Darnton, John - Experimento
Darnton, John - Experimento Darnton, John - Experimento
—Lo cual vuelve a ir en contra del sentido común. —La cosa empeora. Según ciertos estudios, los gemelos separados al nacer se parecen más entre sí que los que crecen juntos. —¿Más? ¿Cómo es posible? Ella sonrió, bebió un largo sorbo de vino y dejó la copa en la mesa. —La teoría más convincente es que a veces los gemelos que se crían juntos hacen grandes esfuerzos por distinguirse el uno del otro. Quieren desarrollar sus propias identidades, lo cual es comprensible. La dinámica emocional existente entre los gemelos que crecen juntos es más complicada de lo que alcanzamos a imaginar. —Pero resulta paradójico. ¿Cómo es posible que unos gemelos que se ven por primera vez alcanzada ya la mediana edad puedan ser más parecidos que unos gemelos que han crecido en la misma casa? Eso va en contra de lo que el sentido común nos dice, que el carácter lo forman las vivencias, la familia y la educación. —Admito que cuesta creerlo. ¿Será que, a fin de cuentas, todas esas cosas, la familia, la vida de hogar, los estudios, no tienen la importancia que se les atribuye? ¿Será que no importa que nuestros padres nos adoren o que no nos hagan caso, que nuestros hermanos nos presten su apoyo o nos hagan la vida imposible, que los abuelos nos inculquen las tradiciones del pasado o que se encuentren en la tumba? ¿Será que nada de todo ello nos marca irremediablemente? —Yo creo que sí nos marca. A mí me parece indiscutible que dos personas que viven en el mismo ambiente tienen muchas más posibilidades de parecerse entre sí. Piensa en todas las influencias comunes: ir a la misma guardería, escuchar los mismos sermones dominicales, recibir los mismos abrazos maternos y los mismos correazos paternos. ¿Carece todo ello de importancia? —Aparentemente, sí carece de importancia —contestó Tizzie—. Tal vez todas esas cosas no pesen mucho a la hora de formar nuestros caracteres. Quizá lo que determina nuestra identidad son otros factores. —¿Qué factores? —Hay dos posibilidades —respondió ella después de dar un sorbo a su vino—. La primera es que la personalidad tenga raíces genéticas mucho más profundas de lo que creemos, que se desarrolle de forma más o menos autónoma, como una película que se va desenrollando de una bobina. Ésa es una posibilidad que resulta bastante sobrecogedora, ya que no deja mucho espacio para la enmienda... para eso que llamamos libre albedrío. —¿Y la segunda? —Pues que, simplemente, no hemos logrado identificar los factores que resultan decisivos en la formación de la personalidad. Tal vez se trate de experiencias tan profundas y básicas de la primera infancia que se impongan a otras posteriores. Quizá se trate de formas distintas de enfrentarse a la propia existencia. O de aceptar las pérdidas o la idea de la muerte. O quizá sea algo mental, relacionado con el modo como nuestro cerebro interactúa con el mundo exterior, de cómo asimilamos las experiencias. Exteriormente, las cosas pueden resultar muy parecidas para dos personas cualesquiera. Pero interiormente, esas dos personas podrían estar viviendo en dos universos totalmente distintos y separados. Para ellos, la vida nunca podría ser, no ya igual, sino ni siquiera parecida. Tizzie hizo girar el vino en su copa. —No sé si conoces parejas de gemelos idénticos. Casi todo el mundo conoce alguna. Y lo que resulta muy curioso es que, aunque los gemelos sean muy parecidos, en cuanto los tratas un poco, no tienes la menor dificultad en distinguir al uno del otro. Y es 61
que, como personas, son auténticamente distintos. Y, naturalmente, hay un hecho que demuestra hasta qué punto es eso cierto. —¿A qué te refieres? —A que, aunque es perfectamente posible enamorarse de un gemelo, no conozco ni un solo caso en el que alguien se haya enamorado de los dos. Los cónyuges de gemelos idénticos resultan invitados fantásticos para los reality shows. Ya sabes: «¿cómo consigue usted no sentirse atraída por su cuñado?», y cosas así. Pero lo cierto es que en la vida real el conflicto no suele plantearse. Lo que resulta aún más interesante, desde el punto de vista de lo que nos es posible averiguar por medio de la investigación, es contemplar la cuestión desde la perspectiva de los gemelos. Los gemelos idénticos separados al nacer ¿se sienten atraídos por el mismo tipo de persona? »En lo referente a sus vidas amorosas, existen muchas coincidencias. Comienzan a salir con chicas o chicos más o menos al mismo tiempo, tienen los mismos problemas y disfunciones sexuales, se divorcian más o menos las mismas veces, e incluso, en el caso de las mujeres, comienzan a tener la regla al mismo tiempo. Pero en lo de elegir pareja la cosa no está tan clara y existen opiniones contrapuestas. Según un estudio realizado en Minnesota, los cónyuges suelen ser tremendamente distintos. Sin embargo, otros estudios tienden a indicar lo contrario. Quizá lo que ocurra es que, a fin de cuentas, lo que no entendemos es el amor. Jude se dio cuenta de que la copa de su compañera estaba vacía y la interrogó con la mirada. Tizzie asintió con una sonrisa y él llamó al camarero para pedirle otro vino y otro whisky. —En el tema de los gemelos hay muchas cosas sin explicar —continuó la joven—. Supongo que por eso me atrae. Todavía nos encontramos en la etapa de las preguntas fundamentales. Tomemos por ejemplo a los gemelos fraternos: como todos sabemos, se producen cuando dos óvulos distintos son fertilizados al mismo tiempo. Pero... ¿sabías que incluso ellos comparten una serie de rasgos físicos, mucho mayor que los hermanos normales, y que, por ejemplo, sus dentaduras son más simétricas? ¿Por qué demonios tiene que suceder eso? »En algunos casos, tal vez los gemelos fraternos procedan de un mismo óvulo que se escinde antes de la fertilización. No lo sabemos. Para empezar, ni siquiera sabemos por qué se producen los nacimientos de gemelos, qué es lo que hace que caigan dos óvulos o que uno de ellos se divida. Pero lo que sí sabemos, al menos ahora, es que ocurre con más frecuencia de lo que se sospechaba. —¿A qué te refieres? —Ahora que disponemos de los ultrasonidos para detectar embarazos incipientes, nos hemos encontrado con que el embarazo doble es un fenómeno muchísimo más frecuente de lo que las estadísticas indican. Más o menos, hay un parto de gemelos por cada noventa alumbramientos. Pero, aunque te cueste creerlo, un embarazo de cada ocho, comienza siendo de gemelos. —Es asombroso. —Sí que lo es. Los ginecólogos cuentan historias sumamente interesantes. Un día una mujer aparece por la consulta, el doctor la examina con ultrasonidos y descubre que lleva en su seno dos pequeños embriones. Cuatro semanas más tarde, regresa y ya sólo hay un embrión. —El otro murió. —Exacto. —O sea que, mientras estábamos en el útero, unos cuantos de nosotros tuvimos hermanos gemelos de los que nunca llegamos a tener la menor noticia. 62
- Page 9 and 10: —¿Y cómo lo sabemos? —¿Por q
- Page 11 and 12: otros de sus recuerdos, aquél tamb
- Page 13 and 14: parecerle más pequeño, frágil, c
- Page 15 and 16: pequeños orificios de color negro
- Page 17 and 18: aguja de ocho centímetros. Skyler
- Page 19 and 20: —Tengo que marcharme —dijo al t
- Page 21 and 22: CAPÍTULO 2 Jude Harley fue al West
- Page 23 and 24: aroma del rico café colombiano. El
- Page 25 and 26: —No demasiado lejos. En Tylervill
- Page 27 and 28: Skyler se pasó cinco días sin dor
- Page 29 and 30: la cámara acristalada de la parte
- Page 31 and 32: Skyler miró hacia la deteriorada m
- Page 33 and 34: CAPÍTULO 4 Tras conducir un rato a
- Page 35 and 36: transmitir de un individuo al otro.
- Page 37 and 38: —¿Cómo lo sabe? —Por un lado,
- Page 39 and 40: cortarían en láminas del grosor d
- Page 41 and 42: —Ah, te refieres a lo de New Palt
- Page 43 and 44: Skyler, cada vez más preocupado, c
- Page 45 and 46: demasiado y la cabeza se negase a a
- Page 47 and 48: CAPÍTULO 6 ¡Cristo bendito!, masc
- Page 49 and 50: olsillo una micrograbadora y coloca
- Page 51 and 52: su asiento y, viendo que Jude segu
- Page 53 and 54: —Lo que produce auténtico pasmo
- Page 55 and 56: CAPÍTULO 7 Skyler corría a travé
- Page 57 and 58: que se fraguaba el miedo y a él ya
- Page 59: CAPÍTULO 8 —Bueno, ¿dónde est
- Page 63 and 64: —Desde luego. Al uso de la metáf
- Page 65 and 66: mano. En la parte delantera se veí
- Page 67 and 68: —Por eso tuve que irme el otro d
- Page 69 and 70: —Sus padres también pertenecían
- Page 71 and 72: oscuro que se movía al igual que e
- Page 73 and 74: Smokey había vivido mucho y le gus
- Page 75 and 76: CAPÍTULO 12 Jude llegaba tarde al
- Page 77 and 78: —Operaciones Especiales. La secre
- Page 79 and 80: Esta vez en la cama les había ido
- Page 81 and 82: Jude se quedó totalmente desconcer
- Page 83 and 84: había algo misterioso que quedaba
- Page 85 and 86: 22 y asumió una afectada actitud d
- Page 87 and 88: Entonces vio al hombre corpulento y
- Page 89 and 90: color marrón. Era un lugar deprime
- Page 91 and 92: El propio Skyler se hacía la misma
- Page 93 and 94: desorientado. Aun aceptando la posi
- Page 95 and 96: —Sí, y se parecen muchísimo. S
- Page 97 and 98: Skyler se sentó en la silla, que e
- Page 99 and 100: músculo del antebrazo. Cuando alz
- Page 101 and 102: —Nuestra marca. Todos la tenemos.
- Page 103 and 104: —De nada. Si te parece, un día e
- Page 105 and 106: Y, más aún, Jude advirtió que el
- Page 107 and 108: Jude se removió profundamente dorm
- Page 109 and 110: Inconscientemente, Jude reparó en
que, como personas, son auténticamente distintos. Y, naturalmente, hay un hecho que<br />
demuestra hasta qué punto es eso cierto.<br />
—¿A qué te refieres?<br />
—A que, aunque es perfectamente posible enamorarse de un gemelo, no conozco ni<br />
un solo caso en el que alguien se haya enamorado de los dos. Los cónyuges de gemelos<br />
idénticos resultan invitados fantásticos para los reality shows. Ya sabes: «¿cómo consigue<br />
usted no sentirse atraída por su cuñado?», y cosas así. Pero lo cierto es que en la vida<br />
real el conflicto no suele plantearse. Lo que resulta aún más interesante, desde el punto<br />
de vista de lo que nos es posible averiguar por medio de la investigación, es contemplar la<br />
cuestión desde la perspectiva de los gemelos. Los gemelos idénticos separados al nacer<br />
¿se sienten atraídos por el mismo tipo de persona?<br />
»En lo referente a sus vidas amorosas, existen muchas coincidencias. Comienzan a<br />
salir con chicas o chicos más o menos al mismo tiempo, tienen los mismos problemas y<br />
disfunciones sexuales, se divorcian más o menos las mismas veces, e incluso, en el caso<br />
de las mujeres, comienzan a tener la regla al mismo tiempo. Pero en lo de elegir pareja la<br />
cosa no está tan clara y existen opiniones contrapuestas. Según un estudio realizado en<br />
Minnesota, los cónyuges suelen ser tremendamente distintos. Sin embargo, otros estudios<br />
tienden a indicar lo contrario. Quizá lo que ocurra es que, a fin de cuentas, lo que no<br />
entendemos es el amor.<br />
Jude se dio cuenta de que la copa de su compañera estaba vacía y la interrogó con<br />
la mirada. Tizzie asintió con una sonrisa y él llamó al camarero para pedirle otro vino y<br />
otro whisky.<br />
—En el tema de los gemelos hay muchas cosas sin explicar —continuó la joven—.<br />
Supongo que por eso me atrae. Todavía nos encontramos en la etapa de las preguntas<br />
fundamentales. Tomemos por ejemplo a los gemelos fraternos: como todos sabemos, se<br />
producen cuando dos óvulos distintos son fertilizados al mismo tiempo. Pero... ¿sabías<br />
que incluso ellos comparten una serie de rasgos físicos, mucho mayor que los hermanos<br />
normales, y que, por ejemplo, sus dentaduras son más simétricas? ¿Por qué demonios<br />
tiene que suceder eso?<br />
»En algunos casos, tal vez los gemelos fraternos procedan de un mismo óvulo que<br />
se escinde antes de la fertilización. No lo sabemos. Para empezar, ni siquiera sabemos<br />
por qué se producen los nacimientos de gemelos, qué es lo que hace que caigan dos<br />
óvulos o que uno de ellos se divida. Pero lo que sí sabemos, al menos ahora, es que<br />
ocurre con más frecuencia de lo que se sospechaba.<br />
—¿A qué te refieres?<br />
—Ahora que disponemos de los ultrasonidos para detectar embarazos incipientes,<br />
nos hemos encontrado con que el embarazo doble es un fenómeno muchísimo más<br />
frecuente de lo que las estadísticas indican. Más o menos, hay un parto de gemelos por<br />
cada noventa alumbramientos. Pero, aunque te cueste creerlo, un embarazo de cada<br />
ocho, comienza siendo de gemelos.<br />
—Es asombroso.<br />
—Sí que lo es. Los ginecólogos cuentan historias sumamente interesantes. Un día<br />
una mujer aparece por la consulta, el doctor la examina con ultrasonidos y descubre que<br />
lleva en su seno dos pequeños embriones. Cuatro semanas más tarde, regresa y ya sólo<br />
hay un embrión.<br />
—El otro murió.<br />
—Exacto.<br />
—O sea que, mientras estábamos en el útero, unos cuantos de nosotros tuvimos<br />
hermanos gemelos de los que nunca llegamos a tener la menor noticia.<br />
62