JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

Gustavo Salerno
construcción, es solo multiplicidad: en este sentido, el entendimiento puede
concebirse como “autor de la experiencia” 4 . Por ende, tratamos aquí
con dos modos de comprender la “acción” en el contexto del pensar puro:
la “acción” lógica o intelectual -como labor que ya siempre ha puesto en
marcha la subjetividad trascendental para construir un mundo objetivo-, y
la “acción recíproca” -como forma peculiar de categorizar lo diverso de la
experiencia-.
Ahora bien, lo dicho no es todo, puesto que “si prescindo... de los esquemas,
las categorías se reducen a simples funciones intelectuales relativas a
conceptos, pero no representan ningún objeto. Tal significación les viene de
la sensibilidad, la cual, al tiempo que restringe el entendimiento, lo realiza” 5 .
En efecto, según la doctrina del esquematismo, el tiempo -en tanto condición
formal y a priori de todos los fenómenos- permite la compatibilidad
entre la sensibilidad y las categorías. En el caso que vengo destacando,
“el esquema de la comunidad (acción recíproca) o de la causalidad recíproca
de la sustancia respecto de sus accidentes es la coexistencia de las
determinaciones de una en relación con las de las otras conforme a una
regla universal” 6 . Esta regla -o principio del entendimiento puro- permite
que el conjunto de lo enlazado, lo constituido como objeto, se presente
como naturaleza. Así, en las “analogías de la experiencia” el principio es:
“la experiencia solo es posible mediante la representación de una necesaria
conexión de las percepciones” 7 . Es decir, una vez conformado el objeto, es
necesario que -para ser considerado como parte del sistema de la naturaleza-
se muestre no de manera aislada sino en un entrelazamiento completo
e interdependencia de los fenómenos. Por consiguiente, los tres modos del
tiempo (permanencia, sucesión y simultaneidad) deben articular el tipo de
conceptos disponibles para aquello que se necesita: las categorías de la
relación (sustancia, causalidad y acción recíproca).
Es importante considerar que no es el “cuándo” (tiempo) absoluto de las
cosas lo que nos permite, según Kant, realizar deducciones respecto de su
modo de “acción” y ordenación posibles, sino “la forma de acción que damos
por supuesta entre ellas” 8 : de esta manera, las impresiones no son dentro
de nosotros una mera sucesión, sino que podemos formular de acuerdo
con las analogías juicios de validez universal sobre las relaciones de tiempo.
4
Cf. ibíd., B 127.
5
Ibíd., B 187.
6
Ibíd., A 144, B 184; cf. Cassirer, Ernst: Kant, vida y doctrina, México, FCE, p. 210 y ss.
7
Kant, Immanuel: Crítica de la razón pura, ed. cit., B 128.
8
Cassirer, Ernst: Kant, vida y doctrina, ed. cit., p. 219.
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