JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

Conflictividad y tragedia
A su vez, la relación con el destino reproduce en la tragedia -tanto en el coro
como en los espectadores- el conflicto entre lo extraño que aterroriza y lo
cercano (asimilable a lo propio) que provoca compasión 43 .
Con todo, en Hegel, el conflicto trágico marcha hacia la reconciliación
(Versöhnung): “Tan legítima como el fin y el carácter trágico, tan necesaria
como la colisión trágica, es también [...] la solución trágica de la discordia” 44 .
3.- Hölderlin: medio (Zwischen) y diferencia entre Hegel y Heidegger
En el caso de Hegel, la necesidad dialéctica que impera tanto en la diferencia
y suscitación del conflicto como en la re-unificación, sofoca lo trágico. Triunfa
la identidad sobre la diferencia. Hasta el olvido pierde su tragicidad, ya que no
es sino el lado oscuro, subterráneo e inconsciente, destinado a transparentarse
por intermedio de la acción, ya sea ética o dramática, que lo trueca en saber.
Lo trágico irrumpe con la acción ética que contrapone y enfrenta la ley humana
y la ley divina, el Estado y la familia, al varón y la mujer, al viejo y al joven,
a los nuevos y a los viejos dioses. Es el reconocimiento entre hermano
y hermana como “libres individualidades” la instancia ética de mediación.
Por su parte también el destino es, para los griegos, una suerte de justicia
segunda que restablece la calma después del hundimiento de las dos potencias
y los caracteres unidos a ella. De la misma manera en que se habla
del “conflicto trágico”, se reclama una “solución trágica”.
En cambio, para Hölderlin y Heidegger, el núcleo duro de lo trágico: tò
deinón y nefas, es insuprimible y ellos advierten su latido en la diferencia y
relación que vivifica corazón mismo de la identidad. Ella aloja la diferenciarelación
entre ser y ente, entre ser y pensar. 45 La diferencia ontológica es
lo no-pensado (Ungedachtes). La verdad como a-létheia incluye la lethe, el
olvido insuperable, pero fuente del pensar futuro. 46 El olvido de la diferencia
pesa sobre el olvido del ser y el olvido del tiempo. La penuria de nuestro
tiempo de dominio de la técnica –como última etapa de la metafísica- es el
olvido de este olvido.
En Heidegger, lo trágico tiene -como en Hölderlin- su núcleo en el “páthein
tò deinón” del que se confiesa portadora Antígona. Es la unidad en sí misma
43
Cf. ib.
44
Hegel, G. W. F., Lecciones sobre la estética, p. 857.
45
Cf. Heidegger, Martin,“Der Satz der Identität”. En Identität und Differenz, Pfullingen, Neske,
1957, pp. 12-15.
46
Cf. Heidegger, M., “Die onto-theo-logische Verfassung der Metaphysik”. En Identität und
Differenz, pp. 40 s.
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