JORNADAS NACIONALES DE ÉTICA 2009 - UCES

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El conflicto axiológico del utopismo: igualdad versus libertad necesario determinar igualdad de qué. Puede ser igualdad ante la ley, es decir, la anulación de privilegios dentro de una misma sociedad. Puede ser igualdad de bienes, es decir, algo similar a la justicia distributiva que garantice la homogeneidad del bienestar del grupo social en cuestión. Puede ser igualdad de recursos y oportunidades, o sea, la garantía de que todos los miembros del grupo tengan el mismo acceso a los recursos y que se compensen las dificultades de partida de las minorías para propiciar la igualdad de oportunidades. Como se verá a continuación, el pensamiento utópico en su fase inicial tiende a una igualdad extrema para garantizar los distintos tipos de igualdad mencionados. Busca la anulación de la diferencia, la homogeneidad, la regularidad. Se pretende hacer de todo el colectivo social un solo individuo de modo que si se satisface el colectivo se garantice el bienestar del conjunto. Ahora bien, en sus intentos de equilibración los utopistas ceden muchas libertades. Pero ¿qué se entiende por libertad? La libertad es una problemática filosófica por excelencia, también tiene múltiples sentidos pero en el pensamiento político se los puede reducir a dos principales: los dos conceptos de libertad enunciados por Isaiah Berlin de libertad positiva y negativa 15 . El primer concepto berliniano apunta a una definición tradicional de libertad que la entiende como autonomía, id est, como el darse sus reglas el propio individuo (auto-nomos), la autolegislación. Este sentido de la libertad es relativamente sencillo de asociar con la búsqueda de igualdad, el problema surge con la libertad negativa. Este concepto de libertad es entendido como la no-interferencia, es decir, el mínimo de libertades individuales que deben ser respetados, que ninguna asociación debería restringir. Los Estados utópicos clásicos tienden a ser Estados fuertes con leyes consuetudinarias que regulan aspectos considerados en el ámbito de la libertad negativa. En la persecución del estado óptimo el utopista rescinde muchas de estas libertades en pos de garantizar algunas de las igualdades antes mencionadas. La pregunta obligada es si este conflicto es inevitable o el resultado de las limitaciones de los utopistas. Se verá en la sección siguiente que según algunos autores liberales como Ronald Dworkin el conflicto se puede solucionar. Pero si se analiza el devenir del utopismo esto podría por lo menos ponerse en duda. Como se dijo anteriormente pueden reconocerse dos grandes paradigmas dentro de la tradición utópica: el eutópico y el distópico. Por eutopía se entiende la proyección imaginaria de una sociedad perfecta en contraposición a la sociedad real del autor. Se habla de paradigma eutópico para referirse 15 Cf. Berlin, I. : “Two concepts of liberty”. En: Four essays on liberty, III, Oxford, Oxford University Press, 1986. 652

Lucas Emmanuel Misseri al modelo regulativo que constituyen las eutopías, las cuales mediante intentos fictivos de proyectar mejores sociedades establecen ideales a seguir para la modificación y reforma de la sociedad concreta en la que viven. Se puede recordar el caso de la Città del Sole campanelliana la cual el autor intentó llevar a cabo mediante una revuelta en su Calabria natal o la Icarie de Étienne Cabet la cual su autor buscó infructuosamente implantar en los Estados Unidos. Por su parte, por distopía se entiende la proyección imaginaria de una sociedad extremadamente imperfecta en contraposición a la medianamente imperfecta sociedad del autor. El paradigma distópico puede ser entendido como un modelo preventivo que pretende advertir a su sociedad los males que se avecinan de no modificar ciertas conductas o inhibir otras. Tales son los casos de la obra de Zamyatin, Huxley y Orwell. El paradigma distópico tuvo su esplendor en el siglo XX pero ya había tenido un interesante antecedente en la llamada sátira utópica de los siglos XVII y XVIII donde por primera vez la utopía se volvió contra sí misma. Es decir, la sátira de la sociedad se hizo a sí misma sátira. Esto puede evidenciarse en la descripción satírica de la isla de Laputa de los Viajes de Gulliver de Jonathan Swift donde se ataca la Nueva Atlántida de Bacon, pero el ataque mantiene gran parte del estilo y los recursos propios de la eutopía del mismo modo que ocurre con la distopía. El modelo preventivo utópico busca advertir que las mismas soluciones utópicas pueden devenir en pesadillas, Aldous Huxley comienza A Brave New World con una cita de Nikolai Berdiaev que afirma que el problema de las utopías es que son posibles 16 . El cambio de paradigma hace notorio el conflicto entre ambos valores cuando en dichas utopías se explicita la anulación del individuo y de sus libertades mínimas, su libertad negativa, en el marco de un Estado fuerte que busca la unidad y que obtura la posibilidad del cambio. Ejemplo de esto son las novelas de los autores mencionados donde en el caso de Nosotros de Zamyatin se festeja el día de la unanimidad y se busca la homogeneidad total entre individuos que ya no llevan nombre sino número y que tienen una tabla de horas que organiza en la totalidad sus actividades diarias dejando solo un par de horas de libertad. O en el caso de A Brave New World de Huxley se tiene por lema del Estado universal: “Comunidad, Identidad, Estabilidad”. 16 “Les utopies apparaissent comme bien plus réalisables qu’on le croyait autrefois. Et nous trouvons actuellement devant une question bien autrement angoissante: Comment éviter leur réalisation définitive…? Les utopies sont réalisables. La vie marche vers les utopies. Et peut-être un siècle nouveau commence-t-il, un siècle où les intellectuels et la classe cultivée reveront aux moyens d’éviter les utopies et de retourner à une societé non utopique, moins “parfaite” et plus libre”. Nikolai Berdiaev epígrafe de Huxley, A., Un mundo feliz, Barcelona, Plaza & Janes, trad. R. Hernández, 1980, p. 7. 653

El conflicto axiológico del utopismo: igualdad versus libertad<br />

necesario determinar igualdad de qué. Puede ser igualdad ante la ley, es<br />

decir, la anulación de privilegios dentro de una misma sociedad. Puede ser<br />

igualdad de bienes, es decir, algo similar a la justicia distributiva que garantice<br />

la homogeneidad del bienestar del grupo social en cuestión. Puede ser<br />

igualdad de recursos y oportunidades, o sea, la garantía de que todos los<br />

miembros del grupo tengan el mismo acceso a los recursos y que se compensen<br />

las dificultades de partida de las minorías para propiciar la igualdad<br />

de oportunidades. Como se verá a continuación, el pensamiento utópico<br />

en su fase inicial tiende a una igualdad extrema para garantizar los distintos<br />

tipos de igualdad mencionados. Busca la anulación de la diferencia, la homogeneidad,<br />

la regularidad. Se pretende hacer de todo el colectivo social<br />

un solo individuo de modo que si se satisface el colectivo se garantice el<br />

bienestar del conjunto. Ahora bien, en sus intentos de equilibración los utopistas<br />

ceden muchas libertades. Pero ¿qué se entiende por libertad?<br />

La libertad es una problemática filosófica por excelencia, también tiene<br />

múltiples sentidos pero en el pensamiento político se los puede reducir a<br />

dos principales: los dos conceptos de libertad enunciados por Isaiah Berlin<br />

de libertad positiva y negativa 15 . El primer concepto berliniano apunta a una<br />

definición tradicional de libertad que la entiende como autonomía, id est,<br />

como el darse sus reglas el propio individuo (auto-nomos), la autolegislación.<br />

Este sentido de la libertad es relativamente sencillo de asociar con<br />

la búsqueda de igualdad, el problema surge con la libertad negativa. Este<br />

concepto de libertad es entendido como la no-interferencia, es decir, el<br />

mínimo de libertades individuales que deben ser respetados, que ninguna<br />

asociación debería restringir.<br />

Los Estados utópicos clásicos tienden a ser Estados fuertes con leyes consuetudinarias<br />

que regulan aspectos considerados en el ámbito de la libertad<br />

negativa. En la persecución del estado óptimo el utopista rescinde muchas<br />

de estas libertades en pos de garantizar algunas de las igualdades antes<br />

mencionadas. La pregunta obligada es si este conflicto es inevitable o el resultado<br />

de las limitaciones de los utopistas. Se verá en la sección siguiente<br />

que según algunos autores liberales como Ronald Dworkin el conflicto se<br />

puede solucionar. Pero si se analiza el devenir del utopismo esto podría por<br />

lo menos ponerse en duda.<br />

Como se dijo anteriormente pueden reconocerse dos grandes paradigmas<br />

dentro de la tradición utópica: el eutópico y el distópico. Por eutopía se entiende<br />

la proyección imaginaria de una sociedad perfecta en contraposición<br />

a la sociedad real del autor. Se habla de paradigma eutópico para referirse<br />

15<br />

Cf. Berlin, I. : “Two concepts of liberty”. En: Four essays on liberty, III, Oxford, Oxford University<br />

Press, 1986.<br />

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