JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

dspace.uces.edu.ar
from dspace.uces.edu.ar More from this publisher
08.11.2014 Views

El conflicto de las interpretaciones en torno de la técnica: Ortega y Heidegger Adorno y Horkheimer en la Dialéctica de la Ilustración 59 pareciera dar razón a Zimmerman sobre que la Escuela de Frankfurt comparte la actitud dissenter de Heidegger frente a la técnica moderna. Por su parte, el discurso de Ortega destaca las ventajas de la técnica sin por ello desdeñar sus eventuales daños y sus límites. Las ganancias que la técnica ofrece a este “centauro ontológico” que es el hombre consisten, básicamente, en que él puede proyectar su mundo interior, su programa vital, sobre el mundo exterior, transformándolo, humanizándolo, hasta crearse un cierto margen de seguridad para alcanzar un bienestar en el mundo con el mínimo esfuerzo. Gracias al esfuerzo ahorrado por la técnica es que el hombre puede desatender, conforme vimos, sus quehaceres meramente biológicos o materiales a fin de “autofabricarse”, de inventarse a sí mismo. Dice Ortega: “Y precisamente a esta vida inventada, inventada como se inventa una novela o una obra de teatro, es lo que el hombre llama vida humana, bienestar” 60 . La actitud “integrada” de Ortega se manifiesta, asimismo, en el siguiente comentario de García Astrada: La técnica, así entendida, lejos de ahogar el auténtico ser del hombre, permite que este aflore. Y aquí nos encontramos en el pensamiento de Ortega, con una nueva revelación. Porque no se trata ya solamente de que la técnica sea necesaria para liberarse de las necesidades naturales y llegar al verdadero ser del hombre. Resulta ahora que este ser en su raíz misma se encuentra, antes que en ninguna otra cosa, en la situación del técnico 61 . A lo que el mismo intérprete añade: El enorme crecimiento de la población en los últimos años solo ha sido posible por el perfeccionamiento de la técnica, y una súbita desaparición de esta produciría la muerte de millones de hombres. La técnica ha creado un mundo nuevo, una sobrenaturaleza que es lo que ha posibilitado el actual índice demográfico de la humanidad 62 . Sin embargo, esta posición “integrada” de Ortega no es “acrítica”. Por un lado, para que la técnica importe una ganancia ella debe subordinarse a un programa vital; debe mostrar las posibilidades ilimitadas del hombre desde 59 V. Adorno, Theodor y Horkheimer, Max: “La industria cultural”. En: id., Dialéctica de la Ilustración 1944, pp. 165-212. 60 Ortega, José: Meditación..., p. 51. 61 García Astrada, Arturo: ob. cit., p. 181. 62 Ibíd., p. 185. 718

Silvia Cristina Gabriel un segundo plano a fin de evitar la tecnocracia. Por otro lado, y como complemento con lo anterior, perdido en sus posibilidades ilimitadas el hombre corre el riesgo de no saber lo que efectivamente es porque desde su lugar subordinado la técnica sería incapaz de determinar el contenido de la vida, el proyecto vital del hombre cuya naturaleza es pre-técnica. Esto lleva a Ortega a concluir que “Por eso estos años en que vivimos, los más intensamente técnicos que ha habido en la historia humana, son los más vacíos” 63 . Pero Ortega no se queda en esta vacuidad que podría leerse como “apocalíptica”, sino que es alguien que soñará -como “el indescifrable futuro” de Borges que sirve de epígrafe a este trabajo- con una confrontación entre las técnicas occidentales, euroamericanas, y las aparentemente superiores en cuanto a la lucha del hombre con su alma: las técnicas del Asia profunda 64 . Bibliografía Adorno, Theodor y Horkheimer, Max: “La industria cultural”. En: Dialéctica de la Ilustración, 1944, pp. 165-212. Cruz Vélez, Danilo: Filosofía sin supuestos. De Husserl a Heidegger, Buenos Aires, Sudamericana, 1970. Dastur, Françoise: “Heidegger”. En: Belaval, Yvon (dir.), La filosofía en el siglo XX, México, Siglo XXI, 1998. Eco, Umberto: Apocalípticos e integrados la cultura de masas, Barcelona, Lumen, tr. Boglar, A., 1999. Espejo, Miguel: Heidegger. El enigma de la técnica, México, Universidad Autónoma de Puebla, 1987. Ferrater Mora, José: Diccionario de Filosofía, Buenos Aires, Sudamericana, Tomo II, 1975. García Astrada, Arturo: El pensamiento de Ortega y Gasset, Buenos Aires, Troquel, 1961. González, Carlos: “Obituario” en Semana.com, Bogotá, Colombia, 13 de diciembre de 2008, http://www.semana.com/noticias-enfoque/ obituario/118748.aspx [Consultado: 15 de enero de 2009]. Habermas, Jürgen: “Heidegger: Socavación del racionalismo occidental en términos de crítica a la metafísica”. En: El discurso filosófico de la modernidad, Buenos Aires, Taurus, tr. Manuel Jiménez Redondo, 1990, págs. 163-195. 63 Ortega, José: Meditaciones..., p. 103. 64 V. ibíd., p. 118. 719

El conflicto de las interpretaciones en torno de la técnica: Ortega y Heidegger<br />

Adorno y Horkheimer en la Dialéctica de la Ilustración 59 pareciera dar razón<br />

a Zimmerman sobre que la Escuela de Frankfurt comparte la actitud dissenter<br />

de Heidegger frente a la técnica moderna.<br />

Por su parte, el discurso de Ortega destaca las ventajas de la técnica sin<br />

por ello desdeñar sus eventuales daños y sus límites. Las ganancias que la<br />

técnica ofrece a este “centauro ontológico” que es el hombre consisten, básicamente,<br />

en que él puede proyectar su mundo interior, su programa vital,<br />

sobre el mundo exterior, transformándolo, humanizándolo, hasta crearse<br />

un cierto margen de seguridad para alcanzar un bienestar en el mundo con<br />

el mínimo esfuerzo. Gracias al esfuerzo ahorrado por la técnica es que el<br />

hombre puede desatender, conforme vimos, sus quehaceres meramente<br />

biológicos o materiales a fin de “autofabricarse”, de inventarse a sí mismo.<br />

Dice Ortega: “Y precisamente a esta vida inventada, inventada como se<br />

inventa una novela o una obra de teatro, es lo que el hombre llama vida<br />

humana, bienestar” 60 .<br />

La actitud “integrada” de Ortega se manifiesta, asimismo, en el siguiente<br />

comentario de García Astrada:<br />

La técnica, así entendida, lejos de ahogar el auténtico ser del hombre, permite<br />

que este aflore. Y aquí nos encontramos en el pensamiento de Ortega,<br />

con una nueva revelación. Porque no se trata ya solamente de que la técnica<br />

sea necesaria para liberarse de las necesidades naturales y llegar al<br />

verdadero ser del hombre. Resulta ahora que este ser en su raíz misma se<br />

encuentra, antes que en ninguna otra cosa, en la situación del técnico 61 .<br />

A lo que el mismo intérprete añade:<br />

El enorme crecimiento de la población en los últimos años solo ha sido posible<br />

por el perfeccionamiento de la técnica, y una súbita desaparición de<br />

esta produciría la muerte de millones de hombres. La técnica ha creado un<br />

mundo nuevo, una sobrenaturaleza que es lo que ha posibilitado el actual<br />

índice demográfico de la humanidad 62 .<br />

Sin embargo, esta posición “integrada” de Ortega no es “acrítica”. Por un<br />

lado, para que la técnica importe una ganancia ella debe subordinarse a un<br />

programa vital; debe mostrar las posibilidades ilimitadas del hombre desde<br />

59<br />

V. Adorno, Theodor y Horkheimer, Max: “La industria cultural”. En: id., Dialéctica de la Ilustración<br />

1944, pp. 165-212.<br />

60<br />

Ortega, José: Meditación..., p. 51.<br />

61<br />

García Astrada, Arturo: ob. cit., p. 181.<br />

62<br />

Ibíd., p. 185.<br />

718

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!