Realidad, razón, libertad: las raíces del sentido religioso - Pontificia ...

haciéndolas y las han comparado con las mías y encuentran que
corresponden perfectamente”. 10
Entonces, los matemáticos del Colegio Romano no solo poseen un
telescopio, sino que ellos mismos han observado lo que Galileo ha
descubierto y verificado en sus observaciones. De todos modos, sin
ocultar algunas dificultades respecto a la mensurabilidad de las órbitas
trazadas por los planetas, Galileo continúa así:
“Los matemáticos tienen dificultad para encontrar los períodos
de las revoluciones [...] pero yo tengo mucha esperanza de que
pueda encontrarlos y definirlos, y confío en Dios bendito que, así
como me ha concedido haber sido el único en descubrir tantas
nuevas maravillas de su mano, así también me va a conceder
que yo pueda reencontrar el orden absoluto de sus
revoluciones”. 11
Se trata de la confirmación que Galileo esperaba por encima de cualquier
otra: después del reconocimiento claro y lleno de la autoridad de Kepler,
la de los matemáticos jesuitas sancionaba aquel consenso científico que
Galileo tanto buscaba y deseaba. No solo eso : Galileo muestra con
claridad que el fin de sus observaciones es individuar y revelar el orden
absoluto de los movimientos de todos los planetas. Durante este primer
viaje a Roma, en la primavera del 1611, Galileo tiene la posibilidad de
conocer, encontrar e instaurar relaciones con algunas de las más
importantes figuras de la época: desde el pontífice Pablo V, que lo admite
en audiencia privada, el Duque de Acquasparta, hasta el Príncipe
Federico Cesi, que lo invita para que participe como socio fundador de la
Academia de los Línceos. Encuentra después, personalmente, diferentes
prelados y cardenales de la Curia romana: Maffeo Barberini (quien será
el futuro Papa Urbano VIII), Carlo Conti, Piero Dini y Roberto Belarmino.
Permítanme detenerme brevemente acerca la relación entre Belarmino y
Galileo, que me parece particularmente interesante para el nexo y el
desarrollo de la cuestión galileana y, principalmente, detenerme sobre el
nexo entre ciencia y teología al inicio de la modernidad. ¿Cuáles son los
términos dentro de los cuales debemos colocar tal relación?
1. Aperturas y preclusiones, condicionamientos e influjos: son estos los
términos dentro de los cuales es posible enmarcar el cuadro de las
relaciones, durante el siglo XVII, entre la teología y las novedades
científicas, o más precisamente entre la exégesis bíblica y la realidad
natural. En una intervención en la Pontificia Comisión Bíblica, el entonces
cardenal J. Ratzinger manifestaba la convicción de que el asunto del
10 Galilei, Opere, vol. XI, p. 79
11 Galilei, Opere, vol. XI, pp. 79-80.