como una rémora
manipulada, con las consiguientes desavenencias
dieron lugar a violentos
enfrentamientos entre alumnos falangistas
y los contrarios, lo cual motivó el estado de
excepción en todas las universidades españolas;
poniendo así fin a la que había parecido
una etapa aperturista conseguida por el
entonces ministro de Educación, señor Ruiz
Giménez.
Hablando de estudiantes, aquel septiembre
del 56, el entonces príncipe don Juan Carlos
se incorporó a la Academia Militar de Zaragoza
para iniciar el segundo curso, al final del
cual recibiría el despacho de alférez. Dos
años antes, al terminar su bachillerato, se habían
reunido su padre el conde de Barcelona
y el general Franco, acordando que conociera
el Ejército pasando por las tres academias:
Tierra, Mar y Aire.
Al mes siguiente —28 de octubre del 56—
el entonces ministro de Información y Turismo
inauguró Televisión Española pronunciando
las palabras siguientes: «Mañana, 29
de octubre, vigésimo tercer aniversario de la
Fundación de Falange Española, darán comienzo
regularmente los programas diarios
de televisión».