JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

La agresividad, el narcisismo y sus efectos en la conflictividad humana
con el prójimo, a los otros “hablantes” -motivo de estas Jornadas- solo
esboza una de sus aristas.
Lacan se entrama en ese punto ampliado de perspectiva. “Es sabido que
Freud en El malestar en la cultura llegó hasta sugerir un desarreglo no contingente,
sino esencial de la sexualidad humana y que uno de sus últimos
artículos se refiere a la irreductibilidad a todo análisis finito (endliche) de las
secuelas que resultan del complejo de castración...” 3 .
Uno de los mayores escritos de Lacan es “Kant con Sade”, donde articula
el imperativo categórico de la ley en su pura forma, al potencial destino del
deseo en estado puro, a la eventualidad de la destrucción y del goce de las
exacciones del cuerpo de otro 4 .
Solo desde el reconocimiento de la habitación en el hombre, de dicha discordancia
consigo, con el otro, con el mundo, es factible el esbozo de una
expectativa más digna. Me permito el uso del término dignidad, como una
adjudicación de valor inexcusable aún para una clínica y ética que se pretende
no predicativa.
Algunas palabras claves nos operan de trasfondo: agresividad, servidumbre
imaginaria, sadismo, masoquismo, pulsión de destrucción, pulsión de muerte.
El escepticismo domina la obra de Freud y de Lacan. No se trata de un
pesimismo melancólico. Sino de un estilo de ejercicio espiritual que de la
posición escéptica se puede derivar 5 .
3
Lacan, Jacques: “La significación del falo”. En: Escritos I, México, Siglo XXI, 1983.
4
Lacan, Jacques: “Kant con Sade”. En: Escritos II, México, Siglo XXI, 1981: “Si Freud pudo enunciar
su principio del placer sin tener siquiera que señalar lo que lo distingue de su función en la ética
tradicional, sin correr ya el riesgo de que fuese entendido, haciendo eco al prejuicio introvertido de
dos milenios, para recordar la atracción que preordena a la criatura para su bien con la psicología
que se inscribe en diversos mitos de benevolencia, no podemos por menos de rendir por ello homenaje
a la subida insinuante a través del siglo XIX del tema de la ‘felicidad en el mal’.
Aquí Sade es el paso inaugural de una subversión de la cual, por picante que la cosa parezca
ante la consideración de la frialdad del hombre, Kant es el punto de viraje, y nunca detectado,
que sepamos, como tal. La filosofía en el tocador viene ocho años después de la Crítica de la
razón práctica. Si, después de haber visto que concuerda con ella, demostramos que la completa,
diremos que da la verdad de la Crítica”.
5
Lacan, Jacques: Seminario 7, La ética del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1988: “Más bien
deberíamos encontrar nuestros modelos en lo que queda tan incomprendido y, sin embargo, tan
viviente, todo eso que la tradición nos ha legado en fragmentos de los ejercicios del escepticismo,
en tanto que no son simplemente estas prestidigitaciones centellantes entre doctrinas opuestas
sino, por el contrario, verdaderos ejercicios espirituales que corresponderían seguramente a una
praxis ética que da su verdadera densidad a lo que queda de teórico bajo esta rúbrica”.
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