07.11.2014 Views

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

jiminis a olvidar la pérdida. Skyler se preguntó quién tomaría aquel tipo de decisiones,<br />

quién podía ser tan obtuso.<br />

El muchacho de la cama de al lado, Tyrone, se aclaró la garganta, se pasó una<br />

mano por el rojizo pelo y se incorporó sobre un codo.<br />

—El madrugón de costumbre —dijo.<br />

Fue un comentario vano, con el que el muchacho pretendía mostrarse sociable, pero<br />

Skyler se limitó a asentir con la cabeza. No le gustaba Tyrone, y no se fiaba de él. De<br />

cuando en cuando, se preguntaba cómo conseguían los médicos mayores estar tan<br />

enterados de lo que hacían los jiminis, y si habría o no espías entre los muchachos. En<br />

una ocasión, cuando estaban viendo por televisión una película sobre la segunda guerra<br />

mundial, en el desarrollo del argumento apareció un espía, y los ordenanzas apagaron el<br />

aparato sin dar explicaciones. Si realmente existía un espía, Tyrone, con sus ansias de<br />

ser querido y valorado por los mayores, representaba el candidato predilecto de Skyler.<br />

Pero quizá era injusto. El cambio que él mismo había experimentado desde que<br />

inició su solitaria cruzada para desentrañar el misterio de la presencia de todos ellos en la<br />

isla lo dejaba atónito. Ahora el recelo dominaba sus pensamientos y se sentía totalmente<br />

desvinculado de los otros de su grupo de edad. Ellos eran extraños para él; y él era un<br />

extraño para ellos. Salió al porche de hormigón de la entrada y luego bajó por la escalera<br />

hasta el pardo terreno apisonado. La puerta de tela metálica se cerró ruidosamente tras<br />

de sí. Alzó la vista hacia el cielo cubierto de la mañana. El viento era fresco, se hallaban<br />

al principio de la estación de huracanes. Recordó la fascinación que antaño ejercían<br />

sobre él las grandes tormentas, ver cómo el viento hacía inclinarse las ramas y cómo los<br />

líquenes parecían cobrar vida e incluso volaban por los aires retorciéndose como nudos<br />

de serpientes.<br />

Pero aquel cielo no tardaría en despejarse. Entre las nubes, hacia el oeste, había un<br />

pequeño claro por el cual se veía un retazo de cielo azul.<br />

La puerta de tela metálica volvió a sonar y los otros jiminis salieron del barracón y se<br />

congregaron a su alrededor. Se lavaron la cara con el agua fresca y clara de la vieja pila<br />

metálica empotrada en el hormigón. Estaba tan fría que los hizo tiritar. De cuando en<br />

cuando, uno de ellos se acercaba a la bomba para accionar la palanca, y por el caño<br />

oxidado salía un chorro intermitente que iba a caer en la pila. Era la rutina de todas las<br />

mañanas, algo que todos hacían sin pensar.<br />

Pero tal vez hoy las cosas fueran distintas, pensó Skyler. Se lo decía el corazón.<br />

Camino de la casa de la comida, Benny se colocó a su lado. —¿Qué tal estás? —<br />

preguntó.<br />

—Otras veces me he sentido mejor —contestó Skyler. Aparte de Julia, Benny era el<br />

único miembro de su grupo de edad en el que Skyler confiaba lo suficiente como para<br />

compartir con él alguno de sus secretos. Le había hablado de la expedición a la sala de<br />

archivos, y de cómo Julia y él habían descubierto el cuerpo de Patrick. Benny se puso<br />

muy pálido y no supo cómo reaccionar.<br />

—Debía de estar muy enfermo —dijo—. De lo contrario, sería totalmente<br />

inexplicable.<br />

Por toda contestación, Skyler se encogió de hombros. Benny dijo que le preocupaba<br />

que Skyler pudiera meterse en graves problemas.<br />

—Recuerda cuál era la actitud de Raisin poco antes de morir —añadió, con la vista<br />

clavada en el suelo—. Tú te estás poniendo, si no igual, sí muy parecido.<br />

Ahora el muchacho permanecía en silencio. El grupo de jiminis pasó ante la casa<br />

grande.<br />

31

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!