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La
tribu
Nos dirigíamos a buscar alimentos cuando de pronto oímos los
llantos de un bebé. Corrimos hacia el sitio de donde venían los sonidos.
Cuando llegamos, nos encontramos un bebé de piel blanca.
Parecía como si lo hubieran dejado allí para que alguien lo recogiera.
Nosotros no sabíamos qué hacer, nunca habíamos dejado entrar
en nuestra tribu a nadie que no fuera de nuestra raza.
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En la tribu de los Masai teníamos unas normas y una de ellas
era que jamás se podría dejar entrar en la tribu a nadie que no fuera
de nuestra raza. Pero sólo era un bebé, no podía ser malo. Así que
decidimos llevarlo con nosotros.
Una mujer de nuestra tribu decidió quedársela y la bautizó con
el nombre de Trinidad. Así pasaron dieciséis años.
Trinidad era ya toda una mujer y, por extraño que parezca,
heredó un don que sólo lo pueden tener personas de la tribu de
los Masai. Este don permite convertirse en cualquier
tipo de animal con tan solo mirarlo a los
ojos fijamente.
Trinidad utilizaba este don cuando otra tribu
nos atacaba. Lo utilizaba como camuflaje y de
esta manera muchas veces salvó nuestros alimentos
y armas.
Cada cien años una nueva persona
tenía este don y recibía el nombre de: El
Narackna
Cuando los aventureros e investigadores
se enteraron de esto, deci-