Nº 31, Septiembre 2010 - Centro de Estudios Garrigues

COLABORACIONES
en materias primas. El objetivo para el
inversor sería escoger el mejor instrumento
para el tipo de gestión que quiera
tener: activa o pasiva.
- Pasiva: Si vamos a elegir una gestión
pasiva comprando índice o similar,
tendremos que optar por índices que
sean total return, es decir, que reinviertan
los intereses del mercado monetario
generados por las garantías
depositadas de los futuros, con lo
que el resultado del anterior estudio
rondaría una pérdida media de - 0,9
% por año. Si queremos tener una
exposición diversificada tendremos
que elegir índices total return como
por ejemplo el S&P GSCI Index o mediante
ETFs si lo que queremos elegir
es una materia prima en concreto.
- Activa: En este caso los resultados
dependen de la habilidad del gestor
y son francamente muy buenos utilizando
estrategias long-short. La cantidad
de ineficiencias en este mercado,
de gran volatilidad, es un campo
de grandes oportunidades. El riesgo
está en este caso en seleccionar un
grupo de los mejores gestores.
Dentro de la gestión activa deberíamos
tener muy en cuenta los estructurados
que nos permiten modular la exposición
a esta clase de activo según el
perfil de riesgo del cliente.
Otra forma indirecta de participar en
este mercado en alza sería invertir en
acciones, bien mediante fondos o bien
invirtiendo en compañías, por ejemplo
mineras o petroleras. El problema es
que no tenemos una exposición directa
al mercado de materias primas.
En conclusión, el mercado de las
materias primas es un mercado en alza
con enorme potencial, tiene sentido
invertir en él de forma diversificada y
además tenemos diferentes instrumentos
a nuestro alcance que ayudan a los
inversores para obtener sus objetivos
de rentabilidad y riesgo.
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