07.11.2014 Views

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

No le contestaron.<br />

El trío rodeó el comedor y enfiló por una calle que pasaba entre dos desiertos<br />

barracones. Jude alzó la vista al cielo, que ya comenzaba a oscurecerse. Hacia el oeste<br />

se divisaban tonos rojos y anaranjados, y no pudo evitar decirse que el crepúsculo iba a<br />

ser espectacular.<br />

Llegaron a una rampa de acceso circular que conducía a la única edificación<br />

atractiva de toda la base: una casa de tres pisos de madera pintada de blanco que en<br />

tiempos sirvió de residencia del comandante de la base. Los ordenanzas obligaron a Jude<br />

a subir la escalinata delantera. El hombre notó que sus captores respiraban con dificultad,<br />

y por segunda vez sintió un secreto regocijo a causa de la debilidad que percibía en ellos.<br />

También estaban envejeciendo. Podían liquidarlo a él, pero su propio fin estaba próximo.<br />

Uno lo sujetó con fuerza mientras el otro abría la puerta principal.<br />

Entrar en el vestíbulo fue como penetrar en otra época. La exquisita decoración era<br />

victoriana, con alfombras tejidas a mano, un paragüero de plata lleno de bastones y un<br />

reloj de pared cuyo péndulo producía un majestuoso tictac. Los peldaños de la escalera<br />

estaban cubiertos por una alfombrilla persa sujeta mediante finas barras de latón.<br />

En el aire se percibía un extraño aroma parecido al de flores mustias, aunque el olor<br />

era más medicinal que marchito.<br />

No se dirigieron al piso de arriba. Giraron a la derecha y, tras cruzar una arcada,<br />

entraron en lo que parecía ser un salón. Estaba lujosamente amueblado con sofás<br />

Victorianos, canapés de dos asientos cubiertos de cojines, escabeles y mesas Pembroke.<br />

Las paredes estaban cubiertas de cuadros de la escuela romántica que reproducían<br />

paisajes y escenas de caza.<br />

La estancia se hallaba en penumbra, lo cual dificultaba la visión e hizo que Jude no<br />

advirtiera que allí, sentado en un sillón, había alguien. Percibió su presencia por el hecho<br />

de que sus captores le soltaron y quedaron deferentemente vueltos hacia el sillón.<br />

Y, de pronto, Jude lo vio. Sentado en una butaca de alto respaldo que casi parecía<br />

un trono. Un elegante anciano de enjuto rostro.<br />

Comprendió inmediatamente que aquél era el hombre del que tanto había oído<br />

hablar a Skyler y Tizzie: Baptiste. Tío Henry.<br />

El teléfono sonó en el quirófano en el momento menos oportuno. Sin embargo, como<br />

la primera operación aún estaba por comenzar, decidieron responder. ¿Quién sabía qué<br />

problemas podían haber surgido?<br />

—Doctor Higgins, es para usted —dijo el auxiliar que había contestado.<br />

El médico, ceñudo a causa de la interrupción, se puso al teléfono y tras escuchar<br />

unos momentos colgó bruscamente el receptor.<br />

—Vaya por Dios —dijo malhumorado—. Problemas en la sala de pacientes. Lo<br />

resuelvo y regreso inmediatamente. No hagáis nada hasta que vuelva... No tardaré.<br />

Salió al antequirófano, se despojó del gorro verde, de la bata y de las zapatillas, y lo<br />

echó todo en un cubo, malhumorado por el hecho de que al volver tendría que<br />

desinfectarse de nuevo. Se puso unos pantalones rápidamente, una camisa a rayas rosas<br />

y azules y unos mocasines. Miró hacia la camilla, donde el clon yacía estupefacto, listo<br />

para la sedación profunda. Los ojos del médico examinaron expertamente las partes<br />

visibles: piel, tono muscular, ojos. Sin duda, se trataba de un buen espécimen.<br />

Luego Higgins entró en la sala de pacientes con la actitud de un severo maestro de<br />

escuela.<br />

322

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!