08.11.2014 Views

JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

María Gabriela Rebok<br />

Ahora bien, la acción ética produce un tipo de saber rodeado del cono de<br />

sombra, que es propio de aquello que al mismo tiempo olvida, el ámbito<br />

de esas aguas subterráneas (Hegel habla de la laguna Estigia) que siguen<br />

su curso por debajo de la conciencia ética singular. El problema reside en<br />

que cada conciencia se identificó en la inmediatez con la esencia ética,<br />

sin dar lugar al derecho de la diferencia. El conflicto de los saberes se<br />

complica con el conflicto entre cada saber y la ignorancia. Ninguno de<br />

los agonistas tolera que su acción le muestre el polo que le falta y al que<br />

ignora 37 .<br />

El conflicto primario de la sustancia ética y sus relaciones de oposición entre<br />

ley humana y ley divina, entre el Estado y la familia, entre varón y mujer, se<br />

potencia ahora con el conflicto subjetivo que es el desdoblamiento entre la<br />

acción y su sombra, entre el saber y el no saber, entre lo consciente y lo inconsciente.<br />

El desgarro subjetivo recibirá el nombre de culpa (Schuld) y su repercusión<br />

objetiva el de crimen (Verbrechen). La culpa hace surgir la diferencia<br />

entre lo que se sabe y lo que no se sabe, pero se es. El crimen provoca<br />

la crisis en la bella eticidad, y discrimina en la pólis la adhesión a la ley<br />

humana de la adhesión a la ley divina. Olvidando su copertenencia lleva a<br />

cabo una, pero niega, infringe y ofende a la otra. Ambos, culpa y crimen<br />

son la consecuencia del mismo obrar y no el efecto de “algo exterior y<br />

contingente”. Hegel quiere prevenirnos contra la idea del destino trágico<br />

como procedente desde afuera, y no como el páthos del agonista. Al<br />

mismo tiempo, nos habilita para diferenciar la acción trágica de la acción<br />

atribuible a una subjetividad moderna para la cual cuenta la variación de<br />

las circunstancias exteriores.<br />

El que actúa es forzosamente culpable y criminal: he aquí el núcleo trágico<br />

de la teoría hegeliana de la acción. Más tarde advertirá Hegel que se trata<br />

de una culpabilidad inocente (el “crimen santo” de Antígona) o, si se prefiere,<br />

de una inocencia culpable.<br />

“Los héroes trágicos son tan culpables como inocentes. Si vale la idea de<br />

que el hombre solo es culpable en el caso de que le quepa una elección y<br />

él decida con arbitrio lo que hace, las antiguas figuras plásticas son inocentes,<br />

actúan partiendo de este carácter, de este pathos, porque son precisamente<br />

este carácter, este pathos; no hay ninguna indecisión ni ninguna<br />

elección. Es precisamente la fuerza de los caracteres grandes el hecho de<br />

que no eligen, sino que de suyo son por completo lo que quieren y hacen.<br />

[...] Pero al mismo tiempo su pathos pleno de colisiones los lleva a actos<br />

37<br />

Cf. ib., pp. 233 s.<br />

907

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!