JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

María Gabriela Rebok
2.1. El mundo ético, sus relaciones y conflictos
El mundo ético es “la realidad efectiva de múltiples relaciones éticas” que
se nuclean en torno a una “ley de la singularidad (Einzelheit)” y una “ley de
la universalidad (Allgemeinheit)”. Este mundo ético griego es una “bella individualidad”,
una totalidad armónica, en la que cada uno de los momentos
remite al otro. Siempre se ha recalcado que es la Antígona de Sófocles el
documento-base para su análisis. Si bien esto es correcto, no es menos
indiscutible la impronta de la equilibrada estructura del horizonte esquíleo,
tal como lo exhibe sobre todo la Orestíada. 25
Ahora bien, la ley humana es la luminosa ley de arriba, la de la pólis o Estado.
Ella propicia la singularidad, pero no la singularidad de la conciencia fortuita y
arbitraria, sino la de la autoconciencia o individualidad en general como, asimismo,
la de la individualidad simple o el gobierno. La conciencia real-efectiva
es ahora el ciudadano del pueblo y el gobernante. Su certeza y verdad es el espíritu
efectivamente realizado y vigente, que tiene su existencia en el pueblo.
Tal individualidad se caracteriza por su pertenencia a una comunidad ética
en la que el para sí se alcanza por medio del reflejarse y espejarse mutuo de
los individuos y que tiene su en sí en el sostener de la sustancia ética. Su
universalidad reside en la ley humana, que es “la ley conocida, la costumbre
presente”, “la validez manifiesta, puesta a la luz del día”. Es la “existencia
puesta en libertad” 26 .
Como universalidad real-efectiva, el Estado es el poder (Gewalt) ejercido
contra el ser para sí singular amparado por la familia y la ley divina.
La ley divina, en cambio, es la ley de la sombra, la oculta ley de abajo, la ley
de la familia. Asume el derecho de la individualidad en tanto miembro de la
familia, comunidad ética natural, inmediata.
Frente a la realidad efectiva autoconsciente del Estado, la ley divina afirma
lo otro, más abarcador: “el concepto interior y la posibilidad universal de la
eticidad en general” 27 . Es la esencia no consciente e interior, el elemento
natural del pueblo, el ser ético inmediato, los penates en oposición al obrar
de la realidad efectiva autoconsciente, a la formación cultural en pro del
espíritu universal.
25
Cf. Bremer, Dieter, “Hegel und Aischylos”, en Gethmann-Siefert, Annemarie und Pöggeler,
Otto (Hg.), Welt und Wirkung von Hegels Ästhetik, Bonn, Bouvier, 1986 (Hegel-Studien: Beiheft
27), pp. 225-244
26
Cf. Hegel, G. W. F., Ph., pp. 318 s.; F., p. 263.
27
Cf. Ph., p. 319; F., p. 264.
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