JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

Conflictividad y tragedia
“Él ingresa en el curso del destino como el que vigila sobre el poder de
la naturaleza, que trágicamente arranca al hombre a su esfera de vida, al
punto medio de su interno vivir, para llevarlo a otro mundo y lo arrastra a la
esfera excéntrica de los muertos” 9 .
Coincidimos con la interpretación de O. Pöggeler cuando sostiene que lo
desmedido de la unión inmediata con Dios es expiado y purificado con
el ocaso ya sea de Antígona o de Edipo, para “recordar la cercanía de lo
divino, a fin de que el curso del mundo no reciba la oquedad propia de los
tiempos de la lejanía de lo divino” 10 .
En suma:
“La tragedia, pues, tiene dos caras: por un lado, es el acontecimiento divino,
manifestación en sentido estricto y no figurado de la divinidad; pero, por
otro lado, es también acontecimiento de muerte y destrucción” 11 .
Pero, para Hölderlin, la dimensión más profunda de lo trágico exhibe
un conflicto entre lo aórgico como fuerza pánica de la naturaleza y lo
orgánico como arte organizado, cruzado por el conflicto en la relación
hombre-Dios como trabajo incansable de diferenciación y unión, de encuentros
y desencuentros. Hay una unidad vital primera en la que lo
aórgico de la naturaleza está armonizado con lo orgánico del arte propio
del hombre.
“Naturaleza y arte, en la vida pura, solo están armónicamente contrapuestos
entre sí. El arte es la flor, el cumplimiento de la naturaleza, la naturaleza
se hace divina solo mediante la ligazón con el arte –armónico, aunque de
diversa índole-; cuando todo es por completo lo que puede ser, y un término
se liga con el otro, suple la falta del otro, falta que el otro necesariamente
ha de tener para ser por completo aquello que como término particular
puede ser; entonces tiene lugar el cumplimiento y lo divino está en medio
de ambos” 12 .
9
Ib., p. 136. “Er tritt ein in den Gang des Schicksals, als Aufseher über die Naturmacht, die
tragisch, den Menschen seiner Lebenssphäre, dem Mittelpunkt seines innern Lebens in eine
andere Welt entrückt und in die exzentrische Sphäre der Toten reisst.” Ib., p. 851.
10
„[...] an die Nähe des Göttlichen zu erinnern, so dass der Weltlauf keine Lücke bekommt
durch die Zeiten der Ferne des Göttlichen.“ Pöggeler, Otto, Die Frage nach der Kunst. Von
Hegel zu Heidegger, München, Alber, 1984, p. 375.
11
Mas, Salvador, Hölderlin y los griegos, Madrid, Visor, 1999, p. 106.
12
Hölderlin, F., “Fundamento para el Empédocles”, en Ensayos, p. 106. “Natur und Kunst sind
sich im reinen Leben nur harmonisch entgegengesetzt. Die Kunst ist die Blüte, die Vollendung der
Natur, Natur wird erst göttlich durch die Verbindung mit der verschiedenartigen aber harmonischen
Kunst, wenn jedes ganz ist was es sein kann, und eines verbindet sich mit dem anderen,///
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