Dominical - La Opinión de Zamora

IV / dominical LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 8 de enero de 2012
Fermoselle en la historia
✒ Manuel Rivera
Lozano
Playa Mayor de la villa en la actualidad. A la izquierda, edificio con soportales para el comercio en 1779.
Nuevo soportal de comercio
en la Plaza Mayor,
intitulado de los Toros (y II)
❜❜
Para costear las obras se
enajenó un prado o rodillo
al pago de San Lorenzo, el
trozo de casa sobrante de
construir el nuevo
Ayuntamiento y dos
pedazos de prado a
Casasola
Una semana más continuamos aportando a
ustedes el resultado de nuestras investigaciones
sobre una nueva construcción que tuvo lugar en
la plaza principal.
«En las casas de Ayuntamiento de esta villa
de Fermoselle a 13 de diciembre de 1779 se juntaron
y congregaron los señores Manuel-Benito
Santos de Velasco e Ignacio Seisdedos Acebedo,
alcaldes ordinarios en esta villa y su jurisdicción,
así como los regidores, diputados
personeros, y los procuradores síndicos generales
y del común, todos capitulares de voz y voto
que componen la mayor parte del Ayuntamiento
y un buen número de diputados nombrados
por el concejo según Real cédula de lo
que yo el escribano doy fe, y estando así juntos
dijeron:
Que esta villa, viendo lo reducida que era su
única iglesia parroquial y la grave necesidad de
ampliarla para que en las funciones quepan todos
sus habitantes, acordó su extensión y para
ello, entre otras cosas, se ha ocupado un gran
pedazo del soportal que servía para la venta de
todo el comercio.
Y siendo preciso disponer dónde se haga a
cubierto, acordó así mismo esta villa que, pues
no tiene caudales por estar aplicados los sobrantes
de propios para la ampliación de dicha
iglesia, se vendiese el pedazo de casa que sobró
de hacer la nueva de este Ayuntamiento, un pedazo
excusado del valle común de Casasola que
ha sido desmarcado y tasado en 3.200 reales por
Antonio Martín Peños, Manuel Funcia y José
Martín Margallo, vecinos de esta villa, prácticos
inteligentes nombrados para ello.
Y habiéndose sacado al pregón, se remató el
dicho pedazo de valle en Juan Manuel Fernández,
en la cantidad tasada y en José Seisdedos
el pedazo de casa en 450 reales, para con el importe
de uno y otro hacer un soportal con arcos
de cantería en el lienzo desmantelado de la Plaza
Principal de esta villa a la parte de poniente,
con lo cual queda cuadrada dicha plaza y sitio a
cubierto para la venta de los comercios que vengan
a este pueblo» (1).
Recordamos que la semana anterior hacíamos
referencia a la difícil situación económica
que atravesaba el Ayuntamiento, que se incrementaba
en aquellos momentos con la obligada
ampliación de la parroquial y a la elevada
aportación que a ello se había comprometido y
a todo ello se añadía el costo de la referida obra
del soportal que quería también ejecutar a un
tiempo.
Esa falta de caudales obligó al consistorio local
a vender parte de sus escasas propiedades o
bienes. En ese trabajo aludido ya hacíamos referencia
y comentábamos la venta de un prado
o rodillo al pago de San Lorenzo, pero en esta
ocasión aparecen dos enajenaciones más.
En primer lugar la casa o sobrante de una casa
comprada a Juan-Manuel Andrés Ramos, sita
en la Plaza Mayor, para posibilitar la construcción
del nuevo Consistorio o Ayuntamiento
y escuela de niños y en segundo lugar un pedazo
excusado (que por privilegio está libre de pagar
tributos), localizado en el valle común denominado
Casasola.
El sobrante de casa se adjudicó al vecino José
Seisdedos en 450 reales y el valle o prado se
tasó en 3200 reales por varios peritos de la localidad.
Hecha pública la subasta preceptiva y
sacada al pregón fue rematada a Juan Manuel
Fernández Fabián en la misma cantidad en que
había sido peritada.
Y por lo que conocemos se hizo posible el
nuevo soportal con el importe de las tres ventas,
el conjunto arquitectónico, artístico o monumental
conseguido ganó enteros, pues, como dice
el documento, la Plaza Mayor quedó de esta
manera cuadrada y el soportal a cubierto en el
lugar adecuado.
Con la misma fecha que la escritura que acabamos
de comentar se firma la correspondiente
a la venta del valle al pago de Casasola, de la
que aportamos algunos datos en aras a no extendemos
demasiado.
El comprador es Juan-Manuel Fernández Fabián
de un pedazo del valle llamado Casasola,
de pasto común, que linda con tierra de Manuel
Asensio, valle propiedad del común y camino
que va de esta villa al lugar de Penilla, de su jurisdicción.
El precio acordado fue de 3200 reales
vellón y consta fehacientemente que dicho
importe es para sufragar la construcción de un
soportal con arcos de cantería en la Plaza Mayor,
en el sitio que mira a poniente, para que
quede cuadrada dicha plaza y sirva de albergue
a los forasteros que vendan allí, en sitio cubierto
todos los géneros que traigan a este pueblo.
Se cumplió el requisito de sacarlo al pregón,
así como el anuncio del día y hora del remate de
la subasta, previo toque de campana, habiéndose
presentado solamente el rematante.
El día 30 de enero de 1780 se juntaron los señores
Manuel Armenteros y Francisco Farizo
Garrido, alcaldes ordinarios en esta villa y su jurisdicción,
así como el regidor decano, los diputados
personeros y su común, los procuradores
síndicos generales y un buen número de vecinos
en virtud de Cédula Real, todos ellos componentes
del pleno Concejo, y, entre otras cosas,
acordaron:
«Se hizo presente el acuerdo de 13 de diciembre
pasado por el que se dispuso, atento a
la necesidad del público y para remediar la que
padece, en no haber sitio cómodo para que se
recojan los forasteros y en que se vendan los comestibles
para el surtido del común, atendiendo
también a hermosear la plaza pública, que se
vendiesen unos edificios inútiles y algunos pedazos
de terreno donde y en el sitio que no se
perjudique.
Bien enterados de dicho acuerdo lo contemplaron
adecuado y útil su ejecución, por lo que
acordaron se lleve a debido efecto hasta que se
junten los caudales necesarios para dicha construcción
de los portales en dicha plaza y por ello
los comisionados efectúen su comisión y la extienden
para que por hombres prácticos nombrados
por los procuradores generales vendan a
Juan-Manuel Fernández Fabián otro pedazo de
valle contiguo al que ya tiene comprado.
Así lo acordaron y firmaron los que saben y
por los que no un testigo, que lo fueron Manuel
Cervino, Santos de Salazar y Manuel Vallejo, y
en fe de ello lo firmé yo el escribano. José Antonio
Girón. Por el oficio de Pedro Bayón». (2)
De este último documento aportado queremos
destacar varias cosas:
En primer lugar la voz y voto del Concejo hace
constar que la villa carece de lugar y espacio
cómodo para facilitar su venta a los mercaderes
o comerciantes en general de productos alimenticios,
ya sean de la propia localidad o forasteros.
Seguidamente queda patente en las intenciones
del pleno sobre la traída y llevada obra que
también pretenden hermosear la plaza pública,
hecho que nos resulta curioso pero que denota
ya una aspiración de mejora por parte de algún
edil.
El Ayuntamiento, congregado a tal efecto,
acuerda llevarlo a buen fin y por falta de caudales
aprueba la venta de otro pedazo de valle a
Casasola a Juan Manuel Fernández Fabián
(contiguo al que ya tiene).
Queremos finalizar este trabajo proyectando
una visión-fotografía-opinión personal sobre el
entorno de la Plaza Mayor de la villa, conjunto
al día de hoy bastante armónico en general que
forma unidad, logro conseguido con las mejoras
realizadas en las últimas décadas gracias a las
aportaciones de los organismos oficiales.
El edificio principal es el Ayuntamiento, orientado
al mediodía, que data de 1889, el cual ha conocido
en pocos años varias reformas. Le sigue
en importancia el edificio conocido como escuelas,
que no es otro que el situado al oeste y
ocupa la mayor parte del lado, que en otros tiempos
fue palacio de los señores de Fermoselle y
en el que construyó el soportal o mercado que
hemos estudiado últimamente.
Nuestro recuerdo está todavía fresco de aquellos
años 1947 y 1948. Al cumplir los cinco años
me incorporé al parvulario de doña Enedina Castaño
Lozano, en el aula que estaba en la planta
alta a la que se accedía por una empinada escalera
sobre la roca. Las otras tres maestras de niñas
eran en 1.°, doña Isabel Moralejo Pordomingo,
en 2.°, doña Florinda Herrero Moralejo
y en 3.°, doña Rosario de la Fuente Díez.
Los lados sur y oeste están unidos por la casa
castillera, que sustenta un amplio arco de piedra
para dejar acceso a otras viviendas y data de mediados
del siglo XIX.
El lado norte es tal vez el más uniforme, todo
él cubierto de viviendas y locales comerciales.
El lado de levante tiene un espacio abierto que
da paso a la calle Tenerías y cuenta con una edificación
modernista que se construyó sobre 1930
por el maestro de obras Francisco Galiana.
El piso está enlosado con granito de la tierra y
cuenta también con una iluminación acorde a su
estilo.Ya hemos dicho que la parte baja de las escuelas,
donde se ubicó en el siglo XVIII el soportal,
lució alternativamente sus arcos y en otro
tiempo también los conocimos cegados.
La Plaza Mayor, Plaza Principal, de Abajo, de
Los Toros, Calvo Sotelo, todavía, es el centro
neurálgico de la villa, patio de juego de los niños,
paseo de mayores, lugar de encuentro de todos,
espacio de reuniones y citas, donde se celebran
actos públicos, políticos, sociales, terrazas
de café, procesiones, pregones de las fiestas, encierros
de toros, aparcamiento de vehículos....
Es plaza, zoco, mercado, ágora, alhóndiga...
el corazón de este pueblo, que late.
Fuente: (1) A. H. P. ZA. 8723. Folio 132.
Año 1779.
(2) A. H. P. ZA. . 8724. Folio 41. Año 1780.