Sicilia, Italia - Asociación Dante Alighieri

14
Teatro en italiano
para chicos
El 16 y 17
de noviembre
de 2006, se
llevó a cabo
en el
Auditorio de
la Dante
Alighieri un espectáculo de
«Teatro Interactivo en italiano
(Teatro interattivo in italiano per
bambini)» para los niños de las
siguientes escuelas plurilingues:
Escuela N.º 14, D. E. N.º 2
J. M. de Pueyrredón, Escuela
N.º 1, D. E. N.º 1 J. José Castelli
y la Escuela N.º 18, D. E. N.º 4
Provincia de La Rioja. La obra
Favole da condividere / Fábulas
para compartir está basada en
tres cuentos de Hans Christian
Andersen: Il Brutto Anatroccolo,
Il Soldatino di Piombo, Il Vestito
dell’Imperatore.
Dicha experiencia, realizada
en forma conjunta con la
Secretaría de Educación del
Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, resultó altamente
motivadora, ya que los niños, al
haber trabajado previamente los
cuentos con sus maestros en el
aula, pudieron interactuar con los
actores. La obra estuvo dirigida
por Gianluca Barbadori y contó
con la actuación de Lola Banfi,
Aurora Damiani y Patrizia
Marcheselli.
Esta iniciativa educativa ya
fue realizada en la Dante con
similar repercusión en 2005.
DANTENOTICIAS
Duilio Ferraro,
una personalidad de la cultura
Por Alberto Devoto.
Nacido en 1913, el Dr. Duilio Ferraro* desarrolló una intensa y
multifacética actividad en el campo de la cultura en general y de las artes
en especial. Proveniente del seno de una familia de acomodados comerciantes,
tuvo oportunidad, desde temprana edad, de estar en casi permanente
contacto con Italia, ya que por entonces la familia solía pasar largas
temporadas en Capri, lo cual despertó su devoción por la cultura latina,
que luego también, fue complementando con el pensamiento de los
grandes clásicos griegos. Al respecto, y con mucha frecuencia, solía decir
—con esa ironía tan particular que lo caracterizaba— que Grecia era su
esposa, y Roma, su amante.
Su formación universitaria lo llevó a doctorarse en Filosofía y Letras y
en Derecho, especialidad esta última que nunca ejerció. Desde temprano
se interesó por la docencia y mostró una fuerte vocación. Es así como
ejerció la cátedra en escuelas de nivel medio en diferentes instituciones
oficiales. Sin embargo, su vocación más fuerte fue la de escritor (poeta,
ensayista, cuentista, dramaturgo), músico e investigador, tareas a las que
se dedicó con ahínco hasta el fin de sus días, de las cuales dejó una extensa
obra, en parte publicada y en parte inédita.
Su personalidad rica y sensible no estuvo exenta de pintoresquismo,
porque dejó recuerdos imborrables en quienes pudimos tratarlo. Era
distraído por naturaleza, sobre todo cuando de temas cotidianos se trataba.
Una vez debió llevar su automóvil al taller para realizar una reparación,
pagó por adelantado el trabajo, y fue a retirarlo después de más o menos
tres años. Por supuesto, y como no podía ser de manera distinta, ya no
existía ni el taller ni habían quedado tampoco rastros de su auto.
Ocupó la tribuna pública para ofrecer conferencias y mesas redondas
de alta intelectualidad, donde sus firmes convicciones estéticas y éticas
quedaron siempre bien expuestas. Se desempeñó en cargos oficiales de
organización, había intervenido en la creación de las Orquestas Sinfónicas
de Mar del Plata y de la Filarmónica de Buenos Aires. Asimismo fue
jurado en importantes concursos literarios. Se desempeñó como integrante
de la Comisión de Cultura de la Fundación El Libro, hasta su muerte.
Personalmente tuve el placer de compartir en reiteradas oportunidades
algunas presentaciones públicas en las que nunca faltó el debate ni el
«retruque», cosas estas que lo divertían intelectualmente y le fascinaban.
La Academia Argentina de Música lo nombró Académico Honorario Post
Mortem en honor a su actividad musical como compositor y por sus
aportes al medio.
La Asociación Dante Alighieri lo contó en numerosas oportunidades
como protagonista de sus ciclos culturales, abordando temas tan diversos
como pueden ser La Divina Comedia o Verdi, pasando por Tasso o
Ungaretti. Siempre despreció la vulgaridad, como bien ha quedado
detallado en algunos de sus libros, y expuso convicciones firmes sobre las
que cimentó toda su nutrida actividad y su vida, convicciones que siempre
supo esgrimir sin dobleces de ninguna naturaleza.
Falleció el 25 de julio de 2006.
* Legó, además de sus propios trabajos, una muy importante biblioteca con
aproximadamente 10.000 volúmenes, con ediciones que abarcan desde fines de 1600
hasta nuestro días, patrimonio que hoy está en vías de convertirse en una Asociación
Civil con su nombre, en la calle Anchorena 805, La Lucila, partido de Vicente López,
provincia de Buenos Aires.