JORNADAS NACIONALES DE ÃTICA 2009 - UCES
JORNADAS NACIONALES DE ÃTICA 2009 - UCES JORNADAS NACIONALES DE ÃTICA 2009 - UCES
Algunas reflexiones evolucionistas sobre la ética convergente hemos presupuesto implícitamente un fundamento normativo (el “principio del discurso”), y no podemos prescindir de él sin incurrir en autocontradicción performativa. El planteo de Apel reformula el imperativo categórico kantiano en clave semiótica, proponiendo que la resolución de los conflictos de intereses debe recurrir a un intercambio argumentativo en busca de un consenso, que incluya, tanto a argumentantes como a los posibles afectados por las consecuencias de la decisión moral que se determine mediante la argumentación. El carácter trascendental del fundamento es semiótico-pragmático, en tanto la pretensión de validez de los discursos prácticos, refieren al carácter ilocucionario de los “actos de habla” argumentativos. Por su carácter puramente procedimental, el principio de autocontradicción performativa se limita a indicar como se deberían legitimar las normas situacionales. Por ello, el principio supone una metanorma que define condiciones ideales dialógicas, no constatables en la comunicación argumentativa empírica. Esta metanorma funciona como una idea regulativa, ya que prescribe la búsqueda de consenso entre todos los implicados por una decisión que se plasma en una norma situacional cualquiera. La no aceptación de esta metanorma supone una autocontradicción ya que, argumenta Apel, se encuentra presupuesta en cualquier argumento racional. Más allá de dichas condiciones ideales, la realidad de los sistemas de autoafirmación en que participan los actores de los debates éticos reales, plantean la dificultad de realización efectiva de lo prescripto por dicha metanorma. Por ello existe una parte B de la ética apeliana que exige que las normas situacionales impliquen una restricción ocasional de la aplicación del principio, por parte de un agente que lo ha reconocido, teniendo que ser compensada en el sentido de contribuir con la paulatina institucionalización de los discursos prácticos para garantizar una tendencia a minimizar las situaciones en las que la aplicación del principio resulte moralmente imposible. La ética convergente asume como punto de partida esa estrategia de fundamentación a priori pero la considera insuficiente por el carácter minimalista de los principios considerados. Su propuesta filosófica se sitúa en una convergencia del paradigma de la ética discursiva de Karl-Otto Apel con el aporte de la “ética material de los valores” de Nicolai Hartmann, de la cual Maliandi rescata aportes que no habían sido retomados en la reflexión ética contemporánea. Como alternativa, Maliandi propone rescatar de la propuesta de Hartmann dos aspectos férreamente articulados: el pluriprincipialismo y el carácter a priori del conflicto. Esta segunda cuestión resulta central para comprender la originalidad de la propuesta. Dice Maliandi que hay conflicto en cualquier situación dialógica, lo que significa que el conflicto no es una contingencia disfuncional que deba disolverse, o una astucia 882
José Luis Fliguer de la dialéctica. La afirmación de que hay conflicto da cuenta, en su perspectiva, de un supuesto de todo orden o vínculo social, y que la resolución del conflicto no supone su eliminación sino su modificación buscando las consecuencias más equitativas posibles para todos los implicados. Esta conflictividad a priori -afirma Maliandi- supone también la aprioridad de principios en tensión, que estructuran la condición de posibilidad de las normas de acción. Hartmann, en su ética material de los valores, se había referido a que los valores se realizaban en escalas opuestas según su fuerza o altura. La concepción hartmaniana advierte de la posibilidad de confrontar a las posiciones relativistas que hoy están en su apogeo, con una estrategia diferente del monoprincipialismo minimalista de Apel. En efecto, las posturas relativistas aceptan una infinidad de principios relativos a las culturas o identidades en juego, de modo que la diversidad de normas situacionales posibles no pueden debatirse en función de un fundamento común. La ética convergente propone, en cambio, una diversidad finita de principios que polarizan las tensiones conflictivas de cualquier ethos posible. En la dimensión sincrónica, estos principios son el de Universalidad y el de Individualidad; en la dimensión diacrónica los principios son Conservación y Realización. Las condiciones a priori, conflictivas del ethos, explica Maliandi, requieren de una metanorma diferente a la propuesta por Apel: la convergencia significa la exigencia de tender a armonizar los diferentes principios antagónicos del ethos o no lesionar los diferentes principios en las normas situacionales concretas. Recientemente se ha planteado un muy interesante debate entre Ricardo Maliandi y Alberto Damiani respecto de la conflictividad del ethos, señalada por la ética convergente. Damiani afirma que la constatación de que el ethos presenta frecuentemente conflicto entre normas, resulta insuficiente para afirmar el carácter a priori de dicha conflictividad. En definitiva, señala Damiani, la ética convergente tiene pendiente el demostrar el carácter a priori del conflicto. En verdad no parece improbable, como observa Damiani, que la convergencia entre la ética del discurso de cuño apeliano y la ética de Hartmann ofrezca mayores dificultades que Maliandi aún no ha tramitado totalmente en su obra. En la perspectiva que adoptaremos en este trabajo, por nuestra parte, argumentaremos en apoyo de la idea de que la ética convergente podría explorar y reformular sus tesis antropológicas y etológicas para fortalecer su tesis a favor del pluriprincipialismo y la aprioridad del conflicto que defiende. En efecto, es frecuente en la obra de Ricardo Maliandi encontrar significativos excursos antropolólogicos y etológicos para dar cuenta de su propia interpretación del fenómeno normativo que no son siempre considerados 883
- Page 348 and 349: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 350 and 351: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 352 and 353: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 354 and 355: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 356 and 357: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 358 and 359: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 360 and 361: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 362 and 363: La vida en conflicto o el conflicto
- Page 364 and 365: Guerra y conflicto los dones entre
- Page 366 and 367: Guerra y conflicto El estado modern
- Page 368 and 369: Guerra y conflicto Electronic Engin
- Page 370 and 371: Guerra y conflicto civil desde la P
- Page 372 and 373: Guerra y conflicto En las últimas
- Page 375 and 376: La cuestión del morir y la posibil
- Page 377 and 378: María Raquel Fischer esté en jueg
- Page 379 and 380: María Raquel Fischer Para el hombr
- Page 381 and 382: María Raquel Fischer 2.1. El térm
- Page 383 and 384: María Raquel Fischer En el terreno
- Page 385 and 386: María Raquel Fischer Por otro lado
- Page 387 and 388: María Raquel Fischer de lo indicat
- Page 389 and 390: María Raquel Fischer Hay dos inver
- Page 391 and 392: María Raquel Fischer justicia con
- Page 393 and 394: María Raquel Fischer La compasión
- Page 395 and 396: María Raquel Fischer de proximidad
- Page 397: Algunas reflexiones evolucionistas
- Page 401 and 402: José Luis Fliguer del dilema tecno
- Page 403 and 404: José Luis Fliguer Resulta curioso
- Page 405 and 406: José Luis Fliguer El rastreo evolu
- Page 407 and 408: José Luis Fliguer En su estudio, W
- Page 409 and 410: José Luis Fliguer de los sistemas
- Page 411 and 412: Conflictividad y tragedia María Ga
- Page 413 and 414: María Gabriela Rebok En sus Notas
- Page 415 and 416: María Gabriela Rebok Pero es el es
- Page 417 and 418: María Gabriela Rebok Así, en El e
- Page 419 and 420: María Gabriela Rebok 2.1. El mundo
- Page 421 and 422: María Gabriela Rebok la muerte y s
- Page 423 and 424: María Gabriela Rebok Ahora bien, l
- Page 425 and 426: María Gabriela Rebok “Esta femin
- Page 427: María Gabriela Rebok escindida por
- Page 430 and 431: La agresividad, el narcisismo y sus
- Page 432 and 433: La agresividad, el narcisismo y sus
- Page 434 and 435: La agresividad, el narcisismo y sus
- Page 436 and 437: La agresividad, el narcisismo y sus
- Page 438 and 439: La agresividad, el narcisismo y sus
- Page 441 and 442: WECHSELWIRKUNGEN y tragedia de la a
- Page 443 and 444: Gustavo Salerno construcción, es s
- Page 445 and 446: Gustavo Salerno se presente de mane
- Page 447 and 448: Gustavo Salerno ...la naturaleza, e
José Luis Fliguer<br />
de la dialéctica. La afirmación de que hay conflicto da cuenta, en su perspectiva,<br />
de un supuesto de todo orden o vínculo social, y que la resolución<br />
del conflicto no supone su eliminación sino su modificación buscando las<br />
consecuencias más equitativas posibles para todos los implicados.<br />
Esta conflictividad a priori -afirma Maliandi- supone también la aprioridad<br />
de principios en tensión, que estructuran la condición de posibilidad de<br />
las normas de acción. Hartmann, en su ética material de los valores, se<br />
había referido a que los valores se realizaban en escalas opuestas según<br />
su fuerza o altura. La concepción hartmaniana advierte de la posibilidad<br />
de confrontar a las posiciones relativistas que hoy están en su apogeo,<br />
con una estrategia diferente del monoprincipialismo minimalista de Apel. En<br />
efecto, las posturas relativistas aceptan una infinidad de principios relativos<br />
a las culturas o identidades en juego, de modo que la diversidad de normas<br />
situacionales posibles no pueden debatirse en función de un fundamento<br />
común. La ética convergente propone, en cambio, una diversidad finita de<br />
principios que polarizan las tensiones conflictivas de cualquier ethos posible.<br />
En la dimensión sincrónica, estos principios son el de Universalidad y<br />
el de Individualidad; en la dimensión diacrónica los principios son Conservación<br />
y Realización. Las condiciones a priori, conflictivas del ethos, explica<br />
Maliandi, requieren de una metanorma diferente a la propuesta por Apel:<br />
la convergencia significa la exigencia de tender a armonizar los diferentes<br />
principios antagónicos del ethos o no lesionar los diferentes principios en<br />
las normas situacionales concretas.<br />
Recientemente se ha planteado un muy interesante debate entre Ricardo<br />
Maliandi y Alberto Damiani respecto de la conflictividad del ethos, señalada<br />
por la ética convergente. Damiani afirma que la constatación de que el<br />
ethos presenta frecuentemente conflicto entre normas, resulta insuficiente<br />
para afirmar el carácter a priori de dicha conflictividad. En definitiva, señala<br />
Damiani, la ética convergente tiene pendiente el demostrar el carácter a<br />
priori del conflicto.<br />
En verdad no parece improbable, como observa Damiani, que la convergencia<br />
entre la ética del discurso de cuño apeliano y la ética de Hartmann ofrezca<br />
mayores dificultades que Maliandi aún no ha tramitado totalmente en su<br />
obra. En la perspectiva que adoptaremos en este trabajo, por nuestra parte,<br />
argumentaremos en apoyo de la idea de que la ética convergente podría explorar<br />
y reformular sus tesis antropológicas y etológicas para fortalecer su<br />
tesis a favor del pluriprincipialismo y la aprioridad del conflicto que defiende.<br />
En efecto, es frecuente en la obra de Ricardo Maliandi encontrar significativos<br />
excursos antropolólogicos y etológicos para dar cuenta de su propia<br />
interpretación del fenómeno normativo que no son siempre considerados<br />
883