07.11.2014 Views

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Los de nuestra oficina central insistieron mucho en que usted firmase ejemplares<br />

aquí.<br />

Jude aún estaba tratando de contestar algo ocurrente cuando la mujer lo tomó por el<br />

brazo y lo condujo hacia el escritorio.<br />

—¿Por qué no se sienta aquí? —preguntó en el oficioso tono de una maestra<br />

recibiendo en su clase a un nuevo alumno.<br />

—Un vaso de vino me vendría bien para calmar los nervios.<br />

Dado que ella me trata como si yo fuera Jeffrey Archer, se dijo Jude, no tengo por<br />

qué no comportarme como si fuera Dylan Thomas.<br />

—Desde luego. Ahora se lo traemos.<br />

Jude se preguntó por qué la mujer usaba el plural. Aparte de ellos dos, en el local<br />

sólo había otro empleado y unos cuantos compradores en la sección de libros de viaje y<br />

biografías. Aquello era la pesadilla de cualquier autor hecha realidad: un montón de libros<br />

por vender y nadie a quien dedicárselos. Apuró el vino de un trago y tendió el vaso de<br />

plástico para que se lo volvieran a llenar. La mujer torció el gesto y fue con el vaso hasta<br />

el buffet.<br />

Jude colgó del respaldo del sillón la chaqueta mojada y se sentó al escritorio, que<br />

era de caoba y tan cómodo que casi le dieron ganas de ponerse a escribir algo, quizá a<br />

mano y con una pluma de ave. Deseó que apareciera algún comprador para dedicarle<br />

unos renglones bien floridos. En la calle seguía lloviendo a mares. Cogió un libro de la<br />

parte alta de la pila, abrió una página al azar y comenzó a leer. El texto le pareció<br />

enrevesado y torpe, así que volvió a dejar el libro donde estaba, y se bebió otro vaso de<br />

vino. Esta vez, fue él mismo al bufé a llenárselo de nuevo. Al regresar al escritorio cogió<br />

de un estante un ejemplar de Trampa 22.<br />

Una joven que llevaba una trinchera verde con el cinturón hecho un nudo se acercó<br />

al escritorio, miró el póster, a Jude, y de nuevo el póster.<br />

—Sí, soy yo —dijo él, con una sonrisa.<br />

—¿Quiere decir que es usted escritor?<br />

—Pues sí.<br />

—¿Y qué clase de escritor es usted?<br />

Jude no esperaba esa pregunta y respondió lo primero que se le vino a la cabeza.<br />

—Popular. Escribo para las masas.<br />

—Ya.<br />

La joven cogió un libro y lo hojeó con el entrecejo fruncido. Jude trató de adivinar qué<br />

significaba el ceño, ¿interés o desdén? Luego vio con asombro que la mujer iba con la<br />

novela hasta la caja, la pagaba y volvía para que se la dedicase.<br />

«Jude Harley —escribió él con florida caligrafía—. El pueblo vencerá. Aprovechad el<br />

día.»<br />

—Tiene usted un nombre muy raro.<br />

—Es la abreviatura de Judas. Me lo pusieron por Judas Priest, la banda de heavy<br />

metal. Mi madre era fanática del rock.<br />

Tras dirigirle una desconcertada sonrisa, la joven cerró el libro y salió del local<br />

cerrando la puerta suavemente a su espalda. Jude bebió otro vaso de vino. Se sentía de<br />

maravilla. Judas Priest. Tenía que volver a gastar aquella broma.<br />

Durante los siguientes cuarenta y cinco minutos, por la librería desfilaron una docena<br />

de personas, y tres de ellas compraron su libro. Entre venta y venta, Jude hojeó Trampa<br />

85

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!