Realidad, razón, libertad: las raíces del sentido religioso - Pontificia ...

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09.11.2014 Views

“La medida ante nuestra consideración penalizaría a las personas que más se han preparado para convertirse en padres”? Dejo a los expertos en campo jurídico evaluar la validez de estas conclusiones con las cuales un puñado de senadores ha impedido que un proyecto de ley, solicitado por representantes de la sociedad civil, llegara a la discusión del Senado. Queda el hecho de que en Puerto Rico, donde hay que declarar de dónde provienen las piezas de un carro o de una computadora, sólo los óvulos y los espermatozoides con los cuales se “producirán” seres humanos, pueden tener una proveniencia desconocida. Esto es lo más triste: la comisión, en el afán de defender el negocio de la reproducción asistida, sanciona que de ahora en adelante en Puerto Rico dará igual comprar y vender que comprar y vender zapatos, alquilar el propio vientre o alquilar una casa. Se declara que definitivamente el cuerpo humano es una “cosa” negociable: se pueden comprar y vender libremente las piezas con las cuales se “fabrica”, no importa de dónde vengan, con tal de que hayan superado el control de calidad. ¿Es esta la idea de ser humano sobre la cual pensamos construir un Puerto Rico mejor? (Artículo publicado en El Nuevo Día, miércoles, 23 de febrero de 2011p.66)

Persecuciones y cristianismo burgués Giuseppe Zaffaroni Los mártires cristianos de nuestros días parecen haber sido abandonados también por sus hermanos de Occidente, acostumbrados a un cristianismo intimista y cómodo, que ni siquiera pueden concebir que haya personas todavía dispuestas a dar la vida por Cristo. 25 de diciembre, Filipinas: una bomba es lanzada sobre el tejado de la capilla del Sagrado Corazón en Jolo, región de Mindanao, mientras se celebraba la misa de Navidad (11 heridos). Giuseppe Zaffaroni es Director del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia y profesor de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Nochebuena y días siguientes, Nigeria: asaltos a iglesias y otros objetivos cristianos en Maiduguri y alrededor de Jos (86 muertos). Madrugada del 1 de enero de 2011, Egipto: explota una bomba delante de la Iglesia de los Santos en Alejandría mientras la gente está saliendo de la misa (21 muertos y 79 heridos). Son noticias “flash” de los últimos días que deberían estremecer a todos, no sólo a los cristianos. Y, sin embargo, ¿cuánta atención les hemos dado? No se trata de detenernos sobre estos episodios violentos para enfatizar la maldad de los “otros”, los musulmanes: es evidente que se trata de iniciativas de minorías, de grupos terroristas que tienen el interés político de alimentar un clima de miedo, sospecha, hostilidad y división en poblaciones que anhelan la unidad y la convivencia pacífica. Estar frente a las crecientes manifestaciones de cristianofobia (término oficialmente utilizado por primera vez en una resolución de la ONU en el año 2003) sirve antes que nada a nosotros los cristianos de Occidente, tan aletargados y aburguesados, que nos resulta casi imposible aceptar que todavía estamos en tiempo de mártires. La visión de manchas de sangre y carne humana despedazada contrasta demasiado con el clima navideño que el poder económico nos ha preparado y confeccionado. Preferimos pensar en un cristianismo “espiritual”, azucarado, hecho de buenos sentimientos y emociones bonitas, un cristianismo que no fastidia a nadie, porque de entrada no nos “fastidia” a nosotros mismos. Nos estamos acostumbrando a un cristianismo intimista, tan bien acomodado en las reglas y en lo políticamente correcto que ya no tiene incidencia en

“La medida ante nuestra consideración penalizaría a <strong>las</strong> personas<br />

que más se han preparado para convertirse en padres”?<br />

Dejo a los expertos en campo jurídico evaluar la validez de estas<br />

conclusiones con <strong>las</strong> cuales un puñado de senadores ha impedido<br />

que un proyecto de ley, solicitado por representantes de la<br />

sociedad civil, llegara a la discusión <strong>del</strong> Senado.<br />

Queda el hecho de que en Puerto Rico, donde hay que declarar de<br />

dónde provienen <strong>las</strong> piezas de un carro o de una computadora,<br />

sólo los óvulos y los espermatozoides con los cuales se<br />

“producirán” seres humanos, pueden tener una proveniencia<br />

desconocida.<br />

Esto es lo más triste: la comisión, en el afán de defender el negocio<br />

de la reproducción asistida, sanciona que de ahora en a<strong>del</strong>ante en<br />

Puerto Rico dará igual comprar y vender que comprar y vender<br />

zapatos, alquilar el propio vientre o alquilar una casa. Se declara<br />

que definitivamente el cuerpo humano es una “cosa” negociable:<br />

se pueden comprar y vender libremente <strong>las</strong> piezas con <strong>las</strong> cuales<br />

se “fabrica”, no importa de dónde vengan, con tal de que hayan<br />

superado el control de calidad. ¿Es esta la idea de ser humano<br />

sobre la cual pensamos construir un Puerto Rico mejor?<br />

(Artículo publicado en El Nuevo Día, miércoles, 23 de febrero de<br />

2011p.66)

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