JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

María Gabriela Rebok
escindida por la diferencia. Lo pasmoso estremece a todo ente, siendo el
máximamente pasmoso el hombre que contra ello ejerce su propia violencia
y suscita el conflicto entre díke y tékhne. El conflicto trágico contenido en tò
deinón lo interpreta Heidegger como la confrontación entre lo inhóspito (das
Unheimliche) y lo hogareño-patrio (das Heimische). Subyace a los conflictos
que emergen de la tensión pantopóros-áporos (con recurso para todo,
se queda sin salida ante la nada) y el conflicto que desencadena el que se
pone por encima de la ciudad (ypsípolis) y le acarrea su pérdida (ápolis).
El paradigma de Antígona aparece en dos textos heideggerianos: uno se
encuentra en la Introducción a la metafísica 47 , el otro reproduce lecciones
de 1942 (publicadas póstumamente en 1984) con el nombre de El himno
de Hölderlin “El Ister”. En esta última obra, la segunda parte lleva el título
“La interpretación griega del hombre en la Antígona de Sófocles”. 48 Si bien
Heidegger traduce la palabra trágica fundacional “deinón” por unheimlich,
el acento que le confiere en la Introducción a la metafísica, resalta la traducción
más temprana de Hölderlin, la de 1801, en la que “deinón” es traducida
como das Gewaltige, lo prepotente-violento; mientras que en El himno de
Hölderlin “El Ister” evoca la traducción de 1804 en la que deinón es das
Ungeheure, lo descomunal-inhóspito. Esto obedece a las transformaciones
del pensar de Heidegger en el que los filosofemas emparentados con la
fuerza y el poder se serenan en las aguas de lo poético-creador. El himno de
Hölderlin „Der Ister“ nos sitúa en el „otro comienzo“ del pensar y aborda la
donación-ocultación de la verdad del ser a partir de la obra de arte. De esta
manera, exhibe una trayectoria a través de lo extraño y pasmoso (tò deinón)
hacia el devenir hogareño y patrio (Heimischwerden), nunca definitivo, pero
condición de posibilidad de lo hospedante.
Frente al ocaso de los dioses de la tragedia griega diagnosticado por Hegel,
se trata aquí de no de los dioses huidos, sino de las fugaces señales del
dios por venir. La experiencia trágica del deinón -común a Hölderlin y a
Heidegger- abre la aventura del pensar venidero para el que “El ser es el
estremecimiento del diosar” 49 .
47
Cf. Heidegger, M., Einführung in die Metaphysik [ EM], Tübingen, Niemeyer. 1966. Introducción
a la metafísica [ IM], trad. E. Estiú, Buenos Aires, Nova, 3 1972. Se trata de lecciones de 1935,
publicadas por primera vez en 1953. La referencia a la Antígona sofóclea aparece en el cap.
IV, sección Ser y pensar. Para las modificaciones operadas con ocasión de su publicación cf.
M. Breno Onetto. “El destino del hombre- Antígona y el otro helenismo”. www. heideggeriana.
com. ar, p. 15
48
Cf. Heidegger, M., Hölderlins Hymne “Der Ister” [HHI]. [GA 53], W. Biemel (Hg.), Frankfurt a.
M., Klostermann, 1984.
49
“Das Seyn ist die Erzitterung des Götterns”. Heidegger, M., Beiträge zur Philosophie (Vom
Ereignis) [GA 65], Frankfurt a. M., Klostermann, 1989, p. 239.
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