JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

José Luis Fliguer
En su estudio, Waddington define entonces al proceso de etización como
una trayectoria epigenética que permite expandir el nivel de información
paragénetica pero que, de modo complementario, supone la aparición de
sistemas normativos en la regulación del comportamiento humano. Su teorización
del problema recurre a desarrollos ya tradicionales: los trabajos
psicogenéticos de Piaget y los aportes del psicoanálisis. En la perspectiva
abierta por la investigación psicoanalítica, la instauración de un aparato
psíquico capaz de insertar a un sujeto en un sistema normativo, ha sido
descripta de forma equívoca como la transición de la naturaleza a la cultura,
sugiriendo erróneamente -error que no debe atribuirse a Freud- que la inteligibilidad
del comportamiento normativo no guarda relación filogénetica
con la historia del linaje de los mamíferos como ha propuesto el programa
etológico. Waddington retoma los estudios de Piaget sobre la evolución
moral, enfatizando el conflicto evolutivo entre dos morales en desarrollo:
por una parte el proceso normativo generado por la presión adulta y el proceso
moral emergente de la cooperación con otros. Sin duda el equilibrio
entre ambos procesos se vincula con las modalidades en que el “fenotipo
ontogénico” humano ha resuelto la organización de un aparato psíquico
capaz de regular la agresión intraespecífica en beneficio de la eficacia de un
sistema normativo y por supuesto, recíprocamente, al modo en que los sistemas
de creencia morales y las prácticas a ellos vinculadas, impactan en la
reproducción o transformación del aparato psíquico de los sujetos morales.
Esta doble vía es lo que lleva a Waddington a proponer la necesidad de
recurrir a la sabiduría biológica generada por el estudio de la evolución para
examinar los sistemas éticos.
Una tercera tradición incorpora Waddington para conformar su modelo
interpretativo del proceso de etización: los trabajos antropológicos realizados
por Gregory Bateson junto a Margaret Mead, que resultaron en la
formulación de la teoría de la comunicación humana de la Escuela de Palo
Alto. La originalidad de Bateson consistió en abordar su estudio con una
mirada etológica centrándose en la descripción de tendencias formales sistémicas
que permitieran comprender la dinámica de las instituciones y el
“espíritu” de las comunidades estudiadas. Bateson elaboró así el concepto
de esquismogénesis, para referirse a los patrones de comunicación en el
comportamiento colectivo que ponían de manifiesto la dinámica conflictiva.
En palabras de Bateson la esquismogénesis indica un proceso de diferenciación
de las normas que regulan la conducta individual, resultante
de la interacción acumulativa entre los individuos. Son bien conocidos los
conceptos de simetría (para la manifestación del ascenso del conflicto) y
complementariedad (como desarrollo de una lógica relacional de dominiosumisión)
construidos a partir de su estudio sobre la cultura Iatmul. Ambos
patrones conducen a la instauración de dinámicas patológicas en la comunicación,
frecuentemente utilizadas en psiquiatría y en psicología sistémica.
891