¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
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PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DE CRISTO 103<br />
planteaba la cuestión en los siguientes términos: «Jesús<br />
entendía que era el amado Hijo <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, elegido por él para<br />
traer su reino y el perdón <strong>de</strong> pecados. Nuestro entendimiento<br />
<strong>de</strong> quién era Jesús <strong>de</strong>be correspon<strong>de</strong>r con el entendimiento<br />
que Jesús tenía <strong>de</strong> sí. Si no confesamos a Jesús como el<br />
Cristo, alguien se engaña: él o nosotros»25.<br />
Hayal menos diez factores que apuntan a que Jesús creía<br />
que era el Unigénito Hijo <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. En primer lugar, tenemos<br />
la manera en que se refería a sí. Ningún estudioso bíblico<br />
duda <strong>de</strong> que la manera más común que Jesús usaba para referirse<br />
a su persona era «el Hijo <strong>de</strong>l hombre», la que aplicó más<br />
<strong>de</strong> cuatro docenas <strong>de</strong> veces, y ya figura en Marcos, que se<br />
consi<strong>de</strong>ra en general el primer Evangelio. Si bien algunos<br />
críticos se confun<strong>de</strong>n y consi<strong>de</strong>ran que es una mera <strong>de</strong>claración<br />
<strong>de</strong> su humanidad, el consenso académico es que es una<br />
referencia a Daniel 7: 13-14, en que «alguien como un hijo <strong>de</strong> .<br />
hombre» es llevado a la presencia <strong>de</strong>l venerable Anciano, se<br />
le da «autoridad, po<strong>de</strong>r y majestad», es objeto <strong>de</strong> la adoración<br />
<strong>de</strong> «todos los pueblos, naciones y lenguas» y «su dominio<br />
es un dominio eterno».<br />
«El Hijo <strong>de</strong>l hombre era una figura divina en el libro <strong>de</strong><br />
Daniel en el Antiguo Testamento, que vendría al fin <strong>de</strong>l<br />
mundo a juzgar a la humanidad y reinar para siempre», dijo<br />
el teólogo y filósofo William Lane Craig. «Por lo tanto, alegar<br />
ser el Hijo <strong>de</strong>l hombre sería en efecto un alegato <strong>de</strong> divinidad»26.<br />
Vanhoozer agrega un matiz interesante: «Lo curioso <strong>de</strong>l<br />
uso que Jesús hace <strong>de</strong> este título ... es que lo vinculó no solo<br />
con el tema <strong>de</strong> la gloria futura sino también con el tema <strong>de</strong>l<br />
sufrimiento y <strong>de</strong> la muerte. Con esto, Jesús estaba enseñando<br />
a sus discípulos algo nuevo acerca <strong>de</strong>l Mesías tan esperado, y<br />
es que su sufrimiento habría <strong>de</strong> prece<strong>de</strong>r a su gloria (p.ej.<br />
Lucas 9:22)>> 27.<br />
En segundo lugar, Vanhoozer señala que Jesús también<br />
<strong>de</strong>clara su divinidad cuando se refiere a sí, diciendo: «Yo<br />
soy», yen una ocasión afirma: «Ciertamente les aseguro que,<br />
antes que Abraham naciera, ¡yo soy!» (Juan 8:58). Se trata<br />
<strong>de</strong> una alusión obvia a las palabras <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> a Moisés <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
zarza ardiente y es una <strong>de</strong>claración tan inequívoca <strong>de</strong> igualdad<br />
con <strong>Dios</strong> que los oyentes tomaron piedras para arrojarle<br />
por la blasfemia. 2B<br />
En tercer lugar, Jesús se atribuye el <strong>de</strong>recho divino <strong>de</strong> perdonar<br />
los pecados <strong>de</strong>l paralítico en Marcos 2: «La única persona<br />
que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir algo así con todo sentido es <strong>Dios</strong><br />
mismo, porque el pecado, incluso si es en contra <strong>de</strong> otra persona,<br />
es primero y principalmente un <strong>de</strong>safío a <strong>Dios</strong> y a sus<br />
leyes»29.<br />
En cuarto lugar, hay todavía una afirmación trascen<strong>de</strong>ntal<br />
en la manera en que Jesús escogió a sus discípulos, según Ben<br />
Witherington III, autor <strong>de</strong> The Christology of ]esus [La<br />
Cristología <strong>de</strong> Jesús]: «(Jesús) no es simplemente parte <strong>de</strong><br />
Israel, no es meramente parte <strong>de</strong>l grupo redimido, él está formando<br />
el grupo; al igual que <strong>Dios</strong> en el Antiguo Testamento<br />
forma a su pueblo e instituye las doce tribus <strong>de</strong> Israel. Esa es<br />
una pista sobre cómo Jesús pensaba <strong>de</strong> sí»30.<br />
Tenemos una quinta clave acerca <strong>de</strong> la percepción que<br />
Jesús tenía <strong>de</strong> sí en la manera en que enseñaba: «(Jesús)<br />
comienza sus enseñanzas con la frase: "Ciertamente les aseguro",<br />
es <strong>de</strong>cir: "Juro con anticipación sobre la veracidad <strong>de</strong><br />
lo que les voy a <strong>de</strong>cir". Esto era absolutamente revolucionario»,<br />
según Witherington. Y, a continuación, explica:<br />
«En el judaísmo uno necesitaba el testimonio <strong>de</strong> dos testigos<br />
... Sin embargo, Jesús atestigua acerca <strong>de</strong> la veracidad <strong>de</strong><br />
sus palabras. En lugar <strong>de</strong> basar sus enseñanzas en la autoridad<br />
<strong>de</strong> otros, habla con autoridad propia.<br />
»Por lo tanto, es alguien que se consi<strong>de</strong>raba que tenía una