80 Dientes, 4 Metros y 200 Kilos - Gustavo Ott
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<strong>80</strong> <strong>Dientes</strong>, 4 <strong>Metros</strong> y <strong>200</strong> <strong>Kilos</strong><br />
<strong>Gustavo</strong> <strong>Ott</strong>. www.gustavoott.com.ar<br />
50<br />
CUANDO VAN A SALIR, EL MISMO OBRERO DEL CAPÍTULO UNO<br />
SE ACERCA A CACHO. SE LO LLEVA A UN LADO. HABLAN. OÍMOS<br />
UN RUÍDO TERRIBLE, COMO EL DE UN MONSTRUO QUE JADEA.<br />
SALEN. MARIA BEBE UN TRAGO LARGO.<br />
SE OYE LA VOZ DEL DISC JOCKEY)<br />
DISJOKEY: María, a la pista.<br />
(MARIA VA AL CENTRO, BAILA)<br />
MARIA:<br />
Esperé por las Pizzas, pero nunca regresó. Sus hijos crecieron poco,<br />
porque un día se quedaron encerrados en un carro que se hundió en el<br />
río.<br />
Yo no pude hacer nada por ellos, aunque la prensa diga lo contrario.<br />
Pero no pudieron probar nada.<br />
A veces, en la noche, oigo la voz de dos niños que, antes de ahogarse,<br />
gritan: "mamá, ayúdanos, nos hundimos..nos quedamos sin<br />
aire..ayúdame..."<br />
Pero entonces, cuando la conciencia me agrieta el alma, pienso que de<br />
todos modos yo no podía hacer nada.<br />
Porque cuando se hundían en el río, vi un demonio que no les dejaba<br />
salir.<br />
Un demonio, una gárgola horrible, un monstruo igualito al que llevaba<br />
Ángel siempre pegado a su espalda y que nunca me quitó la mirada de<br />
encima.<br />
LA MÚSICA SE VUELVE MAS FUERTE.<br />
ELLA BAILA DESAFORADA. DE PRONTO. LLORA. PERO SE<br />
CONTROLA. PIDE PERMISO PARA DEJAR DE BAILAR. SE SIENTA<br />
EN LA MESA. TOMA OTRO TRAGO<br />
OSCURO<br />
FIN DEL SEGUNDO CAPITULO:<br />
"DE TIPO PELIGROSO"