07.11.2014 Views

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

Darnton, John - Experimento

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Transcurrido más de un minuto, salió a gatas del baño, se quedó un rato sentado<br />

sobre la moqueta, recuperó parte de sus fuerzas, logró llegar a la cama y se desplomó,<br />

exhausto, sobre ella. Permaneció unos momentos semiinconsciente y finalmente abrió los<br />

ojos. Las sábanas estaban llenas de manchas. Enfocó la mirada y vio que las manchas<br />

eran de color rojo oscuro. Sangre. Se miró las pantorrillas, los muslos, los brazos. Tenía<br />

sangre en el pecho. La sangre procedía de la mano. Se había cortado con un cristal.<br />

Volvió la cabeza y se fijó en la mesilla de noche, sobre la que había una lámpara y<br />

un teléfono. Alargó la mano, levantó el receptor y se lo apretó contra la oreja. No oyó la<br />

señal de línea. Sobre la mesilla había una cartulina con instrucciones. La cogió pero fue<br />

incapaz de leer las borrosas letras. Tiró del aparato por el cordón y pulsó números al azar.<br />

En el receptor sonó un extraño sonido. Era inútil. Dejó el teléfono, giró sobre sí mismo<br />

hacia la pared, cerró el puño y comenzó a golpear en ella. Sin duda, Tizzie lo oiría y<br />

acudiría a ayudarlo. Pero no fue así. Se tumbó boca arriba y trató de pensar. Se puso un<br />

brazo sobre la frente y de pronto notó que un líquido le corría por el rostro. Se incorporó,<br />

vio que la pared que había golpeado tenía manchas de sangre, y se dio cuenta de que el<br />

tabique no comunicaba con el dormitorio de Tizzie, sino con el baño de su propia<br />

habitación. Le pareció oír que el agua seguía corriendo.<br />

Se derrumbó sobre las sábanas y se quedó adormilado. Pero su sueño no fue<br />

tranquilo y reparador, sino agitado y angustioso. Se despertó una vez, vio que en la<br />

habitación había menos luz y volvió a perder el sentido. Tuvo una pesadilla: volvía a estar<br />

en la isla y lo perseguían los ordenanzas y los perros. Él corría desesperadamente a<br />

través de las marismas, pero el agua le obstaculizaba los movimientos y sus<br />

perseguidores estaban cada vez más y más cerca. Llegó a un claro y los perros se<br />

abalanzaron sobre él. Lo rodearon, lo hicieron recular hasta un árbol. Los animales<br />

gruñían y mostraban los dientes... estaban a punto de lanzársele a la garganta... Se<br />

incorporó en la cama jadeante y sudoroso.<br />

Miró en torno intentando orientarse. La luz del baño estaba encendida, iluminaba la<br />

moqueta del exterior y arrojaba sombras alargadas sobre la pared. Oyó el rumor de agua<br />

corriendo. Encendió la lámpara de la mesilla y vio que las sábanas, la pared y su propio<br />

pecho estaban manchados de sangre seca. Alzó la mano y examinó la herida, sobre la<br />

que se estaba formando una gruesa costra. Debía de haber perdido mucha sangre. Quizá<br />

por eso se sentía tan débil.<br />

Trató de incorporarse, notó de nuevo el dolor en el pecho, se recostó y volvió a<br />

intentarlo minutos más tarde. Esta vez fue capaz de ponerse en pie y permaneció casi<br />

inmóvil unos segundos, inclinándose primero hacia un lado y luego hacia el contrario. A<br />

duras penas llegó a la silla en la que había dejado los pantalones. Trabajosamente, se<br />

apoyó en la pared y, no sin esfuerzo, consiguió sentarse y ponerse los pantalones.<br />

Descansó unos momentos intentando recordar lo que deseaba hacer. Estaba totalmente<br />

desorientado.<br />

Se levantó de nuevo, siempre tembloroso, y caminó muy despacio hasta la puerta,<br />

que tenía echada la cadena. Trató de soltarla, pero la mano le temblaba de tal modo que<br />

le resultó imposible hacerlo. Hizo girar el pomo; la puerta se abrió diez centímetros y<br />

quedó bloqueada. A través del resquicio, Skyler divisó parte del estacionamiento y notó<br />

que el aire era cálido y seco. Ya estaba anocheciendo.<br />

Cerró la puerta y apoyó un hombro en ella. Luego, con la otra mano y<br />

concentrándose al máximo, logró descorrer la cadena. Agarró de nuevo el tirador y lo hizo<br />

girar lentamente. Al retroceder un paso estuvo a punto de perder el equilibrio. Abrió del<br />

todo la puerta. El aire, caliente y pesado, lo abofeteó. Salió a la galería, se agarró a la<br />

barandilla con ambas manos y se dobló sobre ella. Utilizándola como apoyo, echó a andar<br />

201

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!