¿Quien-creo-a-Dios? de R. Zacharias-N. Geisler
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194 ¿ ~ U I ¡ ~ e ~ I Ó ~ D I D P<br />
PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DEL HINDUÍSMO y 000<br />
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un aspecto fundamental <strong>de</strong>l panteísmo hindú. (Comparece<br />
la siguiente pregunta para una explicación <strong>de</strong> la palabra pan,<br />
teísmo). Su manera <strong>de</strong> abordar el tema fue bien recibida por<br />
los sincretistas presentes en la conferencia, porque implicaba<br />
que todos éramos aceptados por <strong>Dios</strong> (porque cualquier<br />
manera <strong>de</strong> llegar a <strong>Dios</strong> era igualmente válida) y, por lo<br />
tanto, todos éramos hermanos y hermanas.<br />
En las conversaciones que mantuvo con cristianos, durante<br />
esa conferencia, también negó la existencia <strong>de</strong>l pecado,<br />
porque toda la realidad era una y, por lo tanto, una distinción<br />
<strong>de</strong>finitoria entre el bien y el mal era imposible. Se le atribuye<br />
a él el haber afirmado la inolvidable consigna: «Es un pecado<br />
<strong>de</strong>cir que otro hombre es pecador». Sustentaba su posición<br />
postulando la unidad categórica <strong>de</strong> todas las cosas,<br />
incluyendo aparentemente las i<strong>de</strong>as contradictorias.<br />
Más recientemente, el movimiento hippie, <strong>de</strong> la década <strong>de</strong><br />
los sesenta, fue el momento en que el pensamiento religioso<br />
oriental se extendió como reguero <strong>de</strong> pólvora en el mundo<br />
occi<strong>de</strong>ntal. Un número <strong>de</strong> jóvenes, muchos <strong>de</strong> los cuales provenían<br />
<strong>de</strong> hogares cristianos, peregrinaron a Oriente en búsqueda<br />
<strong>de</strong> su realización. Les parecía que su cristianismo nati~<br />
vo era <strong>de</strong>masiado intelectual y que no estaba a la altura <strong>de</strong><br />
satisfacer las necesida<strong>de</strong>s más íntimas <strong>de</strong> sus corazones. Veían<br />
en el <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> los cristianos una figura autoritaria, arbitraria y<br />
cruel. Les parecía que la meditación oriental era más propi,<br />
cia para ponerlos en contacto directo con lo trascen<strong>de</strong>ntal.<br />
La naturaleza exótica <strong>de</strong> las creencias, prácticas y rituales<br />
ofrecían un cambio agradable para el cristianismo bastante<br />
monótono que conocían por experiencia. 1<br />
Algunos <strong>de</strong> los primeros gurúes <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> la<br />
Nueva Era que llegaron a occi<strong>de</strong>nte, por ejemplo el<br />
Maharishi Mahesh Yogi, re elaboró las creencias y prácticas<br />
hindúes para que fueran intelectual y socialmente aceptables<br />
en occi<strong>de</strong>nte. Los yoguis promocionaron sus enseñanzas en<br />
algunas <strong>de</strong> las escuelas públicas estadouni<strong>de</strong>nses bajo el título<br />
«La ciencia <strong>de</strong> la inteligencia creativa». (Sin embargo, en<br />
1977, estos <strong>de</strong>partamentos académicos fueron <strong>de</strong>clarados<br />
inconstitucionales por los tribunales estadouni<strong>de</strong>nses porque<br />
enseñaban religión). En la actualidad, personas como<br />
Deepak Chopra, han popularizado diversas técnicas <strong>de</strong> la<br />
Nueva Era para aliviar el estrés en el contexto <strong>de</strong> una sociedad<br />
que es altamente competitiva, industrializada y próspera.<br />
Los cristianos no <strong>de</strong>berían limitarse a analizar las respuestas<br />
teológicas y filosóficas propuestas por el movimiento <strong>de</strong> la<br />
Nueva Era, sino también a examinar el contexto existencial en<br />
que estas i<strong>de</strong>as encuentran suelo fértil. De pasada, también<br />
veremos cómo encarar este campo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista cristiano.<br />
Los menciono brevemente en los siguientes párrafos.<br />
No es difícil ver que el movimiento <strong>de</strong> la Nueva Era<br />
encuentra en lo subjetivo un terreno fértil. Por otra parte, la<br />
fe cristiana, en particular, para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> los azotes<br />
<strong>de</strong>l secularismo ateo y <strong>de</strong>l relativismo <strong>de</strong> otras épocas, tien<strong>de</strong><br />
a jerarquizar lo objetivo. De hecho, la apologética cristiana<br />
se basa en la necesidad <strong>de</strong> la naturaleza objetiva <strong>de</strong> su fe. Con<br />
esto, parecería que hemos perdido contacto con las respuestas<br />
subjetivas que el cristianismo ofrece a quienes tienen<br />
inquietu<strong>de</strong>s espirituales, un hecho evi<strong>de</strong>nte si se tiene en<br />
cuenta la popularidad <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l apologista Ravi <strong>Zacharias</strong>,<br />
Cries of the Heart [Clamores <strong>de</strong>l corazón).2<br />
Sin abandonar la necesidad <strong>de</strong> objetividad y <strong>de</strong> historicidad<br />
propias <strong>de</strong> la verdad, necesitamos presentar, sin reservas,<br />
la dimensión subjetiva <strong>de</strong>l evangelio: «Prueben y vean que el<br />
Señor es bueno» (Salmo 34:8). Todas las afirmaciones objetivas<br />
<strong>de</strong> verdad que Jesús pronunció, en particular sus famosas<br />
«Yo soy» <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> Juan, están acompañadas por<br />
llamados a un compromiso y experiencia subjetiva.<br />
La preferencia por lo subjetivo podría estar acompañada