JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

Conflictividad y tragedia
designa un género literario, poético, cuyo apogeo se dio en el siglo V a. C.,
y que, con ciertas modificaciones epocales, puede identificarse en la época
isabelina con Marlow y Shakespeare, en el siglo XVIII en la tragedia clásica
francesa de un Racine, y hasta en nuestra época contemporánea la tragedia
(B. Brecht, Anouilh) aún le disputa -no siempre con éxito 1 - el espacio a
la comedia. Lo trágico, en cambio, es el conflicto o la colisión que estalla en
la tetralogía de relaciones en la que, como hombres, estamos implicados.
Son las diferencias conflictivas que amenazan con la ruptura del vínculo del
hombre con la naturaleza, del hombre con lo sagrado, del hombre consigo
mismo, del hombre con el otro hombre.
En suma, lo trágico puede darse independiente del género tragedia. De
hecho, interpretamos que Hegel 2 sugiere que la disolución de la tragedia
es doble: por un lado, da lugar al surgimiento de la comedia y, por el otro,
cede su problemática a la filosofía. Brevemente, sería la filosofía su legítima
heredera. Se hace cargo de lo trágico por otros medios.
La primavera cultural provocada por la mutua fecundación entre el romanticismo
y el idealismo tempranos, gracias al proyecto de una “nueva mitología”,
trajo consigo un cambio de paradigma a favor de una tragicidad surgida
gracias a una resignificación del mito de Antígona 3 . Es el paradigma que
une a Hölderlin, Hegel, Schelling, Kierkegaard y Heidegger, entre otros.
1. Las huellas hörderlinianas en torno a la conflictividad trágica
Los ensayos de Hölderlin acerca de lo trágico y sus traducciones-interpretaciones
de Antígona y Edipo Rey, al mismo tiempo que remiten a Sófocles,
obligan a pensar su diferencia respecto de lo trágico contemporáneo.
Lo hesperio, actual destino histórico de Occidente, es un espacio-tiempo
entre (zwischen) lo griego y lo moderno, “el medio en que acontece la
armoniosa contraposición de arte y naturaleza y la unidad desdoblada o
en sí misma diferente de lo orgánico y aórgico”. 4 Su representación dramática
(Darstellung) es condición de posibilidad de la historia mundial. En
ella comparece propiamente el núcleo trágico: “la caída del hombre en su
antagonismo con el dios.” 5
1
Cf. Steiner, George, La muerte de la tragedia, trad. E. L. Revol, Caracas, Monte Ávila, 1991.
2
Cf. Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, Phänomenologie des Geistes [Ph.], J. Hoffmeister (Hg.),
Hamburg, Meiner, 1952, pp. 516 ss. Fenomenología del espíritu [F.], trad. W. Roces, Buenos
Aires, F. C. E., 1992, pp. 430s.
3
Cf. Flashar, Hellmut, Hegel, Oedipus und die Tragödie des Sophokles, en Jamme, Christoph
(Hg.), Kunst und Geschichte im Zeitalter Hegels, Hamburg, Meiner, 1996, pp. 3 s.
4
Másmela, Carlos, Hölderlin. La tragedia, Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2005, p. 127.
5
Ibídem.
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