Realidad, razón, libertad: las raíces del sentido religioso - Pontificia ...
Realidad, razón, libertad: las raíces del sentido religioso - Pontificia ...
Realidad, razón, libertad: las raíces del sentido religioso - Pontificia ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
descubrimos dentro de nosotros y que se despierta constantemente en<br />
nosotros.<br />
Siempre me ha llamado mucho la atención que el Misterio (el Misterio<br />
que nos ha hecho, Dios) nos haya lanzado al mundo, a la vida,<br />
solamente con este criterio. ¡Qué confianza! ¡Qué certeza en este<br />
criterio! Criterio que es objetivo e infalible para no perderse en la vida,<br />
para poder tener con que hacer la aventura humana. Yo quedé fascinado<br />
cuando, encontrando a don Luigi Giussani, él me hizo consciente de este<br />
instrumento que yo tenía para poder hacer la aventura de la vida: porque<br />
con ese criterio podía juzgar cada cosa que experimentaba, cada cosa<br />
que vivía. Por eso, cada uno de nosotros, en cualquiera etapa de la vida<br />
en la que se encuentra, puede hacer verdaderamente un camino<br />
humano. Yo le agradecía siempre esto a Don Giussani. Cuando lo<br />
encontré, yo había ya estudiado varios años en el seminario, era<br />
sacerdote desde hacía diez años, pero no había sido verdaderamente<br />
consciente de este instrumento que yo tenía dentro, que me permitía<br />
juzgar todo, que todo lo que me sucediera en la vida pudiera ser ocasión<br />
de aprender, que yo pudiera usar este criterio para descubrir qué es lo<br />
que verdaderamente me hacia feliz, qué es lo que verdaderamente<br />
correspondía a todas <strong>las</strong> exigencias que yo tenía.<br />
Reconocer este criterio es la afirmación más grande que se puede hacer<br />
de la dignidad de un hombre, porque tantas veces se nos induce a<br />
pensar que somos tontos, que no tenemos la capacidad de conocer la<br />
realidad, que hay otro que es más inteligente que nosotros y que nos<br />
tiene que decir: «No te preocupes, te lo explico yo», y así nos toman el<br />
pelo. ¡No! Cada uno de nosotros puede conocer cuándo algo le hace feliz<br />
y cuándo no. Y esto impide que nadie nos tome el pelo, que nadie pueda<br />
engañarnos prometiéndonos algo que en el fondo no es capaz de<br />
responder a todas <strong>las</strong> exigencias que cada uno de nosotros tiene.<br />
Tampoco permite que nos engañemos a nosotros mismos. Tantas veces<br />
nos gustaría no sentir toda la exigencia que tenemos. Nos gustaría<br />
conformarnos. ¿Por qué si consigo este trabajo o consigo enamorarme,<br />
por qué no me basta? Nos gustaría reducirlo, nos gustaría que fuera un<br />
criterio manipulable. ¿Si yo no puedo llegar a más, por qué no<br />
conformarme con menos? Aquí es donde está la objetividad <strong>del</strong> criterio y<br />
es que el Misterio nos ha hecho para una felicidad tan grande, para un<br />
cumplimiento de la vida tan pleno, que no consiente que tampoco<br />
nosotros mismos lo manipulemos, ¡tanto nos lo ha metido en nuestra<br />
naturaleza, en la estructura de nuestro yo! Y es la modalidad con la que<br />
cada uno de nosotros puede constantemente caminar al destino sin tener