¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler

¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler ¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler

elteologillo.files.wordpress.com
from elteologillo.files.wordpress.com More from this publisher
08.11.2014 Views

PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DEL HINDUÍSMO y 000 207 hacia fuera», hacia Dios. Como la enseñanza metafísica, detrás de esta meditación es que somos extensiones de la rea, lidad absoluta de Brahmán, se nos exhorta a mirar nuestro interior para comprender esta «verdad»: que somos parte del Infinito. El pecado del «lucero de la mañana» fue querer hacerse «semejante al Altísimo» (Isaías 14:12,14). Este intento de realización personal, como parte del Infinito, es una forma sutil de idolatría e inevitablemente una entrada a los designios del maligno. Por el contrario, el Dios trino de la fe cristiana tiene poder de comunicación eterna. Es un Dios que crea por medio de su Palabra, tanto que podemos creer que el universo es real y objetivo, así como tiene realidad la palabra hablada. Este Dios nos creó con la facultad para pensar y hablar. Menospreciar la facultad de pensar es despreciar nuestro ser creado. Los cristianos, en occidente, deberíamos reaccionar Contra las técnicas de meditación extrañas y exóticas que enseñan los partidarios de la Nueva Era y adoptar posturas contra este tipo de práctica. La respuesta a la meditación errónea no puede ser no meditar sino meditar bien. Necesitamos responder a la meditación vacía del movimien, to de la Nueva Era con meditación sobre contenidos. La Biblia nos exhorta a meditar en la Palabra de Dios (d. Salmo 1:2) y a pensar en todo aquello que sea lo verdadero, respetable, justo, puro, amable, digno de admiración, excelente y digno de alabanza (d. Filipenses 4:8). Los cristianos hoy corremos el riesgo de tener la Palabra en un disco duro en vez de guar, darla en el corazón (cf. Salmo 119: 11). También necesitamos superar un entendimiento cerebral e inductivo de la Palabra de Dios para interactuar con esta, subjetivamente, en contemplación, para convertirnos en sujetos en la narrativa de la revelación de Dios más que en objetos que la estudian desde afuera. La obra transformadora del Espíritu Santo se convertirá en una realidad en la vida solo cuando la persona de Jesucristo apele desde la Biblia (d. 2 Corintios 3:18). Un entendimiento más cabal y una apli' cación de 2 Corintios 10:4,5, implicaría una liberación inte, rior del poder de Dios mediante las Escrituras para que aun los baluartes mentales de la vida de las ideas sean vencidos y cautivados a la obediencia a Cristo. Confío en que se aprecien mis reparos para sugerir una nueva técnica de meditar en la Biblia. No quisiera restringir la meditación en la Biblia a una sola metodología y triviali, zar así la gloriosa teología de la Biblia. En cambio, prefiero sugerir que el énfasis de la Nueva Era, en los aspectos subje, tivos de la meditación religiosa, debería conducirnos a exa, minar la subjetividad legítima que la Biblia promueve sin desviarnos a un misticismo impropio. Entonces, y solamente entonces, podremos responder teórica y prácticamente a las ideas sobre la meditación que postula la Nueva Era. Conclusión Las aspiraciones del hinduismo clásico y los movimientos modernos de la Nueva Era apuntan a dos polos del espectro teológico. El primero se refiere a dioses personales y finitos, mientras que el segundo hace hincapié en una realidad infi, nita e impersonal. Por 10 tanto, son indicadores de que sus seguidores anhelan una relación con los dioses, por una parte, y con la realidad absoluta del infinito, por otra. El Dios de la Biblia satisface mucho más que esos anhelos, porque es Infinito y porque tiene una relación personal manifestada 'por la Trinidad. Como iglesia de Dios, nuestra apologética final es ser una comunidad de cristianos que se aman entre sí y que anuncian al mundo que somos discípulos de Cristo (d. Juan 13:34,35).

208 ¡ ij u IfU CR f ú R U I U n PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN Y. LA DISCUSIÓN 1. ¿Qué señales podría ver en sus conocidos que pudieran indicarle que están buscando respuestas en la religión . de la Nueva Era? 2. Dedique un momento para reflexionar sobre la magni .. tud del pecado humano como rebelión cósmica y del sacrificio expiatorio de Jesucrist() como suficiente a la luz de las ideas inadecuadas· de pecado y de·. eXr)laC1Ofi postuladas por las religiones vistas . en este ¿Qué ideas le vienen a,la mente? 3. 'Considere cómo la iglesia.(as( COmo toda· la familia tiana) puede serVir cotnomodeload.ecuí;ldo para rE·~tleia! la unidad y la relación de l~, Trinidad y,por lo tanto, interesante para los seguidoreS de ,las teligiOfleSide·, Nueva Era. Discutacoh stifamíliay otros creyentes implica esto. ' Capítulo nueve I ~~[~~~l~~ mfl~ll[~ ~~[~~~ ~[l ~~~~, I l~ ~[[~~~~~~~m~ ~ [l ~~m~m~ L.T. ]EVACHANDRAN e amo se mencionó en el capítulo ocho, los cristianos en occidente se enfrentan a una cultura que cada vez más está influida por las filosofías y prácticas de la Nueva Era y de otras religiones orientales. Además, observamos que los cristianos no solo deberían considerar las respuestas teológicas y filosóficas propuestas por estas religiones alternativas, sino que deberían examinar el contexto existencial en que se propagan. Por ejemplo, el cristianismo enseña inequívocamente que el tiempo es lineal y que los seres humanos seremos responsables de lo que hagamos en esta vida porque Dios nos juzgará después de la muerte (cf. Hebreos 9:27). Creer en la reencarnación o en cualquier otro tipo de existencia intermedia entre el aquí y el más allá está, por lo tanto, descartado según los principios de la fe cristiana. Sin embargo, el interés en la reencarnación, en un contexto pos-cristiano occidental, surge posiblemente por dos motivos. Primero, muchas personas quisieran comunicarse con los muertos. El deseo del obispo James Pike de hablar con su hijo, que había muerto hacía unos años, causó un revuelo en los periódicos y precipitó una serie de artículos acerca de aquellas personas que se suponía habían podido conectarse 209

PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DEL HINDUÍSMO y 000 207<br />

hacia fuera», hacia <strong>Dios</strong>. Como la enseñanza metafísica,<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esta meditación es que somos extensiones <strong>de</strong> la rea,<br />

lidad absoluta <strong>de</strong> Brahmán, se nos exhorta a mirar nuestro<br />

interior para compren<strong>de</strong>r esta «verdad»: que somos parte <strong>de</strong>l<br />

Infinito. El pecado <strong>de</strong>l «lucero <strong>de</strong> la mañana» fue querer<br />

hacerse «semejante al Altísimo» (Isaías 14:12,14). Este<br />

intento <strong>de</strong> realización personal, como parte <strong>de</strong>l Infinito, es<br />

una forma sutil <strong>de</strong> idolatría e inevitablemente una entrada a<br />

los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong>l maligno.<br />

Por el contrario, el <strong>Dios</strong> trino <strong>de</strong> la fe cristiana tiene po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong> comunicación eterna. Es un <strong>Dios</strong> que crea por medio <strong>de</strong><br />

su Palabra, tanto que po<strong>de</strong>mos creer que el universo es real y<br />

objetivo, así como tiene realidad la palabra hablada. Este<br />

<strong>Dios</strong> nos creó con la facultad para pensar y hablar.<br />

Menospreciar la facultad <strong>de</strong> pensar es <strong>de</strong>spreciar nuestro ser<br />

creado. Los cristianos, en occi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>beríamos reaccionar<br />

Contra las técnicas <strong>de</strong> meditación extrañas y exóticas que<br />

enseñan los partidarios <strong>de</strong> la Nueva Era y adoptar posturas<br />

contra este tipo <strong>de</strong> práctica. La respuesta a la meditación<br />

errónea no pue<strong>de</strong> ser no meditar sino meditar bien.<br />

Necesitamos respon<strong>de</strong>r a la meditación vacía <strong>de</strong>l movimien,<br />

to <strong>de</strong> la Nueva Era con meditación sobre contenidos. La Biblia<br />

nos exhorta a meditar en la Palabra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> (d. Salmo 1:2) y<br />

a pensar en todo aquello que sea lo verda<strong>de</strong>ro, respetable,<br />

justo, puro, amable, digno <strong>de</strong> admiración, excelente y digno<br />

<strong>de</strong> alabanza (d. Filipenses 4:8). Los cristianos hoy corremos<br />

el riesgo <strong>de</strong> tener la Palabra en un disco duro en vez <strong>de</strong> guar,<br />

darla en el corazón (cf. Salmo 119: 11).<br />

También necesitamos superar un entendimiento cerebral e<br />

inductivo <strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> para interactuar con esta,<br />

subjetivamente, en contemplación, para convertirnos en<br />

sujetos en la narrativa <strong>de</strong> la revelación <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> más que en<br />

objetos que la estudian <strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera. La obra transformadora<br />

<strong>de</strong>l Espíritu Santo se convertirá en una realidad en la vida<br />

solo cuando la persona <strong>de</strong> Jesucristo apele <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Biblia (d.<br />

2 Corintios 3:18). Un entendimiento más cabal y una apli'<br />

cación <strong>de</strong> 2 Corintios 10:4,5, implicaría una liberación inte,<br />

rior <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> mediante las Escrituras para que aun<br />

los baluartes mentales <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as sean vencidos y<br />

cautivados a la obediencia a Cristo.<br />

Confío en que se aprecien mis reparos para sugerir una<br />

nueva técnica <strong>de</strong> meditar en la Biblia. No quisiera restringir<br />

la meditación en la Biblia a una sola metodología y triviali,<br />

zar así la gloriosa teología <strong>de</strong> la Biblia. En cambio, prefiero<br />

sugerir que el énfasis <strong>de</strong> la Nueva Era, en los aspectos subje,<br />

tivos <strong>de</strong> la meditación religiosa, <strong>de</strong>bería conducirnos a exa,<br />

minar la subjetividad legítima que la Biblia promueve sin<br />

<strong>de</strong>sviarnos a un misticismo impropio. Entonces, y solamente<br />

entonces, podremos respon<strong>de</strong>r teórica y prácticamente a las<br />

i<strong>de</strong>as sobre la meditación que postula la Nueva Era.<br />

Conclusión<br />

Las aspiraciones <strong>de</strong>l hinduismo clásico y los movimientos<br />

mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> la Nueva Era apuntan a dos polos <strong>de</strong>l espectro<br />

teológico. El primero se refiere a dioses personales y finitos,<br />

mientras que el segundo hace hincapié en una realidad infi,<br />

nita e impersonal. Por 10 tanto, son indicadores <strong>de</strong> que sus<br />

seguidores anhelan una relación con los dioses, por una parte,<br />

y con la realidad absoluta <strong>de</strong>l infinito, por otra. El <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> la<br />

Biblia satisface mucho más que esos anhelos, porque es<br />

Infinito y porque tiene una relación personal manifestada<br />

'por la Trinidad. Como iglesia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, nuestra apologética<br />

final es ser una comunidad <strong>de</strong> cristianos que se aman entre sí<br />

y que anuncian al mundo que somos discípulos <strong>de</strong> Cristo (d.<br />

Juan 13:34,35).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!