¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler

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PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DEL YOOA, LA REENCARNACIÓN ... 223 mente por causa del sistema de castas. Los primeros budistas fueron perseguidos y expulsados de la India; por esta razón el budismo, como religión, no prosperó tanto en la India como en otros países asiáticos. Las cuatro nobles verdades de Buda son las siguientes: 1. La noble verdad del dukkha (el sufrimiento, la insatisfacción, la tensión): la vida está fundamentalmente plagada de toda clase de decepciones. 2. La noble verdad de la causa del dukkha: esta insatisfacción se debe a la tanha, los deseos en todas sus formas. 3. La noble verdad del cese del dukkha: el fin a toda insatisfacción podrá encontrarse mediante la renuncia o el abandono de todo deseo. 4. La noble verdad del sendero que conduce al cese del dukkha: hay un método para alcanzar el fin de toda insatisfacción, y es el noble sendero óctuple. Para cada una de estas nobles verdades, Buda asignó una tarea específica para el practicante: la primera noble verdad debe ser comprendida; la segunda debe ser abandonada; la tercera debe ser realizada; la cuarta debe ser cultivada. La plena realización de la tercera noble verdad allana el camino para entrar en el Nibbana (en pali; Nirvana, en sánscrito), la libertad trascendental por aniquilación total (y abnegación [literalmente, desnudez]) del individuo es la meta final de todas sus enseñanzas. La última de las nobles verdades, el noble sendero óctuple, prescribe cómo aliviar nuestra infelicidad y alcanzar, eventualmente, y de una vez y para siempre, la liberación de todo el ciclo penoso y cansador de nacimiento y muerte (samsara) al que estamos encadenados por períodos interminables de tiempo, por causa de nuestra ignorancia de las cuatro nobles verdades (en pali, avijja; en sánscrito, avidya). El noble sen- dero óctuple ofrece una guía práctica comprensiva para el desarrollo de estas saludables cualidades y habilidades en el corazón humano, las cuales deben ser cultivadas para que el practicante alcance la meta final, o sea, la libertad suprema y felicidad del Nibbana. Las ocho cualidades que deben desarrollarse son la visión correcta, la motivación correcta, la palabra correcta, la acción correcta, el modo de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración correcta. En la práctica, Buda enseñó el noble sendero óctuple a sus seguidores, según un sistema de enseñanza gradual, comenzando con el desarrollo de la sila, o virtud (la palabra correcta, la acción correcta y el modo de vivir correcto, que se resumen en forma práctica por medio de preceptos), seguido por el desarrollo de samadhi, o la concentración, y el cultivo de la mente (el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración correcta), para culminar con el desarrollo del panna, o de la sabiduría (la visión correcta y la motivación correcta). La práctica del dana, o de la generosidad, servirá de apoyo a cada paso del sendero, ya que estimulará el desarrollo de un corazón compasivo y contrarrestará la tendencia natural del corazón hacia el deseo. El progreso, a lo largo de este sendero, no será una trayectoria lineal sino que el desarrollo de cada uno de los aspectos del noble sendero óctuple servirá para refinar y fortalecer todos los demás, haciendo avanzar al practicante en una espiral ascendente hacia la madurez espiritual que culminará en el despertar. Desde otro punto de vista, el largo viaje por este sendero que conduce al despertar comienza con las primeras conmociones tentativas de la visión correcta, los primeros atisbos de sabiduría por el que el individuo reconoce tanto la validez de la primera noble verdad como la inevitabilidad de la ley de kamma (en pali; karma, en sánscrito), la ley universal de

PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DEL YOOA, LA REENCARNACIÓN ... 225 causa y efecto. Cuando el individuo comienza a darse cuen, ta que las acciones malas producen inevitablemente resulta' dos dañinos y que las acciones saludables producen resulta, dos saludables, el deseo de vivir una vida productiva y recta y practicar de veras el sila se desarrollará de manera natural. La confianza producida por esta comprensión preliminar He' vará al practicante a confiar más y más en las enseñanzas. El seguidor se convierte en budista después de expresar una resolución interna de «refugiarse» en las tres joyas (o teso' ros): 1. El Buda, tanto el Buda histórico como el propio poten, cial innato para el despertar. 2. El Dhamma (en pali¡ o Dharrna, en sánscrito, que significa «enseñanza»), que incluye tanto las enseñanzas del Buda histórico como la verdad absoluta a las que apuntan. 3. La Sangha, la comunidad monástica que ha guardado las enseñanzas y que las ha practicado desde los días de Buda, como también todos los que han alcanzado al menos un grado de despertar. Con los pies firmemente plantados por haberse refugiado en «las tres joyas» y con un amigo admirable (kalyanamitta, en pali¡ o kalyanamitra, en sánscrito, que significa «amigo interesado en el bienestar de uno» ) para mostrarnos el cami, no, podemos comenzar a transitar el sendero, con la confian' za de que realmente estamos siguiendo los pasos del mismo Buda. El budismo, como Buda 10 enseñó originalmente y tal como lo transmite la escuela de los ancianos, no hace ningu, na referencia a una deidad o deidades personales y, en ese sentido, podría ser considerado ateísta (porque niega la exis, tencia de una deidad). La forma Theravada se asemeja al hin' duismo panteísta y parece concebir las mismas fuerzas imper, sonales. La palabra clave es la sabiduría, no en el sentido de aprehender algo objetivo sino en el contexto de la realiza' ción propia. La escuela moderna del budismo Zen, aunque no está ligada históricamente a la rama Theravada, promueve la meditación, la que también es recomendada incidentalmen, te por la escuela Theravada. La palabra zen en realidad es una desviación de la forma del sánscrito Dhyan, que significa «meditación». La palabra china Shan tiene el mismo signifi' cado. En el zen, como en la meditación trascendental, la idea de meditación está asociada con la ausencia y el vacío que conduciría a la «sabiduría». El individuo está en su propio mundo, y solo por su esfuerzo podrá emanciparse. La forma Mahayana, por otra parte, tiene algunas caracte, rísticas en común con el hinduismo popular politeísta. Ambas consideran que es necesario tener salvadores: en Mahayana, el mismo Buda es considerado un salvador y la salvación es por gracia. Las oraciones de petición son comu, nes a ambas. En algunos templos budistas hay lugares donde se puede ofrecer incienso a las divinidades hindúes. Aunque no se permite la presencia de deidades hindúes en el sanctum sanctorum budista (el lugar santísimo del recinto), se consi, dera que los ruegos a estas divinidades son..eficaces. Algunos métodos apologéticos sugeridos en el capítulo ocho (cf. «¿Cuáles son los principios fundamentales del hin' duismo?», en la pág. 197) podrían aplicarse de manera simi, lar a las formas Mahayana y Theravada de budismo. Además, podríamos señalar que, cualquier análisis de la vida, basado en criterios puramente negativos, acarreará inevitablemente problemas. Por ejemplo, para decir que todo es sufrimiento, deberíamos tener al menos una idea de lo que es el gozo y el placer. Reconocemos el sufrimiento solo porque 10 compara' mos con algo que puede gozarse. No nos daríamos cuenta de que el sufrimiento es efectivamente sufrimiento ¡si lo único que conociéramos fuera el sufrimiento! Es un razonamiento similar a las reflexiones de CS. Lewis antes de su conversión:

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mente por causa <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> castas. Los primeros budistas<br />

fueron perseguidos y expulsados <strong>de</strong> la India; por esta razón el<br />

budismo, como religión, no prosperó tanto en la India como<br />

en otros países asiáticos.<br />

Las cuatro nobles verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Buda son las siguientes:<br />

1. La noble verdad <strong>de</strong>l dukkha (el sufrimiento, la insatisfacción,<br />

la tensión): la vida está fundamentalmente plagada<br />

<strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> <strong>de</strong>cepciones.<br />

2. La noble verdad <strong>de</strong> la causa <strong>de</strong>l dukkha: esta insatisfacción<br />

se <strong>de</strong>be a la tanha, los <strong>de</strong>seos en todas sus formas.<br />

3. La noble verdad <strong>de</strong>l cese <strong>de</strong>l dukkha: el fin a toda insatisfacción<br />

podrá encontrarse mediante la renuncia o el<br />

abandono <strong>de</strong> todo <strong>de</strong>seo.<br />

4. La noble verdad <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro que conduce al cese <strong>de</strong>l<br />

dukkha: hay un método para alcanzar el fin <strong>de</strong> toda insatisfacción,<br />

y es el noble sen<strong>de</strong>ro óctuple.<br />

Para cada una <strong>de</strong> estas nobles verda<strong>de</strong>s, Buda asignó una<br />

tarea específica para el practicante: la primera noble verdad<br />

<strong>de</strong>be ser comprendida; la segunda <strong>de</strong>be ser abandonada; la<br />

tercera <strong>de</strong>be ser realizada; la cuarta <strong>de</strong>be ser cultivada. La<br />

plena realización <strong>de</strong> la tercera noble verdad allana el camino<br />

para entrar en el Nibbana (en pali; Nirvana, en sánscrito), la<br />

libertad trascen<strong>de</strong>ntal por aniquilación total (y abnegación<br />

[literalmente, <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z]) <strong>de</strong>l individuo es la meta final <strong>de</strong><br />

todas sus enseñanzas.<br />

La última <strong>de</strong> las nobles verda<strong>de</strong>s, el noble sen<strong>de</strong>ro óctuple,<br />

prescribe cómo aliviar nuestra infelicidad y alcanzar, eventualmente,<br />

y <strong>de</strong> una vez y para siempre, la liberación <strong>de</strong> todo<br />

el ciclo penoso y cansador <strong>de</strong> nacimiento y muerte (samsara)<br />

al que estamos enca<strong>de</strong>nados por períodos interminables <strong>de</strong><br />

tiempo, por causa <strong>de</strong> nuestra ignorancia <strong>de</strong> las cuatro nobles<br />

verda<strong>de</strong>s (en pali, avijja; en sánscrito, avidya). El noble sen-<br />

<strong>de</strong>ro óctuple ofrece una guía práctica comprensiva para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estas saludables cualida<strong>de</strong>s y habilida<strong>de</strong>s en el<br />

corazón humano, las cuales <strong>de</strong>ben ser cultivadas para que el<br />

practicante alcance la meta final, o sea, la libertad suprema y<br />

felicidad <strong>de</strong>l Nibbana. Las ocho cualida<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>sarrollarse<br />

son la visión correcta, la motivación correcta, la<br />

palabra correcta, la acción correcta, el modo <strong>de</strong> vida correcto,<br />

el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración<br />

correcta.<br />

En la práctica, Buda enseñó el noble sen<strong>de</strong>ro óctuple a sus<br />

seguidores, según un sistema <strong>de</strong> enseñanza gradual, comenzando<br />

con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la sila, o virtud (la palabra correcta,<br />

la acción correcta y el modo <strong>de</strong> vivir correcto, que se resumen<br />

en forma práctica por medio <strong>de</strong> preceptos), seguido por<br />

el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> samadhi, o la concentración, y el cultivo <strong>de</strong><br />

la mente (el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración<br />

correcta), para culminar con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />

panna, o <strong>de</strong> la sabiduría (la visión correcta y la motivación<br />

correcta). La práctica <strong>de</strong>l dana, o <strong>de</strong> la generosidad, servirá <strong>de</strong><br />

apoyo a cada paso <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, ya que estimulará el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> un corazón compasivo y contrarrestará la ten<strong>de</strong>ncia<br />

natural <strong>de</strong>l corazón hacia el <strong>de</strong>seo.<br />

El progreso, a lo largo <strong>de</strong> este sen<strong>de</strong>ro, no será una trayectoria<br />

lineal sino que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los aspectos<br />

<strong>de</strong>l noble sen<strong>de</strong>ro óctuple servirá para refinar y fortalecer<br />

todos los <strong>de</strong>más, haciendo avanzar al practicante en una<br />

espiral ascen<strong>de</strong>nte hacia la madurez espiritual que culminará<br />

en el <strong>de</strong>spertar.<br />

Des<strong>de</strong> otro punto <strong>de</strong> vista, el largo viaje por este sen<strong>de</strong>ro<br />

que conduce al <strong>de</strong>spertar comienza con las primeras conmociones<br />

tentativas <strong>de</strong> la visión correcta, los primeros atisbos <strong>de</strong><br />

sabiduría por el que el individuo reconoce tanto la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong><br />

la primera noble verdad como la inevitabilidad <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong><br />

kamma (en pali; karma, en sánscrito), la ley universal <strong>de</strong>

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