¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler

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MÁs PREGUNTAS DIFfcIlES ACERCA DE CRISTO 127 individuos; entre cuatro paredes y al aire libre, a plena luz del día. Los Evangelios nos dicen que Jesús habló con la gente, comió con ellos y que incluso invitó a un escéptico a tocar con sus dedos las cicatrices de los clavos en sus manos y a poner su mano en la herida de la lanza en su costado para confirmar que se trataba realmente de él. Esta experiencia fue tan conmovedora que, según la historia de la iglesia, Tomás acabó en el sur de la India hasta su muerte violenta, predicando que Jesús efectivamente había resucitado. CH. Dodd, de la Universidad de Cambridge, analizó cui~ dadosamente los antecedentes históricos y concluyó que varias de esas apariciones se basan en material especialmen-: te primitivo, incluyendo el encuentro de Jesús con las muje~ res, en Mateo 28:8~ 1 O; su reencuentro con los once apósto~ les, en Mateo 28: 16~ 20; y su reunión con los discípulos, en Juan 20:19~23.46 Los críticos aducen que estas apariciones fueron resultado de alucinaciones º «pensamiento colectivo» en que la gente de tanto hablar se convence de que está viendo algo que en realidad no está allí. Sin embargo, los psicólogos han descar~ tado convincentemente estas posibilidades al demostrar que las alucinaciones son fenómenos individuales que no pueden ser experimentadas por un grupo de personas y que las con~ didones no propiciaban un «pensamiento colectivo»47. Además, si los discípulos solo se imaginaron que Jesús se les apareció vivo, ¿qué pasó con el cuerpo? Sugerir que la idea de un Jesús resucitado se originó en mitos antiguos que involucraban la muerte y resurrección de dioses tampoco se sostiene cuando estas leyendas se conside~ ran en el debido contexto como expresiones del ciclo de la naturaleza en que los cultivos mueren y se cosechan en el otoño y renacen a la vida con la primavera. Gregory Boyd, a~tor de Cynic Sage or Son of God? [Cínico sabio o Hijo de Dios], plantea contrastar esto con la descripción de Jesucristo en los Evangelios: «Esos son elementos históricos concretos. No tienen nada en común con historias que supuestamente ocurrieron "una vez, hace mucho tiempo atrás»48. El teólogo e historiador, Carl Braaten, hace esta observa~ ción: «Hasta los historiadores más escépticos concuerdan que para el cristianismo primitivo ... la resurrección de Jesús fue un acontecimiento histórico real, el fundamento mismo de la fe, y no fue para nada una idea mitológica surgida de la imaginación creativa de los creyentes» 49. Surgimiento de la iglesia: llenando un vacío en la historia J .P. Moreland ha observado que se hubiera requerido algo tan dramático como la resurrección de Jesús para que los judíos del primer siglo cambiaran el día de adoración del sábado al domingo, que abandonaran el sistema de sacrificio de animales para el perdón de pecados y la adhesión a la ley de Moisés para estar bien con Dios, y aceptaran el concepto de la Trinidad. Al hacerlo, quienes dieron origen a la iglesia cor:fan el riesgo de convertirse en marginados sociales y, segun la teología hebrea, condenar sus almas a la perdición. «¿Cómo pudo tener lugar dicho cambio? -se pregunta Moreland-. La resurrección es la única explicación racio~ nal»50. A raíz de esto, cita de C.ED. Moule, el experto en Nuevo Testamento de la Universidad de Cambridge: «Si el surgi~ miento de la (iglesia), un fenómeno innegable atestiguado por el Nuevo Testamento, abre una brecha en la historia, una brecha tan grande y con la forma de la resurrección, ¿qué propone el historiador secular para zanjarla?» 51. Consideremos los ejemplos más extremos de cambios de

MÁs PREGUNTAS DIFíCILES ACERCA DE CRISTO 129 vida después de la resurrección: Jacobo era un escéptico mien, tras Jesús vivió; Saulo de Tarso perseguía a los cristianos. ¿Qué otra cosa excepto su encuentro con el Cristo resucitado podría haberlos transformados en líderes de la Iglesia Primitiva, dis, puestos a morir por su convicción de que Jesús era el Hijo de Dios? Con respecto a los discípulos de Jesús, de ser un puñado de cobardes, después de su muerte, comenzaron de pronto a predicar con valor y poder proclamando que Jesús había mas' trado ser Dios con su victoria sobre la muerte. «El cambio de conducta radical que experimentaron los discípulos, después de la resurrección, es la mejor evidencia de la resurrección», declara Thomas C. Oden, de la Universidad de Drew. «Es necesario tener una hipótesis que dé cuenta de la transformación de los discípulos, de seguido, res acongojados por un Mesías crucificado a personas que, con la predicación de la resurrección, transformaron el mundo. Ese cambio no podría haber sucedido, según el testi, monio de la iglesia, sin un Señor resucitado»52. Cuando reflexiono sobre la pregunta de Jesús: «y ustedes, ¿quiénes dicen que"soy?» (Mateo 16:15), estas cinco grandes categorías de evidencia, (la confiabilidad del Nuevo Testamento, la percepción suprema que Jesús tenía de sí, sus milagros, el cumplimiento de la profecía y su resurrección) me vienen inmediatamente a la mente. A mi entender, los datos son claros. Jesús es una verdadera figura histórica cuyas palabras convincentes y consoladoras, y cuyas obras extraordinarias y compasivas han sido fielmente preservadas para nosotros en los Evangelios. Él es alguien que no solo se vio a sí en términos trascendentales, divinos y mesiánicos, sino que también tenía todos los atributos que hacen que Dios sea Dios. Jesús fue un hacedor de milagros, un sanador que amaba a los ciegos y a los cojos, cuyos prodigios sobrenaturales anun, ciaron el inicio del reino de Dios. Es el Mesías largamente esperado a través de quien Dios trajo la redención y la espe' ranza a Israel ",. y al mundo Y es el Sen-or re suclta 'd o, cuyo sepulcro vaclO msplra confianza inquebrantable a sus segui, d?,res de que ha vencido la muerte y, por lo tanto, ellos tam, blen tendrán la victoria. , Si ti~ne inquietudes espirituales, mi esperanza es que con, sldere smceramente la evidencia y que luego tenga el coraje d~ respond~rl~ aceptando a Jesús como su perdonador y líder. Sl ya es cnstlano, tiene una tarea por delante: articular la verdad ,a~erca de Cristo, defenderla, predicarla, preservarla y transmltlrla a las siguientes generaciones . Como 1 o expresa po d erosamente la paráfrasis de J B Philll'ps de 2 C ' , 46 ' . . ormtlos : : «Dlos, que primero mandó que la luz resplandeciera en la oscuridad, ha inund~do nuestros corazones con su luz, para q~e nosotros podamos tluminar a los hombres con el conoci, ml~nto de la gloria de Dios, que resplandece en el rostro de Cnsto».

MÁs PREGUNTAS DIFfcIlES ACERCA DE CRISTO 127<br />

individuos; entre cuatro pare<strong>de</strong>s y al aire libre, a plena luz <strong>de</strong>l<br />

día.<br />

Los Evangelios nos dicen que Jesús habló con la gente,<br />

comió con ellos y que incluso invitó a un escéptico a tocar<br />

con sus <strong>de</strong>dos las cicatrices <strong>de</strong> los clavos en sus manos y a<br />

poner su mano en la herida <strong>de</strong> la lanza en su costado para<br />

confirmar que se trataba realmente <strong>de</strong> él. Esta experiencia<br />

fue tan conmovedora que, según la historia <strong>de</strong> la iglesia,<br />

Tomás acabó en el sur <strong>de</strong> la India hasta su muerte violenta,<br />

predicando que Jesús efectivamente había resucitado.<br />

CH. Dodd, <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Cambridge, analizó cui~<br />

dadosamente los antece<strong>de</strong>ntes históricos y concluyó que<br />

varias <strong>de</strong> esas apariciones se basan en material especialmen-:<br />

te primitivo, incluyendo el encuentro <strong>de</strong> Jesús con las muje~<br />

res, en Mateo 28:8~ 1 O; su reencuentro con los once apósto~<br />

les, en Mateo 28: 16~ 20; y su reunión con los discípulos, en<br />

Juan 20:19~23.46<br />

Los críticos aducen que estas apariciones fueron resultado<br />

<strong>de</strong> alucinaciones º «pensamiento colectivo» en que la gente<br />

<strong>de</strong> tanto hablar se convence <strong>de</strong> que está viendo algo que en<br />

realidad no está allí. Sin embargo, los psicólogos han <strong>de</strong>scar~<br />

tado convincentemente estas posibilida<strong>de</strong>s al <strong>de</strong>mostrar que<br />

las alucinaciones son fenómenos individuales que no pue<strong>de</strong>n<br />

ser experimentadas por un grupo <strong>de</strong> personas y que las con~<br />

didones no propiciaban un «pensamiento colectivo»47.<br />

A<strong>de</strong>más, si los discípulos solo se imaginaron que Jesús se les<br />

apareció vivo, ¿qué pasó con el cuerpo?<br />

Sugerir que la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un Jesús resucitado se originó en<br />

mitos antiguos que involucraban la muerte y resurrección <strong>de</strong><br />

dioses tampoco se sostiene cuando estas leyendas se consi<strong>de</strong>~<br />

ran en el <strong>de</strong>bido contexto como expresiones <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> la<br />

naturaleza en que los cultivos mueren y se cosechan en el<br />

otoño y renacen a la vida con la primavera. Gregory Boyd,<br />

a~tor <strong>de</strong> Cynic Sage or Son of God? [Cínico sabio o Hijo <strong>de</strong><br />

<strong>Dios</strong>], plantea contrastar esto con la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> Jesucristo<br />

en los Evangelios: «Esos son elementos históricos concretos.<br />

No tienen nada en común con historias que supuestamente<br />

ocurrieron "una vez, hace mucho tiempo atrás»48.<br />

El teólogo e historiador, Carl Braaten, hace esta observa~<br />

ción: «Hasta los historiadores más escépticos concuerdan<br />

que para el cristianismo primitivo ... la resurrección <strong>de</strong> Jesús<br />

fue un acontecimiento histórico real, el fundamento mismo<br />

<strong>de</strong> la fe, y no fue para nada una i<strong>de</strong>a mitológica surgida <strong>de</strong> la<br />

imaginación creativa <strong>de</strong> los creyentes» 49.<br />

Surgimiento <strong>de</strong> la iglesia: llenando un vacío en la historia<br />

J .P. Moreland ha observado que se hubiera requerido algo<br />

tan dramático como la resurrección <strong>de</strong> Jesús para que los<br />

judíos <strong>de</strong>l primer siglo cambiaran el día <strong>de</strong> adoración <strong>de</strong>l<br />

sábado al domingo, que abandonaran el sistema <strong>de</strong> sacrificio<br />

<strong>de</strong> animales para el perdón <strong>de</strong> pecados y la adhesión a la ley<br />

<strong>de</strong> Moisés para estar bien con <strong>Dios</strong>, y aceptaran el concepto<br />

<strong>de</strong> la Trinidad. Al hacerlo, quienes dieron origen a la iglesia<br />

cor:fan el riesgo <strong>de</strong> convertirse en marginados sociales y,<br />

segun la teología hebrea, con<strong>de</strong>nar sus almas a la perdición.<br />

«¿Cómo pudo tener lugar dicho cambio? -se pregunta<br />

Moreland-. La resurrección es la única explicación racio~<br />

nal»50.<br />

A raíz <strong>de</strong> esto, cita <strong>de</strong> C.ED. Moule, el experto en Nuevo<br />

Testamento <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Cambridge: «Si el surgi~<br />

miento <strong>de</strong> la (iglesia), un fenómeno innegable atestiguado<br />

por el Nuevo Testamento, abre una brecha en la historia, una<br />

brecha tan gran<strong>de</strong> y con la forma <strong>de</strong> la resurrección, ¿qué<br />

propone el historiador secular para zanjarla?» 51.<br />

Consi<strong>de</strong>remos los ejemplos más extremos <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong>

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