¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DE CRISTO 105<br />
autoridad superior a la <strong>de</strong> los profetas <strong>de</strong>l Antiguo<br />
Testamento. Creía que poseía no solo inspiración divina, al<br />
igual que el Rey David, sino también autoridad divina y el<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> expresión divina directa»3l.<br />
En sexto lugar, Jesús usó el término arameo Abba, o<br />
«Querido papá», para dirigirse a <strong>Dios</strong>. Esto refleja una inti,<br />
midad extraña al antiguo judaísmo, en el cual los judíos<br />
<strong>de</strong>votos evitaban el uso <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> por temor a pro,<br />
nunciarlo mal. El Dr. Witherington hace esta observación:<br />
«La importancia <strong>de</strong>l término «Abba» radica en que Jesús<br />
es quien inicia una relación íntima que antes no estaba dis,<br />
ponible. La pregunta es: ¿qué clase <strong>de</strong> persona pue<strong>de</strong> cam,<br />
biar los términos para la relación con <strong>Dios</strong>? ¿Qué clase <strong>de</strong><br />
persona pue<strong>de</strong> iniciar una nueva relación <strong>de</strong> pacto con<br />
<strong>Dios</strong>?<br />
»J esús está diciendo que solo a través <strong>de</strong> tener una rela,<br />
ción con él se hace posible este tipo <strong>de</strong> lenguaje <strong>de</strong> oración,<br />
este tipo <strong>de</strong> relación «Abba» con <strong>Dios</strong>. Eso habla mucho <strong>de</strong><br />
cómo se consi<strong>de</strong>raba»32.<br />
Una séptima indicación <strong>de</strong> lo que Jesús pensaba <strong>de</strong> él<br />
pue<strong>de</strong> verse en su encuentro <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la resurrección con el<br />
apóstol Tomás, en Juan 20. Al respon<strong>de</strong>r a la invitación <strong>de</strong> Jesús<br />
<strong>de</strong> comprobar personalmente que había resucitado realmente <strong>de</strong><br />
entre los muertos, Tomás <strong>de</strong>clara, en el versículo 28: «i Señor mío<br />
y <strong>Dios</strong> mío!». La respuesta <strong>de</strong> Jesús es muy reveladora. Hubiera<br />
sido el colmo <strong>de</strong> la blasfemia aceptar la adoración <strong>de</strong> Tomás si<br />
Jesús no fuera realmente <strong>Dios</strong>. Sin embargo, en vez <strong>de</strong> repren<strong>de</strong>r,<br />
lo, Jesús le dice, en el versículo 29: «Porque me has visto, has cre,<br />
ído ... dichosos los que no han visto y sin embargo creen». La<br />
<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> aceptar la adoración <strong>de</strong> Tomás significa cla,<br />
ramente que creía que era <strong>Dios</strong> y, por lo tanto, digno <strong>de</strong> recibir<br />
ese honor. De manera similar, cuando Jesús pregunta: «Y uste<strong>de</strong>s,<br />
¿quién dicen que soy yo?», y Simón Pedro respon<strong>de</strong>: «Tú eres el<br />
Cristo, el Hijo <strong>de</strong>l <strong>Dios</strong> viviente», la reacción <strong>de</strong> Jesús no fue<br />
corregirlo sino afirmar que esto le había sido revelado por el<br />
Padre (cf. Mateo 16:15,17).<br />
En octavo lugar, Jesús claramente creía que el <strong>de</strong>stino eterno<br />
<strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> si creía o no en él: «Pues si no creen que<br />
yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán», dijo en Juan<br />
8:24. A<strong>de</strong>más, en Lucas 12:8,9, dice: «Les aseguro que a cual,<br />
quiera que me reconozca <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la gente, también el Hijo <strong>de</strong>l<br />
hombre lo reconocerá <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los ángeles <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Pero al que<br />
me <strong>de</strong>sconozca <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la gente se le <strong>de</strong>sconocerá <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
los ángeles <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>». William Lane Craig señala lo que esto<br />
implica: «No nos confundamos: si Jesús no fuera el Divino Hijo<br />
<strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, esta aftrmación solo podría consi<strong>de</strong>rarse corno el más<br />
estrecho y objetable dogmatismo. Porque lo que está diciendo es<br />
que la salvación <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> que lo confesaran»33.<br />
Encontrarnos una afirmación explícita <strong>de</strong> divinidad en Juan<br />
10:30, don<strong>de</strong> Jesús afirma directamente: «El Padre y yo somos<br />
uno». No hay duda <strong>de</strong> que los que escuchaban a Jesús entendían<br />
bien que Jesús estaba diciendo que él y <strong>Dios</strong> eran una sustancia.<br />
Por eso no <strong>de</strong>moraron en recoger piedras para apedrearlo «por<br />
blasfemia», por hacerse «pasar por <strong>Dios</strong>» (v. 33).<br />
El décimo factor que <strong>de</strong>bería sopesarse al evaluar la i<strong>de</strong>ntidad<br />
que Jesús tenía <strong>de</strong> sí son sus milagros, los que serán discutidos en<br />
la siguiente sección. Jesús recalcó que sus obras eran señales <strong>de</strong> la<br />
venida <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>; «Pero si expulsó a los <strong>de</strong>monios con el<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, eso significa que ha llegado a uste<strong>de</strong>s el reino <strong>de</strong><br />
<strong>Dios</strong>» (Lucas 11:20). Ben Witherington observa que, aunque<br />
otras personas <strong>de</strong> la Biblia también realizaron milagros, esta afir,<br />
mación mostraba que Jesús no se consi<strong>de</strong>raba a sí corno uno más<br />
entre varios que, hacía milagros: «(Jesús) se ve como el único en<br />
quien y a través <strong>de</strong> quien se cumplen las promesas <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Y esa<br />
es una aftrmación <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia nada velada»34.<br />
El experto británico, James D. G. Dunn, ha dicho: